Aqui habló un ministro, pero no un ministro de Dios, sino uno dizfrasado como tal.
Jesús nuestro Señor le dijo a Pedro:
Apacienta mis corderos.
Pastorea mis ovejas.
Apacienta mis ovejas.
Pero claro, Enrique no es Pedro.
Enrique dice: Lamentablemente al evangelio llegan muchos enfermos mentales , personas esquizofrenicas, fanáticos siempre habrán y no es por causa de una mala instrucción sino debido a su condición patológica.
Si Enrique nacio en el Evangelio, bien por ello, pero no le da ningún derecho a tratar de enfermos mentales, de personas esquizofrenicas, ni de enfermos patoligicos a los demas que llegan al Evangelio, porque debe saber EL MINISTRO DIZFRAZADO, que las almas no las trae el a los pies de Cristo,y de acuerdo a sus absurdas palabras, entonces este ministro, hace acepcion de personas, cosa que nuestro Dios no hace, el ministro entonces acepta todo lo sano, todo lo sin defecto, como si el fuera un hombre perfecto, cosa que no lo es, porque no es mayor que nadie aquí, ni en ninguna parte.
Jesús es bien claro es sus palabras, no he venido a los sanos, como Enrique el ministro, Jesús dijo, he venido a los enfermos, porque ellos necesitan de medicos, no he venido a los justos, sino a los pecadores para que procedan al arrepentimiento. Venid a mi todos los que estais trabajados y cargados, que yo os haré descansar,todo aquel que a mi viene, yo no le hecho fuera, aprenda de Jesús seños ministro, y no trate de enfermos mentales a sus hermanos, ni de esquizofrenicos, ni de fanaticos por amar a Cristo Jesús, en sus palabras esta hablando satanas señor ministro, porque Jesús ya le enseño como debe hablar.
Agrade a los chistosos y chistosas de las cosas santas, pero ya sabe usted señor ministro, que agradando a estos hombres y mujeres, no esta agradando a nuestro Dios, y si no lo agrada a el, es porque no es un siervo de Dios, su forma de trato a sus hermanos, así lo dejan de manifiesto.
Señor ministro sabe usted de que espiritu es. Sí dice del Espiritu de Dios, entonces vaya a la palabra de Dios, y confronte sus dichos a sus hermanos, los cuales para nada concuerdan con la Palabra de mi Dios. Tambien hay palabra de mi Dios, para aquellos pastores inutiles.