Papa Beatifica al Discutido Pío IX
LA CIUDAD VATICANA (AP) - - El papa Juan Pablo II avanzó a dos de sus predecesores hacia la santidad el domingo en uno de los más criticados actos de su papado, beatificando al muy atacado Pío IX del siglo 19, al lado del muy amado Juan XXIII., papa del siglo 20.
Los judíos amargamente protestaron contra el reconocimiento hecho por Juan Pablo de Pío, quien en el papado más largo de la historia restringió a los judíos al gheto de Roma, condonó el secuestro perpetrado por iglesia de un muchacho judío y supuestamente se refirió de los judíos como ``los perros.''
El gobierno Israelí expresó ``profundo duelo,'' especialmente por el progreso que el papado de 22 años de Juan Pablo ha hecho en las relaciones católico - judías.
Juan Pablo reconoció el rencor, llamando a Pío ``muy amado, pero también odiado y vituperado.''
``Beatificar a un hijo de la iglesia no celebra las opciones históricas particulares que él ha hecho, sino que lo indica para ser imitado y para la veneración de su virtud,'' dijo Juan Pablo, acentuando repetidamente la fidelidad de Pío a la iglesia más bien que sus acciones hacia el mundo fuera de ella.
Una fuerte muchedumbre estimada en 100,000 – peregrinos con pañuelos y estandartes llenó La Plaza San Pedro hasta las columnas para las beatificaciones, atendido por los líderes de las familias italianas nobles vestidas de negro, cerradamente católicas y por círculos políticos.
En la víspera de la ceremonia, centenares de judíos y católicos de Roma tuvieron una vigilia con velas para protestar la beatificación, que es el último paso formal antes de la santidad posible.
Elena Mortara, cuyo tataratío fue secuestrado de su familia judía por la guardia papal de Pío en 1858, llamó a la beatificación la ``reapertura de una herida.''
La iglesia secuestró a Edgardo Mortara de 6 años al oír que una criada católica lo había bautizado en secreto. Edgardo creció hasta entrar en el sacerdocio bajo el auspicio de Pío.
Una cita frecuentemente hecha es la manera como Pío se refería de los judíos como ``perros,'' y declaró que ``de estos perros, hay demasiados de ellos presentes en Roma.'' Pío presidió lo que fue el último gheto judío europeo impuesto hasta la era Nazi .
El ministro de Israel para Asuntos de la Diáspora, Rabí Miguel Melchior, expresó ``profundo dolor'' el domingo-- transmitiendo una desilusión repetidamente recibida en la víspera de la beatificación.
Recordando el peregrinaje de Juan Pablo a la Pared Occidental de Jerusalén en marzo, Melchior dijo, ``como alguien que vio la visita como algo positivo, un momento histórico decisivo, yo esperaba que el Vaticano mostrara una mayor sensibilidad hacia los creyentes de otras religiones.''
La Liga de Anti-Difamación – con base en Nueva York llamó la beatificación ``problemática.''
El tumultuoso papado de Pío de 1846 a 1878 vio la violenta desintegración de los viejos estados papales. Los nobles italianos, él era uno, le dio el nombre ``El último papa rey.''
En contraste, los Italianos hoy todavía conocen al jovial, alegre, nacido campesino Juan XXIII simplemente como ``El papa bueno.''
Como enviado del Vaticano a Turquía durante la segunda guerra mundial, a Juan se le acredita de salvar miles de judíos con visas de tránsito y otras ayudas - - aunque una vez se quejó de unos ``convoyes de judíos” que se dirigían a Palestina y sus lugares santos.
Juan murió de cáncer de estómago en 1963, antes de cumplir cinco de años de papado. Semanas antes de su muerte, él emitió la cordial encíclica ``Pacem en Terris'' (Paz en la Tierra) en la que reconocía los derechos humanos como esenciales para la paz mundial. Pío había condenado los derechos civiles que surgían en su propia encíclica de 1864.
Ambos papas presidieron los dos únicos concilios vaticanos de los tiempos modernos - - Pío elevando el dogma de infalibilidad papal; Juan estableciendo en a960 liberalizaciones como la que permitía misas en idiomas locales en vez de en latín.
``El diseño divino ha querido una beatificación compartida de estos dos papas que vivieron en contextos históricos muy diferentes,'' Juan Pablo acentuó el domingo.
``El papa Juan permanece en la memoria de todos con la figura de una cara sonriente y de dos brazos abiertos para abrazar el mundo entero,'' Juan Pablo les dijo a los peregrinos - - mucho de los cuales habían venido desde Italia para la beatificación de Juan en particular.
``El es amado por su buena voluntad y simplicidad,'' dijo Lucrezia Gentiel, quien viajó de Calabria en el sur de Italia, donde los católicos han estado colgando estandartes y listones antes de la beatificación .
``Pío IX vivió en un período muy crítico,'' dijo otra peregrina en la plaza, Delfina Candi, defendiendo a Pío IX sin ser solicitada. ``No es como hoy. Hoy es fácil.''
Juan Pablo beatificó a otros tres el domingo: Tommaso Reggio, un obispo italiano del siglo 19 - quien fundó la Congregación de las Hermanas de Santa Marta - - y que fuertemente criticó la prohibición de Pío IX contra la involucración católica en la política; Guillaume-Joseph Chaminade, un sacerdote francés que en 1800 fundó el Familia Marianista; y Joseph-Aloysius, un monje irlandés que, como Columba Marmion, sirvió como abad de la Abadía Benedictina Maredsous en Bélgica a comienzos del siglo 20.
Juan Pablo ha beatificado y canonizado a más gente que todos sus predecesores combinados, creyendo firmemente en presentar diversos modelos ejemplares para los fieles del mundo.
LA CIUDAD VATICANA (AP) - - El papa Juan Pablo II avanzó a dos de sus predecesores hacia la santidad el domingo en uno de los más criticados actos de su papado, beatificando al muy atacado Pío IX del siglo 19, al lado del muy amado Juan XXIII., papa del siglo 20.
Los judíos amargamente protestaron contra el reconocimiento hecho por Juan Pablo de Pío, quien en el papado más largo de la historia restringió a los judíos al gheto de Roma, condonó el secuestro perpetrado por iglesia de un muchacho judío y supuestamente se refirió de los judíos como ``los perros.''
El gobierno Israelí expresó ``profundo duelo,'' especialmente por el progreso que el papado de 22 años de Juan Pablo ha hecho en las relaciones católico - judías.
Juan Pablo reconoció el rencor, llamando a Pío ``muy amado, pero también odiado y vituperado.''
``Beatificar a un hijo de la iglesia no celebra las opciones históricas particulares que él ha hecho, sino que lo indica para ser imitado y para la veneración de su virtud,'' dijo Juan Pablo, acentuando repetidamente la fidelidad de Pío a la iglesia más bien que sus acciones hacia el mundo fuera de ella.
Una fuerte muchedumbre estimada en 100,000 – peregrinos con pañuelos y estandartes llenó La Plaza San Pedro hasta las columnas para las beatificaciones, atendido por los líderes de las familias italianas nobles vestidas de negro, cerradamente católicas y por círculos políticos.
En la víspera de la ceremonia, centenares de judíos y católicos de Roma tuvieron una vigilia con velas para protestar la beatificación, que es el último paso formal antes de la santidad posible.
Elena Mortara, cuyo tataratío fue secuestrado de su familia judía por la guardia papal de Pío en 1858, llamó a la beatificación la ``reapertura de una herida.''
La iglesia secuestró a Edgardo Mortara de 6 años al oír que una criada católica lo había bautizado en secreto. Edgardo creció hasta entrar en el sacerdocio bajo el auspicio de Pío.
Una cita frecuentemente hecha es la manera como Pío se refería de los judíos como ``perros,'' y declaró que ``de estos perros, hay demasiados de ellos presentes en Roma.'' Pío presidió lo que fue el último gheto judío europeo impuesto hasta la era Nazi .
El ministro de Israel para Asuntos de la Diáspora, Rabí Miguel Melchior, expresó ``profundo dolor'' el domingo-- transmitiendo una desilusión repetidamente recibida en la víspera de la beatificación.
Recordando el peregrinaje de Juan Pablo a la Pared Occidental de Jerusalén en marzo, Melchior dijo, ``como alguien que vio la visita como algo positivo, un momento histórico decisivo, yo esperaba que el Vaticano mostrara una mayor sensibilidad hacia los creyentes de otras religiones.''
La Liga de Anti-Difamación – con base en Nueva York llamó la beatificación ``problemática.''
El tumultuoso papado de Pío de 1846 a 1878 vio la violenta desintegración de los viejos estados papales. Los nobles italianos, él era uno, le dio el nombre ``El último papa rey.''
En contraste, los Italianos hoy todavía conocen al jovial, alegre, nacido campesino Juan XXIII simplemente como ``El papa bueno.''
Como enviado del Vaticano a Turquía durante la segunda guerra mundial, a Juan se le acredita de salvar miles de judíos con visas de tránsito y otras ayudas - - aunque una vez se quejó de unos ``convoyes de judíos” que se dirigían a Palestina y sus lugares santos.
Juan murió de cáncer de estómago en 1963, antes de cumplir cinco de años de papado. Semanas antes de su muerte, él emitió la cordial encíclica ``Pacem en Terris'' (Paz en la Tierra) en la que reconocía los derechos humanos como esenciales para la paz mundial. Pío había condenado los derechos civiles que surgían en su propia encíclica de 1864.
Ambos papas presidieron los dos únicos concilios vaticanos de los tiempos modernos - - Pío elevando el dogma de infalibilidad papal; Juan estableciendo en a960 liberalizaciones como la que permitía misas en idiomas locales en vez de en latín.
``El diseño divino ha querido una beatificación compartida de estos dos papas que vivieron en contextos históricos muy diferentes,'' Juan Pablo acentuó el domingo.
``El papa Juan permanece en la memoria de todos con la figura de una cara sonriente y de dos brazos abiertos para abrazar el mundo entero,'' Juan Pablo les dijo a los peregrinos - - mucho de los cuales habían venido desde Italia para la beatificación de Juan en particular.
``El es amado por su buena voluntad y simplicidad,'' dijo Lucrezia Gentiel, quien viajó de Calabria en el sur de Italia, donde los católicos han estado colgando estandartes y listones antes de la beatificación .
``Pío IX vivió en un período muy crítico,'' dijo otra peregrina en la plaza, Delfina Candi, defendiendo a Pío IX sin ser solicitada. ``No es como hoy. Hoy es fácil.''
Juan Pablo beatificó a otros tres el domingo: Tommaso Reggio, un obispo italiano del siglo 19 - quien fundó la Congregación de las Hermanas de Santa Marta - - y que fuertemente criticó la prohibición de Pío IX contra la involucración católica en la política; Guillaume-Joseph Chaminade, un sacerdote francés que en 1800 fundó el Familia Marianista; y Joseph-Aloysius, un monje irlandés que, como Columba Marmion, sirvió como abad de la Abadía Benedictina Maredsous en Bélgica a comienzos del siglo 20.
Juan Pablo ha beatificado y canonizado a más gente que todos sus predecesores combinados, creyendo firmemente en presentar diversos modelos ejemplares para los fieles del mundo.