Dios se agrada de nosotros cuando reconocemos que ya no podemos hacer nada, cuando estamos al borde del abismo.
No porque se goce de nuestra incapacidad, fracasos, aflicciones y frustraciones, sino porque hemos llegado a entender nuestra DEPENDENCIA ABSOLUTA de el.
Se agrada porque en vez de aferrarnos a personas, recursos o circunstancias le buscamos a el dia y noche en oracion aunque no veamos ninguna posibilidad.
Jose Alfredo Lievano.
[email protected]
San Salvador, El Salvador, C.A.
Lunes 9 de agosto 2004.
No porque se goce de nuestra incapacidad, fracasos, aflicciones y frustraciones, sino porque hemos llegado a entender nuestra DEPENDENCIA ABSOLUTA de el.
Se agrada porque en vez de aferrarnos a personas, recursos o circunstancias le buscamos a el dia y noche en oracion aunque no veamos ninguna posibilidad.
Jose Alfredo Lievano.
[email protected]
San Salvador, El Salvador, C.A.
Lunes 9 de agosto 2004.