Satanás se ha metido en mi casa.

13 Julio 2018
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Así es… satanás se ha metido en mi casa. Ahorita está en una habitación de arriba, muy cómodo, durmiendo. Por eso puedo darme la oportunidad de escribir esto.

Dice la Biblia que debemos dar testimonio de las obras de Dios sobre nosotros. Como le dijo al endemoniado gadareno:

Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.


Así que satanás está aquí, durmiendo, descansando, porque sabe que muy pronto tendremos otro round, quizá esta misma madrugada (son ahora las diez de la noche).

A pesar de eso, yo estoy tranquilo. Siento la paz de Cristo en mí, y sé que satanás no me moverá. No digo esto en mis propias fuerzas, porque me ataca en mi debilidad. Y es que ni siquiera arremete directamente contra mí, sino que el cobarde ataca a mi esposa y a mi hijo.

No estoy bromeando, esto que digo es totalmente en serio. De hace tiempo satanás y yo tenemos una lucha personal, especialmente desde que deje de creer en él. Desde que comprendí que es una mentira: Que satanás no existe.
 
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Les escribo para contarles lo que sucedió después.

Alrededor de las 12:40, exhausto de buscar algo que me entretuviera en la televisión, decidí irme a dormir. Me dirigí al baño para lavarme los dientes, cuando de repente empecé a escuchar los síntomas de un ataque epiléptico. Tiré el cepillo de dientes y fui corriendo a abrazar a mi hijo, quien estaba convulsionando en su cama. Intenté invocar a Cristo, aunque a veces resulta difícil hacerlo cuando tienes la boca llena de pasta de dientes. Afortunadamente, la crisis pasó rápidamente. Después, tuve que ocuparme de las tareas cotidianas. Primero, enjuagué mi boca y luego cambié la cama de mi hijo, ya que se había hecho pipí. Después intenté volver a dormir, aunque me quedó una sensación de impotencia e incluso enfado porque mis oraciones a Dios no fueron respondidas de manera inmediata.

En la mañana temprano, no queda más opción que comenzar de nuevo. Recuperar la esperanza que se vio afectada durante la madrugada. Y así es frecuentemente.

Así es, amigos. ¿Quieren saber cómo se siente tener un hijo con epilepsia? Es como si vivieras con Satanás a tu lado.
 
Y cuéntanos: ¿cuando se fue la suegra de tu casa?
 
Así es, amigos. ¿Quieren saber cómo se siente tener un hijo con epilepsia? Es como si vivieras con Satanás a tu lado.
Dios te dará la victoria si tu fe fuera como la un grano de mostaza... ¡aumenta su fe Señor¡ No es facil... pero debes si o si vencer...
 
Según mi comprensión y lectura de la Biblia, satanás es un personaje alegórico y no existe en la realidad. Aunque pueda tener la sensación de su presencia, debo reconocer que no está presente en el mundo real.
 
Después intenté volver a dormir, aunque me quedó una sensación de impotencia e incluso enfado porque mis oraciones a Dios no fueron respondidas de manera inmediata.

En la mañana temprano, no queda más opción que comenzar de nuevo. Recuperar la esperanza que se vio afectada durante la madrugada. Y así es frecuentemente.

Así es, amigos. ¿Quieren saber cómo se siente tener un hijo con epilepsia? Es como si vivieras con Satanás a tu lado.

Gerardo, no sé si lo que narras es tu propia situación y tu hijo tiene epilepsia. Si es así, te transmito esperanza, consuelo, paciencia, amor; y te doy un humilde consejo: no hagas esas comparaciones con Satanás.

Aunque sientas impotencia, recuerda que nuestras oraciones no tienen por qué ser respondidas de manera inmediata. A menudo no solo no tienen respuesta inmediata sino que la respuesta es diferente a aquella que esperábamos. Y no por ello debemos enfadarnos. Puedes insistir, implorar y hasta argumentar con Dios por tu situación y la de tu hijo. Pero hazlo sabiendo que tanto tú, como tu hijo, como todo lo que te rodea, pertenece a Dios y es su potestad permitir ciertas situaciones en la vida. Lo que estás pasando ayudará para tu bien si amas a Dios.

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." (Romanos 8:28 RV60)

Satanás sí existe. Está bien claro en las Escrituras. Querer encontrar o no sus manifestaciones en determinada situación concreta ya es algo más delicado y yo no entraría en eso sino que pondría mis pensamientos en lo bueno, agradable y perfecto.

"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros." (Santiago 4:7 RV60)
 
Así es… satanás se ha metido en mi casa. Ahorita está en una habitación de arriba, muy cómodo, durmiendo. Por eso puedo darme la oportunidad de escribir esto.

Dice la Biblia que debemos dar testimonio de las obras de Dios sobre nosotros. Como le dijo al endemoniado gadareno:

Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.

Así que satanás está aquí, durmiendo, descansando, porque sabe que muy pronto tendremos otro round, quizá esta misma madrugada (son ahora las diez de la noche).

A pesar de eso, yo estoy tranquilo. Siento la paz de Cristo en mí, y sé que satanás no me moverá. No digo esto en mis propias fuerzas, porque me ataca en mi debilidad. Y es que ni siquiera arremete directamente contra mí, sino que el cobarde ataca a mi esposa y a mi hijo.

No estoy bromeando, esto que digo es totalmente en serio. De hace tiempo satanás y yo tenemos una lucha personal, especialmente desde que deje de creer en él. Desde que comprendí que es una mentira: Que satanás no existe.
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Lo digo personalmente, esa oracion dicha por el arcangel Miguel es con lo unico que puedes batallar, pero tienes que creer con todo corazon lo que sale por tu boca, que “Jesucristo es el Señor” y solo El tiene el poder.
 
Según mi comprensión y lectura de la Biblia, satanás es un personaje alegórico y no existe en la realidad. Aunque pueda tener la sensación de su presencia, debo reconocer que no está presente en el mundo real.
Por el contrario satanás es un personaje absolutamente real, más real que el enemigo más cruel aquí en la tierra porque este enemigo un día perecerá, pero en cambio debes evitar a toda costa quedar con satanás de compañero por el resto de la eternidad.

Lo que tú tienes en casa, no es a satanás, sino algo que por el contrario te puede acercar a Dios.

Pablo se quejaba de un aguijón en la carne que lo abofeteaba y aparentemente lo hacía rendir menos, pero en realidad el aguijón servía para que Pablo mantuviera los pies sobre la tierra y no fuera engreído.

Dicho de otra manera ESA ES LA CRUZ que te tocó vivir, si la abrazas en lugar de rechazarla te llevará al cielo con honores.
 
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Espero
No habia continuado el tema porque no hallaba las palabras, pero este predicador lo dijo mejor de lo que yo lo pudiera explicar

Espero te ayude y guie.

Explicacion
www.youtube.com/watch?v=NapqBU44mcY&list=PLmaU_ucRZLFrX4o6zl5IqmkqWgZGqrZFu&index=38

Cuando son enfermedades de largo plazo puede haber una fortaleza del enemigo y normalmente es por el leviatan.
www.youtube.com/watch?v=6RimYT8IyJI&list=PLmaU_ucRZLFrX4o6zl5IqmkqWgZGqrZFu&index=41

Para sanacion del cuerpo tambien te recomiendo.
www.youtube.com/watch?v=G4oUBvISgaM&list=PLmaU_ucRZLFrX4o6zl5IqmkqWgZGqrZFu&index=54

Que Dios te guie para que ayudes a tu Hijo.
 
Así es, amigos. ¿Quieren saber cómo se siente tener un hijo con epilepsia? Es como si vivieras con Satanás a tu lado.

Qué precioso es tu mensaje. Ahora que tanto "pastor" y cura católico pretende levantar a la bestia inexistente.

Yo he concluido exactamente lo mismo porque he vivido en mi carnes la experiencia de todo, tanto de Dios como del mal existente. Ante la Gracia no existe fuerza alguna del mal, no es capaz en absoluto de siquiera incomodar nuestras vidas.

Si el mal nos puede es porque le dejamos, no nos entregamos a la fuerza que lo puede todo. Es una pena que sea un poco tópico, pero esa fuerza es el Amor y por eso tu abrazo terminó calmando a la criatura.

Tu hijo en tiempos de Jesucristo habría estado "condenado" a vivir como endemoniado, y gracias a Dios cada vez entendemos mejor nuestra biología. Eso nos da la fuerza para entender que Satanás es efectivamente una alegoría del mal que procede de nuestra responsabilidad ante la libertad absoluta que se nos da en esta vida necesariamente temporal.

El "mal" en la naturaleza existe, pero hay dos maneras de interpretarlo, lo de Valencia nos puede ayudar a entenderlo:
- ¿Quién ha construido compulsivamente en torno a zonas inundables?
- ¿Quiénes ignoraron cual "Titanic" al uso las señales de la que se venía encima?
- ¿Por qué salieron todos a recoger un bien material en principio prescindible como un coche para no perderlo y perdieron su vida?
- ¿Quiénes han dejado durante dos semanas a las víctimas en el fango?

Antes esas inundaciones las atribuíamos injustamente a Dios por causa de nuestro pecado (menudo Dios de amor) y ahora por fortuna lo vemos como simple "voluntad" de la naturaleza, pero no es eso, las leyes y las reglas las conocemos, esto es un juego muy claro donde no hay más que respetar lo que se nos va diciendo y entender que no estamos por encima de nada ni de nadie, y que la creación no nos pertenece, sino que es un "tesoro" que hemos de compartir, administrar y amar con justicia.

Rezo por tu hijo y siento si alguno de los cristianos todavía no sabe aceptar que "Satanás" nada puede hacer ante el Bien.
 
Así es… satanás se ha metido en mi casa. Ahorita está en una habitación de arriba, muy cómodo, durmiendo. Por eso puedo darme la oportunidad de escribir esto.

Dice la Biblia que debemos dar testimonio de las obras de Dios sobre nosotros. Como le dijo al endemoniado gadareno:

Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.

Así que satanás está aquí, durmiendo, descansando, porque sabe que muy pronto tendremos otro round, quizá esta misma madrugada (son ahora las diez de la noche).

A pesar de eso, yo estoy tranquilo. Siento la paz de Cristo en mí, y sé que satanás no me moverá. No digo esto en mis propias fuerzas, porque me ataca en mi debilidad. Y es que ni siquiera arremete directamente contra mí, sino que el cobarde ataca a mi esposa y a mi hijo.

No estoy bromeando, esto que digo es totalmente en serio. De hace tiempo satanás y yo tenemos una lucha personal, especialmente desde que deje de creer en él. Desde que comprendí que es una mentira: Que satanás no existe.

Todos podemos sentir en algún momento la presencia del diablo y el mal en algún momento y con diferente nivel de magnitud.

No deberíamos negar su existencia. Uno de los mayores éxitos del diablo es haber conseguido que no se crea en él; ni en Dios.
 
Claro que se cree en el "diablo", lo que no se acepta es un ente sobrenatural, al igual que a muchas personas cada vez les atrae menos un Dios sobrenatural, es cuestión del signo de los tiempos y la racionalidad.

Según vamos comprendiendo la realidad, vamos también avanzando a conceptos más raciones del mal y del bien, y Dios va incluido. No podemos escudriñarle por su infinitud, ni podemos llevarle al microscopio, pero si podemos entender sus leyes, principios universales, biología, etc. Lo cual nos va poco a poco acercando a entender mejor lo que subyace en todo lo creado.

Entonces no creo que nadie niegue que exista el mal en el mundo y el pecado, como acto deliberado contra la voluntad de Dios. Ahí entramos también en un inmenso mar de dudas sobre su voluntad. Siendo cristianos queda claro: "amaos los unos a los otros, como yo os he amado". San Juan no pudo resumirlo mejor, y sin embargo no somos capaces de aplicarlo muchas veces ni con los vecinos.

Se llama en nuestros tiempos teoría del bien común, y no es otra cosa lo que se entiende como norma base del cristianismo. Ante esa fuerza no hay "diablo" que valga. Por eso el mayor éxito del diablo no es negarlo, sino seguir en pleno siglo XXI creyendo en Dios como una justificación para justificar absolutas aberraciones en su nombre, eso si que nos aleja de nuestro Creador.