“SERIE DE ETUDIOS BÍBLICOS”
SALVADOS POR GRACIA,
Antiguo y Nuevo testamento
¿Cuál es el significado del término gracia? ¿A quien se extiende? ¿Cómo podemos recibir la gracia divina? Hay quien piensa que antes de la primera venida de Cristo, la gente se salvaban cumpliendo la ley de Dios, y que después de su venida las personas se salvan por la gracia. Esto es contrario a la Escritura, porque la Biblia dice que «Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,” Tito 2:11.
1 ¿Entendió David que los hombres no se salvan mediante sus obras?
«Como también David dice ser bienaventurado. el hombre al cual Dios atribuye justicia sin obras.» Romanos 4:6
Nota:
Pablo cita la declaración de David para confirmar y explicar más ampliamente su interpretación del caso de Abrahán, el cual resume en Rom. 4: 9, que dice: “¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la in circuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia.”
En esta forma se añade una prueba más de que la doctrina de la justificación por la fe, sin tomar en cuenta obras, tiene un sólido apoyo en el AT y así era comprendida por los más eminentes judíos.
2. ¿Comprendió Moisés la gracia de Dios?
Cuando Dios dijo su nombre a Moisés, éste exclamó: «Jehová, Jehová fuerte misericordioso y piadoso, tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad. Éxodo 34:6.
Nota:
La gracia de Dios ha estado siempre disponible. En realidad, Moisés habla de hallar gracia ante Dios varias veces en el libro del Éxodo.
3. ¿Cómo se salvó Abraham?
1- ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2- Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. 3- Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4- Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5- mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6- Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 7diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos. Romanos 4:1-7.
Nota:
Las implicaciones legales de contar la fe de Abrahán como justicia han sido motivo de agitadas discusiones entre muchos estudiantes de la Biblia. Pero conviene advertir que es posible tratar el plan de la justificación por la fe en términos tan legalistas, que deja de ser justificación por la fe. Los judíos recibieron los principios de la justificación por la fe en el monte Sinaí, pero como dieron un enfoque legalista a este plan para su restauración, pronto lo convirtieron en justificación por las obras.
El hecho de que la fe de Abrahán le fuera contada como justicia, no significa que su fe poseyera en sí misma algún mérito que pudiera ganar la justificación. Fue la fe de Abrahán en Dios lo que se le contó como justicia. Esta fe es una relación, un modo de ver, una disposición del hombre hacia Dios. Implica estar dispuesto a recibir con gozo cualquier cosa que Dios pueda revelar, y hacer con gozo cualquier cosa que Dios pueda ordenar. Abrahán amó a Dios, confió en él y le obedeció, porque lo conocía y era su amigo (Sant. 2: 21-23). Su fe fue una relación genuina de amor, confianza y sumisión. Más aún: Abrahán conocía el Evangelio de salvación, y sabía que su justificación dependía del sacrificio expiatorio de Aquel que vendría (Gál. 3: 8; cf. Juan 8: 56). Abrahán creyó en la promesa referente al Mesías, y "la fe del patriarca se fijó en el Redentor que había de ver". Abrahán aceptó con agradecimiento confianza la expiación hecha por Cristo y la justicia de Cristo en lugar de la suya. Esto le permitió que se le contara o acreditara la justicia de Cristo. Esta es la justificación por la fe de la cual disfruta todo creyente cristiano.
Nota:
Noé fue salvado por fe, como lo indica Hebreos 11:7: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.”
De la misma manera, Moisés fue salvado por gracia. “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.” Hebreos 11:24-26.
Israel tenía el mismo Evangelio que tenemos nosotros actualmente.” “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.” Hebreos 4:1,2.
4. ¿Puede alguien ser justificado por las obras de la ley?
«Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.» Gálatas 2:16.
Nota:
Pablo aprendió que no había poder en la ley para perdonar al transgresor de ella. "Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado" (Rom. 3: 20). "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Rom. 8: 3, 4).
El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y porque amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un favor para alguien que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho de que seamos pecadores, en vez de rechazarnos apartándonos de la misericordia y del amor de Dios, hace que la práctica del amor de Dios sea para nosotros una necesidad positiva a fin de que seamos salvados. Cristo dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Juan 15: 16).
Cuando cayó Adán, Dios proveyó los medios para su restauración. A su debido tiempo, Jesús, el Príncipe de la vida, vino a nuestro mundo para luchar con el poder de las tinieblas. En este mundo, Satanás tuvo una oportunidad para demostrar el resultado de llevar a cabo sus principios de no tener en cuenta ninguna ley, y Cristo, con su obediencia inalterable a los mandamientos de su Padre, puso de manifiesto el resultado de practicar los principios de la justicia.
5. ¿Cómo puede una persona llegar a ser justa ante Dios?
«Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús.» Romanos 3:24.
Nota:
"Siendo justificados gratuitamente por su gracia -dice el apóstol- mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús".
Aquí está la verdad presentada con toda claridad. Esta misericordia y bondad son totalmente inmerecidas. La gracia de Cristo ha de justificar gratuitamente al pecador sin mérito ni pretensión de parte de él. La justificación es el perdón total y completo del pecado. En el momento en que el pecador acepta a Cristo por la fe, es perdonado. La justicia de Cristo le es imputada, y ya no ha de dudar de la gracia perdonadora de Dios.
No hay nada en la fe que la convierta en nuestro salvador. La fe no puede eliminar nuestra culpa. Cristo es el poder de Dios para salvación a todos los que creen. La justificación nos alcanza por los méritos de Jesucristo. El pagó el precio de la redención del pecador. Pero sólo mediante la fe en su sangre puede Jesús justificar al creyente.
El pecador no puede depender de sus propias buenas obras como medio de justificación. Debe llegar a la situación de renunciar a todos sus pecados y abrazar una luz tras otra, a medida que brillen sobre su sendero. Simplemente acepta por fe la gratuita y amplia provisión hecha por la sangre de Cristo. Cree las promesas de Dios, que por medio de Cristo son hechas para él santificación y justificación y redención.
6. ¿De las obras de quién depende la justificación por la fe?
A Jesucristo «Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar su justicia en este tiempo; para que El sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús». Romanos 3:25,26.
Nota:
Observemos que el perdón del pecador arrepentido depende de Dios, el divino juez. Él envió a Cristo para demostrar su justicia (rectitud) y también para perdonar a quien pone su fe en Cristo.
7. ¿Qué ha hecho Dios para salvar al hombre?
Dos actos grandiosos: Primero quitar la sentencia de muerte.
Segundo, proveer una justicia perfecta para que el hombre pudiera estar en correcta relación con El. Quitó la sentencia de muerte mediante la muerte de Cristo, y proveyó una justicia perfecta mediante la vida perfecta que Cristo vivió en esta tierra.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Hebreos 4:15.
8. ¿Cuál es la justicia que salva a una persona?
”21- Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22- la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23- por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24- siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25- a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26- con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” Romanos 3:21-24.
Nota:
Sólo la justicia de Dios revelada mediante Cristo puede salvarnos. Cristo es «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo». Juan 1:29. Somos «salvos por su vida)>. Romanos 5:10. El perdón lo concede Dios mediante Cristo (2 Corintios 5:21).
9. ¿Quién es la fuente de la justicia salva dora?
«De Él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención.» I Corintios 1:30.
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; Filipenses 3:8,9.
Nota:
La justicia viene de Cristo. Jeremías lo llama: «Jehová, justicia nuestra.» Jeremías 33:16.
18- Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19- Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20- Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21- para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. Romanos 5:18-21
Cristo es la única persona que vivió una vida perfecta. Y después murió por los pecados de todos. Resucitó y ahora vive y es nuestra justicia. Esto nunca podrá cambiarse. Léase I Juan 5:11,12.
10. La obediencia a la ley, ¿confiere justicia?
«Por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.» Romanos 3:20.
Nota:
La salvación no se alcanza por medio del bien hacer. Si fuera así, entonces la salvación sería mediante la ley. Jesús aclaró, en Mateo 5: 20, que la clase de justicia proclamada por los escribas y fariseos era insuficiente para entrar en el cielo. Ellos ignoraban la justicia de Dios y rehusaban someterse a ella, la cual es don que Dios da a los que creen en Cristo. “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.” Romanos 10:3.
Conclusión
Cristo no ofrece su justicia a la persona con la idea de que puede seguir pecando. El da su justicia para que el hombre tenga el poder de obedecer a Dios. Pablo afirma: «¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley.» Romanos 3:31. La ley de Dios es la norma de la justicia, pero el hombre no puede obedecer la ley para ganar méritos ante Dios.
En Gálatas 2:16 dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” Permitamos que Cristo nos cubra con el manto de su justicia. Y la obediencia a la ley de Dios será el fruto de nuestra salvación. La obediencia será nuestra amante respuesta al bondadoso Salvador. Somos salvos por gracia, para las buenas obras.
En Efesios 2:8-10 dice: “8- Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9- no por obras, para que nadie se gloríe. 10- Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:8-10).
El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y porque amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un favor para alguien que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho de que seamos pecadores, en vez de rechazarnos apartándonos de la misericordia y del amor de Dios, hace que la práctica del amor de Dios sea para nosotros una necesidad positiva a fin de que seamos salvados. Cristo dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Juan 15: 16).
Ruego al Señor que podamos entender estas verdades de: Salvados por gracia.
Que el Señor los bendiga.
Portador.
SALVADOS POR GRACIA,
Antiguo y Nuevo testamento
¿Cuál es el significado del término gracia? ¿A quien se extiende? ¿Cómo podemos recibir la gracia divina? Hay quien piensa que antes de la primera venida de Cristo, la gente se salvaban cumpliendo la ley de Dios, y que después de su venida las personas se salvan por la gracia. Esto es contrario a la Escritura, porque la Biblia dice que «Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,” Tito 2:11.
1 ¿Entendió David que los hombres no se salvan mediante sus obras?
«Como también David dice ser bienaventurado. el hombre al cual Dios atribuye justicia sin obras.» Romanos 4:6
Nota:
Pablo cita la declaración de David para confirmar y explicar más ampliamente su interpretación del caso de Abrahán, el cual resume en Rom. 4: 9, que dice: “¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la in circuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia.”
En esta forma se añade una prueba más de que la doctrina de la justificación por la fe, sin tomar en cuenta obras, tiene un sólido apoyo en el AT y así era comprendida por los más eminentes judíos.
2. ¿Comprendió Moisés la gracia de Dios?
Cuando Dios dijo su nombre a Moisés, éste exclamó: «Jehová, Jehová fuerte misericordioso y piadoso, tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad. Éxodo 34:6.
Nota:
La gracia de Dios ha estado siempre disponible. En realidad, Moisés habla de hallar gracia ante Dios varias veces en el libro del Éxodo.
3. ¿Cómo se salvó Abraham?
1- ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2- Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. 3- Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4- Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5- mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6- Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 7diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
Y cuyos pecados son cubiertos. Romanos 4:1-7.
Nota:
Las implicaciones legales de contar la fe de Abrahán como justicia han sido motivo de agitadas discusiones entre muchos estudiantes de la Biblia. Pero conviene advertir que es posible tratar el plan de la justificación por la fe en términos tan legalistas, que deja de ser justificación por la fe. Los judíos recibieron los principios de la justificación por la fe en el monte Sinaí, pero como dieron un enfoque legalista a este plan para su restauración, pronto lo convirtieron en justificación por las obras.
El hecho de que la fe de Abrahán le fuera contada como justicia, no significa que su fe poseyera en sí misma algún mérito que pudiera ganar la justificación. Fue la fe de Abrahán en Dios lo que se le contó como justicia. Esta fe es una relación, un modo de ver, una disposición del hombre hacia Dios. Implica estar dispuesto a recibir con gozo cualquier cosa que Dios pueda revelar, y hacer con gozo cualquier cosa que Dios pueda ordenar. Abrahán amó a Dios, confió en él y le obedeció, porque lo conocía y era su amigo (Sant. 2: 21-23). Su fe fue una relación genuina de amor, confianza y sumisión. Más aún: Abrahán conocía el Evangelio de salvación, y sabía que su justificación dependía del sacrificio expiatorio de Aquel que vendría (Gál. 3: 8; cf. Juan 8: 56). Abrahán creyó en la promesa referente al Mesías, y "la fe del patriarca se fijó en el Redentor que había de ver". Abrahán aceptó con agradecimiento confianza la expiación hecha por Cristo y la justicia de Cristo en lugar de la suya. Esto le permitió que se le contara o acreditara la justicia de Cristo. Esta es la justificación por la fe de la cual disfruta todo creyente cristiano.
Nota:
Noé fue salvado por fe, como lo indica Hebreos 11:7: “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.”
De la misma manera, Moisés fue salvado por gracia. “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey. Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.” Hebreos 11:24-26.
Israel tenía el mismo Evangelio que tenemos nosotros actualmente.” “Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.” Hebreos 4:1,2.
4. ¿Puede alguien ser justificado por las obras de la ley?
«Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.» Gálatas 2:16.
Nota:
Pablo aprendió que no había poder en la ley para perdonar al transgresor de ella. "Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado" (Rom. 3: 20). "Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Rom. 8: 3, 4).
El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y porque amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un favor para alguien que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho de que seamos pecadores, en vez de rechazarnos apartándonos de la misericordia y del amor de Dios, hace que la práctica del amor de Dios sea para nosotros una necesidad positiva a fin de que seamos salvados. Cristo dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Juan 15: 16).
Cuando cayó Adán, Dios proveyó los medios para su restauración. A su debido tiempo, Jesús, el Príncipe de la vida, vino a nuestro mundo para luchar con el poder de las tinieblas. En este mundo, Satanás tuvo una oportunidad para demostrar el resultado de llevar a cabo sus principios de no tener en cuenta ninguna ley, y Cristo, con su obediencia inalterable a los mandamientos de su Padre, puso de manifiesto el resultado de practicar los principios de la justicia.
5. ¿Cómo puede una persona llegar a ser justa ante Dios?
«Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Cristo Jesús.» Romanos 3:24.
Nota:
"Siendo justificados gratuitamente por su gracia -dice el apóstol- mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús".
Aquí está la verdad presentada con toda claridad. Esta misericordia y bondad son totalmente inmerecidas. La gracia de Cristo ha de justificar gratuitamente al pecador sin mérito ni pretensión de parte de él. La justificación es el perdón total y completo del pecado. En el momento en que el pecador acepta a Cristo por la fe, es perdonado. La justicia de Cristo le es imputada, y ya no ha de dudar de la gracia perdonadora de Dios.
No hay nada en la fe que la convierta en nuestro salvador. La fe no puede eliminar nuestra culpa. Cristo es el poder de Dios para salvación a todos los que creen. La justificación nos alcanza por los méritos de Jesucristo. El pagó el precio de la redención del pecador. Pero sólo mediante la fe en su sangre puede Jesús justificar al creyente.
El pecador no puede depender de sus propias buenas obras como medio de justificación. Debe llegar a la situación de renunciar a todos sus pecados y abrazar una luz tras otra, a medida que brillen sobre su sendero. Simplemente acepta por fe la gratuita y amplia provisión hecha por la sangre de Cristo. Cree las promesas de Dios, que por medio de Cristo son hechas para él santificación y justificación y redención.
6. ¿De las obras de quién depende la justificación por la fe?
A Jesucristo «Dios ha propuesto en propiciación por la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, atento a haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar su justicia en este tiempo; para que El sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús». Romanos 3:25,26.
Nota:
Observemos que el perdón del pecador arrepentido depende de Dios, el divino juez. Él envió a Cristo para demostrar su justicia (rectitud) y también para perdonar a quien pone su fe en Cristo.
7. ¿Qué ha hecho Dios para salvar al hombre?
Dos actos grandiosos: Primero quitar la sentencia de muerte.
Segundo, proveer una justicia perfecta para que el hombre pudiera estar en correcta relación con El. Quitó la sentencia de muerte mediante la muerte de Cristo, y proveyó una justicia perfecta mediante la vida perfecta que Cristo vivió en esta tierra.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” Hebreos 4:15.
8. ¿Cuál es la justicia que salva a una persona?
”21- Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22- la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23- por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24- siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25- a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26- con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” Romanos 3:21-24.
Nota:
Sólo la justicia de Dios revelada mediante Cristo puede salvarnos. Cristo es «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo». Juan 1:29. Somos «salvos por su vida)>. Romanos 5:10. El perdón lo concede Dios mediante Cristo (2 Corintios 5:21).
9. ¿Quién es la fuente de la justicia salva dora?
«De Él sois vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, y justificación, y santificación, y redención.» I Corintios 1:30.
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; Filipenses 3:8,9.
Nota:
La justicia viene de Cristo. Jeremías lo llama: «Jehová, justicia nuestra.» Jeremías 33:16.
18- Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19- Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20- Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21- para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro. Romanos 5:18-21
Cristo es la única persona que vivió una vida perfecta. Y después murió por los pecados de todos. Resucitó y ahora vive y es nuestra justicia. Esto nunca podrá cambiarse. Léase I Juan 5:11,12.
10. La obediencia a la ley, ¿confiere justicia?
«Por las obras de la ley ninguna carne se justificará delante de él; porque por la ley es el conocimiento del pecado.» Romanos 3:20.
Nota:
La salvación no se alcanza por medio del bien hacer. Si fuera así, entonces la salvación sería mediante la ley. Jesús aclaró, en Mateo 5: 20, que la clase de justicia proclamada por los escribas y fariseos era insuficiente para entrar en el cielo. Ellos ignoraban la justicia de Dios y rehusaban someterse a ella, la cual es don que Dios da a los que creen en Cristo. “Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.” Romanos 10:3.
Conclusión
Cristo no ofrece su justicia a la persona con la idea de que puede seguir pecando. El da su justicia para que el hombre tenga el poder de obedecer a Dios. Pablo afirma: «¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley.» Romanos 3:31. La ley de Dios es la norma de la justicia, pero el hombre no puede obedecer la ley para ganar méritos ante Dios.
En Gálatas 2:16 dice: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” Permitamos que Cristo nos cubra con el manto de su justicia. Y la obediencia a la ley de Dios será el fruto de nuestra salvación. La obediencia será nuestra amante respuesta al bondadoso Salvador. Somos salvos por gracia, para las buenas obras.
En Efesios 2:8-10 dice: “8- Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9- no por obras, para que nadie se gloríe. 10- Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:8-10).
El Señor vio nuestra condición caída. Vio nuestra necesidad de gracia, y porque amaba nuestras almas, nos ha dado gracia y paz. La gracia significa un favor para alguien que no lo merece, para alguien que está perdido. El hecho de que seamos pecadores, en vez de rechazarnos apartándonos de la misericordia y del amor de Dios, hace que la práctica del amor de Dios sea para nosotros una necesidad positiva a fin de que seamos salvados. Cristo dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Juan 15: 16).
Ruego al Señor que podamos entender estas verdades de: Salvados por gracia.
Que el Señor los bendiga.
Portador.