Pablo:
Veo que lo vas entendiendo
Luis:
Sí, voy entendiendo por dónde respira. Y es una lástima. Le tenía en buena estima por el tono de muchos de sus mensajes en este foro. Especialmente aquel que le dedicó "cariñosamente" a Monroy, uno de los "toros sagrados" del protestantismo patrio. Ahora veo que no es excesivamente diferente de un Jack Chick cualquiera.
Pablo:
Bueno, ese es el lenguaje romanista, como aquel de la Virgen de Fátima para convertir Rusia al Inmaculado corazón de María. Son de esas manías que tienen los romanistas por convertir ?naciones?, no personas, que significa alcanzar instituciones de poder y mando, y desde arriba ya convertirán, ya.
Luis:
Cuando se habla de convertir naciones se entiende que es convertir a los ciudadanos de esas naciones. Y cristianizar el poder no está reñido con el evangelio a menos que usted piense que es anticristiano el desear que los gobernantes de un país actúen de forma que se facilite el Reinado Social de Cristo. Y a todo esto, si quiere analizamos la relación entre el protestantismo y el poder político en una ciudad llamada Ginebra, en los territorios de un tal Felipe Hesse y otros príncipes alemanes, en un país cuyo rey optó por autoproclamarse cabeza de la Iglesia de allá.... vamos, manías de los reformados
Pablo:
Bueno, pues: Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca, Suecia, Alemania, Austria, Noruega e Islandia (Las no protestantes fueron: Austria, Francia, Bélgica e Italia (Mayoría católica); Turquía (Musulmana) y Grecia (Ortodoxa).
Satisfecha la curiosidad?
Luis:
Sí, en parte. Ahora me queda otra duda. ¿Qué tiene que ver el Plan Marshall con la celebración del Vaticano II y la variación de 2ª Pedro 1 en la primera edición de la Nacar Colunga?
Es que por más que le echo imaginación a la cosa..... pues no
Pablo:
El muy democrático gobierno de los EEUU es el responsable de que tu, yo, los franceses, alemanes, austríacos, japoneses, belgas, y hasta españoles y portugueses no saludemos con el brazo derecho en alto, ni con el izquierdo cerrado en forma de puño.
Luis:
Certainly. Y entre los soldados norteamericanos que salvaron Europa occidental del nazismo (no del comunismo) estoy convencido de que al menos un 30% eran católicos. De todas formas, permítale hacerle una observación. ¿Sabe usted con qué país firmó el régimen de Franco el pacto de Madrid de 1953, que supuso un acuerdo defensivo y de ayuda económica que culminó con la construcción de las bases de Torrejón de Ardoz (Madrid), Rota (Cádiz), Morón de la Frontera (Sevilla) y Zaragoza? ¿sabe usted de qué país era presidente un señor que el 21 de diciembre de 1959 le dio un abrazo cordialísmo al gallego del Ferrol?. Vea, vea la foto:
http://www.udel.edu/leipzig/041199/web_38.jpg
Pablo:
En cuanto a la saga familiar de los Kennedy es más fácil que sea aniquilada por pilotar aviones, coches de carreras, consumir drogas y llevar vidas disolutas y corruptas que por los dos atentados, por bien lamentables que fuesen, solo se llevaron a dos de sus numerosos miembros.
Luis:
Nada, dos sin importancia. El presidente del gobierno y el fiscal general del Estado que probablemete iba a suceder a su hermano en el cargo. Naaaa, naderías
A todo esto, ¿no fue un Kennedy el que le echó bemoles al enfrentarse a los soviéticos en la conocida como la "crisis de los misiles cubanos"?
Lástima que luego traicionara a la resistencia castrista
Pablo:
Ahora, lo que tenían de católicos tampoco no lo sé, yo solo veía el NO-DO que traía la propaganda del Vaticano (obviamente no nos informaban de que el que llegó a presidente era adúltero, promiscuo y drogadicto, solo que era católico).
Luis:
Ya ve usted. Luego sí nos enteramos de cómo un presidente cuáquero quiso tirar una bomba atómica en Vietnam mientras se dedicaba al espionaje político. Y ahora sí nos enteramos si un presidente bautista se deja Lewinskear.
Pablo:
Tenían el primer presidente católico de los EEUU, y ya no les cabía ni una sonrisa mayor al Vaticano. Esperaban que con su dominio del partido demócrata consolidase al Vaticano en la sociedad Norteamérica dentro de la estructura de poder.
Luis:
Bueno, no deja de ser peculiar que en un país con un 30% de la población católica, Kennedy haya sido el único presidente católico del país. El resto han sido o protestantes o masones (o ambas cosas a la vez). Es lógico que la condición católica de la familia Kennedy fuera noticiable. Sin embargo, ya ve usted qué cosas, en Gran Bretaña es casi impensable que haya un primer ministro católico ya que es a él a quien le corresponde firmar los nombramientos de los obispos anglicanos. Fíjese que cosas tiene la vida, que hasta el año pasado en que Blair, curiosamente casado con una católica, propuso el cambio de legislación, los únicos ciudadanos británicos que no podían presentarse a las elecciones al Parlamento eran los sacerdotes católicos. Sí podían hacerlo los muftís musulmanes, los gurús hinduístas. Los curas "romanistas", no. Pero bueno, dejemos ese asunto
Pablo:
No había tantos hace poco.. Pero puestos a contar, me gustaría saber cuantos católicos hay en España. Entendiendo por católicos, no los que son como Kennedy, sino los que creen y aceptan los dogmas y la doctrina romana. (Que creen en Dios, que no usan anticonceptivos, que no blasfeman el nombre de Dios, ó de Jesucristo ó de la Virgen en sus expresiones cotidianas. Los que creen firmemente que hay vida después de la muerte. Los que creen que existe Satanás. Los que creen que existe el infierno, que el Papa es infalible, que María fue Virgen, que se confiesan y comulgan al menos una vez al año, por la pascua florida. Que cumplen con los mandamientos de la ?madre iglesia?). A lo mejor, la sorpresa es que no hay muchos más que protestantes?. Cuando quiera empezamos la encuesta.
Luis:
Calculo que un 20% de españoles cumplen esos requisitos. Algo más que el 0.5% (en plan generoso) de protestantes españoles
Pablo:
Pero ¡que dice usted, hombre! Lo único que ustedes recogieron, y yo no se lo deseo a nadie, es lo que sembraron. ¡Como tenían a una gran parte del país aburrida de sus abusos ancestrales!. Años de robo y explotación económica, de privilegios abusivos, de represión a todo tipo de libertades de opinión, de reunión. ¡Como habían llegado a robar un país!
Luis:
Pablo, de verdad, que ya no estamos en los años 30 del siglo XX. Que no es necesario que arengue a las masas rojas y anticlericales con las mismas mentiras fabricadas en los aparatos de propaganda del PCE, la CNT o el PSOE de Largo Caballero. Que eso ya pasó. No vuelva usted ahora con la misma cantinela.
Lea lo que opina César Vidal Manzanares, protestante y español como usted, sobre las razones de que el siglo pasado en España se diera la mayor persecución contra la Iglesia Católica en toda su historia. Cito de su reciente libro "Checas de Madrid):
La iglesia católica, objetivo privilegiado de la violencia revolucionaria
El 20 de julio dejó trágicamente de manifiesto la política que los frentepopulistas iban a seguir no sólo con sus adversarios sino con aquellos a los que no consideraban adictos. No se trataba tan sólo de reprimir a militares alzados - militares a los que se podría haber aplicado la normativa legal y no fusilar sin formación de juicio alguno como había sucedido en el cuartel de la Montaña - sino de exterminar a los que se consideraba obstáculo contra las diferentes revoluciones en que soñaban socialistas, comunistas, anarquistas o poumistas. Si en Canillas se daba muerte por razones no establecidas a Eduardo Collado Pérez y Eduardo Collado García, padre e hijo, y en Guindalera a un anciano de ochenta y cinco años llamado Augusto Enríquez Fernández, en paralelo se asesinaba a diecisiete eclesiásticos por el único delito de serlo.
Las dos primeras víctimas fueron dos monjas de la Caridad del Sagrado corazón de Jesús, la madre Dolores Pujalte Sánchez de ochenta y tres años de edad y la madre Francisca Aldea Araujo de cincuenta y cuatro. Detenidas en el número 168 de la calle Alcalá, las bajaron a empujones los ciento veinte escalones que conducían a la calle y, tras conducirlas a Canillejas, procedieron a fusilarlas. A las dos monjas se sumarían ese mismo día dos sacerdotes del clero secular, Andrés Molinera, capellán de san Antonio de la Florida fusilado en la Casa de Campo y el padre Delgado Olivar, asesinado en Tetuán de las Victorias, así como otros trece miembros del clero regular .
Como había sucedido previamente en Rusia y en México, las razones que pudieran justificar el asesinato de dos religiosas - una de ellas de elevadísima edad - que se dedicaban únicamente a enseñar de manera gratuita a más de mil niños en Ventas o de sacerdotes que se dedicaban en su mayoría a realizar una obra social entre los más menesterosos de la sociedad sólo pueden rastrearse en el principio de acabar con seres humanos por la terrible falta de pertenecer a un segmento social considerado enemigo de la revolución. En este caso además - como ya habían indicado previamente tanto Lenin como Pablo Iglesias - los asesinados pertenecían a un grupo social que tenía la osadía de mantener una cosmovisión distinta y rival. Para llevar a cabo esa tarea considerada indispensable de exterminio iba a nacer en la España del Frente popular una institución con antecedentes directos en la revolución bolchevique. Nos referimos, claro está, a las checas.
Una vez leído ese aperitivo, le invito a zamparse este artículo doblemente demoledor de Pío Moa, que por si no lo sabe, es un señor que una vez fue miembro del GRAPO y hoy es, sin lugar a dudas, uno de los escritores más prolíficos y documentados sobre la realidad de la España de entonces. Precisamente César Vidal ha reconocido que, aparte de por su investigación personal en las fuentes de la época, buena parte de su visión sobre lo acontencido en España antes y durante la Guerra Civil ha cambiado gracias a las obras de Pío Moa. Digo que el artículo es doblemente demoledor por dos razones:
1- Demuestra que los argumentos usados por los que masacraron católicos a mansalva para justificar sus actos son los mismos que usted da como razones de la "siembra que recogimos"
2- Demuestra que esos argumentos, son falsos.
Lea, lea:
Pío Moa, "Falsas causas del anticlericalismo", La libertad digital, 12.V.02
Supongamos que Azaña (o Companys, o cualquier alto dignatario republicano) hubiera sido capturado por grupos derechistas que, después de someterle a un largo calvario de golpes y vejaciones, le hubieran cortado los testículos, para luego pegarle cuatro tiros y, aun agonizante, arrancarle los dientes de oro que tuviera.
Puede imaginarse fácilmente el clamor de la propaganda izquierdista, el empleo del caso como demostración del carácter definitivamente bárbaro y asesino de sus contrarios; diversos intelectuales se especializarían en publicar relatos e investigaciones, y grupos como "Salvar la memoria" (¿o envenenarla?) estarían pasando y repasando el crimen por los ojos y los oídos a la población año tras año. Afortunadamente, nada de eso le ocurrió a Azaña. Pero sí le ocurrió, en cambio, al obispo de Barbastro, por ejemplo. Ahora bien, ¿quién conoce el caso? ¿Quién lo utiliza sin tregua para "salvar (envenenar) la memoria"? No obstante hechos parecidos, y aun más crueles y ensañados, abundaron en la persecución antirreligiosa durante la guerra, a pesar de lo cual o más bien por lo cual, los mismos que en el primer caso nos estarían aturdiendo incesantemente con el recuerdo y los detalles de la barbarie, pretenden que la misma Iglesia y la derecha rematen a las víctimas con un desdeñoso olvido, en bien de una "reconciliación" nunca practicada por ellos, y que equivaldría a una especie de complicidad moral con los asesinos.
La persecución religiosa, tan apasionada y sistemática, no respondía al odio político, pues la inmensa mayoría de las víctimas no pertenecía a partidos más o menos fascistas de los que las izquierdas pudieran temer agresiones. Su utilidad desde el punto de vista bélico fue nula, y políticamente perjudicó en extremo a sus autores, pues dejaba en evidencia sus pretensiones de democracia, o de humanitarismo y cultura, y alimentó la desgana de Gran Bretaña, Francia y Usa por ayudar al Frente Popular, pese a los clamores "republicanos" y "democráticos" de éste. Esa aparente irracionalidad, unida a una crueldad tan extrema, ha obligado a buscar explicaciones al fenómeno, poco convincentes en general.
Una de ellas fue que las iglesias y conventos servían de polvorines o de fortalezas desde las que curas y frailes disparaban contra "el pueblo", aunque no se ha aportado un solo caso fehaciente de tal cosa. El evidente infundio continúa una larga tradición, iniciada en la primera mitad del siglo XIX con el bulo de que los frailes envenenaban las fuentes públicas. Sería un error atribuir tales falsedades, por su tosquedad, a mentes incultas "del pueblo", pues, por extraño que parezca, han sido más o menos creídas y divulgadas por intelectuales. A raíz de la magna pira de conventos, bibliotecas y escuelas con que se inauguró la república, Rivas Cherif cuenta una frívola charla entre él y Azaña, en la que éste, "si se le argüía aduciendo la matanza de frailes del 34 del siglo pasado so pretexto de haber envenenado las aguas, decía que él no lo creía así; pero que si el pueblo lo aseguraba, era desde ese momento una verdad histórica irrebatible". En realidad, los bulos partían de círculos nada populares, que los utilizaban para excitar a la masacre de religiosos a masas fácilmente sugestionables. No se trata, por tanto, de una explicación, sino de una parte de la persecución misma.
Un argumento más matizado alude a una reacción debida a la excesiva influencia o interferencia política del clero, o a su hostilidad a la república. Así lo sostiene Azaña cuando habla de imaginarios gobiernos de obispos y abadesas, o atribuye la persecución a la supuesta "intransigencia, la ferocidad del todo o nada" practicada por los católicos. La tesis, con más o menos matices, ha sido sostenida por mucha gente, incluso en sectores conservadores y del propio clero. Pero la realidad es la inversa exactamente. No fue la Iglesia la que hostigó a la república, sino los políticos jacobinos de la república los que hostigaron sin descanso a la Iglesia. Ni siquiera cuando la tremenda agresión de las quemas de iglesias, bibliotecas y escuelas cristianas en mayo del 31, respondió el clero o los partidos católicos con la violencia o la subversión. La CEDA no sólo admitió y acató el nuevo régimen, sino que lo salvó literalmente en octubre de 1934, cuando fue asaltado por las propias izquierdas, como resulta del examen de los hechos y contra una caudalosa propaganda.
Una tercera explicación, muy esgrimida incluso en círculos conservadores, afirma que la Iglesia se ganó la animadversión de amplias capas populares por haberlas olvidado, por no haber atendido a sus necesidades y haberse aliado estrechamente con las capas "reaccionarias", o con el "capitalismo". Esto tampoco resulta convincente. La Iglesia sostenía una red muy considerable de asilos de ancianos y desvalidos, asistencia a enfermos, centros de formación profesional y de enseñanza a obreros y jóvenes sin recursos, de ambos sexos, etc., todo ello tanto más apreciable en una época en que apenas existía seguridad social. Lo que hacía la Iglesia, mucho o poco y desde luego no era poco, no lo hacía nadie o casi nadie. El argumento podría tener algún peso si el objetivo del exterminio hubieran sido las jerarquías eclesiásticas o los sacerdotes de los barrios y zonas acomodadas, pero no fue así. Los incendios de mayo del 31 se dirigieron, significativamente, contra centros de formación profesional o escuelas salesianas para obreros, y Azaña quiso prohibir incluso la beneficencia eclesial. En realidad, los perseguidores detestaban especialmente esas actividades, pues las veían como una intromisión en el campo obrero, que ellos se creían con derecho a monopolizar. Los curas y frailes dedicados a ellas fueron asesinados, a veces con verdadero sadismo.
También se ha mencionado un carácter eclesial rutinario, sin contenido espiritual, y con un nivel cultural bajo. Madariaga hace ver lo, en parte, infundado de la acusación: las provincias de mayor cultura popular, donde el analfabetismo estaba erradicado, eran las muy clericales de Santander y, especialmente, Álava, "la provincia más devota de toda España". Pero el mismo autor encuentra una explicación, algo sorprendente, en el abandono, pese a todo, de la cultura católica por la misma Iglesia. No obstante, la Iglesia mantenía, aparte de instituciones culturales de primer orden, como la universidad de Deusto, numerosas publicaciones y trabajos de investigación muy variados. Sin vivir una etapa de brillantez intelectual, tampoco estaba, ni mucho menos, tan decaída como se la ha supuesto. Y la presunción de una religiosidad formulista y hueca choca con la evidencia de las víctimas, que muy a menudo aceptaron el tormento y la muerte antes que renegar de sus creencias, y lo hicieron perdonando expresamente a sus asesinos. Los célebres versos de Claudel sobre los miles de mártires "y ninguna apostasía" parecen reflejar bastante bien la realidad. Pues, como una muestra más del extraño carácter, por así decir antipolítico, de la persecución, a menudo se ofrecía a las víctimas salvarse a condición de que hicieran algún acto simbólico contra la religión, como pisotear un crucifijo, o blasfemar. Sea cual sea el punto de vista con que se trate el hecho, está claro que al menos para un sector amplio de los católicos su fe no era superficial.
Pablo:
(Sabe usted que hay, hoy en día, en un juzgado español una demanda contra el Estado de un particular al que le pasaron por venta simbólica una parte de las propiedades de la diócesis de Lugo, para salvarlas de la desamortización de Mendizábal, y reclama al Estado español la propiedad de una extensión equivalente a la mitad sur de la provincia de Lugo, incluyendo localidades enteras como Monforte de Lemos, Quiroga, Sarria, etc.? Lo de Rumasa al lado de esto es un chiste)
Luis:
Oiga, si de verdad quiere que nos remontemos a lo de la desamortización (robo) de Mendizábal, esto puede hacerse eterno.
Pablo:
Eran del estado romanista dentro del Estado. Sabe usted que hoy, a pesar de la desamortización, solo en la comunidad de Madrid, el valor inmobiliario de los bienes de las diferentes organizaciones romanas, sin contar su valor artístico ó histórico, sobrepasa los 18.000 millones de euros, que además no pagan impuestos?
Luis
¿Y qué me quiere decir con eso? ¿que la Iglesia Católica tiene un montón de edificios, iglesias, monasterios y conventos en la comunidad de Madrid que valen todo ese dinero? ¿cuál es el problema? ¿qué sugiere? ¿que el Estado se apropie de cualquier propiedad inmobiliaria de la Iglesia?
Pablo:
Le voy aconsejar la lectura de un libro escrito por el cura Benito González Raposo titulado ?O protestantismo en Galicia? (Doctor en Derecho y Derecho Canónico), párroco en Santiago de Compostela y Delegado Diocesano de Ecumenismo. En su libro encontrará usted un relato documentado de la influencia social y el trato de los jerarcas, y párrocos abusando sobre el pueblo llano en Galicia, que no era diferente al resto del estado. Como los explotaban y los mantenían en la ignorancia y la superstición. Así tal vez pueda entender como pudo ser que tantos españoles participasen en el ensañamiento de la II República contra todo lo que oliera a romanista. Estaban recogiendo las tempestades que sembraron. Realmente esa era una pelea entre romanistas, los que quemaban las iglesias habían sido bautizados en ellas e instruidos en sus catequesis
Luis:
Otra vez repite usted los motivos que César Vidal y Pío Moa demuestras que son falaces, pero, por curiosidad ¿me puede usted decir por quién optó ese "pueblo católico explotado y oprimido" de Galicia tras el Levantamiento Nacional?
Pablo:
En 1909 los protestantes españoles, esos que no importaban nada, llevaron a las Cortes un requerimiento para la libertad religiosa con cien mil firmas, pero fueron anulados por las presiones y una campaña contraria romanista. ¿Quiere usted saber como perseguían a los protestantes? Lea el libro. Está bien documentado desde los archivos diocesanos y parroquiales. ¿Y usted quería que los protestantes les protegiesen de la ira de los desengañados y explotados que veían su miseria general y la comparaban con la opulencia del clero romanista?
Luis:
Dos preguntas: ¿Cuántos protestantes españoles murieron a manos de católicos en el siglo XX? ¿Cuántos durante el régimen de Franco posterior a la Guerra Civil?
No se crea que no tengo libros, no. Tengo algunos de Samuel Vila. Tengo otro que se llama "Semblantes" donde cuentan las peripecias de los protestantes en varias regiones de España. Ah, y también tengo las cartas que los protestantes españoles dirigieron a Francisco Franco. Le diré que los protestantes españoles de principios de siglo pasado eran infinitamente más sanos que sus hijos espirituales. Y alguno de los que vino de fuera llegó a levantar obras encomiables como puede ser la Fundación de Federico Fliedner y su buque insignia el Colegio "El Porvenir" donde estudió mi hijo mayor durante los años de su vida escolar en que sus padres éramos protestantes
Pablo:
La prueba de su indecencia social la tenemos en que en cuanto ganaron los suyos volvieron al machito que les es propio: el abuso, la intransigencia y la persecución de todos los que no se sometían a su pervertida doctrina y sistema: Los cierres e incautaciones de las iglesias (iglesias? Localcitos) protestantes. La detención de protestantes por los más inverosímiles motivos. Mi padre fue detenido por no sacar el sombrero cuando por la acera de enfrente pasaba el viático. Amigos míos fueron encarcelados después de ser apedreados a instancias del cura, bajo el cargo de que su presencia provocaba desorden público. La iglesia a la que asistí hasta hace tres años fue dinamitada, también a instancias demostradas del cura párroco, que fue ?castigado? trasladándolo a una parroquia 10 veces mayor. No se podían casar los protestantes porque hacía falta un certificado de un cura, que lo demoraba hasta 2 años. No se podían enterrar porque los cementerios en las pequeñas poblaciones eran propiedad romanista, de modo que hasta que se conseguía un permiso para enterrarlo en una finca ó en un monte pasaban hasta una semana con los cadáveres en casa. No se podían poner nombres a los hijos si no estaban en el santoral romanista.
Aun recuerdo cuando yo tenía cinco ó seis años y el cura mandaba a sus alumnos de catequesis para cantarme: Fuera, fuera protestantes. Fuera, fuera de la nación. Que aquí somos devotos del Sagrado Corazón. Y cuando acababa la música empezaban las pedradas. O a mis hermanas cuando tendrían semejante edad, y el cura del colegio (no había exención de religión romanista) quería obligarlas a persignarse y rezar a María antes de empezar las clases y como no lo conseguían, las amenazaban con que iban a quitárselas a sus padres, por protestantes. Como, cuando mis padres y otros creyentes regresaban del culto y tenían que pasar por un pueblo que solo tenía una calle central, les esperaban para sacar a la ?virgen? de la iglesia en ese preciso momento para que no pudiesen pasar, y allí estaban una ó dos horas cantando salves, impidiéndoles el paso.
¿Qué sabe usted, ó tal vez si lo sabe, de todas las canalladas romanistas que padecimos los protestantes? Presiones para perder los trabajos. Humillaciones y castigos degradantes en el servicio militar por no asistir a misa, ó negarse a desfilar en una procesión. Y ya me estoy encendiendo en algo que ya tenía olvidado, así que por favor, no vuelva con esto que ya hemos aguantado todo y más. Y no nos mataron (aunque a algunos si, durante la guerra, en el lado nacional) por la presión ejercida por la diplomacia de los países protestantes que como vencieron en la guerra mundial hicieron entender a Franco y a los nacionalromanistas que si querían salir del aislamiento tendría que ser a través de aquellas.
Luis:
Bien, le diré dos cosas:
1. Todo eso que cuenta es muy triste y penoso y ciertamente no es como para que los católicos españoles nos demos golpes en el pecho de satisfacción por ello sino para pedir a Dios que no se vuelva a repetir. Pero ya que usted ha dado su particular visión de porqué se asesinaron a miles de católicos por el simpel hecho de serlo, le daré la mía de porqué a los protestantes se les trató tan mal desde el catolicismo español. Si se parte de la mentalidad de que la herejía es una enfermedad espiritual que puede acabar con el alma del enfermo en el infierno, aquellos que propagan la herejía no pueden ser vistos como otra cosa que enemigos del pueblo. Incluso, en cierto modo, enemigos más peligrosos que aquellos que persiguen a la Iglesia. La idea de que la persecución produce mártires que van derechitos al cielo mientras que la herejía produce almas que van derechitas al infierno, puede provocar que sea más seria la condena social de los herejes que la lucha contra los que provocan mártires. Aunque acá no se llegó a tanto (no se levantó el pueblo en armas contra los protestantes), lo cierto es que era casi imposible que a los protestantes se les viera con buenos ojos por parte de un pueblo que les veía como aquellos que venían, con la excusa de predicar al Cristo de la Reforma, a apartar al pueblo de la Iglesia de Cristo. Quede claro que no justifico las acciones que usted y muchos otros protestantes españoles tuvieron que sufrir, como supongo que usted no justificará las acciones que muchos católicos irlandeses (niños/as incluídos) sufren a día de hoy a manos de los protestantes del Ulster. Todo eso es fruto de un espíritu religioso que nació en Europa en el siglo XVI y que yo creía que podría haber desaparecido en la segunda mitad del siglo XX pero me temo que puede volver a resurgir en cualquier momento. De hecho, y créame que no me da ningún placer decír esto, epígrafes como este ayudan a que resurja.
2- Mis dos abuelos fueron rojos. Uno de ellos, el paterno, tenía uno de los números más bajos (antiguos) de la CNT. El otro era, y es, socialista. No hace falta que le diga lo "fantástico" que lo pasaron tras la victoria franquista. Mal, pero que muy mal, especialmente el anarquista.
Pero oiga, no he apreciado nunca en ellos ni la centésima parte de resentimiento y odio hacia la Iglesia Católica como el que usted tiene HOY. El socialista todavía vive y aunque desde luego no tira flores a Franco ni es un fan de Rouco Varela resulta que tras la muerte hace años de su primera hija se convirtió y la última vez que le vi el Señor me dio uno de los regalos más preciosos de mi vida: había comentado con él mi inmediata participación en un congreso de conversos católicos y sin yo preguntarle nada me dijo "hijo, quiero que sepas que soy creyente. Socialista, pero creyente". El anarquista murió poco después de que el PSOE llegara al poder en España. Antes de su muerte me habló muchas veces de sus batallitas en la guerra y de lo mal que lo pasó después, pero, insisto, jamás aprecié en él ni el odio, ni el resentimiento que aprecio en sus palabras sobre mi Iglesia. La única vez que a mi abuelo ya fallecido le noté cierta desazón fue cuando un día llegué a casa con el convencimiento de que quería ser cura, pero lo achaco más al hecho de que yo era su único nieto que a otra cosa. Quizás es que ellos, sin necesidad de ser cristianos durante la mayor parte de sus vidas, llegaron a aprender aquello que dice el Padrenuestro sobre el perdón y entendieron que no se puede construir ningún futuro sobre el rencor.
Ah, y recuerde que es usted el que ha empezado a remover el pasado.
Pablo:
Pues mira que si no hay basurilla doctrinal en Roma? Tiene todas las corrientes dentro, más todas las aberraciones acumuladas por años en lo que llaman tradición. Como ejemplo reciente, cuando se preparó una traducción bíblica a un idioma autonómico español, de esas de consenso.. El teólogo traductor propuesto por los jerarcas romanistas, que querían una versión con notas, escribió una de ellas a propósito de la alimentación milagrosa de la multitud por parte de Jesús. La nota del romanista decía: La alimentación de 5000 personas es evidentemente una exageración del evangelista. Y como estas muchas más, así que después de ver todas las aberraciones propuestas, la Sociedad Bíblica que coordinaba el proyecto decidió sacarla sin notas.
Luis:
Si me va a decir que el liberalismo teológico ha clavado sus garras en la Iglesia Católica de la misma forma que lo ha hecho previamente en el protestantismo, ya lo sé. Pero estoy tranquilo. La Iglesia Católica está perfectamente vacunada contra ese liberalismo teológico que todavía causa graves daños. Basta leer la Providentissimus Dei de León XIII o analizar lo que ha hecho Ratzinger en la última década.
Pablo:
Eso no aclara nada, al contrario es una burda manipulación, porque algunos hemos podido leer el original en inglés y todavía está a su disposición en el foro, y no comulgamos con ruedas de molino. Yo no he querido participar en aquel debate por no cargar más las tintas, pero como simple ejemplo le contaré: Cuando mi madre cumplió 9 años de edad, en 1921, hizo su primera comunión, después de la oportuna catequesis, y enseguida fue a confesarse. Lo que el degenerado confesor le preguntó a una niña de 9 años que nunca había oído nada de aquellas inmoralidades que el individuo le preguntó y le explicó en que consistían, hizo que mi madre nunca jamás pisase una iglesia romanista, ni por la presión de sus padres, ni con promesas de regalos. Que viene usted aquí diciendo que son un par. El número de degenerados del clero invade no solo los países, sino el Vaticano. ¿Ha leído el libro escrito por un grupo de prelados romanistas, además convencidos de sus creencias romanistas, titulado ?El Vaticano contra Dios?? Se lo recomiendo para que vea como para medrar en el Vaticano y promocionarse por los dicasterios se hace más rápido si eres guapo y complaciente.
Luis:
Sí, tengo ese libro. Eso de que ha sido escrito por prelados romanistas lo dice usted, claro. Ninguno ha dado la cara diciendo: lo he escrito yo.
Pablo:
Vamos a ver, mi querido amigo. Los protestantes no otorgamos ningún placet a ninguna versión. ¿Lo entiende usted? Yo no estoy ligado confesionalmente a ninguna traducción bíblica. Los traductores no tienen que someterse ni a revisión, ni a magisterio de ningún órgano de autoridad. Eso lo sabemos todos. Y esa es la razón de la libertad cristiana donde como dijo San Pablo somos libres en todo y de todos (1Cor. 9:19). ¿No lo entiende usted?
Luis:
No me irá a decir usted ahora que la Reina Valera no es la Biblia más usada por la inmensa mayoría de los protestantes españoles, ¿verdad? ¿No es su favorita?
Pues mire, la Nacar Colunga, y menos la edición que usted cita, ni siquiera es la más usada por los católicos.
Pablo:
No va usted a descubrirme nada, porque esa revisión de la palabra paradosis la he hecho yo ya hace tiempo en mi libro Mujer y Biblia, y en varios artículos del foro de apologética del reino, de hace varios años, cuando comentaba ese pasaje que usted cita. Y nadie me reprende por ello. Yo no tengo ninguna autoridad eclesiástica superior, que no sea Cristo.
Luis:
Sí, ya veo. Lo que no sé es si con esa teoría "no hay ninguna autoridad eclesiástica", la Iglesia hubiera sido capaz de sobrevivir más allá del primer concilio en Jerusalén. Usted imagínese a los judaizantes diciendo "aaaaaaah, NO. Nosotros sólo obedecemos a Cristo, no a ninguna Iglesia"
Pablo:
De todas formas, querido amigo, una cosa es acentuar la paráfrasis existente en toda traducción, entendiendo, en este caso, que aquellas tradiciones, tenían su acento en el aspecto de costumbres, que encargaban los apóstoles a las iglesias, pero también el traductor honestamente podía entender que constituían una condición de doctrina ó instrucciones a seguir. Estoy convencido que cuando pusieron ?instrucciones? con relación al texto que sigue, les salió la vena de su educación romanista en el monasterio sevillano, y sus prejuicios contra las mujeres. Pero otra cosa es poner la tijera y quitar un versículo, como en el ejemplo que yo mostré.
Luis:
Usted es que da por hecho que eso fue un acto premeditado y con intenciones malévolas. Lo que yo sostengo es que la maldad casi seguro que estaría presente en caso de que esa cita la hubiera suprimido un protestante. Para un católico, esa cita es oro valioso a la hora de derribar un pilar básico del protestantismo
Pablo:
Por favor dígame la cita donde dice su pretensión, porque tengo a mi mano todos los documentos del Vaticano II y no encuentro esa apreciación suya. Así pues, ó me la muestra, ó consideraré que es un invento más de su imaginación.
Luis:
Unitatis Redintegratio:
pero los que ahora
nacen y se nutren de la fe de Jesucristo dentro de esas comunidades no pueden ser tenidos como responsables del pecado de la separación, y la Iglesia católica los abraza con fraterno respeto y amor; puesto que quienes creen en Cristo y recibieron el bautismo debidamente, quedan constituidos en alguna comunión, aunque no sea perfecta, con la Iglesia católica.
Ahí no dice "pero los que ahora abandonan la Iglesia católica para irse a esas comunidades"
Pablo:
En eso si que le doy la razón.
Primero cualquier copia que los protestantes hagan de Roma, siempre será una copia barata. Porque el dinero, el boato, el lujo y las riquezas de Roma nunca se podrán comparar con ninguna otra organización del mundo.
Luis:
¿Usted conoce de alguna organización en el mundo que haga más por los pobres, necesitados, enfermos de SIDA, de lepra, de etc, etc, que la Iglesia Católica a través de sus misiones?
Pablo:
Segundo, porque yo coincido con usted en que la FEREDE, con quien no me siento vinculado en nada, ni acepto de ella autoridad alguna, que tampoco lo pretende, y lo pretendiese irían dados, es un intento cutre de hacer una secta, lo que pasa es que no responden los federados al proyecto, y se está quedando como lo que es: un órgano asesor fiscal, laboral y legal y un instrumento de interlocución con las autoridades (que interlocucionan poco, afortunadamente, porque las autoridades no les hacen demasiado caso, y con razón).
Luis:
Pues me parece muy bien pero el 85% de los protestantes españoles están vinculados con la FEREDE.
Pablo:
Ya, es que Lutero, a quien por cierto no seguimos los protestantes, ni siquiera los que se conocen como luteranos, como usted bien sabe, por otra parte, tuvo la misma insensatez, según usted y Pío X., que Jesucristo, que mandaba exponer a la libre interpretación del espíritu privado, las Escrituras diciendo a todos los que le escuchaban: Escudriñad las Escrituras... (Juan 5:39), y que San Pablo que decía a Timoteo que siguiera con aquella costumbre que tenía DE NIÑO, de conocer las Escrituras, sustrayendo la LEGITIMO MAGISTERIO DE LA IGLESIA, cargo que debía ser en el caso de Timoteo, debía ser ocupado por su madre y por su abuela.
Luis:
Yo es que no sé si usted entiende que no es lo mismo leer libremente que interpretar libremente. Pero vamos, rápido le hago las preguntas que apenas me ha respondido algún protestante en los últimos años:
¿de qué nos sirve un texto infalible si no hay quien interprete infaliblemente dicho texto? ¿de qué nos vale que la Biblia sea inerrante y sin error si luego somos incapaces de ponernos de acuerdo sobre la naturaleza de la salvación, del bautismo, de la relación entre gracia fe y obras, etc, etc? Si el mismo valor tiene lo que pueda opinar Lutero (un protestante) que Zwinglio (otro protestante) acerca de la presencia real de Cristo en la Eucaristía; si el mismo valor tiene lo que enseñan los calvinistas (protestantes) que lo que creen los arminianos (protestantes) sobre la predestinación y salvación de los santos; si el mismo valor tiene lo que crea un bautista (protestante) sobre el bautismo de niños que lo que practica un luterano (protestante); si, en definitiva, todas esas interpretaciones tienen el mismo valor porque se jactan en apoyarse únicamente en la única e infalible Biblia, ¿en qué lugar queda la credibilidad de esa Biblia? ¡¡Responded a esa pregunta, estimados protestantes!! ¿Para qué queréis una Biblia infalible que es la máxima autoridad en materia de fe y moral si luego destrozáis y denigráis la credibilidad y autoridad de la Biblia dándola interpretaciones que se contradicen unas con otras?
Efectivamente, el motivo de toda esta disertación es mostrar lo absurdo de un sistema eclesial, como es el protestante, que a la vez que dice basarse sólo en el texto de la Biblia, en la práctica la niega con sus múltiples interpretaciones que, para más inri, llevan a una división eclesial que se da de tortas con la voluntad expresada por Cristo de que la Iglesia estuviera unida como Él está unido al Padre. Del árbol del libre examen y el Sola Scriptura nace la división múltiple de la Iglesia. Es, por tanto, un árbol que, en nuestras vidas como cristianos, ha de ser cortado y echado al fuego para su destrucción si queremos ser verdaderamente hijos de Dios.
Pablo:
El magisterio de la iglesia solo es la adición caprichosa de las ideas que se le ocurrían en función de los tiempos, pues ya ha quedado demostrado en los diferentes epígrafes que cuando les convenía le hacían caso a unos padres y concilios para su tradición, y cuando no les convenía los pasaban por el forro. El romanismo no es para reír, es trágico y es para llorar.
Luis:
Usted dice eso del romanismo. Esto dijo Pío X del protestantismo
129. El Protestantismo o religión reformada, como orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer pira ruina de las almas.
Si quiere que sigamos la batalla de acusaciones, tengo arsenal de sobra. Pero mejor lo dejamos correr, ¿vale?
Pablo:
Por cierto porque no pones en tu firma alguna cita de Agustín de su obra: La ruina de la ciudad de Roma, también conocida como: Sodoma y Roma, donde parece que no encontraba ni diez justos en Roma.
Luis:
Pruebe usted a poner alguna cita de ese libro. Yo es que no le he leído. Pero vamos, del santo obispo de Hipona me gusta más esta otra cita: "Yo no creería en los evangelios si no me moviera a ello la autoridad de la Iglesia Católica"