Bendiciones para todos
LA ONU Y LAS RELIGIONES UNIDAS
Conforme a lo planeado, se organizó el parlamento de las Religiones Unidas hacia fines de junio pasado, con religiones de todo el mundo dirigiéndose a Dios a su manera. La vía de entrada es libre para toda religión, a condición de que cada una respete todas las demás religiones.
El parlamento de las Religiones Unidas fue organizado bajo el auspicio de las Naciones Unidas. Esto se ve de nuevo en la convocación que la ONU está haciendo de todas las religiones del mundo para reunirse en Nueva York el 28 de Agosto próximo con el propósito de trabajar juntas para establecer la paz mundial (cuando escuches paz y seguridad). Más de mil personalidades religiosas estarán presentes en esa convocación.
Pregunto y me gustaria que se pregunten: ¿Habrá sido convocada nuestra iglesia también?
¿Habrán accedido nuestros líderes en estar presentes en esa empresa con propósitos aparentemente tan humanitarios?
¿Será fácil evitar comprometerse en actividades comunes a nivel planetario que ese nuevo organismo, Religiones Unidas, comienza a llevar a cabo, y en donde el papado ejerce indiscutiblemente el liderazgo principal?
¿Como mirarían la ONU y las RU, en esencia el mundo entero, la negativa de una pequeña o gran iglesia, si se niega a colaborar en esos esfuerzos mancomunados?
"Y oí otra voz del cielo que decía: 'Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y no recibáis de sus plagas!" Este es el mandato del Señor, y el mensaje que nos manda dar a los que están en las Religiones Unidas.
¿Quién está listo para darlo?
¿Quién tendrá el valor de darlo?
¿Quién se atreverá a denunciar la inmundicia aborrecible de su guarida demoníaca? (Apoc 18:3-4).
"Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán" (1 Tes 5:2-3). "Cuando el lujo del mundo se vuelva el lujo de la iglesia; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes y sus falaces esperanzas,". "Habrá un lazo universal de unión, una confederación de las fuerzas de Satanás... En la lucha que se peleará en los últimos días estarán unidos, en oposición al pueblo de Dios, todos los poderes corrompidos que se han apartado de la lealtad a".
"La línea de separación entre los que profesan ser cristianos y los impíos es actualmente apenas perceptible. Los miembros de las iglesias aman lo que el mundo ama y están listos para unirse con ellos; Satanás tiene resuelto unirlos en un solo cuerpo y de este modo robustecer su causa atrayéndolos a todos a las filas del espiritismo... Casi todos aceptarán igualmente la forma de la piedad sin el poder de ella, y verán en esta unión un gran movimiento para la conversión del mundo y el comienzo del milenio tan largamente esperado,".
El liderazgo del papado en todos esos intentos de unión planetaria se pudo ver en la reunión de los líderes de las principales religiones del mundo en el Vaticano hacia fines de octubre de 1999. Nuevamente ahora, jóvenes que representan a todas las religiones y confesiones cristianas principales se han dado cita en Roma para participar juntos de jornadas en favor de la unidad y lucha por la paz mundial. Además de la globalización política y comercial, la globalización económica es ya un hecho, y se está transformando en un organismo incluyente del que será muy difícil abstraerse. Ante esta circunstancia, no hay duda que el debate que ya se da en ciertos niveles de todas las iglesias sobre si debemos denunciar ya los pecados de Babilonia con nombre y apellido, o manifestar una actitud prudente y respetuosa sin exponer lo que creemos en público para no ser mal interpretados, se va a acrecentar.
Las Naciones Unidas y las Religiones Unidas buscan su autoridad para obrar en la representación numérica, en su representación mayoritaria universal. Para ser escuchadas y respetadas, creen que deben unirse y lograr la mayoría representativa como para que sus criterios y programas políticos y religiosos sean impuestos a nivel mundial.
¿Dónde buscaremos nuestra autoridad nosotros?
¿Qué responderemos cuando nos pregunten con qué autoridad denunciamos los pecados de Babilonia y anunciamos el fin?
¿Cómo probaremos que nuestra autoridad proviene de arriba?
La autoridad que recibimos nace y se sustenta en la Palabra de Dios, y en el poder de su Espíritu. De allí que Jesús dijo en cierta ocasión: "Erráis ignorando las Escrituras y el poder de Dios." La autoridad espiritual concedida a expensas de la Palabra proviene del diablo (Apoc 13:2-4,12-13).
La predicación de la Palabra sin el Espíritu de Dios, puede ser correcta, pero no sirve por carecer de poder.
"A Jesus conozco, y sé quien es Pablo, pero vosotros quienes sois?," preguntaron los demonios. El poder del Espíritu se manifiesta y manifestará en la conversión de miles a la Palabra de Dios. El Señor basó su autoridad para expulsar al diablo en un Escrito está (Mat 4:10-11).
Mis queridos hermanos, la confrontación en la que estamos entrando tendrá que ver con la autoridad que emana del dragón y la autoridad que emana del Señor (Apoc 12:10). Y las escenas que tuvieron lugar en la tierra cuando Jesús fue entronizado en la inauguración volverán a repetirse (véase Hech 4:7,13,29,31; también Mat 21:23). La autoridad que proviene del Hijo de Dios no se puede fabricar. Se obtiene mediante un estudio y comprensión adecuada de la Palabra de Dios y de una comunión personal con el Señor. Allí los humildes de la tierra que cimentaron su fe y esperanza en las promesas divinas "serán dados a conocer."
Que el Señor nos permita estar entre esa gente que cumplirá su mandato.
Bendiciones
LA ONU Y LAS RELIGIONES UNIDAS
Conforme a lo planeado, se organizó el parlamento de las Religiones Unidas hacia fines de junio pasado, con religiones de todo el mundo dirigiéndose a Dios a su manera. La vía de entrada es libre para toda religión, a condición de que cada una respete todas las demás religiones.
El parlamento de las Religiones Unidas fue organizado bajo el auspicio de las Naciones Unidas. Esto se ve de nuevo en la convocación que la ONU está haciendo de todas las religiones del mundo para reunirse en Nueva York el 28 de Agosto próximo con el propósito de trabajar juntas para establecer la paz mundial (cuando escuches paz y seguridad). Más de mil personalidades religiosas estarán presentes en esa convocación.
Pregunto y me gustaria que se pregunten: ¿Habrá sido convocada nuestra iglesia también?
¿Habrán accedido nuestros líderes en estar presentes en esa empresa con propósitos aparentemente tan humanitarios?
¿Será fácil evitar comprometerse en actividades comunes a nivel planetario que ese nuevo organismo, Religiones Unidas, comienza a llevar a cabo, y en donde el papado ejerce indiscutiblemente el liderazgo principal?
¿Como mirarían la ONU y las RU, en esencia el mundo entero, la negativa de una pequeña o gran iglesia, si se niega a colaborar en esos esfuerzos mancomunados?
"Y oí otra voz del cielo que decía: 'Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados, y no recibáis de sus plagas!" Este es el mandato del Señor, y el mensaje que nos manda dar a los que están en las Religiones Unidas.
¿Quién está listo para darlo?
¿Quién tendrá el valor de darlo?
¿Quién se atreverá a denunciar la inmundicia aborrecible de su guarida demoníaca? (Apoc 18:3-4).
"Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán" (1 Tes 5:2-3). "Cuando el lujo del mundo se vuelva el lujo de la iglesia; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes y sus falaces esperanzas,". "Habrá un lazo universal de unión, una confederación de las fuerzas de Satanás... En la lucha que se peleará en los últimos días estarán unidos, en oposición al pueblo de Dios, todos los poderes corrompidos que se han apartado de la lealtad a".
"La línea de separación entre los que profesan ser cristianos y los impíos es actualmente apenas perceptible. Los miembros de las iglesias aman lo que el mundo ama y están listos para unirse con ellos; Satanás tiene resuelto unirlos en un solo cuerpo y de este modo robustecer su causa atrayéndolos a todos a las filas del espiritismo... Casi todos aceptarán igualmente la forma de la piedad sin el poder de ella, y verán en esta unión un gran movimiento para la conversión del mundo y el comienzo del milenio tan largamente esperado,".
El liderazgo del papado en todos esos intentos de unión planetaria se pudo ver en la reunión de los líderes de las principales religiones del mundo en el Vaticano hacia fines de octubre de 1999. Nuevamente ahora, jóvenes que representan a todas las religiones y confesiones cristianas principales se han dado cita en Roma para participar juntos de jornadas en favor de la unidad y lucha por la paz mundial. Además de la globalización política y comercial, la globalización económica es ya un hecho, y se está transformando en un organismo incluyente del que será muy difícil abstraerse. Ante esta circunstancia, no hay duda que el debate que ya se da en ciertos niveles de todas las iglesias sobre si debemos denunciar ya los pecados de Babilonia con nombre y apellido, o manifestar una actitud prudente y respetuosa sin exponer lo que creemos en público para no ser mal interpretados, se va a acrecentar.
Las Naciones Unidas y las Religiones Unidas buscan su autoridad para obrar en la representación numérica, en su representación mayoritaria universal. Para ser escuchadas y respetadas, creen que deben unirse y lograr la mayoría representativa como para que sus criterios y programas políticos y religiosos sean impuestos a nivel mundial.
¿Dónde buscaremos nuestra autoridad nosotros?
¿Qué responderemos cuando nos pregunten con qué autoridad denunciamos los pecados de Babilonia y anunciamos el fin?
¿Cómo probaremos que nuestra autoridad proviene de arriba?
La autoridad que recibimos nace y se sustenta en la Palabra de Dios, y en el poder de su Espíritu. De allí que Jesús dijo en cierta ocasión: "Erráis ignorando las Escrituras y el poder de Dios." La autoridad espiritual concedida a expensas de la Palabra proviene del diablo (Apoc 13:2-4,12-13).
La predicación de la Palabra sin el Espíritu de Dios, puede ser correcta, pero no sirve por carecer de poder.
"A Jesus conozco, y sé quien es Pablo, pero vosotros quienes sois?," preguntaron los demonios. El poder del Espíritu se manifiesta y manifestará en la conversión de miles a la Palabra de Dios. El Señor basó su autoridad para expulsar al diablo en un Escrito está (Mat 4:10-11).
Mis queridos hermanos, la confrontación en la que estamos entrando tendrá que ver con la autoridad que emana del dragón y la autoridad que emana del Señor (Apoc 12:10). Y las escenas que tuvieron lugar en la tierra cuando Jesús fue entronizado en la inauguración volverán a repetirse (véase Hech 4:7,13,29,31; también Mat 21:23). La autoridad que proviene del Hijo de Dios no se puede fabricar. Se obtiene mediante un estudio y comprensión adecuada de la Palabra de Dios y de una comunión personal con el Señor. Allí los humildes de la tierra que cimentaron su fe y esperanza en las promesas divinas "serán dados a conocer."
Que el Señor nos permita estar entre esa gente que cumplirá su mandato.
Bendiciones