RETORNO Y RESURGIMIENTO DE ISRAEL PROFECÍAS CUMPLIDAS





DESPERTARON AL LEÓN.
CRISTO VIENE

Judá, mi hijo,
es un león joven que ha terminado
de comerse a su presa.
Se agazapa como un león y se tiende;
como a una leona,
¿quién se atreverá a despertarlo?
El cetro no se apartará de Judá,
ni la vara de mando de sus descendientes,
hasta que venga aquel a quien le pertenece,
aquel a quien todas las naciones honrarán.


Génesis 49:9-10 NTV


»Cuando las naciones vecinas
quieran atacar a Jerusalén
y a las ciudades de Judá,
yo las haré fracasar.
Su ataque será tan torpe
que mi pueblo pensará
que están borrachos.
»Cuando llegue ese día,
todas las naciones se unirán
para acabar con Jerusalén.
Pero yo haré que Jerusalén
sea como una piedra enorme;
¡todo el que trate de moverla
será aplastado por ella!
»Yo estaré vigilando al pueblo de Judá,
así que ese día dejaré ciegos
a todos los caballos de las naciones,
y espantaré a sus jinetes.
Cuando los jefes de Judá vean esto,
dirán convencidos:
“¡El único Dios todopoderoso
es el Dios de los que vivimos en Jerusalén!
¡Nuestro Dios es nuestra fortaleza!”
»Ese día convertiré
a los jefes de Judá en fuego,
y con ese fuego consumiré por completo
a todas las naciones vecinas,
pero a la ciudad de Jerusalén
no le pasará nada.
Salvaré a las familias de Judá,
pues para mí son tan importantes
como la familia de David
y como los que viven en Jerusalén.
Que nadie piense lo contrario.


Zacarías 12:2-7 TLA


 


Ahed Tamimi, conocida activista palestina, en declaraciones públicas afirmó: "Estamos luchando contra los judíos, no solo contra el sionismo". Estas palabras dejan en claro que no se trata de una oposición política, sino de un mensaje de odio puro. Sus dichos confirman que la narrativa de muchos referentes palestinos trasciende la cuestión territorial y expone un antisemitismo abierto, que busca legitimar la violencia no solo contra Israel, sino contra los judíos en general.

Créditos: WeAreIsrael



EL ESPÍRITU DE AMALEC.
AMALEC Y SU ODIO
A LOS JUDIOS
HA ESTADO VIVO A LO
LARGO DE TODA LA HISTORIA,
“DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN”,
LOS JUDÍOS SIEMPRE HAN ESTADO
PERSEGUIDOS, MASACRADOS
EN MUCHOS PAÍSES.
AHORA ESTÁN EN ISRAEL
Y TAMBIÉN QUIEREN EXTERMINARLOS.
SU EXISTENCIA ES UN MILAGRO.



«Y Jehová dijo a Moisés:
Escribe esto para memoria
en un libro,
y di a Josué que raeré del todo
la memoria de Amalec
de debajo del cielo.
Y Moisés edificó un altar,
y llamó su nombre Jehová-nisi;
y dijo:
Por cuanto la mano de Amalec
se levantó contra
el trono de Jehová,
Jehová tendrá guerra con Amalec
de generación en generación.»


‭‭Éxodo‬ ‭17‬:‭14‬-‭16‬ ‭RVR1960

 


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¿SON LOS JUDÍOS
LOS JUDÍOS?


 


MITO
«Los judíos robaron tierra árabe».

REALIDAD

Pese al crecimiento de su población, los árabes siguieron afirmando que estaban siendo desplazados. La verdad es que, desde el comienzo de la primera guerra mundial, parte de la tierra de Palestina era propiedad de terratenientes que vivían fuera del país, en Cairo, Damasco y Beirut. Alrededor del 80 por ciento de los árabes palestinos eran campesinos cargados de deudas, seminómadas y beduinos.18

Los judíos en realidad se esforzaron por evitar la compra de tierras en áreas donde los árabes pudieran ser desplazados. Buscaron tierras que fueran en gran medida baldías, pantanosas, baratas y, lo más importante, sin ocupantes. En 1920, el dirigente laborista sionista David Ben-Gurión expresó su preocupación sobre los felás árabes, a quienes él veía como «el activo más importante de la población nativa». Ben-Gurión dijo que «bajo ninguna circunstancia debemos tocar la tierra que pertenezca a los felás o que sea trabajada por ellos». Él abogaba por ayudar a liberarles de sus opresores. «Sólo si un felá deja su lugar de asentamiento», añadió Ben Gurión, «debemos ofrecerle comprar su tierra, a un precio adecuado».19

Fue sólo después de que los judíos habían comprado toda la tierra baldía disponible, que comenzaron a comprar tierras cultivadas. Muchos árabes estaban dispuestos a vender debido a la migración a los pueblos costeros y porque necesitaban el dinero para invertir en la industria de los cítricos.20

Cuando John Hope Simpson llegó a Palestina, en mayo de 1930, observó que: «ellos [los judíos] pagaban altos precios por la tierra, y además les pagaron a algunos de los ocupantes de esas tierras una considerable cantidad de dinero que no estaban legalmente obligados a pagar».21
En 1931, Lewis French llevó a cabo una encuesta de personas carentes de tierras y terminó por ofrecer nuevas parcelas a algunos árabes que habían sido «desposeídos». Algunos funcionarios británicos recibieron más de 3.000 solicitudes, de las cuales el 80 por ciento fueron anuladas por el asesor legal del gobierno porque los solicitantes no eran árabes sin tierras. Esto deja sólo a unos 600 árabes sin tierras, 100 de los cuales aceptaron la oferta de tierras del gobierno.22

En abril de 1936, un nuevo brote de ataques árabes a los judíos fue instigado por un guerrillero sirio llamado Fawzi al-Qawukji, comandante del Ejército de Liberación Árabe. En noviembre, cuando los británicos enviaron finalmente una nueva comisión encabezada por lord Peel a investigar, 89 judíos habían resultado muertos, y más de 300, heridos.23

El informe de la Comisión Peel encontró que las quejas árabes sobre la adquisición de tierra por parte de los judíos eran infundadas. Señaló que «gran parte de la tierra que ahora tiene naranjales eran dunas de arena o pantanos y no estaban cultivadas cuando se compraron... por el tiempo en que se hicieron las primeras ventas hubo pocas pruebas de que los propietarios poseyeran los recursos o el adiestramiento necesario para desarrollar la tierra»24 Además, la Comisión encontró que la escasez «se debía menos a la cantidad de tierra adquirida por los judíos que al aumento de la población árabe». El informe llegó a la conclusión de que la presencia de los judíos en Palestina, junto con el trabajo de la Administración británica, había dado lugar a jornales más altos, un mejoramiento del nivel de vida y amplias oportunidades de empleo.25

En sus memorias, el rey Abdula de Transjordania escribió:
Ha resultado bastante claro para todos, tanto por el mapa trazado por la Comisión Simpson como por el otro compilado por la Comisión Peel, que los árabes son tan pródigos en vender su tierra como en llantos y lamentos inútiles (énfasis en el original).26

Incluso cuando la revuelta árabe alcanzó su máxima intensidad en 1938, el Alto Comisario británico para Palestina creía que los árabes dueños de tierras se quejaban de las ventas a los judíos para aumentar los precios de las tierras que deseaban vender. Muchos propietarios árabes habían sido tan aterrorizados por los rebeldes árabes que decidieron abandonar Palestina y venderles sus propiedades a los judíos.27

Los judíos pagaban precios exorbitantes a propietarios ricos por pequeñas parcelas de tierra árida. «En 1944, los judíos pagaban en Palestina entre $1.000 y $1.100 (dólares norteamericanos) por acre, fundamentalmente por tierras áridas o semi áridas; en el mismo año, una rica tierra negra en Iowa se vendía aproximadamente en $110 el acre».28

Para 1947, las posesiones judías en Palestina ascendían a unos 463.000 acres. Aproximadamente 45.000 fueron adquiridos del gobierno del Man- dato británico; 30.000 se los compraron a varias iglesias y 387.500 se los compraron a árabes. Análisis de las compras de tierra desde 1880 hasta 1948 muestran que el 73 por ciento de las parcelas judías fueron compradas a grandes terratenientes, no a pobres labriegos (felás).29 Entre los que vendieron tierras se contaban los alcaldes de Gaza, Jerusalén y Jaffa. As’ad el-Shuqeíri, un erudito religioso musulmán y padre del líder de la OLP Ahmed el-Shuqeiri, recibió dinero judío por su tierra. Hasta el rey Abdula les arrendó tierra a los judíos. De hecho, muchos líderes del movimiento nacionalista árabe, incluso algunos miembros del Supremo Consejo Musulmán, les vendieron tierra a los judíos.30

Fuente:
http://www.jewishvirtuallibrary.org/jsource/spanish/spanishmyth2006.pdf

***

Y haré con ellos pacto eterno,
que no me volveré atrás de hacerles bien,
y pondré mi temor en el corazón de ellos,
para que no se aparten de mí.
Y me alegraré con ellos haciéndoles bien,
y los plantaré en esta tierra en verdad,
de todo mi corazón y de toda mi alma.
Porque así ha dicho Jehová:
Como traje sobre este pueblo
todo este gran mal,
así traeré sobre ellos
todo el bien que acerca de ellos hablo.
Y poseerán heredad en esta tierra
de la cual vosotros decís:
Está desierta,
sin hombres y sin animales,
es entregada en manos de los caldeos.
Heredades comprarán por dinero,
y harán escritura y la sellarán
y pondrán testigos,
en tierra de Benjamín
y en los contornos de Jerusalén,
y en las ciudades de Judá;
y en las ciudades de las montañas,
y en las ciudades de la Sefela,
y en las ciudades del Neguev;
porque yo haré regresar sus cautivos,
dice Jehová.


Jeremías 32:40-44 RVR1960


 


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SOLO ESCRITURA
Dios dijo:
«¡Consuelen a mi pueblo!
¡Denle ánimo!
Hablen con mucho cariño
a los habitantes de Jerusalén,
y anúncienles de mi parte
que ya han dejado de ser esclavos.
Ya les hice pagar por sus pecados,
y el castigo que han recibido
es más que suficiente».


Isaías 40:1-2 TLAI


Dios me dijo entonces:
—Ezequiel,
estos huesos representan a los israelitas.
Ellos se andan quejando,
y dicen: “No hay remedio;
estamos perdidos.
¡Somos unos huesos secos!”
Pero tú vas a hablar con ellos,
y vas a darles de mi parte este mensaje:
“Israelitas,
ustedes creen que están muertos,
pero yo soy su Dios.
Yo abriré las tumbas
donde creen estar enterrados,
y los sacaré de allí.
Soplaré sobre ustedes
para darles mi aliento de vida,
y los haré volver a la tierra de Israel.
Cuando yo haga esto,
ustedes volverán a vivir
y reconocerán que yo soy su Dios.
Yo, el Dios de Israel,
lo he dicho y lo cumpliré”.


Ezequiel 37:11-14 TLAI


Dios dijo:
«Óiganme ustedes,
israelitas que aún quedan con vida:
Yo los he cuidado desde antes que nacieran,
los he llevado en brazos
y seguiré haciendo lo mismo
hasta que lleguen a viejos y peinen canas;
los sostendré y los salvaré
porque yo soy su creador.


Isaías 46:3-4 TLAI


El pueblo de Jerusalén decía:
«Dios me abandonó,
mi Dios se olvidó de mí».
Pero Dios respondió:
«Jerusalén,
¿acaso puede una madre olvidar
o dejar de amar a su hijo?
Y aunque ella lo olvidara,
yo no me olvidaré de ti.
Yo te llevo grabada
como un tatuaje en mis manos,
siempre tengo presentes tus murallas.


Isaías 49:14-16 TLAI


Sean fuertes y valientes,
pues Dios peleará por ustedes;
no tengan miedo de esos países,
porque Dios no los abandonará».


Deuteronomio 31:6 TLAI


Tú, mi Dios, jamás abandonarás a tu pueblo.

Salmos 94:14 TLAI


»Todos en Israel y en Judá
son culpables delante de mí,
pero nunca los he abandonado.
Yo soy el Dios todopoderoso;
¡soy el único Dios de Israel!


Jeremías 51:5 TLAI


Mis planes para ustedes
solamente yo los sé,
y no son para su mal,
sino para su bien.
Voy a darles un futuro
lleno de bienestar.


Jeremías 29:11 TLAI


El Dios todopoderoso dice:
«Yo hago que el sol alumbre de día,
y que la luna y las estrellas
y que se agiten las olas.
¡Yo soy el Dios de Israel!
»El día que estas leyes naturales
lleguen a faltar,
ese día el pueblo de Israel
dejará de ser mi nación preferida.
El día que alguien pueda medir
la altura del cielo
o explorar lo profundo de la tierra,
ese día yo rechazaré a mi pueblo
por todo el mal que ha hecho.
¡Pero eso nunca sucederá!
¡Les doy mi palabra!»



¡Qué grande eres, Dios mío!
¡Todo lo que de ti sabemos es verdad!
¡No hay ningún otro Dios como tú,
ni existe tampoco otra nación
como tu pueblo Israel!
¿A qué otra nación la libraste de la esclavitud?
¿A qué otra nación la hiciste tan famosa?
»Tú hiciste muchos milagros en favor nuestro,
y arrojaste lejos de nosotros
a las naciones y a sus dioses.
Así hemos llegado a ser tu pueblo,
y tú, nuestro Dios;
y esto será así por siempre.


2 Samuel 7:22-24 TLAI


¡Dios mío, tú bendices al pueblo
que te reconoce como Dios!
¡Tú bendices a la nación
que te acepta como dueño!


Salmos 33:12 TLAI


»Vengan ahora.
Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—.
Aunque sus pecados sean como la escarlata,
yo los haré tan blancos como la nieve.
Aunque sean rojos como el carmesí,
yo los haré tan blancos como la lana.
Si tan solo me obedecen,
tendrán comida en abundancia.
Pero si se apartan y se niegan a escuchar,
la espada de sus enemigos los devorará.
¡Yo, el Señor, he hablado!».


Isaías 1:18-20 NTV


»En el tiempo de esos acontecimientos
—dice el Señor—,
cuando yo restaure la prosperidad
de Judá y de Jerusalén,
reuniré a los ejércitos del mundo
en el valle de Josafat.
Allí los juzgaré por hacerle daño a mi pueblo
mi posesión más preciada,
por dispersar a mi pueblo entre las naciones
y por dividir mi tierra.
[...]
»Sin embargo,
yo los traeré de regreso de todos
los lugares donde los vendieron
y les pagaré a ustedes
por todo lo que hicieron.

[...]
Den rienda suelta a la hoz,
porque la cosecha está madura.
Vengan, pisen las uvas,
porque el lagar está lleno.
Los barriles rebosan
con la perversidad de esas naciones».
[...]
La voz del Señor pronto rugirá desde Sion
y tronará desde Jerusalén,
y los cielos y la tierra temblarán;
pero el Señor será un refugio para su pueblo,
una fortaleza firme para el pueblo de Israel.


Joel 3:1-2, 7, 13, 16 NTV


Entonces pregunto:
¿acaso Dios ha rechazado a su propio pueblo,
la nación de Israel?
¡Por supuesto que no!
Yo mismo soy israelita,
descendiente de Abraham
y miembro de la tribu de Benjamín.
No, Dios no ha rechazado a su propio pueblo,
al cual eligió desde el principio.
¿Se dan cuenta de lo que dicen
las Escrituras sobre el tema?
El profeta Elías se quejó
del pueblo de Israel ante Dios y dijo:
«Señor, han matado a tus profetas
y derribaron tus altares.
Yo soy el único que queda con vida,
y ahora me buscan para
matarme a mí también».
¿Y recuerdan la respuesta de Dios?
Él dijo: «¡No, tengo a siete mil más
que nunca se han inclinado ante Baal!».
Lo mismo sucede hoy,
porque unos cuantos del pueblo de Israel
han permanecido fieles por la gracia de Dios,
es decir, por su bondad inmerecida al elegirlos;
y como es mediante la bondad de Dios,
entonces no es por medio de buenas acciones.
Pues, en ese caso,
la gracia de Dios no sería lo que realmente es:
gratuita e inmerecida.


Romanos 11:1-6 NTV


Tal vez digas:
«Bueno, esas ramas fueron arrancadas
para darme lugar a mí».
Es cierto, pero recuerda:
esas ramas fueron arrancadas
porque no creyeron en Cristo,
y tú estás allí porque sí crees.
Así que no te consideres tan importante,
más bien teme lo que podría suceder.
Pues, si Dios no perdonó
a las ramas originales,
tampoco te perdonará a ti.
Fíjate en que Dios es bondadoso
pero también es severo.
Es severo con los que desobedecen,
pero será bondadoso contigo
si sigues confiando en su bondad.
En cambio, si dejas de confiar,
tú también serás arrancado por completo.
Y si el pueblo de Israel abandona su incredulidad,
volverá a ser injertado,
pues Dios tiene poder
para volver a injertarlo en el árbol.
Tú, por naturaleza,
eras una rama cortada de un olivo silvestre.
Por lo tanto, si Dios estuvo dispuesto
a ir en contra de la naturaleza
al injertarte en un árbol cultivado,
él estará mucho más dispuesto
a injertar las ramas originales
en el árbol al que pertenecen.
Mis amados hermanos,
quiero que entiendan este misterio
para que no se vuelvan
orgullosos de ustedes mismos.
Parte del pueblo de Israel
tiene el corazón endurecido,
pero eso solo durará hasta
que se complete el número
de gentiles que aceptarán a Cristo.
Y entonces todo Israel será salvo.
Como dicen las Escrituras:
«El que rescata vendrá de Jerusalén
y apartará a Israel de la maldad.
Y mi pacto con ellos
es que quitaré sus pecados».
Muchos del pueblo de Israel
ahora son enemigos de la Buena Noticia,
y eso los beneficia a ustedes, los gentiles.
Sin embargo,
ellos todavía son el pueblo que Dios ama,
porque él eligió a los antepasados
Abraham, Isaac y Jacob.
Pues los dones de Dios
y su llamado son irrevocables.
Ustedes, los gentiles,
antes eran rebeldes contra Dios,
pero cuando el pueblo de Israel
se rebeló contra él,
Dios tuvo misericordia
de ustedes y no de ellos.
Ahora ellos son los rebeldes
y a ustedes Dios les mostró su misericordia
para que ellos también participen
de la misericordia de Dios.
Pues Dios encarceló a todos en la desobediencia
para poder tener misericordia de todos.


Romanos 11:19-32 NTV

 



Los países árabes,
más que odio a Israel,
le tienen odio a lo que representa
(ciencia, capitalismo, leyes y libertad):
Antonini de Jiménez.