LAS CONSECUENCIAS
DE ATACAR A ISRAEL
[1] Vengan aquí y escuchen,
oh naciones de la tierra;
que el mundo y todo lo que hay en él
oigan mis palabras.
[2] Pues el Señor está furioso
contra las naciones;
su furia es contra todos sus ejércitos.
Los destruirá por completo;
los condenará a ser masacrados.
[3] Sus muertos quedarán sin sepultura,
y el hedor de los cuerpos podridos
llenará la tierra;
de los montes fluirá su sangre.
[4] Arriba, los cielos se esfumarán
y desaparecerán como quien enrolla un pergamino.
Las estrellas caerán del cielo
como caen las hojas marchitas de una vid,
o los higos secos de una higuera.
[5] Y cuando mi espada haya terminado
su trabajo en los cielos,
caerá sobre Edom,
la nación que he señalado para ser destruida.
[6] La espada del Señor
está empapada en sangre y cubierta de grasa,
con la sangre de corderos y cabras,
con la grasa de carneros
preparados para el sacrificio.
Sí, el Señor ofrecerá un sacrificio
en la ciudad de Bosra
y hará una gran matanza en Edom.
[7] Hasta morirán hombres
tan fuertes como los bueyes salvajes,
los jóvenes junto a los veteranos.
La tierra quedará empapada en sangre
y el suelo enriquecido con la grasa.
[8]
Pues es el día de la venganza del Señor,
el año cuando Edom recibirá el pago
por todo lo que le hizo a Israel.
[9] Los arroyos de Edom
se llenarán de brea ardiente
y el suelo se cubrirá de fuego.
[10] Este juicio sobre Edom nunca tendrá fin;
el humo de la nación en llamas
se levantará para siempre.
La tierra quedará abandonada
de generación en generación;
nadie volverá a vivir allí.
[11] Será frecuentada por el búho del desierto
y la lechuza blanca,
el búho grande y el cuervo.
Pues Dios medirá esa tierra con cuidado;
la medirá para el caos y la destrucción.
[12] Se llamará la Tierra de Nada,
y pronto todos sus nobles desaparecerán.
Isaías 34:1-12 NTV
[14] El cielo fue enrollado como un pergamino,
y todas las montañas
y las islas fueron movidas de su lugar.
[15] Entonces todo el mundo
—los reyes de la tierra,
los gobernantes, los generales,
los ricos, los poderosos,
todo esclavo y hombre libre—
se escondió en las cuevas
y entre las rocas de las montañas.
[16] Y gritaban a las montañas y a las rocas:
«Caigan sobre nosotros
y escóndannos del rostro de aquel
que se sienta en el trono,
y de la ira del Cordero;
[17] porque ha llegado el gran día de su ira,
¿y quién podrá sobrevivir?».
Apocalipsis 6:14-17 NTV
[12]
Luego el Señor enviará una plaga
sobre todas las naciones
que pelearon contra Jerusalén.
Sus habitantes llegarán a ser
como cadáveres ambulantes,
la carne se les pudrirá.
Se les pudrirán los ojos en sus cuencas
y la lengua en la boca.
[13] En aquel día sentirán terror,
agobiados por el Señor
con un terrible pánico.
Pelearán contra sus vecinos mano a mano.
Zacarías 14:12-13 NTV