«Ciertamente viene el día,
ardiente como un horno,
y serán estopa todos los soberbios
y todos los que hacen maldad.
Aquel día que vendrá, los abrasará,
dice Jehová de los ejércitos,
y no les dejará ni raíz ni rama.
Yo pelearé contra
esta ciudad de Jerusalén,
que se ufana diciendo:
«Estamos a salvo,
aquí nadie puede tocarnos».
Yo mismo te destruiré
por haber cometido tantas maldades,
dice el Señor.
Destruiré todo,
incluso encenderé un fuego
en los bosques que quemará
cuanto halle a su paso,
hasta lo que se encuentra en la periferia.
Yo pelearé contra
esta ciudad de Jerusalén,
que se ufana diciendo:
«Estamos a salvo,
aquí nadie puede tocarnos».
Yo mismo te destruiré
por haber cometido tantas maldades,
dice el Señor.
Destruiré todo,
incluso encenderé un fuego
en los bosques que quemará
cuanto halle a su paso,
hasta lo que se encuentra en la periferia.
¡No te desanimes, pueblo mío!
Pídele a Dios que te ayude;
es verdad que te castigó,
pero también te salvará.
Pueblo mío,
busca a Dios con la misma insistencia
con que te alejaste de él.
Es verdad que te castigó,
pero también te regalará salvación
y alegría eterna”.»
Baruc continuó diciendo:
«¡Ten ánimo, ciudad de Jerusalén!
Dios te conoce por nombre,
y él mismo te consolará.
»¡Qué mal les va a ir
a los que te causaron daño
y se alegraron al verte sufrir!
Recibí este mensaje acerca de Damasco:
«¡Miren!
¡La ciudad de Damasco desaparecerá!
Se convertirá en un montón de escombros.
[...]
Las ciudades fortificadas de Israel
también serán destruidas,
y se acabará el poder
de la realeza de Damasco.
Todo lo que quede de Aram
tendrá el mismo destino
de la desaparecida gloria de Israel»,
proclama el Señor de los Ejércitos Celestiales.
En aquel día,
la gloria de Israel se desvanecerá;
su robusto cuerpo se irá consumiendo.
[...]
Entonces,
por fin el pueblo buscará a su Creador
y volverá los ojos al Santo de Israel.
[...]
Sus ciudades más grandes
quedarán como bosques desiertos,
como la tierra que abandonaron
los heveos y los amorreos
cuando llegaron los israelitas,
hace ya mucho tiempo.
Estarán totalmente desoladas.
¿Por qué?
Porque te has apartado del Dios
que puede salvarte.
Te has olvidado de la Roca
que puede esconderte.
Así que tal vez plantes
las mejores vides
e importes los tallos más costosos.
[...]
¡Escuchen!
Los ejércitos de muchas naciones
rugen como los bramidos del mar.
Escuchen el trueno
de sus fuerzas poderosas
que avanzan como olas estruendosas.
Pero aunque rujan
como las olas grandes de la playa,
Dios los hará callar
y huirán como la paja
que esparce el viento,
como los arbustos que ruedan
antes de una tormenta.
En la noche,
Israel espera aterrado;
pero al amanecer,
sus enemigos están muertos.
Esta es la justa recompensa
para quienes nos saquean,
un final apropiado
para quienes nos destruyen.
»¿Has visitado los depósitos de la nieve
o has visto donde se guarda el granizo?
(Los he reservado como armas
para el tiempo de angustia,
para el día de la batalla y de la guerra).
[...]
»¿Quién creó un canal
para los torrentes de lluvia?
¿Quién trazó el sendero del relámpago?
[...]
¿Puedes hacer que aparezca el relámpago
y que caiga hacia donde lo dirijas?
Job 38:22-23, 25, 35 NTV
«Los elementos de la creación
se someten a ti,
pues tú eres su creador.
Estos mismos elementos
se enfurecen contra los malvados,
pero se calman para favorecer
a los que confían en ti.
Por eso la naturaleza
se transformó por completo
y se puso al servicio de tu bondad.
Así ayudó en todo a tu pueblo.»
ELAM = IRÁN*
MANTIENE UNA GUERRA PROXY,
FINANCIANDO Y ARMANDO A LOS
TERRORISTAS. SIEMBRAN EL TERROR
EN ISRAEL.
ACABARÁ EL TERRORISMO.
»Allí está Elam,
con toda su multitud
en torno a su sepulcro.
Todos ellos murieron
a filo de espada.
Todos los que sembraban
el terror
en la tierra de los vivientes
bajaron como paganos
a lo más profundo de la fosa.
Yacen tendidos sin honor
entre los que descendieron
a la fosa.
A Elam le han preparado
una cama en medio de los muertos,
entre los paganos que murieron
a filo de espada
y que ahora rodean su tumba.
Ellos sembraron
el terror
en la tierra de los vivientes,
pero ahora yacen tendidos
sin honor entre los que descendieron a la fosa.
Allí quedaron,
entre gente que murió asesinada.
Ezequiel 32:24-25 NVI
*CHAT GPT
Elam fue una antigua civilización
ubicada en lo que hoy es el suroeste de Irán.
En la antigüedad, Elam fue un poderoso reino que coexistió y compitió con Mesopotamia y otras civilizaciones de la región.
Su historia se remonta a varios milenios antes de la era común y tuvo un papel significativo en la política y la cultura de la región.
CHATGPT
Dedán, Temán y otras tribus árabes:
Algunos pasajes proféticos (como Isaías 21, Jeremías 25 y Ezequiel 27) mencionan a pueblos del desierto y regiones árabes, que podrían haber tenido
influencia o relación con zonas al sur de Arabia,
incluyendo Yemen.
Que oiga esto
la ciudad de Temán:
hasta tus soldados
serán presa del terror.
Todos los hombres
de la región montañosa
de Esaú serán masacrados.
»Por la violencia con que atacaste
a tu hermano Jacob,
serás cubierto de vergüenza,
serás borrado del mapa para siempre.
Abdías 1:9-10 PDT
Esto es lo que dice el Señor:
«¡Los habitantes de Edom
han pecado una y otra vez
y no permitiré que queden sin castigo!
Espada en mano,
persiguieron a sus parientes,
los israelitas,
y no les tuvieron compasión.
En su furia,
los apuñalaron continuamente
y fueron implacables en su enojo.
Por lo tanto,
haré caer fuego sobre Temán,
y las fortalezas de Bosra serán destruidas».
Amós 1:11-12 NTV
En la noche,
Israel espera aterrado;
pero al amanecer,
sus enemigos están muertos.
Esta es la justa recompensa
para quienes nos saquean,
un final apropiado
para quienes nos destruyen.
¡Ah, cuán grande es aquel día!,
tanto, que no hay otro semejante a él;
tiempo de angustia para Jacob;
pero de ella será librado.
En aquel día,
dice Jehová de los ejércitos,
yo quebraré su yugo de tu cuello,
y romperé tus coyundas,
y extranjeros no lo volverán más
a poner en servidumbre,
sino que servirán a Jehová su Dios
y a David su rey,
a quien yo les levantaré.
Tú, pues, siervo mío Jacob,
no temas, dice Jehová,
ni te atemorices, Israel;
porque he aquí que yo soy
el que te salvo de lejos a ti
y a tu descendencia
de la tierra de cautividad;
y Jacob volverá, descansará
y vivirá tranquilo,
y no habrá quien le espante.
Porque yo estoy contigo para salvarte,
dice Jehová,
y destruiré a todas las naciones
entre las cuales te esparcí;
pero a ti no te destruiré,
sino que te castigaré con justicia;
de ninguna manera
te dejaré sin castigo.
Esto dice el Señor:
«Tu lesión es incurable,
una herida terrible.
No hay nadie que te ayude
ni que vende tu herida.
Ningún medicamento puede curarte.
Todos tus amantes, tus aliados,
te han abandonado
y ya no se interesan por ti.
Te he herido cruelmente
como si fuera tu enemigo.
Pues tus pecados son muchos
y tu culpa es grande.
¿Por qué te quejas de tu castigo,
de esta herida que no tiene cura?
He tenido que castigarte
porque tus pecados son muchos
y tu culpa es grande.
»Pero todos los que te devoran
serán devorados,
y todos tus enemigos
serán enviados al destierro.
Todos los que te saquean
serán saqueados,
y todos los que te atacan
serán atacados.
Te devolveré la salud
y sanaré tus heridas —dice el Señor—,
aunque te llamen desechada,
es decir, “Jerusalén,
de quien nadie se interesa”».
[...]
Sus hijos prosperarán
como en el pasado.
Los estableceré como
una nación delante de mí,
y castigaré a cualquiera
que les haga daño.
Volverán a tener su propio gobernante,
quien surgirá de entre ellos mismos.
Lo invitaré a que se acerque a mí
—dice el Señor—,
porque ¿quién se atrevería
a acercarse sin ser invitado?
Ustedes serán mi pueblo
y yo seré su Dios».
¡Miren!
El enojo del Señor estalla
como una tormenta,
un viento devastador
que se arremolina
sobre las cabezas
de los perversos.
La ira feroz del Señor
no disminuirá hasta que haya
terminado con todo
lo que él tiene pensado.
En los días futuros ustedes
entenderán todo esto.
*** »Ese día convertiré
a los jefes de Judá en fuego,
y con ese fuego consumiré
por completo a todas
las naciones vecinas,
pero a la ciudad de Jerusalén
no le pasará nada.
Salvaré a las familias de Judá,
pues para mí son tan importantes
como la familia de David
y como los que viven en Jerusalén.
Que nadie piense lo contrario.
[...]
»Yo estoy dispuesto a destruir
a cualquier nación
que ataque a Jerusalén.
De tal manera protegeré
a sus habitantes que, ese día,
los más débiles entre ellos
serán tan poderosos como David;
además,
los descendientes de David
volverán a gobernar
como si mi propio ángel los dirigiera.
Por lo tanto,
hijo de hombre,
da este mensaje
a los montes de Israel
de parte del Señor Soberano:
“Sus enemigos los atacaron
por todas partes,
los hicieron propiedad
de muchas naciones
y objeto de mucha
burla y calumnia.
»Cuando las naciones vecinas
quieran atacar a Jerusalén
y a las ciudades de Judá,
yo las haré fracasar.
Su ataque será tan torpe
que mi pueblo pensará
que están borrachos.
»Cuando llegue ese día,
todas las naciones se unirán
para acabar con Jerusalén.
Pero yo haré que Jerusalén
sea como una piedra enorme;
¡todo el que trate de moverla
será aplastado por ella!
»Yo estaré vigilando al pueblo de Judá,
así que ese día dejaré ciegos
a todos los caballos de las naciones,
y espantaré a sus jinetes.
Cuando los jefes de Judá vean esto,
dirán convencidos:
“¡El único Dios todopoderoso
es el Dios de los que vivimos
en Jerusalén!
¡Nuestro Dios es nuestra fortaleza!”
»Ese día convertiré
a los jefes de Judá en fuego,
y con ese fuego consumiré
por completo
a todas las naciones vecinas,
pero a la ciudad de Jerusalén
no le pasará nada.
Salvaré a las familias de Judá,
pues para mí son tan importantes
como la familia de David
y como los que viven en Jerusalén.
Que nadie piense lo contrario.
»Yo estoy dispuesto a destruir
a cualquier nación
que ataque a Jerusalén.
De tal manera protegeré
a sus habitantes que, ese día,
los más débiles entre ellos
serán tan poderosos como David;
además,
los descendientes de David
volverán a gobernar
como si mi propio ángel los dirigiera.
Haré que Jerusalén sea
como una bebida embriagante
que causa que las naciones vecinas
se tambaleen cuando envíen
a sus ejércitos para sitiar
a Jerusalén y a Judá.
Zacarías 12:2 TLAI
Pero Dios castigará a las naciones
que atacaron a Jerusalén.
Hará que se llenen de miedo,
y que empiecen a pelear
entre ellas mismas;
¡aun en vida se les pudrirán la carne,
los ojos y la lengua!
Entonces la gente de Judá
vendrá a Jerusalén para luchar
contra esas naciones,
y les quitará grandes cantidades
de oro y plata,
y muchos vestidos.
Dios castigará también a los caballos,
camellos y burros,
y a todas las bestias que haya
en los campamentos enemigos.
Si alguna nación viniera para atacarte,
no será porque yo la haya enviado;
todo el que te ataque caerá derrotado.
»Yo he creado al herrero
que aviva el fuego
de los carbones bajo la fragua
y hace las armas de destrucción.
Y he creado a los ejércitos que destruyen.
Pero en aquel día venidero,
ningún arma que te ataque triunfará.
Silenciarás cuanta voz
se levante para acusarte.
Estos beneficios los disfrutan
los siervos del Señor;
yo seré quien los reivindique.
¡Yo, el Señor, he hablado!
*** Y siguió diciendo:
—Estás embarazada y darás a luz un hijo
a quien pondrás el nombre de Ismael,
porque el Señor escuchó tu aflicción.
Indómito como un potro salvaje,
luchará contra todos
y todos lucharán contra él;
y vivirá enfrentado a todos
sus hermanos.
GÉNESIS 16:11-12 BLP
En aquel día sentirán terror,
agobiados por el Señor
con un terrible pánico.
Pelearán contra sus vecinos
mano a mano.
Zacarías 14:13 NTV
PETRÓLEO
Tú dividiste el mar con tu poder;
quebraste las cabezas
de los monstruos en las aguas.
Tú aplastaste las cabezas de Leviatán;
lo diste por comida
a los moradores del desierto.
Tú abriste fuentes y torrentes;
tú secaste ríos inagotables.
Salmos 74:13-15 LBLA
Lo hizo cabalgar sobre
las alturas de la tierra,
y comió el producto del campo;
le hizo gustar miel de la peña,
y aceite del pedernal.
Deuteronomio 32:13 LBLA
En todo el valle de Sidim
había muchos pozos de asfalto natural,
y cuando los reyes de Sodoma y Gomorra
quisieron escapar de la batalla,
fueron a caer en los pozos.
Los otros reyes escaparon
a los montes.
Génesis 14:10 DHHDK
¡Los arroyos de Edom
se convertirán en alquitrán,
su suelo en azufre,
y su tierra se convertirá
en alquitrán ardiente!
El fuego arderá de día y de noche,
y no se apagará nunca;
su humo se elevará para siempre.
De una generación a otra
permanecerá desolada;
la gente no volverá a ir allí.
Isaías 34:9-10 VBL
EL VINO DE BABILONIA
ES EI
PETRÓLEO
Copa de oro fue Babilonia
en la mano de Jehová,
que embriagó a toda la tierra;
de su vino bebieron los pueblos;
se aturdieron, por tanto, las naciones.