RESPUESTA A PABLO BLANCO

24 Octubre 2001
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RESPUESTA A PABLO BLANCO

En las llamadas Páginas de Oro, de James Alvino Nelson, apareció una nota de José Antonio Arbizu, presentando un escrito de Pablo Blanco sobre las sectas, aplicando sus caractertísticas a la Iglesia Adventista del Séptmo Día. Yo había leído la definición de “secta”, pero esta que da el señor Blanco, es una puesta con la única intención de poner a la Iglesia Adventista como una secta.

La gran preocupación de Blanco y Arbizu es que a la Iglesia Adventista la hayan incluido en la organización FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España). Como hay un movimiento en favor de condenar las sectas y prohibir su obra, estos señores “evangélicos” están tratando de quitar de en medio a la Iglesia Adventista , haciendo que el gobierno español la catalogue como “secta”.
Yo le diría a mis hermanos españoles que dejen las cosas en las manos de Dios y se olviden de la susodicha organización. No necesitamos de ellos para ejercer el derecho de existir como iglesia. Pero estos señores, junto a otros, están unidos una vez más con la jerarquía católica para eliminar a los adventistas y prohibirles predicar su mensaje.
Quisiera aconsejarle a los evangélicos de España que se cuiden de ir contra la voluntad de Dios. La Iglesia Adventista ha sido puesta por Dios como un movimiento especial, en un tiempo especial, con un mensaje especial para el mundo. Lo que le molesta a estos señores es que, a pesar de los intentos de quitarnos de en medio, hemos construido, por la voluntad de Dios, una iglesia fuerte, diseminada por todo el mundo, y estamos ya llegando a los 15 millones. La promesa es que la iglesia de Jesucristo, la que está establecida sobre la plataforma de la Verdad Presente, ha de ser acrecentada en los últimos días, en medio de gran apretura y persecución. Dios permitirá esto para que los sinceros cautivos en la Babilonia mística oigan el llamado de Dios: “Salid de ella, pueblo mío” (Apoc. 18:4).
El señor Arbizu agradece por los señores Pablo Blanco y Vidal Manzanares por su lucha contra la Iglesia Adventista. Ya le contesté a César Vidal Manzanares y esta respuesta está en mi página web http://home.coqui.net/apocalip Ya esta carta al señor Blanco le hará compañía pronto.
Habla el señor Blanco de la “herejía legalista” y de que estamos presentando “un evangelio diferente”. Parece que este señor no sabe lo que significa “legalismo”. Esto es el indicar que la salvación es por guardar la ley. Pero mire, Blanco, los adventistas nunca hemos enseñado que para salvarse hay que guardar la ley (el Decálogo). Dios no dio la ley como un método de salvación, sino como una norma para los salvados. El medio siempre ha sido el mismo: la sangre del Cordero de Dios. Eso lo hacemos claro a los conversos.
El problema es que ustedes no predican un Evangelio completo, sino uno tullido, manco. ¿Cómo es esto? Muy sencillo: el Evangelio no es solamente el perdón de los pecados pasados, sino, además, gracia abundante para ayudarnos en la lucha contra el pecado. Para eso, señores, hay que mostrar al mundo que Dios es un Dios de orden y tiene una ley para regir su mundo: los 10 mandamientos.
Usted, señor Blanco, y todos sus compañeros equivocados, enseñan que la ley está abolida; que ya Cristo la guardó por nosotros; que le Nuevo Pacto nos libra de la observancia de los mandamientos, y otra sentencias semejantes. Pero esto es un error mayúsculo. El Nuevo Pacto no trae una ley nueva, sino que Dios dice que grabará los principios de su ley en nuestros corazones (Jeremías 31:31-33). Noten señores, que el Nuevo Pacto es nuevo porque es hecho con la misma entidad: Israel. DIOS NUNCA HA HECHO PACTO CON GENTILES. Estos son incorporados en el pacto por la fe de Jesucristo.
¿Podría usted, señor Blanco, definir que es “pecado”? Le voy a dar una ayudita: la única definición de “pecado” en la Biblia es: “transgresión de la ley” (1 Juan 3:4). ¿A qué ley se refiere Juan? ¿A la ley mosaica, la Torah? IMPOSIBLE. También Juan dice: “El que dice: Yo le he conocido (a Dios), y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso...” (1 Juan 2:4) ¿Cuáles mandamientos? Algunos han dicho que se refiere s “los mandamientos de Cristo”. Pero, ¿no han visto el pasaje de Mateo 19:16-19? Cristo dice al joven rico, que ha de guardar los mandamientos como requisito para tener la vida eterna. (Hoy los Blancos, los Arbizus y los Manzanares dirían que Cristo es legalista.) Cuando él le pregunta: ¿Cuales?, Jesús le citó algunos de los 10 mandamientos. Así que los mandamientos de Dios y de Cristo son los mismos. Cristo fue el que dio la ley, el que la promulgó desde el Sinaí; fue Él mismo que la escribió con su propio dedo. Jamás Cristo estuvo en contra de su propia ley. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8).
Otro argumento es que en la carta apostólica enviada a los creyentes gentiles (Hechos 15:20), no dice nada de los 10 mandamientos, por lo tanto esa ley no nos obliga como gentiles. Si usted quiere llamarse “gentil”, ese es su derecho. Pablo dice a los creyentes del gentilismo: “cuando érais gentiles” (1 Corintios 12:1,2). Este es el mismo Pablo que dice, en Gálatas 3:29: “Porque si vosotros sois de Cristo, ciertamente simiente de Abraham sois, y conforme a la promesa, los herederos”. ¡GLORIA A DIOS! Ya no soy gentil, sino que, por Jesucristo, soy simiente de Abraham: Israelita.
Volviendo a la carta apostólica de Hechos 15:20: Es cierto que no se mencionan todos los 10 madamientos, sólo el segundo y el séptimo. Pero tampoco se mencionan los mandamientos 1ro., 3ro., 5to., 6to., 8vo., 9no. ni el 10mo. ¿Quiere decir que los apóstoles autorizaban a los conversos gentiles a tener otros dioses, a tomar en falso el nombre de Dios, a deshonrar a los padres, a matar, mentir, robar y codiciar? Es obvio que los gentiles conocían al ley de Dios, sobre todo el sábado, según lo expone muy claramente Hechos 13:42-44.
Por estar en contra del sábado bíblico y adoptar el domingo pagano, usted, señor Blanco, y todo su séquito, se contradicen respecto a las obligaciones de los creyentes. ¿O es que usted en su iglesia permite a idólatras, fornicarios, mentirosos y asesinos? Por la enemistad contra el sábado, incluyen toda la ley como abolida. Predican que hay que apartarse del pecado (infringir la ley), para luego decir que la ley está abolida (permiso para infringirla).
Hay en su escrito, señor Blanco, una serie de acusaciones contra los adventistas carentes de fundamento. Los casos Rea, Davenport, Ford y Numbers (le faltó Belden, Canright, Kellog y otros más), son cosas que pasan en todos los movimientos. ¿O es que usted olvida a Suaggart, Bakker y Tilton y otros líderes protestantes? ¿Cómo es que usted no menciona al pentecostalismo, con sus falsas lenguas y falsos milagros como sectarios? Yo sé por qué no los consideran sectas: porque en sus iglesias practican la herejía de las lenguas, el culto escandaloso y la música estridente, que son características iniciales del pentecostalismo y que hoy está en prácticamente todas las iglesias evangélicas.
Usted se une al renegado Rea acusando a Elena White de plagiarista, pero usted, señor Blanco (White, en inglés), no se ha dado cuenta de que usted es más plagiarista que Elena White. Todos sus argumentos contra el adventismo no son nuevos. Son los mismos que esgrimieron Canright, Van Baalen, Vidal Manzanares, los cuales plagiaron a otros antes que ellos.
El libro de Rea, “The White Lie”, el cual usted no ha leído, presenta los escritos que supuestamente la señora White copió. Si tenemos en cuenta que el libro es a dos columnas, entonces sería la mitad. Si miramos que muchas son más bien coincidencias y paráfrasis, entonces se reduciría a una octava parte. Si contamos que los libros de la señora White son más de 60, entonces, señor Blanco, no es ni siquiera un uno porciento, lo cual es aceptado. Usted, si le tocara escribir sobre un tema histórico, tendría forzosamente que recurrir a otros autores. Lo que pasa es que las leyes de derechos de autor son relativamente nuevas. A ella se le investigó y el abogado, católico romano, dijo que no podría acusarse a la señora White de plagiarista. Pero a ustedes les conviene seguir con su corillo.
Todas las creencias adventistas, TODAS, son puramente bíblicas. Ninguna ha sido sostenida por los textos de Elena G. de White. Aunque respetamos y estudiamos sus libros, nosotros no nos predicamos a nosotros mismos, sino que predicamos “a Jesucristo y a este crucificado”.
La hermana White siempre dijo que sus escritos eran “la luz menor”, aludiendo a la Biblia como “la luz mayor”. Aunque tenemos los escritos de la hermana White, los adventistas sí conocemos la Biblia más que la mayoría de los protestantes. Eso es lo que hace que ustedes rabien de celos.
Usted no ha leído ni siquiera un libro de la señora White. Sabemos por qué: Usted y los suyos no están dispuestos a dejarse enseñar por una mujer, que no sólo carecía aun de los cursos escolares primarios, sino que era autodidacta. Lea siquiera uno: El Conflicto de los Siglos. Si cree que ella plagió los capítulos históricos, lea la segunda mitad, que es la parte profética, donde presenta las más preciosas verdades y desenmascara el mundo religioso de hoy, que se ha vendido a los poderes políticos y un protestantismo que se está uniendo al poder papal.
Decir que la Iglesia Adventista es “muy peligrosa” y que divulga “un evangelio diferente” es una cándida admisión del terror que ustedes tienen del avance adventista y quieren detenerlo a como dé lugar.
Usted, señor Blanco, lamenta que el señor Ramón Vallés no incluya a los adventistas en su libro sobre las sectas. ¿No se ha detenido usted a pensar que este autor es sabio al hacerlo? ¿Que no hay la mínima posibilidad de catalogar al adventismo de ser una secta?
Para el asunto del santuario, le remito a dos estudios sobre el tema en mi página http://home.coqui.net/apocalip
Nosotros los adventistas sí decimos que la Iglesia católica es la ramera de Apocalipsis 17. Pero esta meretriz no está sola en su obra de engaño, pues cuenta con las otras rameras, que son las iglesias reformadas que siguen bebiendo de su vino.
Nosotros no decimos que la marca de la bestia es el 666. Ese es el número de la bestia, que es muy diferente. Al guardar y enseñar el domingo, que vio la luz en Roma, ustedes están marcados con esta señal del romanismo. No sólo observan esta institución papal, sino que se han convertido en sus más celosos defensores.
Además de defender el domingo, ustedes también enseñan la inmortalidad del alma, que es otra doctrina pagana introducida por el catolicismo. El Hombre, señor Blanco, es mortal (Isaías 51:12). En 1 Timoteo 6:16 Dios es “quien sólo tiene inmortalidad”. Fue Cristo quien “sacó a la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2 Timoteo 1:10). Por eso Pablo dice a Timoteo: “Echa mano de la vida eterna” (1 Timoteo 6:12). Lo que les falta a ustedes es que prediquen el purgatorio.
Usted habla de la “táctica diabólica” de los adventistas en España, de indicarle “a los hijos de los evangélicos españoles” que les muestren “un texto en toda la Biblia donde se mande a guardar el domingo”. El reto está, señor Blanco: muestre usted ese texto. Usted sabe que no existe.
La división de la ley moral, el Decálogo, a la ley ceremonial no la hacemos nosotros, señor Blanco, la hizo Dios, al hablar Él mismo los 10 mandamientos y escribirlo en las tablas. No estamos obligados a guardar las leyes teocráticas y rituales que Dios ha dado a través de Moisés, aunque como parte de las Escrituras, Cristo nos mandó a escudriñarlas (Juan 5:39).
Cuando los adventistas decimos que “el sábado es un señal perpetua de Dios, de su pacto entre Él y su pueblo”, no estamos siguiendo un texto de Elena White, como usted apunta, sino la Biblia. ¿No ha leído usted Éxodo 31:13-17 y Ezequiel 20:12,20? En estos textos Dios menciona 4 veces que el sábado es la señal entre Él y su pueblo. Léalos, por favor.
Usted califica de una “metedura de pata”, “imprudente comportamiento” y “barbaridad” el haber incluido a los adventistas en la FEREDE. Pues bien, ojalá y la saquen. Así no estaremos unidos a quienes nos odian.
El texto de 2 Pedro 2:1-3 profetiza lo que habría de suceder en el seno de la iglesia. Ya esto comenzó y se ha extendido a los protestantes que siguen los postulados de Roma.
En fin, señor Blanco, aunque sé que usted no cambiará (ojalá cambiara), he escrito esto para beneficio de los que hayan leído sus ponzoñosas palabras contra la Iglesia Adventista. Lo que me consuela es la promesa de Dios en Apocalipsis 2:9: “He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás, los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas mienten; yo los constreñiré a que vengan y adoren delante de tus pies, y sepan que yo te he amado.”

Luis G. Cajiga, [email protected]
 
Este Pablo Blanco NO PARTICIPA EN ESTE FORO. Así que no sé que tiene que hacer este epígrafe aquí :confused:
 
La Iglesia Adventista ha sido puesta por Dios como un movimiento especial, en un tiempo especial, con un mensaje especial para el mundo

¿ES LA IGLESIA ADVENTISTA UNA IGLESIA EVANGELICA?

por: Pedro de Felipe del Rey

La importancia que la Iglesia Adventista da a los escritos de su profetisa, llamados "los escritos del espíritu de profecía", en relación con la Biblia nos va a mostrar si esta Iglesia es, o no, una iglesia evangélica.

Las lecciones de la Escuela sabática (de la Iglesia Adventista) son unos libritos preparados en inglés en los Estados Unidos, y aprobados por los más altos dirigentes de esta Iglesia; después son traducidos a todos los idiomas necesarios, para que todos los adventistas del mundo estudien cada día en su casa la misma lección, y, después, vuelvan a estudiar todos juntos cada sábado, en todas las iglesias adventistas del planeta, las mismas lecciones que, durante la semana, cada uno ha estudiado en su casa.

Teniendo, por tanto, en cuenta que estas lecciones contienen la doctrina adventista aprobada por los más altos dirigentes de esta Iglesia, veamos lo que se enseña en ellas con relación a los escritos del "espíritu de profecía", que son los escritos de su profetisa, llamada Sra. White. En la lección correspondiente al día 9 de abril de 1979, titulada"El ideal divino para la Iglesia",entre otras cosas, se presenta, a cada adventista, una pregunta para meditar, que dice así:

"Para meditar: ¿Dedico diariamente el tiempo necesario, en compañía del Señor, al estudio y la meditación de su palabra (la Biblia y los escritos del espíritu de profecía) y a la oración privada para crecer diariamente en el logro de este ideal?".
Por tanto, según la Iglesia Adventista, la Palabra del Señor consta de dos partes: la Biblia y los escritos de su profetisa; así vemos que es imposible dar más importancia a esos escritos, pues, para la Iglesia Adventista, son tan palabra de Dios como la Biblia.

Y ¿qué dice ese "espíritu de profecía" (o Sra. White) en sus escritos? ¿Está convencida de que sus escritos sean necesarios para la salvación de los adventistas, o esto es una exageración de los dirigente adventistas? la Sra. White contesta así:

"Si os sentís tan seguros al seguir vuestros propios impulsos como al seguir la luz dada por la sierva delegada de Dios, el peligro es vuestro; seréis condenados porque rechazáis la luz que el cielo os ha enviado." (Joyas de los Testimonios, Tomo 2, pág. 299).
Afortunadamente, Cristo dice:

"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." (Juan 5:24 )
He ahí la diferencia entre un cristiano evangélico y un adventista; aquél tiene suficiente con la Biblia y la fe en Cristo para salvarse, mientras que éste (el adventista) tiene que aceptar y cumplir como palabra de Dios los 25 millones de palabras escritas por la Sra. White, que representan unas 25 veces el texto de la Biblia. En esos escritos se dicen aberraciones dignas de conocerse.



http://www.infoworld.org/no_evan.html
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La Iglesia Adventista y su Profetisa

por: Pedro de Felipe del Rey

I- INTRODUCCION:

1. La Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma que la Señora White fue una verdadera profetisa:
« Con Elena G. White contamos con una profeta en acción o si queremos con el fenómeno de la inspiración en marcha. » (Revista Adventista, Junio 1979, p. 12)
« ¿Cómo llegó hasta ella la luz divina? Por medio de aproximadamente, 2000 visiones y sueños proféticos que recibió en un lapso de setenta años, entre 1844 y 1915. » (D. A. Delafield, Elena G. de White y la Iglesia Adventista del Séptimo Día, 1966, p. 17)
2. Muchas de esas visiones se hallan en una obra titulada "Testimonios para la Iglesia" (aunque la
suelen mencionar con el término de "Testimonios" ); se trata de una obra de 9 tomos en inglés, de la
cual seleccionaron "un tercio de los artículos" y los tradujeron a varios idiomas. « A esta selección se
le llamó, Joyas de los Testimonios, y consta de tres tomos. » (En Orbita con los Testimonios, p. 14)

3. Cuando todavía vivía la Señora White, ya había miembros de su Iglesia que no aceptaban que sus Testimonios vinieron de parte de Dios, por lo que ella afirmó:
« Dios no hace nada en sociedad con Satanás. Mi obra lleva la estampa de Dios, o la del enemigo. No hay medias conclusiones en el asunto. Los Testimonios son del Espíritu de Dios, o del diablo. » (Joyas de los Testimonios, tomo II, p. 286)
4. El ex presidente de la Iglesia Adventista en España, don Carlos Puyol, refiriéndose a esa afirmación de la Señora White, dice:
« Esta declaración es un desafío a la fe y a la investigación objetiva del lector…» (Carta dirigida a unos miembros adventistas con fecha 13-7-1985)
5. Ese desafío no puede quedar sin respuesta; por tanto, con la Palabra de Dios, voy a desenmascarar el origen de las revelaciones de la Señora White. Examinemos dos de esas revelaciones como ejemplo.


II- Dos Visiones de la Señora White a examen:

A. La primera de estas dos visiones afecta la inspiración de la Señora White:

Una visión profética muy precisa, dada a conocer por la Señora White en un congreso en 1856 con esta palabras:
« Se me mostró la compañía presente en el congreso. Dijo el ángel: " Algunos serán alimento para los gusanos, algunos serán expuestos a las siete últimas plagas, algunos esterarán vivos y quedarán sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús". » (Testimonies, tomo 1, pp. 131, 132). (Traducido por Francisco McLellan Wilcox, El Testimonio de Jesús, 1960, p. 126).
Pruebas del origen de esa visión profética:

Hasta la fecha de hoy (15-5-1986) han pasado 130 años; por tanto, es evidente que todas las personas presentes en aquel congreso fueron comidas por los gusanos, y ninguna estará viva cuando venga Jesús.
Los dirigentes adventistas se esfuerzan en buscar argumentos para salvar a la Señora White como profetisa, ante tan evidente fracaso profético como supone esta fallida profecía; pero no se dan cuenta de que la Señora White no es la culpable de que esta profecía suya haya fallado de forma tan alarmante.
El verdadero culpable de ese fallo profético tan garrafal es el ángel que dijo las palabras que la Señora White repitió; ella sólo fue un instrumento en las "manos" de ese ángel.
Por tanto, hay que desenmascarar a ese ángel, para saber si es un ángel verdadero, o si es un ángel que se hizo pasar por verdadero; lo cual es posible; por eso, el apóstol Pablo nos advierte: «…el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz » (2 Corintios 11:14)
Ante Jesús también se presentó ese ángel, Satanás, para engañarte; pero Jesús le desenmascaró con la palabra de Dios (Lucas 4:5-8)
Desenmascaramos también, con la Palabra de Dios, al ángel que dio esa fallida profecía a la Señora White:
a. Es evidente que esa profecía se refiere al tiempo en que acontecerá la venida de Señor, y que dicho ángel situó en los años de vida que les quedaban a algunas personas de las que estaban presentes en aquel congreso de 1856.

b. ¿ Es posible que un ángel verdadero sepa cuándo será la venida del Señor, para poder hacer esa declaración a la Señora White ? La Palabras de Dios, por medio del mismo Jesucristo, responde que eso no es posible:« Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. » (Mateo 24:36). (ver: Mateo 24:36-39; Hechos 1:6,7)

c. Ante afirmación tan categórica de Cristo, ¿qué hombre en su sano juicio, se atrevería a señalar el tiempo de la venida del Señor, aunque sólo fuera con un margen aproximado de unos setenta años que pudieran vivir aquellos oyentes de la Señora White ? ¿ Y cómo pretende que un santo ángel, que no sabe ni el día ni la hora, dijera, a la Señora White, tan errónea afirmación ?


7. Siendo evidente que el ángel que habló a la Señora White, en 1856, no era un santo ángel, porque los santos ángeles no saben nada de ese tema, también es evidente que aquel ángel era el mismísimo Satanás, padre de todo error y toda mentira que él transmite por su propia cuenta, contra tales argucias de la cual nos advierte la Palabra de Dios.


Por tanto, hay que tener cuidado con la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sobre la "inspiración de los escritos de la Señora White"; porque, aunque los dirigentes de esa Iglesia crean de buena fe que esos escritos está inspirados por Dios, porque la Señora White así lo dice, es evidente que ella fue víctima de un gran engaño, como nos puede ocurrir a nosotros mismos si aceptamos como verdadera cualquier revelación que no esté en la palabra de Dios.

Los dirigentes adventistas suelen coger el texto de 2 Pedro 3:12 para decir que la fecha de la Venida de Cristo es condicional ; pero no se dan cuenta de que Dios, que conoce todas las actividades de los hombres desde antes que nazca (Jer. 1:15), teniendo en cuenta todo lo que los creyentes van hacer, « ha establecido un día en el cual juzgará al mundo » (Hechos 17:31), y ese día es el de la venida de Cristo (2 Timoteo 4:1); por tanto, el día de la venida de Jesús tiene una fecha fija, la cual sólo el Padre conoce (Mateo 24:36).

B. La segunda de las dos visiones que estamos examinando, afecta a la doctrina fundamental adventista sobre la purificación del santuario celestial, comenzada, según ellos, el día 22 de octubre 1844. Aquí hay que considerar dos aspectos: la fecha y la doctrina.

Esa fecha fue determinada por Guillermo Miller y su grupo (después de haber fallado otras tres fechas anteriores) fundándose en la interpretación que hicieron de la profecía de Daniel 8:14
Ese grupo (en el cual estaba la Señora White) aseguró que ese día tendría lugar la segunda venida de Cristo; lo cual les proporcionó un gran chasco. (Historia de nuestra Iglesia, pp. 132, 149, 150, 153, 154).

Pero ¿ quién guió a Miller en la interpretación que hizo de esa profecía de Daniel 8:14, para que él repetidamente fijara una fecha tan precisa para la venida de Jesús con tan alarmante fracaso ? La Señora White contesta:
« Los ángeles de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido (Miller), y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías que siempre habían estado veladas al pueblo de Dios. » (Primeros Escritos, p. 229)
He aquí ahora el dilema para la Iglesia Adventista:

Cristo afirma que los ángeles de los cielos no saben el día de su venida (Mateo 24:36); por tanto, los ángeles verdaderos no pudieron guiar a Miller a fijar la fecha del día 22 de Octubre 1844 (ni las otras
tres anteriores). Por consiguiente, sólo hay dos soluciones:

O la Señora White ha inventado aquí una mentira al decir que los ángeles guiaron el entendimiento de Miller y le visitaron; en cuyo caso sería una profetisa falsa.
O es verdad que los ángeles guiaron a Miller; pero, como los ángeles de los cielos no podían guiarle a fijar dicha fecha, porque nada saben de ese tema, los ángeles que le guiaron, fueron los diablos, y por eso, todo terminó en un chasco; en este caso, la Señora White también es una falsa profetisa, porque habla de los diablos como si fueran ángeles verdaderos.
Después de haber sufrido este chasco dijeron que la fecha era buena; pero había ocurrido que Jesús, en lugar de venir a la tierra, ese día había empezado en el cielo la "purificación del santuario celestial"; esa purificación consiste, según la Señora White, en que Jesús empezó en esa fecha a purificar los pecados de los creyentes. A esa obra de Jesús llama el Juicio Investigador (Primeros Escritos, p. 253; El Conflicto de los Siglos, pp. 469-475, 540; Joyas de los Testimonios, p. 220).

¿ Cómo supo la Señora White que el fallo de la interpretación profética de Miller, que anunció la venida de Jesús para el día 22 de Octubre 1844, fue debido a que Jesús, en lugar de venir entonces a la tierra, lo que hizo fue empezar a purificar el santuario celestial ? Ella lo cuenta así explicando una de sus visiones:

« Dijo el ángel: "¿ Ha fallado la palabra de Dios ? ¿ Ha fallado Dios en cumplir sus promesas ? No; ha cumplido cuanto prometió. Jesús se ha levantado a cerrar la puerta del lugar santo del santuario celestial, y ha abierto una puerta en el lugar santísimo y ha entrado a purificar el santuario" ». Primeros Escritos, p. 250).
Con el fin de desenmascarar a ese ángel, para ver si dijo verdad o mentira, nos podemos preguntar ¿es posible que Jesús empezara a purificar los pecados de los creyentes en 1844? La Biblia responde que Jesús:
«…habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas » (Hebreos 1:3)
Es evidente que la Biblia ahí afirma que Jesús hizo la purificación de los pecados antes de su ascensión al cielo, es decir, en el siglo I; por tanto, es de todo punto imposible que empezara a hacer esa purificación en 1844; por tanto, las palabras de ese ángel están completamente en contra de la enseñanza bíblica; son totalmente antibíblicas; son un error y una mentira total.

¿ Y pudo Dios enviar a uno de sus ángeles para decir semejante mentira y contradecir su santa Palabra? Es evidente que eso no es posible. Por tanto, ese ángel es el mismo de la visión de 1856, es decir, Satanás, padre de la mentira, transfigurado en ángel de luz. Otra vez la Señora White, a pesar de su buena fe, fue víctima de un engaño satánico.

III- CONCLUSION:

Es evidente que, según la Señora White:

Los ángeles guiaron el entendimiento de Miller cuando éste anunció que Jesús vendría el 22 de Octubre de 1844.
Un ángel también reveló, a ella, la profecía de 1856 referente a la venida de Jesús.
Pero, Jesucristo mismo nos enseña que los ángeles del cielo no saben nada de ese tema. De ahí se sigue, como queda aquí demostrad, que la Señora White, a pesar de su buena fe, fue víctima de un engaño satánico, y que sus revelaciones provinieron de Satanás disfrazado «como ángel de luz » (2 Corintios 11:14), y que la fecha de 1844 fue establecida, como fecha de la venida de Jesús, por los mismos diablos, porque los ángeles del cielo no saben nada sobre la fecha de la venida de Jesús (Mateo 24:36); y esto queda confirmado por el fallo y chasco que recibieron los milleristas en ese día, lo cual no hubiera ocurrido si estos ángeles hubieran sido ángeles verdaderos enviados por Dios.
Cuando otro ángel dijo, a la Señora White, que Jesús había entrado al lugar santísimo para purificar el santuario (lo cual consiste en purificar los pecados de los creyentes, como ella enseña), de nuevo fue Satanás quien dijo eso en contra de la Biblia (Hebreos 1:3); pues él es el padre de la mentira (Juan 8:44).
En consecuencia, la inspiración de la Señora White y el tema del santuario (con su fecha del 22 de Octubre de 1844 y su doctrina del juicio investigador) proceden (y son un invento) de Satanás como bien queda aquí demostrado con la Biblia.
¿ Cómo podrán liberarse de ese evidente y gran error tantos creyentes de buena fe como hay en la Iglesia Adventista ?:

Desechando todos los escritos y doctrinas inventadas por la Señora White, muy especialmente la del "juicio investigador", por provenir de los malos espíritus.
Pero alguien dirá: ¿ Cómo es posible que Satanás hable por medio de la Señora White si ella, en muchas ocasiones en sus escritos, dirige la atención a sus lectores hacia Cristo y el mensaje del Evangelio ? Precisamente eso es lo que hacen los espíritus diabólicos, para meter el veneno del error entre esas buenas recomendaciones; he aquí la prueba, en la Palabra de Dios, de lo que decía un espíritu diabólico por medio de una mujer:
« esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió aquella misma hora.» (Hechos 16:17, 18 R.V.)
Es evidente que ese diablo dirigía la atención de la gente (como los escritos de la Señora White en
muchas ocasiones) hacia la salvación en Cristo; pero Pablo supo discernir el veneno diabólico oculto
entre tanta miel, y rechazó todo lo que provenía de Satanás, aunque fuera adornado con palabras
favorables. Y eso es lo que nos manda hacer Pablo, para liberarnos del error:

« Mas si aun nosotros o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. » (Gálatas 1:8)
La Biblia anuncia que Jesús hizo la purificación de los pecados en el siglo I (Hebreos 1:3); un ángel anuncia, a la Señora White, que esa purificación empezó en el siglo XIX. Esto es un evangelio diferente. ¡ Sea anatema el evangelio de la Señora White ! ¡Sea anatema su doctrina del Juicio Investigador y la fecha de 1844!

«Y muchos falsos profetas se levantaran, y engañaran a muchos»Mateo 24:11

« El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, …el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado? ; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; no tengas temor de él ». Deuteronomio 18:20-22


http://www.infoworld.org/congreso.html
 
La Otra Cara del Adventismo


por: Domingo Fernández





Si preguntamos a miembros de diferentes denominaciones evangélicas cual es la diferencia entre su iglesia y los adventistas nos dirán: Los adventistas guardan el sábado y nosotros guardamos el domingo. Esto es verdad, pero no es toda la verdad, existen otras discrepancias de grueso calibre, como vamos a ver.

1. SON HIJOS DE UN ERROR.
El fundador del adventismo fue Guillermo Miller, que nació en el año 1782 y murió en 1849. Miller fusionó dos pasajes: Daniel 8:14 y 9:24. De lo que dicen estos pasajes sacó la conclusión de que la segunda venida de Cristo tendría lugar el 21 de marzo de 1844.

Convencido de que había descubierto la clave de la interpretación de lo que él llamaba "la matemática de Dios" Miller se lanzó, en 1831, a exponer su teoría, la que recibió un gran impulso al tener lugar, el 13 de noviembre de 1833, una lluvia de aerolitos. Desde entonces los adventistas ven en aquel fenómeno el cumplimiento de Mateo 24:29. La expectación crecía por minutos. Los partidarios de Miller veían cumplimientos proféticos en cada trueno, relámpago, tempestad o cataclismo.

Cuando se acercaba la fecha, los discípulos del nuevo profeta dejaron de sembrar la tierra; no enviaban sus hijos al colegio; renunciaban a los empleos, y muchos se despidieron llorando de sus seres amados a los que no esperaban volver a ver. Llegó el 21 de marzo, y Jesús no vino. Al ver frustradas sus ilusiones, el asombro, la turbación y el desconcierto fueron indescriptibles. Los jefes de la organización se escondieron avergonzados. Al fin Miller se presentó a los que quedaban de sus seguidores, y dijo: "Nunca nos avergonzaremos de confesar nuestros errores".

Los discípulos de Miller continuaron estudiando las profecías. Y un tal Hiram Edson dijo que un ser invisible se apoderaba de él y le decía: "El santuario mencionado en Daniel 8:24 está en el cielo."

Ellen G. White, que tomó el lugar de Miller, dice que éste cometió dos errores de consideración: Primero, con respecto a la fecha. Y segundo, con respecto al lugar. Dice la señora White que los 2,300 días no se cumplieron el 21 de marzo, sino el 22 de octubre (1844). Y que la profecía de Daniel no se refiere a una venida de Cristo al mundo, sino a su entrada en el lugar Santísimo del Santuario del cielo.

Nunca se ha podido determinar si el ser invisible que se apoderaba de Hiram Edson obedecía orientaciones de Dios o del diablo. Pero teniendo en cuenta que ese método suele usarlo el diablo y no Dios, podemos afirmar que el ser en cuestión no dijo la verdad.

¿De dónde infiere los adventistas que en el cielo hay un santuario? Es posible que lo infieran de algunos pasajes del libro de Apocalipsis, en los que se mencionan el templo y el arca del pacto. Hay que tener presente que las figuras del Apocalipsis tienen carácter simbólico. El templo y el arca son emblemas distintivos del pueblo israelita: el pueblo del pacto. No creemos que el arca del pacto haya sido trasladada al cielo, ni que haya allí un templo semejante al de Jerusalén. Nosotros concebimos el cielo como un santuario.

Suponiendo que hubiese un santuario en el cielo, ¿de dónde sacan los adventistas que tal santuario tuvo necesidad de ser purificado? ¿Quién podría haber profanado el santuario de Dios en el cielo? La profecía de Daniel 8:14 se refiere al templo de Jerusalén, que fue profanado por Antíoco Epífanes cuando dispuso que sobre su altar se sacrificase una puerca. El lugar Santísimo del templo de Jerusalén simbolizaba el cielo, la presencia de Dios. ¿De dónde sacan los adventistas que Jesús no entró en el lugar Santísimo del cielo, en la presencia de Dios, hasta el año 1844 ? Las Sagradas Escrituras nos dice, en Marcos 16:19, y Hebreos 9:24, que Jesús entró en le presencia de Dios el mismo día que ascendió al cielo. Los adventistas son hijos del error de interpretación que cometió Guillermo Miller, y la falsa revelación que dice haber recibido Hiram Edson.

2. PADRES E HIJOS.
Los adventistas son primos hermanos de los testigos de Jehová. Charles T. Russell, fundador de los testigos de Jehová, se consideraba discípulo de Guillermo Miller. El primer grupo organizado por Russell conservaba el nombre de "adventistas". Ambas organizaciones tiene varias cosas en común. Han señalado fechas para la venida de Cristo. Muestran idéntica irresponsabilidad en la interpretación de las Sagradas Escrituras. Piensan que sus respectivas organizaciones están cumpliendo las profecías de Apocalipsis, Daniel, y otros libros. Si diéramos crédito a sus pretensiones, habría que pensar que las profecías se escribieron para que ellos fuesen los ejecutores de su cumplimiento.

3. EL JUICIO DE DIOS.
Los Adventistas enseñan que el juicio de Dios comenzó en 1844. Copiamos de un libro adventista lo siguiente.
"En 1844 Cristo entró en el lugar Santísimo del Santuario Celestial… Aunque no hay pecado en el cielo, se debe realizar una obra de juicio acerca de los registro del pecado. Este juicio en el cielo que empezó en 1844, es un juicio investigador…En este juicio se juzgará primero el cuerno pequeño (la bestia) y las fuerzas que están detrás de él."
Si este juicio existiera en realidad tendríamos que admitir que en la escena el juicio habría un solo personaje: EL JUEZ. Y tendríamos que admitirlo porque, hasta el día de hoy, los adventistas sitúan a todos los muertos en el sepulcro. Y si están en el sepulcro no podrían hacer acto de presencia en ese juicio.

Dicen que el primero en ser juzgado fue el cuerno pequeño. Esto implicaría que lo juzgaron antes de nacer. Y que el juicio comenzó por los impíos. La Biblia enseña que el juicio de los impíos tendrá lugar después del Milenio, al final del tiempo y de la multiplicación de la raza, y que los acusados estarán presente delante del Juez. Apocalipsis 20:11al 15. Afirmar que el juicio comenzó en 1844 constituye un error garrafal como el cometido por Miller.

4. LA BESTIA ROJA.
Los adventistas enseñan que la bestia mencionada en Apocalipsis 13:1 al 8, representa al Papa. Y que la segunda bestia (Apocalipsis 13:11 al 14), llamada el falso profeta (Apocalipsis 19:20), representa a los Estados Unidos. Los testigos de Jehová dicen que el falso profeta representa a los Estados Unidos e Inglaterra.

Las Sagradas Escrituras presentan a la bestia y al falso profeta como símbolo de dos hombres (Apocalipsis 19:20), no de una dinastía o de una nación. El personaje simbolizado por la bestia roja ha de ejercer hegemonía mundial (Apocalipsis 13:7) en la esfera política o civil. El papado ha ejercido poder sobre los reyes de Europa, pero no en función de autoridad civil sino religiosa. El Papa no puede ser el anticristo, porque se considera representante de Cristo. El anticristo será la cabeza de un poder político de ideología atea que tendrá su centro de actividad o gobierno en la tierra de Magog (Ezeq. 38:2), y no en Roma.

5. LA GRAN TRIBULACION.
Los adventistas enseñan que la gran tribulación ya pasó. Dicen:
"El período de la tribulación, que menciona Mateo, se extendió desde el año 538 hasta 1798, período conocido con el nombre de Edad Media, cuando la iglesia estaba unida a los gobiernos y la política. Durante ese tiempo hubo mucha persecución."
Una recta interpretación de la Biblia sitúa la gran tribulación en el futuro, después del arrebatamiento de la iglesia e inmediatamente antes de la venida de Cristo en poder y gloria (Mateo 24:29 al 30)

6. EL ALMA.
La enseñanza adventista acerca del alma es igual que la de testigos de Jehová Dicen que el ser humano, como organismo físico, es un alma. Pero niegan que el ser humano tenga un alma de naturaleza espiritual con capacidad para mantener la noción de ser aparte el cuerpo. Dicen:
"En ninguna parte de la Biblia se usa ese término (alma) para indicar una entidad o personalidad que pueda vivir una existencia inmortal fuera del cuerpo."

Los siguientes pasajes de la Sagrada Escritura demuestran que tenemos un alma que sobrevive a la muerte del cuerpo:

1) Dios ha creado al hombre a Su semejanza. Esta semejanza no pude ser física porque Dios no tiene cuerpo físico (Juan 4:24). El hombre es semejante a Dios porque el creador le ha dotado de una naturaleza espiritual (el alma), además de la naturaleza física.
2) En Eclesiastés 12:7 dice que el polvo vuelve a la tierra…, y el espíritu vuelve a Dios que lo dio.
3) En Mateo 10:28 dice el Señor: "No temáis a los que matan el cuerpo, más al alma no pueden matar." Los que tienen poder y medios para matar el cuerpo no pueden matar el alma. El alma no deja de ser , aunque muera el cuerpo. Y esto quiere decir que el alma sobrevive a la muerte del cuerpo.
4) Los saduceos no creían en la existencia del alma o espíritu (Hechos 23:8). Para ellos Abraham, Isaac y Jacob estaban muertos en la sepultura. Jesucristo les dijo que estaban equivocados, porque la Sagrada Escritura enseña que Abraham, Isaac y Jacob están vivos (Mateo 22:23 al 32).
5) Pablo nos enseña, en II Corintios 5:6 al 8, que mientras estamos en el cuerpo permanecemos ausentes del Señor; pero cuando nos ausentamos del cuerpo vamos a la presencia del Señor. Podemos ausentarnos del cuerpo porque los atributos propios de la personalidad humana son inherentes al alma o espíritu, y no al cuerpo.
6) Pablo nos dice, en II Corintios 12:2 al 7, que, en cierta ocasión fue arrebatado al cielo. Pero podía determinar si fue en el cuerpo o fuera del cuerpo. La cuestión es que pudo haber sido "fuera del cuerpo". Y esto demuestra que tenemos alma.
7) En Filipenses 1:23, el Apóstol nos enseña que cuando el cristiano parte del cuerpo y deja esta vida va a "estar con Cristo", en donde Cristo está, en el cielo. Los que niegan la existencia del alma no están inspirados por Dios.
7. EL INFIERNO.
Las enseñanzas de los adventistas con respecto al infierno son idénticas a los testigos de Jehová. Dicen que la palabra infierno significa sepulcro. Niegan la existencia de un lugar de confinamiento eterno preparado para los demonios y los impíos (Mateo 25:41). Enseñan que al final, los que han muerto en sus pecados, serán resucitados para ser quemados como se quema un montón de leña; y que se habrá acabado, para ellos, la noción de su existencia. Pero esto no armoniza con lo que enseñan las Sagradas Escrituras.

La palabra infierno no significa sepulcro. Infierno se traduce de las palabras seol (en hebreo) y hades (en griego). Ambas tienen el mismo significado: "el receptáculo de los espíritus de los muertos" más allá de esta vida.

1) La palabra Seol aparece siempre en singular. No hay muchos Seoles, hay uno sólo.
2) La palabra Seol se menciona con relación con las almas de lo que han partido de esta vida, y no en relación con el cuerpo.
3) La palabra hebrea para designar el sepulcro o sepultura es Queber.
4) No hay un solo ejemplo bíblico de un alma que haya bajado al Queber o de un cadáver que fuese al Seol. Las Sagradas Escrituras nos enseña que las almas en el Seol están conscientes (Lucas 16:22 al 26). El alma de Jesús fue al Hades mientras su cuerpo estuvo en el Queber (sepulcro). Véase Hechos 2:31, y I Pedro 3:18 al 20.

Jesucristo nos enseña, en Mateo 25:46, que al final, los que mueran sin arrepentimiento y perdón, "irán al castigo eterno". Y los que mueren arrepentidos y perdonados, irán "a la vida eterna". Los adventistas dicen creer en la vida eterna, pero no en el castigo eterno. Si la vida eterna es una existencia sin fin, entonces el castigo eterno también será una existencia sin fin. El Señor empleó la misma palabra para ambos aspectos.
En Marcos 9:43 al 48 encontramos una impresionante referencia al infierno o lugar donde serán confinados todos los que ofenden a Dios y desprecian los beneficios del sacrificio redentor de Jesucristo. En relación con el infierno, dice el Señor que allí el "fuego nunca se apaga, no puede ser apagado". Y Allí, "el gusano de ellos no muere". Nosotros admitimos que estas expresiones tiene carácter o sentido simbólico. El gusano que no muere es símbolo de la conciencia que nunca dejará de ser. Y el fuego puede que sea símbolo del tormento que producirá el remordimiento que ha de embargar a los que han desechado la salvación que el Señor les ofrece en esta vida.

En Apocalipsis 19:20 dice que la bestia y el falso profeta serán lanzados VIVOS dentro de un lago de fuego. Esto será antes del Milenio. La Escritura declara que después del Milenio, la bestia y el falso profeta todavía estarán en el lago de fuego. Y agrega: Allí "serán atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 20:10). Esta expresión indica continuidad sin fin, eterna. Las enseñanzas de la palabra de Dios con respecto al sufrimiento eterno no armoniza con lo que enseñan los adventistas.

8. EL MILENIO.
Los adventistas pretenden ser los únicos que poseen el don, la facultad o el secreto de interpretar las profecías bíblicas. Los adventistas han inventado su propio milenio, que no se parece al Milenio de que nos habla la Biblia. La teoría adventista sobre el Milenio puede resumirse en los siguientes aspectos:

1) Jesucristo vendrá a este mundo.
2) Resucitará a los muertos justos y transformará a los justos que estén vivos y los llevará al cielo.
3) Dará muerte a todos los impíos o inconversos.
4) Dejará la tierra desolada y vacía, sin un ser humano.
5) Condenará a Satanás y sus ángeles caídos a permanecer en este mundo desolado durante mil años.
6) Los justos llevados al cielo reinarán allí con Cristo durante mil años.
El Milenio de los adventistas contempla el reinado de los santos en el cielo, y el de Satán en este mundo desolado y vacío. Los que no tenemos el don adventista de interpretación entendemos el asunto del Milenio de otra manera:

1) Creemos que Cristo bajará del cielo en función de REY DE REYES.
2) Dará muerte al anticristo y a sus aliados (II Tes. 2:8; Ap. 19:19, 20; Ezeq. 39:1 al 20).
3) Prenderá a Satanás y sus huestes demoníacas y los encerrará en el "pozo del abismo" (Ap.9:2, y 20:1 al 3). Este "pozo del abismo" es otro nombre del infierno.
4) Aquel día se cumplirán los siguientes pasajes proféticos: (Daniel 2:34 al 44, y 7:26,27; Ap. 11:15). Entre la destrucción de los reinos de este mundo (en los días del anticristo) y la instauración del reino de Cristo en la tierra no van a transcurrir mil años ni mil minutos, serán acontecimientos simultáneos. Esto es lo que enseñan los pasajes que se refieren a tal acontecimiento.
5) Los siguientes pasajes nos enseñan que Cristo ha de reinar en este mundo sobre las naciones que sobrevivan a la muerte del anticristo y sus huestes (Zac. 14:16 al 21). Dice en Lucas 1:31 al 33 que "Dios le dará el trono de David…,y reinará sobre la casa de Jacob para siempre". El trono de David y la casa de Jacob están en este mundo y no en el cielo. Y en Jer, 23:5 afirma que Dios "levantará a David renuevo justo… y reinará sobre la tierra". En Zac. 14:9 dice que el Señor "será rey sobre la tierra". Y en Ap. 5:10, dice que "reinaremos sobre la tierra", no en el cielo.
6) Los siguientes pasajes se refieren al estado social que ha de imperar en este mundo durante el Milenio: Isa. 2:2 al 4; 9:6,7; 11:1 al 10; Miq. 4:1 al 4; Hab. 2:14; Ap. 2:26, 27. Este mundo va a disfrutar de mil años de paz, orden y bienestar bajo el gobierno del Hijo de Dios.
Los adventistas emplean un sistema que impresiona y confunde a los que no tienen un buen dominio de todo lo que enseña la Biblia. Por ejemplo, citan Jer. 4:27, donde dice que "toda la tierra será desolada". Y, seguidamente lanzan un torrente de citas, mal aplicadas, para dar la impresión que en todos los libros de la Biblia se enseña que la tierra va a quedar desolada y vacía. El pasaje de Jeremías se refiere a la invasión de los caldeos, que tuvo lugar alrededor de seiscientos años antes de Cristo. No hay un solo pasaje en la Biblia que enseñe positivamente, que este mundo va a quedar un día sin un solo ser humano. Jesús dijo a sus contemporáneos que su casa (ciudad o país) iba a quedar "desierta" (Mateo 23:38). Este pasaje se refiere a lo que sucedió el año setenta de la era actual, cuando el general Tito destruyó a Jerusalén, y se llevó cautivos a los sobrevivientes de aquella horrorosa matanza. Si un adventista le cita un cumulo de pasajes en apoyo de una tesis, no se deje confundir: analice los pasajes uno por uno.

9. LA LEY Y LA GRACIA.
La conciencia de los adventistas no se ha liberado del pacto de la ley. Ellos ponen como condición para salvarse que tenemos que creer en Cristo y guardar la ley. Como sucede con todo el que no enseña la verdad, resulta difícil de entender la posición adventista sobre este aspecto. Dicen que el aspecto ritual de la ley fue abolido; pero ellos no comen carne de los animales declarados inmundos por la ley, a pesar de que Dios, bajo el pacto de la gracia, ha declarado limpios todos los animales (Hechos 10:9 al 15; 11:5 al 10; I Corintios 10:25).

En Lucas 16:16nos dice el Señor que "la ley y los profetas eran hasta Juan". En Romanos 6:14 dice que no estamos bajo la ley sino bajo la gracia. En Romanos 10:4 dice que el fin de la ley es Cristo. En Gálatas 3:17 al 25 enseña que el propósito de la ley es hacernos sentir la necesidad de un salvador. La ley nos conduce a Cristo; pero cuando llegamos a Cristo ya no estamos bajo la ley (Gálatas 3:24, 25). Y en Gálatas 3:10 afirma que todos los que se sitúan en la esfera de la ley, están bajo maldición. Y en Gálatas 5:4 dice lo siguiente:

"Quedáis separados de Cristo, vosotros que quisierais ser justificados en virtud de la ley; habéis caído del sistema de la gracia" (V.M.)
La ley y la gracia son sistemas incompatibles. No se pueden unir (Romanos 11:6). Lo uno excluye lo otro.

10. EL DIA DE REPOSO.
Los adventistas enseñan que la bestia simboliza al Papa; que el Papa implantó el domingo como día de reposo. Y que el domingo es la señal de la bestia. La explicación que dan los adventistas con respecto a la implantación del domingo resulta vaga, sinuosa, y, a veces, contradictoria. Les hemos oído decir que el domingo lo implantó el emperador Constantino el año 321 de la era actual. Otros dicen que el domingo lo impuso el Papa. Y tenemos una serie de lecciones apologéticas que cuentan con la aprobación oficial de la organización adventista en la que se reconoce que los cristianos observaban el domingo mucho antes de Constantino y del papado.

En la página 61 de las mencionadas lecciones dice:

"La transición de la observancia del sábado a la observancia del domingo fue un proceso gradual, que empezó poco antes del año 150 D.C. y siguió por casi tres siglos."
Y en la página 66 expresa lo siguiente:
"En el año 155 D:C: Justino Mártir escribió: en el día llamado domingo todos los que viven en las ciudades o en el campo se reúnen en un lugar, y leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas". Y agrega. "La primera ley civil que ordena guardar el domingo, fue expedida en 321 D.C. por el emperador Constantino…Por supuesto, Constantino conocía el día cristiano de reposo, y es posible que con este paso quería ganar el apoyo de la minoría cristiana, que en ese tiempo había crecido en dimensión"
El párrafo anterior constituye una contribución extraordinaria al esclarecimiento de la verdad. Los adventistas reconocen, oficialmente, que cuando Constantino aceptó el cristianismo como su religión el año 312, y el año 321 promulgó un decreto estableciendo el domingo como el día de descanso para todo el imperio. Constantino impuso el domingo a los paganos, no a los cristianos. Los adventistas reconocen este aspecto. Por lo tanto, cuando escuche a un adventista afirmar que el domingo fue impuesto por Constantino o por el Papa, piense una de estas dos cosas: que ese adventista ignora la verdad o que miente deliberadamente.

La realidad es que los cristianos guardamos el domingo desde el día de la resurrección de Cristo. Las iglesias que fundaron los apóstoles tenían sus cultos regulares el primer día de la semana, domingo (Hechos 20:7; I Corintios 16:2; Ap. 1:10). El día del Señor, en Apocalipsis 1:10 es el domingo. La versión católica de Torres Amat traduce "domingo". Y los comentaristas dicen que la palabra del griego de la que se traduce el día del Señor, tiene una connotación que indica que es el domingo. Se conservan escritos de fines del siglo primero, y de ahí en adelante, se afirman que los cristianos observan el domingo como día de reposo en conmemoración de la resurrección de Cristo.

11. HABILES PESCADORES.
Tenemos que reconocer que los adventistas actúan como hábiles pescadores. Tienen un programa de radio en el que tratan temas de actualidad y de interés general. No suelen tocar aspectos que choquen con lo que enseñan y creen otras denominaciones. La mayoría de los oyentes, ni siquiera saben que el programa es adventista. El que escucha el programa se forma un buen concepto de la organización que lo sostiene. En términos generales, diríamos que el ropaje del programa es como la carnada del pescador, que tiene el deliberado propósito de ocultar el anzuelo que lleva dentro. El fin que persigue es atraer oyentes a la esfera del adventismo. La cara del programa es atractiva. Para conocer la otra cara del adventismo hay que ir a un templo adventista, donde exponen lo que creen, sin disfraz.

12. SU GRAN PROFETISA.
Leímos un libro de 261 páginas titulado: Ellen G. White Profeta del Destino, escrito por René Noorbergen. Todo lo que vamos a exponer en relación con Ellen White lo tomamos de este libro.

Ellen White se unió al movimiento de Guillermo Miller en 1844. Al eclipsarse la figura de Miller como resultado del fracaso de su predicción, Ellen White tomó el lugar de Miller. De allí en adelante la nueva profetisa fue para el adventismo lo que fue Moisés para el pueblo israelita: profetisa, mediadora, legisladora, gobernadora, y orientadora. Si diésemos crédito a sus declaraciones tendríamos que admitir que fue más grande que Moisés.

Hay una gran similitud entre las pretensiones de Ellen White y las de José Smith, creador y legislador de los mormones. Smith dice que hablaba frecuentemente con Dios, con Jesucristo, con ángeles, apóstoles y profetas.

El presidente de los Estados Unidos tiene un consejero que le orienta en las cuestiones internacionales. Ellen White dice que tenía un ángel que le acompañó constantemente por espacio de setenta años, subiéndola y bajándola, llevándola y trayéndola. Dice ella:

"El ángel mensajero permanece junto a mí para instruirme en las visiones de la noche, en la misma forma como permanece a mi lado durante las visiones del día" (pág. 95)
Ellen White dice haber tenido su primera revelación profética a los 17 años. Desde entonces, en el transcurso de 70 años, dice su biógrafo que tuvo "más de dos mil visiones y sueños proféticos" (pág. 11). Pretende haber recibido revelaciones directas acerca de los grandes acontecimientos históricos y proféticos. En solamente 18 páginas de biografía aparecen 66 veces las palabras "visión" y "visiones". A veces era "llevada ante la presencia del Ser Supremo" (pág. 148). Otras veces recibía sus revelaciones "en estado de trance" (pág. 83).

Hablando de una de sus frecuentes visitas al cielo, dijo:
"Vi un trono, y sobre él se sentaba el Padre y el Hijo…No pude contemplar la persona del Padre, pies le cubría una nube de luz. Pregunté a Jesús si su Padre tenía forma como él. Dijo que la tenía" (pág. 219)
Atribuye la causa de la caída de Satanás a los celos. Dice que ante la presencia de Dios, Cristo ocupaba el primer lugar, y que a Satanás se le concedió el segundo lugar, por lo que "Satanás sintió celos de Jesús" (pág. 141). Al darse cuenta de las consecuencias de su rebelión, "pidió una entrevista con Cristo" y le dijo que estaba arrepentido, y que deseaba que intercediese por él. Al contestar Dios el Padre que no había perdón para Satanás, "Cristo lloró" (pág. 150).

Hablando de una de sus frecuentes visitas al cielo, dice Ellen White:
"Se me mostró a Satanás tal como había sido antes: un ángel excelso y feliz. Después me fue mostrado tal como es ahora. Todavía tiene una regia figura…Sus ojos, astutos y sagaces, denotan profunda penetración. Su cuerpo es grande, pero sus carnes le colgaban flácidas en la cara u las manos. Cuando lo vi, tenía apoyada la barbilla en la mano izquierda" pág. 156).
Ellen White nos dice que en el cielo hay un templo idéntico al que edificó Salomón en Jerusalén. En una de sus visitas le permitieron entrar al Lugar Santísimo, donde vio el arca y "las tablas de piedra con los Diez Mandamientos". Lo que más le llamó la atención fue "ver que el cuarto mandamiento estaba rodeado de una aureola de gloria y brillaba en él una luz mucho más viva que la de los otros nueve" (pág. 223).

Ellen White fue invitada a presenciar un concilio en el que Satanás y sus ángeles planearon su estrategia contra Dios y la humanidad (pág. 150). Y después presenció otro concilio en el que Dios y sus ángeles planearon la estrategia para defender a la humanidad (pág. 151).

Breve análisis de los párrafos anteriores:
1) Para Ellen White el subir al cielo y bajar a la tierra era como para nosotros el pasar del comedor a la sala. Esto no ha sucedido jamás con ningún otro ser humano. No hay nada en las Sagradas Escrituras que nos brinde fundamento para dar crédito a tal pretensión. No creemos que haya veracidad en esas pretendidas visitas al cielo.
2) Ellen White nos dice que fue conducida, en varias ocasiones, a la presencia del Ser Supremo. Tal pretensión entraña falta de respeto a Dios, a sus enseñanzas, y a la verdad.
3) Creemos que Jesús ascendió al cielo en cuerpo y alma. Ellen White dice que, en una de sus visitas al cielo, preguntó a Jesús si su Padre tenía forma como él. Y afirma que Jesús le contestó que sí. Si Ellen White hiciera caso a lo que enseñan las Sagradas Escrituras no formularía la pregunta que hizo (Juan 4:24). Y Jesús no le pudo haber dicho que el Padre tiene un cuerpo como él lo tiene desde su encarnación.
4) Ellen White dice que Jesús lloró al saber que su Padre no perdonaría a Satanás. Quisiéramos preguntarle si ella creía en la divinidad de Cristo. El Hijo y el Padre siempre han pensado lo mismo. Y no puede haber conflicto de sentimiento entre ellos.
5) Ellen White describe a Satanás como un ser dotado de un cuerpo semejante al de los seres humanos. El apóstol Pablo nos presenta a Satán como un ser de naturaleza espiritual (Efesios 2:2). Y a los ángeles caídos como "huestes espirituales" (Efesios 6:12). Las revelaciones que dice haber recibido Ellen White no concuerdan con las que Dios concedió a los Apóstoles y a los Profetas.
6) Ellen White nos dice que en el cielo hay un templo idéntico al que hubo en Jerusalén: con altares, divisiones y utensilios. Quizá sea por esto que los adventistas pretenden mantener vigente el pacto de la Ley. El templo de Jerusalén era un símbolo del cielo. Sus altares simbolizaban la cruz. Sus utensilios a Cristo. Aquel templo perdió su razón de ser desde el día que Cristo murió en la cruz (Mateo 27:51). Bajo la actual dispensación de la gracia, el templo de Dios somos todos los redimidos por la sangre de Cristo (I Corintios 3:17; Efesios 2:20 al 22; I Pedro 2:4, 5). Si a Ellen White le han hecho creer que el templo de Jerusalén está en el cielo, la han engañado miserablemente. Aquel fue el templo de un pacto que ha caducado (Hebreos 8:13)
7) Ellen White dice que vio, en el cielo, el arca del pacto y las tablas de la ley con los Diez Mandamientos. Y afirma que el cuarto mandamiento estaba circundado por una aureola de luz y gloria. Cristo nos dice que el mandamiento más grande y destacado es el primero (Mateo 22:35 al 38). Pero a Ellen White le han enseñado otra cosa. El ángel instructor de esta profetisa debía ser adventista o demoníaco. Tengamos presente que Ellen White caía frecuentemente en trance, y que en tal estado recibió sus revelaciones.
8) Ellen White leía la Biblia, pero si biógrafo, Noorbergen, confiesa que "ella dependía de sus propias visiones" (pág. 14). Dice haber recibido más de dos mil visiones y sueños proféticos (pág. 11). De acuerdo con las Sagradas Escrituras, al evangelio no se le puede agregar nada (Gálatas 1:6 al 8). Y a la profecía tampoco se le puede añadir (Apocalipsis 22: 18, 19). Si el mismo Señor nos advierte que no esperemos nuevas revelaciones porque con el libro de Apocalipsis se ha completado y cerrado el ciclo de las revelaciones de Dios a la humanidad, ¿de dónde proceden esas dos mil revelaciones que Ellen White dice haber recibido? Todas las revelaciones extrabíblicas atribuidas a Dios llevan el sello de su falsedad y engaño.

Hasta el presente la denominación adventista se solidariza con todo lo que dijo y enseñó su profetisa y legisladora Ellen White.


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