Religion y ciencia

5 Enero 2001
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Estimados:

en verdad existen muchos temores entre muchos religiosos al percatarse que la ciencia cada dia les quita sustento a creencias religiosas. Como quisiera quitarles el miedo de contrastar sus ideas religiosas para poder purificarlas de mitos y superticiones. No me malinterpreten cuando les hablo, en verdad asi como aprendemos a caminar, asi debemos aprender a limpiar nuestras creencias religiosas.

Es mas, estoy cierto que la religion como concepto mundial debe evolucionar hoy en dia a pasos agigantados para alcanzar y estabilizar nuestra ciencia, filosofia, e incluso darle buen cauce a nuestra tecnologia. Al respecto y para meditar, e incluso para evitar dcir que la ciencia es contraria a nuestra fe:

La ciencia está sostenida por la razón, la religión por la fe. La fe, aunque no esté basada en la razón, es razonable; aunque independiente de la lógica, está sin embargo alentada por una lógica sólida. La fe no puede ser alimentada ni siquiera por una filosofía ideal; en efecto es, con la ciencia, la fuente misma de dicha filosofía. La fe, el discernimiento religioso humano, tan sólo puede ser instruida en forma segura por la revelación, puede ser seguramente elevada tan sólo por la experiencia mortal personal con la presencia espiritual de Dios que es espíritu.

La verdadera salvación es la técnica de la evolución divina de la mente mortal desde la identificación con la materia, a través de los dominios del vínculo morontial, al elevado estado universal de la correlación espiritual. Así como el instinto intuitivo material precede a la aparición del conocimiento razonado en la evolución terrestre, también la manifestación del discernimiento intuitivo espiritual presagia la aparición posterior de la razón y experiencia del alma y de espiritu en el programa excelso de la evolución celestial, el asunto de transmutar los potenciales del hombre temporal en la actualidad y divinidad del hombre eterno, en el Paraíso.


La unión de la actitud científica y el discernimiento religioso por la mediación de la filosofía experiencial es parte de la experiencia del hombre en su ascención al Paraíso. Las aproximaciones de las matemáticas y las certezas del discernimiento siempre requerirán la función armonizadora de lógica mental en todos los niveles de la experiencia antes del logro máximo de Dios.
Pero la lógica jamás podrá conseguir armonizar los hallazgos de la ciencia y los discernimientos de la religión a menos que tanto el aspecto científico como el religioso de una personalidad estén dominados por la verdad, sinceramente deseosos de seguir la verdad adondequiera que los conduzca sin preocuparse por las conclusiones que puedan derivar.

La lógica es la técnica de la filosofía, su método de expresión. Dentro del dominio de la verdadera ciencia, la razón puede responder siempre a la lógica genuina; dentro del dominio de la verdadera religión, la fe es siempre lógica desde la base del punto de vista interior, aunque dicha fe pueda parecer sin fundamentos desde el punto de vista interior del planteamiento científico. Desde afuera, mirando hacia adentro, el universo podrá parecer material; desde adentro, mirando hacia afuera, el mismo universo parece totalmente espiritual. La razón nace de la conciencia material, la fe de la conciencia espiritual, pero por la mediación de una filosofía fortalecida por la revelación, la lógica puede confirmar tanto la visión interior como la exterior, realizando de esta manera la estabilización tanto de la ciencia como de la religión. Así, mediante el contacto común con la lógica de la filosofía, tanto la ciencia como la religión se volverán cada vez más tolerantes cada una de la otra, y cada vez menos escépticas.

Lo que tanto la ciencia en desarrollo como la religión necesitan es una mirada más penetrante y una autocrítica sin miedo, una mayor conciencia de la condición incompleta del estado evolucionario. Los maestros tanto de la ciencia como de la religión frecuentemente muestran demasiada autoconfianza y son excesivamente dogmáticos. La ciencia y la religión tan sólo pueden ser autocríticas de sus hechos. En cuanto uno se aleja de la etapa de los hechos, la razón abdica o bien degenera rápidamente en un consorte de lógica falsa.

La verdad —una comprensión de las relaciones cósmicas, de los hechos del universo, y los valores espirituales— puede ser alcanzada mejor a través del ministerio del Espíritu y puede ser criticada mejor por la revelación. Pero la revelación no origina ni una ciencia ni una religión; su función consiste en coordinar tanto la ciencia como la religión con la verdad de la realidad. Siempre, en ausencia de revelación o ante su incapacidad de aceptarla o entenderla, el hombre mortal ha recurrido a su fútil gesto de la metafísica, siendo ésa el único sustituto humano de la revelación de la verdad

La ciencia del mundo material permite al hombre controlar, y hasta cierto punto dominar, su ambiente físico. La religión de la experiencia espiritual es la fuente del impulso a la fraternidad que permite a los hombres convivir en las complejidades de la civilización de una era científica. La metafísica, pero más certeramente la revelación, permite un punto de encuentro común para los descubrimientos de la ciencia y de la religión y hace posible el intento humano de correlacionar lógicamente estos dominios separados pero interdependientes del pensamiento en una filosofía bien equilibrada de estabilidad científica y certeza religiosa.

En el estado mortal, nada puede ser probado en forma absoluta; tanto la ciencia como la religión se basan en suposiciones. En el nivel espiritual de estado máximo la necesidad de prueba finita se desvanece gradualmente ante la experiencia real de la realidad y con la misma; pero aun entonces existe mucho, más allá de lo finito, que queda sin comprobar.

Todas las divisiones del pensamiento humano se basan en ciertas suposiciones que se aceptan, aunque no estén comprobadas, mediante una sensibilidad constitutiva a la realidad de la dotación mental del hombre. La ciencia inicia su carrera de razonamiento suponiendo la realidad de tres cosas: la materia, el movimiento y la vida. La religión inicia su carrera con la suposición de la validez de tres cosas: la mente, el espíritu y el universo —el Ser Supremo.

La ciencia se vuelve el dominio del pensamiento de las matemáticas, de la energía y de lo material del tiempo en el espacio. La religión intenta tratar no sólo con el espíritu finito y temporal sino también con el espíritu de la eternidad y de la supremacía.

La razón es el acto de reconocer las conclusiones de la conciencia en cuanto a la experiencia en el mundo físico de energía y materia y con ese mismo mundo. La fe es el acto de reconocer la validez de la conciencia espiritual —algo que no admite otra prueba mortal. La lógica es la progresión sintética de la búsqueda de la verdad de la unidad de la fe y la razón y está fundada en las dotes constitutivas de la mente de los seres mortales, el reconocimiento innato de cosas, significados y valores.

Existe una verdadera prueba de realidad espiritual en la presencia del Espiritu en el Hombre, pero la validez de esta presencia no es demostrable al mundo exterior sino sólo al que así experimenta la residencia de Dios. La conciencia del Espiritus se basa en la recepción intelectual de la verdad, la percepción supermental de la bondad, y la motivación de la personalidad al amor.

La ciencia descubre el mundo material, la religión lo evalúa, y la filosofía intenta interpretar sus significados mientras coordina el punto de vista material científico con el concepto religioso espiritual. Pero la historia es el dominio en el que la ciencia y la religión tal vez no lleguen nunca a concordar totalmente.

Saludos

Anibal-LU
 
Anibal LU, me parece buena su intención de aclarar a que se dedica la ciencia y a que se dedica la religión, es importante comprender que las dos son distintas pero complementarias para el individuo, mientras la religión eleva el alma hacia Dios, la ciencia ayuda a superar las supersticiones de los malos entendidos del universo y sus manifestaciones.

Le quiero comentar tambien, que no tome el texto tal y como aparece en el LU, pues es muy complejo su contenido, es mejor comentarlo con nuestras propias palabras.

Ofecus.
 
Anibal y Ofecus :

¿ qué es el libro "LU" al cual se refieren ?