Re: Reforma Pro Salud (¿Dios?)
“Entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo:
¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Respondiendo Jesús, les dijo:
A la verdad Elías viene primero, y restaurará todas las cosas. Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron: así también el Hijo del hombre padecerá de ellos. Entonces los discípulos comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista." - Mateo 17:10-13.
“¿Cuál es nuestra obra?
La misma que se le dio a Juan el Bautista, de quien leemos: “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado. Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas.””
“Nuestra obra de anunciar el segundo advenimiento de Cristo es similar a la de Juan el Bautista, el precursor de Cristo en su primer advenimiento. Debemos proclamar al mundo el mensaje: “Cercano está el gran día de Jehová” [Sof. 1:14]
“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” [Amós 4:12] Debemos hacer más de lo que hemos hecho hasta ahora.”
Juan el Bautista avanzó con el espíritu y el poder de Elías para aparejar el camino del Señor, y encaminar a los hombres por el sendero de la sabiduría de los justos. Fue un prototipo de los que vivirán en los últimos días con el cometido divino de proclamar a la gente las verdades sagradas, con el fin de preparar el camino para la segunda venida de Cristo...
“El profeta Malaquías declara: “¡He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los hijos hacia los padres!” (Malaquías 4:5-6). Aquí el profeta describe el carácter del trabajo que se debe realizar. Los que lleven a cabo la obra de preparar el camino para la segunda venida de Cristo, están representados por el fiel Elías, del mismo modo como Juan vino con el espíritu de Elías para preparar el camino del primer advenimiento de Cristo. El gran tema de la reforma debe presentarse ante el mundo y las mentes del público deben ser impresionadas. El mensaje debe caracterizarse por la práctica de la temperancia en todas las cosas, para que el pueblo de Dios se vuelva de su idolatría, de su glotonería y de su extravagancia en el vestir y en otros asuntos. La abnegación, la humildad y la temperancia de que Dios requiere de los justos a quienes dirige y bendice de manera especial, deben ser presentadas a las gentes en contraste con los hábitos extravagantes y destructivos de quienes viven en esta época depravada. Dios nos ha mostrado que la reforma de la salud está conectada tan estrechamente con el mensaje del tercer ángel como lo está la mano con el cuerpo.
Los mensajeros de Dios que tienen el último mensaje de advertencia para ser llevado al mundo deben preparar el camino para la segunda venida de Cristo, así como Juan preparó el camino para su primera venida. En esta obra preparatoria, “todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos serán allanados;” porque esta historia se repetirá, y una vez más “se manifestará la gloria de Jevová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.”
En esta época precisamente antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo, Dios necesita hombres que preparen un pueblo para que esté en pie en el gran día del Señor...Obsérvese el cuadro que presenta el mundo de hoy. La deshonestidad, el fraude y el derramamiento de sangre están en cada lugar. A las viudas y huérfanos a menudo se les roba todo. El teatro, las carreras de caballos y las diversiones objetables de todo tipo comprometen la atención de las multitudes.
En muchas iglesias los pecados se han vuelto de moda. Estos se han coloreado y excusado. Se les ha extendido la mano de feligresía a cada hombre que trae falsas teorías y sentimientos. Los principios correctos ya no son abrazados. Las conciencias se han vuelto insensibles a los consejos y reproches que se han dado.
No se les ha prestado atención a los mensajes de llamado al arrepentimiento.
En este tiempo de apostasía casi universal, Dios exige que sus mensajeros proclamen la ley con el espíritu y el poder de Elías. Así como Juan el Bautista, al preparar un pueblo para el primer advenimiento de Cristo, llamó su atención a los Diez Mandamientos, así debemos dar el mensaje nítidamente: “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado.” Debemos esforzarnos para preparar el camino para el segundo advenimiento de Cristo, con el mismo fervor que caracterizó a Elías el profeta y a Juan el Bautista.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.