Dijo Einstein que “Dios no juega a los dados con el universo”. Con esta famosa frase, el científico parecía dejar bien claro que las leyes físicas no dejan lugar para el azar, para la improvisación, que todo responde a la causalidad y no a la casualidad. Sin embargo, en nuestro día a día experimentamos algo que a todos nos resulta familiar: el accidente, lo inesperado, lo imprevisto, lo impredecible... Decimos que “tenemos golpes de suerte”, que tenemos “golpes de mala suerte”...
Siempre me apasionó el concepto y el alcance del azar en la vida y en el universo. Desde mi postura atea que descarta a los dioses como directores de la orquesta cósmica, siempre he tenido una percepción clara de que el azar juega un papel importante, yo diría que determinante. Al mismo tiempo siempre he observado que la palabra “azar” supone un cierto tabú para la gente religiosa, que genera incomodidad y cierto rechazo. Es por ello que tras varios meses de participación en este foro yo quisiera hacer una serie de preguntas a todos los foristas acerca de su concepción y percepción de lo azaroso, de lo meramente casual. Algunas pueden parecer peguntas elementales, pero no lo son. Como por ejemplo la primera:
1) ¿Qué es el azar? ¿Existe el azar?
Si sólo actuaran leyes físicas (determinismo), el ser humano no parece que pudiera ser libre. Desde el punto de vista científico, se considera que las leyes de la física cuántica podrían introducir un cierto azar en el universo, aunque todavía no se puede establecer un balance respecto al alcance de esa indeterminación. Desde el punto de vista teológico, por otro lado, intuyo que el “alma” (supuestamente no-material) podría jugar un papel decisivo y romper esta atadura determinista, en lo que se conoce como “libre albedrío”. Me gustaría saber cómo interpreta un cristiano el libre albedrío, en relación al azar. Podríamos decir que un ser humano en pleno uso de su libre albedrío incorporaría un cierto azar en el universo, dado que sus acciones y sus decisiones no serían fruto solamente de unas leyes calculables y predecibles, sinó algo realmente imprevisible, quizás no para un dios pero sí para otro ser humano y para el universo mismo. Así pues, mi segunda pregunta es:
2) ¿Contradice el libre albedrío al determinismo de las leyes físicas a las que hacía mención Einstein? ¿Cómo podrían convivir?
Por otro lado, observando el mundo en que vivimos podemos contemplar infinidad de procesos en que claramente parece reinar el azar, y en donde es muy difícil poder asumir que un dios esté controlando cada minúsculo evento. Sería el caso de una lluvia, donde millones de gotas caen en lugares y en momentos “aparentemente” aleatorios, o una tormenta de arena donde billones de minúsculas partículas son transportadas a enormes distancias hasta destinos “aparentemente” aleatorios. Este verano, sin ir mas lejos, desde mis vacaciones en la playa tuve ocasión de meditar ante las olas del mar. Cada pequeña cresta de agua, cada ola, cada curva de agua en la arena... millones y millones cada día y todas distintas.. ¿Está todo prefijado desde el principio? ¿Podría un dios preverlo todo para que 15.000 años después del Big Bang un granito de arena llevado por la brisa marina impactara en mi ojo (por ejemplo) y me provocara un "accidente" que cambiara mi vida? ¿O ese dios no se preocupa de tales nimiedades? De estas reflexiones extraigo mi tercera pregunta:
3) ¿Dejaría un dios algo al azar?
Espero animaros a reflexionar sobre ello. Me encantará conocer las opiniones especialmente desde el punto de vista teísta cristiano, aunque por supuesto serán igualmente bienvenidas las opiniones de los no creyentes. Eso sí, os pido por favor opiniones personales, no citas bíblicas. O de tratarse de citas bíblicas que vayan acompañadas de la correspondiente interpretación personal, que no deba ser yo quien interprete pues ya me perdonaréis pero me considero incapaz.
Grácias a todos.
Salud.
Siempre me apasionó el concepto y el alcance del azar en la vida y en el universo. Desde mi postura atea que descarta a los dioses como directores de la orquesta cósmica, siempre he tenido una percepción clara de que el azar juega un papel importante, yo diría que determinante. Al mismo tiempo siempre he observado que la palabra “azar” supone un cierto tabú para la gente religiosa, que genera incomodidad y cierto rechazo. Es por ello que tras varios meses de participación en este foro yo quisiera hacer una serie de preguntas a todos los foristas acerca de su concepción y percepción de lo azaroso, de lo meramente casual. Algunas pueden parecer peguntas elementales, pero no lo son. Como por ejemplo la primera:
1) ¿Qué es el azar? ¿Existe el azar?
Si sólo actuaran leyes físicas (determinismo), el ser humano no parece que pudiera ser libre. Desde el punto de vista científico, se considera que las leyes de la física cuántica podrían introducir un cierto azar en el universo, aunque todavía no se puede establecer un balance respecto al alcance de esa indeterminación. Desde el punto de vista teológico, por otro lado, intuyo que el “alma” (supuestamente no-material) podría jugar un papel decisivo y romper esta atadura determinista, en lo que se conoce como “libre albedrío”. Me gustaría saber cómo interpreta un cristiano el libre albedrío, en relación al azar. Podríamos decir que un ser humano en pleno uso de su libre albedrío incorporaría un cierto azar en el universo, dado que sus acciones y sus decisiones no serían fruto solamente de unas leyes calculables y predecibles, sinó algo realmente imprevisible, quizás no para un dios pero sí para otro ser humano y para el universo mismo. Así pues, mi segunda pregunta es:
2) ¿Contradice el libre albedrío al determinismo de las leyes físicas a las que hacía mención Einstein? ¿Cómo podrían convivir?
Por otro lado, observando el mundo en que vivimos podemos contemplar infinidad de procesos en que claramente parece reinar el azar, y en donde es muy difícil poder asumir que un dios esté controlando cada minúsculo evento. Sería el caso de una lluvia, donde millones de gotas caen en lugares y en momentos “aparentemente” aleatorios, o una tormenta de arena donde billones de minúsculas partículas son transportadas a enormes distancias hasta destinos “aparentemente” aleatorios. Este verano, sin ir mas lejos, desde mis vacaciones en la playa tuve ocasión de meditar ante las olas del mar. Cada pequeña cresta de agua, cada ola, cada curva de agua en la arena... millones y millones cada día y todas distintas.. ¿Está todo prefijado desde el principio? ¿Podría un dios preverlo todo para que 15.000 años después del Big Bang un granito de arena llevado por la brisa marina impactara en mi ojo (por ejemplo) y me provocara un "accidente" que cambiara mi vida? ¿O ese dios no se preocupa de tales nimiedades? De estas reflexiones extraigo mi tercera pregunta:
3) ¿Dejaría un dios algo al azar?
Espero animaros a reflexionar sobre ello. Me encantará conocer las opiniones especialmente desde el punto de vista teísta cristiano, aunque por supuesto serán igualmente bienvenidas las opiniones de los no creyentes. Eso sí, os pido por favor opiniones personales, no citas bíblicas. O de tratarse de citas bíblicas que vayan acompañadas de la correspondiente interpretación personal, que no deba ser yo quien interprete pues ya me perdonaréis pero me considero incapaz.
Grácias a todos.
Salud.