La naturaleza del Mesias para los judios (ChatGPT informa):
Para los judíos, el Mesías (o "Mashíaj" en hebreo) no es considerado Dios encarnado, como lo es en el cristianismo con la figura de Jesús. En la tradición judía, el Mesías es visto como un líder humano, un descendiente del rey David, que será ungido por Dios para traer la paz, restaurar el reino de Israel y cumplir con las promesas hechas a los patriarcas en la Biblia hebrea.
El Mesías en el judaísmo es esperado como un ser humano, no como una figura divina. Los judíos creen que el Mesías será una figura que guiará al pueblo de Israel hacia una era de prosperidad y justicia, en la que se establecerá una paz duradera y el Templo de Jerusalén será reconstruido. Por lo tanto, aunque el Mesías tiene una misión trascendental en la historia de Israel, no es considerado Dios ni una manifestación divina.
La visión del Mesías en el judaísmo difiere significativamente de la del cristianismo, que ve a Jesús no solo como el Mesías, sino también como el Hijo de Dios y una parte de la Trinidad.
Moisés es una figura central en la tradición judía, pero su papel es muy diferente al del Mesías esperado en el futuro. Moisés fue un líder y profeta clave en la historia de Israel, ya que liberó al pueblo de la esclavitud en Egipto y los guió hacia la Tierra Prometida. Además, recibió la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia hebrea) en el monte Sinaí, lo cual es un acto fundamental para la identidad y la fe judía. Sin embargo, Moisés no es considerado el Mesías.
La misión de Moisés fue de liberación y revelación, y en ese sentido, cumplió un papel fundamental en la historia del pueblo judío, pero no se considera que haya completado las tareas que se asocian con el Mesías según las escrituras judías. El Mesías, como se entiende en el judaísmo, es esperado como una figura futura que cumplirá con ciertas profecías, como la restauración del Reino de Israel, el regreso del pueblo judío a su tierra, la paz mundial, y la reconstrucción del Templo de Jerusalén.
Por lo tanto, aunque Moisés fue un líder excepcional y esencial para la formación de la identidad judía, su rol no es el mismo que el del Mesías en la tradición judía. La expectativa del Mesías sigue siendo una esperanza para el futuro, no algo que ya se haya cumplido con Moisés.
En los tiempos de Jesús, la mayoría de los judíos no esperaban un Mesías que fuera Dios encarnado, como lo entiende el cristianismo. Aunque existían diversas interpretaciones y expectativas sobre el Mesías dentro del judaísmo de esa época, el concepto general era más cercano a un líder humano, descendiente del rey David, que cumpliría ciertas profecías relacionadas con la restauración del reino de Israel y la instauración de una era de paz y justicia.
Algunos aspectos importantes sobre la expectativa del Mesías en tiempos de Jesús son:
- Líder Político y Militar: Muchos judíos esperaban al Mesías como un líder que liberaría a Israel de la opresión romana y restauraría el reino terrenal de Israel, de forma similar a cómo David había gobernado en su tiempo. Este Mesías sería una figura que establecería una dinastía en la línea de David y reinaría sobre un Israel independiente.
- Figura Divina No Común: Aunque no esperaban que el Mesías fuera una encarnación divina como en el cristianismo, algunas corrientes del judaísmo de la época hablaban de un "hijo de Dios" en un sentido especial, pero no necesariamente como una manifestación de Dios mismo. Por ejemplo, algunos grupos como los esenios creían que el Mesías sería una figura dotada de un poder especial por Dios.
- Expectativas de Paz y Justicia: El Mesías sería visto como alguien que traería la paz, restauraría la justicia y sanaría al pueblo de Israel, pero esto no implicaba que fuera un ser divino. Más bien, su papel era traer el cumplimiento de las promesas que Dios había hecho al pueblo de Israel.
En el contexto del cristianismo, la figura de Jesús como el Mesías es vista como un cumplimiento de estas expectativas, pero de una manera espiritual y trascendental, ya que Jesús no cumplió con las expectativas de un líder político o militar que restaurara Israel en términos materiales. Los cristianos creen que Jesús es Dios encarnado, una creencia que no era común entre los judíos de esa época. La idea de un Mesías divino era algo novedoso dentro del cristianismo, mientras que en el judaísmo del primer siglo, el Mesías se esperaba más como un salvador humano, aunque con un rol de gran importancia.