¿Quienes somos los Jesuitas?

¿Quienes somos los Jesuitas?

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Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

dime claramente y excatamente si puede ser --- donde esta el punto que hizo que eso no es aceptable dado los tres puntos en tu escrito arriba

5. Según la doctrina católica, sólo la Iglesia puede juzgar con la autoridad de Cristo acerca del verdadero sentido de las Sagradas Escrituras.
X Verdadero Falso

Sólo el Magisterio supremo de la Iglesia tiene el don divino de la infalibilidad, que se manifiesta cuando el Papa o un Concilio Ecuménico aprobado por el Papa definen solemnemente un dogma de fe. La Iglesia Católica rechaza la doctrina protestante del "libre examen", según la cual cada cristiano individual puede interpretar auténticamente la Sagrada Escritura sin referirse a la Sagrada Tradición ni al Magisterio de la Iglesia.
En la teología de la Iglesia católica romana, la infalibilidad pontificia constituye un dogma, según el cual el Papa está preservado de cometer un error cuando él promulga, a la Iglesia, una enseñanza dogmática en temas de fe y moral bajo el rango de «solemne definición pontificia» o declaración ex cathedra. Como toda verdad de fe, ninguna discusión se permite dentro de la Iglesia católica y se debe acatar y obedecer incondicionalmente.
Esta doctrina es una definición dogmática establecida en el Concilio Vaticano I de 1870.
La constitución dogmática Lumen Gentium del último Concilio Ecuménico celebrado por la Iglesia, Vaticano II, ratifica esta doctrina, para dejar en claro la definición de la infalibilidad papal, en su párrafo 18:
Este santo Concilio, siguiendo las huellas del Vaticano I, enseña y declara a una con él que Jesucristo, eterno pastor, edificó la santa Iglesia enviando a sus apóstoles como él mismo había sido enviado por el Padre (cf. Jn., 20,21), y quiso que los sucesores de estos, los obispos, hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia. Pero para que el episcopado mismo fuese uno solo e indiviso, estableció al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro, y puso en él el principio visible y perpetuo fundamento de la unidad de la fe y de comunión. Esta doctrina de la institución perpetuidad, fuerza y razón de ser del sacro primado del romano pontífice y de su magisterio infalible, el santo concilio la propone nuevamente como objeto firme de fe a todos los fieles y, prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los obispos, sucesores de los apóstoles, los cuales junto con el sucesor de Pedro, vicario de Cristo y cabeza visible de toda la Iglesia, rigen la casa de Dios vivo.
Fundamento escritural
La doctrina católica sostiene que Jesús estableció su Iglesia fundamentándola en la persona de Simón Pedro (y, por consiguiente, de sus sucesores los papas), diciéndole «lo que ates en la Tierra quedará atado en los Cielos, y lo que desates en la Tierra quedará desatado en los Cielos» (por tanto, dándole potestad suprema), y a quien encargó la misión de «apacentar a sus ovejas» y «confirmar a sus hermanos» en la fe; además prometió que enviaría el Espíritu Santo para que gobernase la Iglesia y la iluminara con la verdad, y que Él mismo permanecería con ella hasta el fin de los tiempos.
La conjunción de estas promesas son tomadas por la Iglesia católica como fundamento de la doctrina de la infalibilidad, al entender que Jesús prometió una asistencia real y permanente a la Iglesia, por sí y por el Espíritu Santo, y especialmente a la persona a la que encargó confirmar en la fe al resto de los cristianos: el papa.
De este modo la Iglesia entiende que es preciso que Dios preserve a la Iglesia, y al papa que es su Cabeza Suprema, de cometer error en materia de fe o de moral, a fin de que pueda guiar correctamente a los pastores y los fieles y de que todos tengan seguridad de que la doctrina enseñada por ella es cierta.
CITAS BÍBLICAS EN LAS QUE SE BASA LA INFALIBILIDAD
La teología católica se basa en varios pasajes bíblicos que indicarían la existencia del dogma teológico sobre su infalibilidad, incluyendo:
• Jn 1:42; Mc 3:16 («Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: “Tú eres Simón, el hijo de Juan. Te llamarás Cefas”, que quiere decir ‘piedra’».).
• Mt 16:18 («Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella»; cf. Mt 7:24-28, «edificó su casa sobre roca»).
• Jn 16:13 («Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa»).
• Jn 14:26 («Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, se los enseñará todo y les recordará todo lo que yo les he dicho»).
• Jn 21:15-17 («Dice Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”. Le dice él: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Le dice Jesús: “Apacienta mis corderos”». Jesucristo repite esto tres veces).
• Lc 10:16 («Quien a ustedes escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado»).
• Lc 22:31-32 («¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos»).
• 1 Tim 3:15 («Pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad»).
• 1 Jn 2:27 («Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas ―y es verdadera y no mentirosa― según os enseñó, permaneced en él»).
• Hechos 15:28 («El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponeros más cargas que estas indispensables»; en este caso los discípulos de Jesús hablan como si hubieran decidido con el Espíritu Santo).
• Mt 10:2 («Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro»; Pedro es primero).
• Mt 28:20 («Y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo»).
• Ludwig Ott señala que en las Escrituras a Pedro se le ha dado un puesto de mayor importancia que a los demás apóstoles, y siempre se le señala primero que a los demás: Mc 5:37, Mt 17:1, Mt 26:37, Lc 5:3, Mt 17:27, Lc 22:32, Lc 24:34, and 1 Cor 15:5
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

pero yo veo correcto que sea asi!!!
por tanto la separacion para mi no tiene para nada fondo... mas que la rebeldia que nos habita y que no nace de Cristo...
que me dices?
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

pero yo veo correcto que sea asi!!!
por tanto la separacion para mi no tiene para nada fondo... mas que la rebeldia que nos habita y que no nace de Cristo...
que me dices?
Se esta buscando la unidad Cristiana por parte del Papa.
Tal vez en procura de la unidad Cristiana si lleguemos a ser una sola Iglesia Santa Católica y Apostólica.
En un Articulo del diario de Alto Aragón del 27 de enero del 2008 se hace alusión a un encuentro Ecuménico de las diferentes confesiones cristianas en Sabiñanigo en que participo la Iglesia Adventista del Séptimo Día con coro Incluido. Es de resaltar que el Pastor adventista Manuel Vega trato las pautas comunes del ecumenismo. En esta charla se destaco lo que une las tres religiones Cristianas, Adventista Protestante y Católica.
Por su parte, El Pastor Vega dijo que socialmente y humanamente todo lo que sea “unir fuerzas en procurar el bien, en mejorar la sociedad, en mejorar el mundo para que sea mas justo, más solidario, por parte de la Iglesia Adventista no hay ningún problema.”
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

Se esta buscando la unidad Cristiana por parte del Papa.
Tal vez en procura de la unidad Cristiana si lleguemos a ser una sola Iglesia Santa Católica y Apostólica.
En un Articulo del diario de Alto Aragón del 27 de enero del 2008 se hace alusión a un encuentro Ecuménico de las diferentes confesiones cristianas en Sabiñanigo en que participo la Iglesia Adventista del Séptimo Día con coro Incluido. Es de resaltar que el Pastor adventista Manuel Vega trato las pautas comunes del ecumenismo. En esta charla se destaco lo que une las tres religiones Cristianas, Adventista Protestante y Católica.
Por su parte, El Pastor Vega dijo que socialmente y humanamente todo lo que sea “unir fuerzas en procurar el bien, en mejorar la sociedad, en mejorar el mundo para que sea mas justo, más solidario, por parte de la Iglesia Adventista no hay ningún problema.”

no creo en eso... creo en el unico Ecumenismo que debe existir: CONVERSION Y RENOVACION DE MENTE -- en la Santa Iglesia donde te sometes a la Voluntad de Cristo hasta que El te haya curado de todo que te mata :)
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

ahora lo que me mate es el sueño --- ya que trabaje la noche de hoy y estoy muerta de cansancio... me despido hasta mañana...
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

Profesión de fe y juramento de fidelidad al recibir un oficio que se ha de ejercer en nombre de la Iglesia Católica

Los fieles llamados a ejercer un oficio en nombre de la Iglesia están obligados a emitir la «Profesión de fe», según la fórmula aprobada por la Sede apostólica (cf. canon 833). Además, la obligación de un especial «Juramento de fidelidad» respecto a los deberes particulares inherentes al oficio que se va a asumir, y que hasta ahora estaba prescrito sólo para los obispos, se ha extendido a las personas enumeradas en el canon 833, números 5-8. Por eso, ha sido necesario preparar textos adecuados para ello, poniéndolos al día con estilo y contenido más en sintonía con la enseñanza del concilio Vaticano II y de los documentos posteriores.

Como fórmula para la «Professio fidei» se propone de nuevo íntegramente la primera parte del texto anterior, en vigor desde 1967, que contiene el Símbolo niceno-constantinopolitano (1). La segunda parte ha sido modificada, subdividiéndola en tres párrafos, con el fin de distinguir el tipo de verdad y el correspondiente asentimiento requerido.

La fórmula del «Iusiurandum fidelitatis in suscipiendo officio nomine Ecclesiae exercendo», considerada como complemento de la «Professio fidei», se ha establecido para los fieles enumerados en el canon 833, números 5-8. Se trata de un texto nuevo; en él se ofrecen algunas variantes en los párrafos 4 y 5 para su uso por parte de los superiores mayores de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica (cf. canon 833, n. 8).

Los textos de las nuevas fórmulas de la «Professio fidei» y del «Iusiurandum fidelitatis» entraron en vigor el 1 de marzo de 1989.


Professio fidei et iusiurandum fidelitatis in suscipiendo officio nomine Ecclesiae exercendo

Sumario
I. Profesión de fe
II. Juramento de fidelidad al asumir un oficio que se ha de ejercer en nombre de la Iglesia

Los fieles llamados a ejercer un oficio en nombre de la Iglesia están obligados a emitir la «Profesión de fe», según la fórmula aprobada por la Sede apostólica (cf. canon 833). Además, la obligación de un especial «Juramento de fidelidad» respecto a los deberes particulares inherentes al oficio que se va a asumir, y que hasta ahora estaba prescrito sólo para los obispos, se ha extendido a las personas enumeradas en el canon 833, números 5-8. Por eso, ha sido necesario preparar textos adecuados para ello, poniéndolos al día con estilo y contenido más en sintonía con la enseñanza del concilio Vaticano II y de los documentos posteriores.

Como fórmula para la «Professio fidei» se propone de nuevo íntegramente la primera parte del texto anterior, en vigor desde 1967, que contiene el Símbolo niceno-constantinopolitano (1). La segunda parte ha sido modificada, subdividiéndola en tres párrafos, con el fin de distinguir el tipo de verdad y el correspondiente asentimiento requerido.

La fórmula del «Iusiurandum fidelitatis in suscipiendo officio nomine Ecclesiae exercendo», considerada como complemento de la «Professio fidei», se ha establecido para los fieles enumerados en el canon 833, números 5-8. Se trata de un texto nuevo; en él se ofrecen algunas variantes en los párrafos 4 y 5 para su uso por parte de los superiores mayores de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica (cf. canon 833, n. 8).

Los textos de las nuevas fórmulas de la «Professio fidei» y del «Iusiurandum fidelitatis» entraron en vigor el 1 de marzo de 1989.


I. Profesión de fe

Puede descargar: Profesión de fe y juramento de fidelidad, en una hoja en pdf

Fórmula a utilizar en los casos en que el derecho prescribe la profesión de fe

Yo, N., creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el Símbolo de la fe, a saber:

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.

Creo, también, con fe firme, todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por la Tradición, y que la Iglesia propone para ser creído, como divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el Magisterio ordinario y universal.

Acepto y retengo firmemente, asimismo, todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres, propuestas por la Iglesia de modo definitivo.

Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y entendimiento, a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los obispos cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo.


II. Juramento de fidelidad al asumir un oficio que se ha de ejercer en nombre de la Iglesia

Puede descargar: Profesión de fe y juramento de fidelidad, en una hoja en pdf

Fórmula que deben utilizar los fieles cristianos a los que se refiere el canon 833, 5-8

Yo, N., al asumir el oficio..., prometo mantenerme siempre en comunión con la Iglesia católica, tanto en lo que exprese de palabra como en mi manera de obrar.

Cumpliré con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a las que estoy comprometido con la Iglesia tanto universal como particular, en la que he sido llamado a ejercer mi servicio, según lo establecido por el derecho.

En el ejercicio del ministerio que me ha sido confiado en nombre de la Iglesia, conservaré íntegro el depósito de la fe y lo transmitiré y explicaré fielmente; evitando, por tanto, cualquier doctrina que le sea contraria.

Seguiré y promoveré la disciplina común a toda la Iglesia, y observaré todas las leyes eclesiásticas, ante todo aquellas contenidas en el Código de derecho canónico.

Con obediencia cristiana acataré lo que enseñen los sagrados pastores, como doctores y maestros auténticos de la fe, y lo que establezcan como guías de la Iglesia y ayudaré fielmente a los obispos diocesanos para que la acción apostólica que he de ejercer en nombre y por mandato de la Iglesia, se realice siempre en comunión con ella.

Que así Dios me ayude y estos santos evangelios que toco con mis manos.

(Variaciones a los párrafos cuarto y quinto de la fórmula de juramento, que han de utilizar los fieles cristianos a los que se refiere el canon 833, n. 8)

Promoveré la disciplina común a toda la Iglesia y urgiré la observancia de todas las leyes eclesiásticas, ante todo aquellas contenidas en el Código de derecho canónico.

Con obediencia cristiana acataré lo que enseñen los sagrados pastores, como doctores y maestros auténticos de la fe, y lo que establezcan como guías de la Iglesia, y ayudaré fielmente a los obispos diocesanos para que la acción apostólica que he de ejercer en nombre y por mandato de la Iglesia, quedando a salvo la índole y el fin de mi instituto, se realice siempre en comunión con la misma Iglesia.
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

¿Podrías explicar tan solo una parábola del Evangelio?
Explicación de la parábola del sembrador
Parábolas
Lucas 8, 4-15. Tiempo Ordinario. Que la Palabra de Dios entre como una semilla y de fruto en nuestro corazón.
Del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15


En aquel tiempo, se le juntaba a Jesús mucha gente, y viniendo a él de todas las ciudades, dijo en parábola: Salió un sembrador a sembrar su simiente; y al sembrar, una parte cayó al borde del camino, fue pisada, y las aves del cielo se la comieron; otra cayó sobre terreno pedregoso, y después de brotar, se secó, por no tener humedad; otra cayó en medio de abrojos, y creciendo con ella los abrojos, la ahogaron. Y otra cayó en tierra buena, y creciendo dio fruto centuplicado. Dicho esto, exclamó: El que tenga oídos para oír, que oiga. Le preguntaban sus discípulos qué significaba esta parábola, y él dijo: A vosotros se os ha dado el conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para que viendo, no vean y, oyendo, no entiendan. La parábola quiere decir esto: La simiente es la Palabra de Dios. Los del borde del camino, son los que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea que crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba desisten. Lo que cayó entre los abrojos, son los que han oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez. Lo que en buena tierra, son los que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia.

Oración Introductoria

Padre mío, quiero tener un corazón bueno y bien dispuesto para ser esa tierra buena que acoja tu semilla y la haga fructificar. Los afanes, dificultades y distracciones de la vida ordinaria pueden ahogar fácilmente esta semilla, por ello te pido humildemente que tu gracia la riegue y fertilice en esta meditación.

Petición

Jesús, concede que la semilla de tu gracia crezca y dé muchos frutos para estar cerca de ti y llevarte a los demás.

Meditación

Para hablar de salvación, se recuerda aquí la experiencia de cada año que se renueva en el mundo agrícola: el momento difícil y fatigoso de la siembra, y la alegría tremenda de la recogida. Una siembra que se acompaña con las lágrimas, porque se tira lo que todavía se podría convertir en pan, exponiéndose a una espera llena de inseguridades: campesino trabaja, prepara el terreno, esparce la semilla, pero, como tan bien ilustra la parábola del sembrador, no sabe donde caerá esta semilla, si los pájaros se la comerán, si se echará raíces, si se convertirá en espiga. Esparcir la semilla es un gesto de confianza y de esperanza; es necesario el trabajo del hombre, pero luego se entra en una espera impotente, sabiendo que muchos factores serán determinantes para el buen resultado de la recogida y que el riesgo de un fracaso está siempre presente. [...] En la cosecha todo se transforma, el llanto termina, deja su lugar a gritos de alegría exultante. Benedicto XVI, 13 de octubre de 2011.

Reflexión

Todos los hombres, de todos los países y épocas, hemos recibido la redención de Cristo. El pagó por todos los pecados; los de ayer, los de hoy y los de mañana. A todos se nos han abierto las puertas del cielo.

Sin embargo, la actitud de cada uno ante este regalo de infinito valor es muy diversa.

Para algunos, Cristo no representa nada en su vida. O porque no han recibido todavía su mensaje, o porque no les interesa. Dan verdadera lástima, porque viven sin saber a lo que están llamados. Pasan los años como si todo terminase aquí, sin más esperanza.

Otros han oído hablar del Señor, pero su fe es superficial. Viven metidos en el pecado sin preocuparse lo más mínimo. Son los cristianos que han adaptado sus costumbres a las del mundo. Piensan que así están bien y que al final todo se solucionará. Pero sus malas acciones le duelen profundamente al Corazón de Jesús.

Sin embargo, un número considerable de personas es consciente de que realmente Dios les ama y tiene un plan de salvación para cada uno. Son los que, a pesar de sus limitaciones y caídas, se levantan y siguen por el camino que Cristo les ha marcado. Son los que han acogido el Evangelio, y los que dan frutos, construyen y santifican la Iglesia. Son el modelo y testimonio de la vida cristiana. Por ellos ha valido la pena la entrega de Cristo en la cruz.

Propósito

Preguntarme qué puedo hacer para hacer fructificar mi fe y la de mi familia.

Diálogo con Cristo

Qué fácilmente me olvido de la semilla de gracia que sembraste en mí el día de mi bautismo. Ayúdame a aprender la lección del Evangelio y dame la fuerza para saber renunciar a todo lo que me aparte del fruto que mi semilla puede y debe dar. Que sepa renunciar a mi egoísmo y a todo aquello que constituya un obstáculo para amarte mejor a Ti y a los demás.


 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

no creo en eso... creo en el unico Ecumenismo que debe existir: CONVERSION Y RENOVACION DE MENTE -- en la Santa Iglesia donde te sometes a la Voluntad de Cristo hasta que El te haya curado de todo que te mata :)
Diría entonces de acuerdo con tu planteamiento: Conversión y renovación de la mente de todos los creyentes miembros de la Santa Iglesia unanimes en una sola fe, nos sometemos a la voluntad de Cristo.
Evangelio según San Juan 1:
12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
 
Re: ¿Quienes somos los Jesuitas?

La verdad lo que expones Javier es algo que es verdad pero no hacen mal a nadie el hacer esas obras de caridad que es por la educación supuestamente el evangélico está haciendo lo mismo el problema está en que ustedes lo hacen por el motivo de respeto y competir insanamente contra los católicos porque en algo tengo el conocimiento somos cristianos estamos dentro de esa religión como un solo cuerpo en Cristo.