Apocalipsis 2:6
[6]Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
Apocalipsis 2:15
[15]Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.
El origen exacto de los nicolaítas no está claro. Algunos comentaristas de la Biblia creen que eran una secta herética que seguía las enseñanzas de Nicolás, cuyo nombre significa “
el que vence al pueblo”, quien posiblemente fue uno de los diáconos de la iglesia primitiva mencionados en Hechos 6:5. Es posible que Nicolás se volviera apóstata, negando la verdadera fe y formando parte de un grupo que sostenía "
la doctrina de Balaam", quien enseñó a Israel "a pecar comiendo alimentos sacrificados a los ídolos y cometiendo inmoralidad sexual". Clemente de Alejandría dice: “
Se abandonaron a los placeres como cabras, llevando una vida de autocomplacencia” (vea "Exhortations" Chap. 10). Su enseñanza pervirtió la gracia y reemplazó la libertad con la licencia.
Otros comentaristas creen que estos nicolaítas no fueron llamados así por ningún hombre, sino por la palabra griega Nicolah, que significa "
comamos", ya que a menudo se animaban unos a otros a comer cosas ofrecidas a los ídolos. Cualquiera que sea la teoría que sea cierta, lo cierto es que las obras de los nicolaítas eran una abominación para Cristo. Ellos, como los gnósticos y otros falsos maestros, abusaron de la doctrina de la gracia y trataron de introducir el libertinaje en su lugar (2 Pedro 2:15, 19; Judas 1:4).
Jesús elogia a la iglesia de Éfeso por odiar las obras de los nicolaítas como él lo hace (Apocalipsis 2:6). Sin duda, los líderes de la iglesia de Éfeso protegieron a su rebaño de estas herejías destructivas y evitaron que su pueblo cometiera las mismas malas acciones. Todo pecado es odioso para Cristo, como debería serlo para Sus seguidores, ya que odiamos las malas obras de los hombres, no a los hombres mismos. Para la iglesia de Pérgamo, Jesús no tuvo encomio, sino censura. A diferencia de los efesios, en realidad abrazaron las enseñanzas de los nicolaítas (Apocalipsis 2:15). Jesús les advierte que a menos que se arrepientan, están en peligro del juicio que seguramente caerá sobre aquellos que enseñan falsas doctrinas, atacan a Su iglesia y destruyen a Su pueblo. La espada del juicio está suspendida sobre sus cabezas, y Su paciencia no es ilimitada (Apocalipsis 2:16; 19:15).
La lección para nosotros es que la iglesia del Señor Jesús a lo largo de los siglos ha sido plagada por aquellos del espíritu Nicolaíta. La única forma de reconocer la enseñanza falsa es estar íntimamente familiarizado con la verdad a través del estudio diligente de la Palabra de Dios.
Saludos