Aunque parezca mentira, las llaves de la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén la tienen dos familias musulmanas, los Nuseibeh y los Joudeh. Ellos abren y cierran cada día la Basílica. Yo me enteré cuando viajé a Jerusalén en 2009.
Parece ser que con la conquista de Jerusalén en el siglo VIII se estableció esa costumbre.
Pero esa no es una costumbre cristiana. No se dan las llaves de las iglesias a los conquistadores.
Más sorprendente es que las diferentes familias cristianas han llegado a las manos durante siglos por custodiar tal lugar. Las riñas han sido frecuentes, y los musulmanes han actuado como pacificadores. Jesús dice que en el amor fraterno se reconocerá que somos discípulos suyos.
¿Increíble, verdad?
Parece ser que con la conquista de Jerusalén en el siglo VIII se estableció esa costumbre.
Pero esa no es una costumbre cristiana. No se dan las llaves de las iglesias a los conquistadores.
Más sorprendente es que las diferentes familias cristianas han llegado a las manos durante siglos por custodiar tal lugar. Las riñas han sido frecuentes, y los musulmanes han actuado como pacificadores. Jesús dice que en el amor fraterno se reconocerá que somos discípulos suyos.
¿Increíble, verdad?