Quien dirige a la Iglesia de Dios.
Es indudable que quien dirige o debe dirigir a la iglesia es El Espíritu de Dios.
Debido a que la iglesia es un organismo y no una organización, en cada una de las iglesias locales deben ser autónomas y obedecer únicamente la dirección de Cristo que es la cabeza. Es decir, el sistema de gobierno debe ser TEOCRÁTICO es decir el gobierno ejercido directamente por Dios a según el patrón bíblico.
Es necesario tener presente que el Señor Jesucristo es la Cabeza de la iglesia. No hay sede o cabecera terrenal. Puede haber comunión, ayuda mutua y estrecha colaboración entre las Congregaciones, pero el gobierno y la dirección de cada una depende de Cristo.
"El Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor". Hechos.20:28
En la Palabra de Dios: "OBISPOS", "ANCIANOS", "PASTORES", son sinónimos, pero ninguno de estos vocablos representa un título eclesiástico como se usan comúnmente en el día de hoy. Hablan sólo del carácter, del servicio y de la responsabilidad de quienes no son otra cosa que siervos.
También Dios los llama en su Palabra "pastores", destacando sus funciones de alimentar y cuidar la grey. A estas mismas personas les identifica como "obispos", este vocablo proviene del griego, el cual se usaba corriente en esa época para identificar a aquellos que ocupaban labores administrativas. También ocasionalmente estos hermanos son nombrados en la Biblia como "presbíteros", que literalmente significa "hombre viejo" razón por la cual en la mayoría de los casos en nuestras Biblias fue traducido como "anciano".
Todo esto nos demuestra que originalmente no existieron las jerarquías eclesiásticas que vemos en el día de hoy, porque Ancianos - Pastores - Obispos y Presbíteros son palabras sinónimas que se utilizaban para identificar a los mismos hermanos que el Espíritu Santo, ha capacitado y señalado para cumplir con esas funciones en la iglesia.
No es prerrogativa de un hombre, concilio o asamblea, ni siquiera de los miembros de la iglesia local, el elegir a los ancianos o pastores. No son las ovejas quienes deben elegir a sus pastores, sino el dueño del rebaño, es decir, Dios.
Lamentablemente debemos reconocer que en algunas iglesias locales, debido al bajo nivel espiritual que reina en ellas, muchas veces los ancianos o pastores son elegidos no por el Espíritu Santo, sino por el grupo de ancianos o supervisores regionales o territoriales, que las gobierna. Y estos no buscan entre los que cumplen con los requisitos mencionados en l Timoteo 3: l-7 y Tito 1: 5-9, sino entre los que le sean incondicionales a ellos, parientes cercanos, amigos íntimos o personas manejables y luego sólo comunican a la iglesia su decisión de incorporarlo a su grupo elitista, y la congregación no tiene otra opción que aceptarlo.
Es triste como esta practica es ejercida sin el menor temor a Dios sino que algunos hombres lo han tomado como una organización es decir una empresa de colocación de empleos donde los amigos y familiares son llamados para el ministerio formando cuadros incondicionales de personas que estarán sumisas a toda decisión que el “jefe” asuma y lo mas triste aun que este recibiendo indicaciones e incluso ordenes de alguien que supuestamente controla la iglesia por su $$$$ este caso fue vislumbrado en una iglesia a la asistía. Pese a que en la iglesia el Espíritu Santo hablo a través de una hermana diciendo que dicho siervo fue puesto por el allí y que no era tiempo de cambiarlo, repentinamente le vino el cambio porque el hombre fuerte $$$ no quiso al pastor y por su vinculo con el supervisor territorial y además por los favores que le debe en sus viajes y regalos bien renumerativos de el, impuso su voluntad en poner a un cuñado suyo a pesar que la iglesia expuso su sentir que no estaba de acuerdo con dicho cambio y que querían la permanencia y continuidad del pastor.
Es indudable que quien dirige o debe dirigir a la iglesia es El Espíritu de Dios.
Debido a que la iglesia es un organismo y no una organización, en cada una de las iglesias locales deben ser autónomas y obedecer únicamente la dirección de Cristo que es la cabeza. Es decir, el sistema de gobierno debe ser TEOCRÁTICO es decir el gobierno ejercido directamente por Dios a según el patrón bíblico.
Es necesario tener presente que el Señor Jesucristo es la Cabeza de la iglesia. No hay sede o cabecera terrenal. Puede haber comunión, ayuda mutua y estrecha colaboración entre las Congregaciones, pero el gobierno y la dirección de cada una depende de Cristo.
"El Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor". Hechos.20:28
En la Palabra de Dios: "OBISPOS", "ANCIANOS", "PASTORES", son sinónimos, pero ninguno de estos vocablos representa un título eclesiástico como se usan comúnmente en el día de hoy. Hablan sólo del carácter, del servicio y de la responsabilidad de quienes no son otra cosa que siervos.
También Dios los llama en su Palabra "pastores", destacando sus funciones de alimentar y cuidar la grey. A estas mismas personas les identifica como "obispos", este vocablo proviene del griego, el cual se usaba corriente en esa época para identificar a aquellos que ocupaban labores administrativas. También ocasionalmente estos hermanos son nombrados en la Biblia como "presbíteros", que literalmente significa "hombre viejo" razón por la cual en la mayoría de los casos en nuestras Biblias fue traducido como "anciano".
Todo esto nos demuestra que originalmente no existieron las jerarquías eclesiásticas que vemos en el día de hoy, porque Ancianos - Pastores - Obispos y Presbíteros son palabras sinónimas que se utilizaban para identificar a los mismos hermanos que el Espíritu Santo, ha capacitado y señalado para cumplir con esas funciones en la iglesia.
No es prerrogativa de un hombre, concilio o asamblea, ni siquiera de los miembros de la iglesia local, el elegir a los ancianos o pastores. No son las ovejas quienes deben elegir a sus pastores, sino el dueño del rebaño, es decir, Dios.
Lamentablemente debemos reconocer que en algunas iglesias locales, debido al bajo nivel espiritual que reina en ellas, muchas veces los ancianos o pastores son elegidos no por el Espíritu Santo, sino por el grupo de ancianos o supervisores regionales o territoriales, que las gobierna. Y estos no buscan entre los que cumplen con los requisitos mencionados en l Timoteo 3: l-7 y Tito 1: 5-9, sino entre los que le sean incondicionales a ellos, parientes cercanos, amigos íntimos o personas manejables y luego sólo comunican a la iglesia su decisión de incorporarlo a su grupo elitista, y la congregación no tiene otra opción que aceptarlo.
Es triste como esta practica es ejercida sin el menor temor a Dios sino que algunos hombres lo han tomado como una organización es decir una empresa de colocación de empleos donde los amigos y familiares son llamados para el ministerio formando cuadros incondicionales de personas que estarán sumisas a toda decisión que el “jefe” asuma y lo mas triste aun que este recibiendo indicaciones e incluso ordenes de alguien que supuestamente controla la iglesia por su $$$$ este caso fue vislumbrado en una iglesia a la asistía. Pese a que en la iglesia el Espíritu Santo hablo a través de una hermana diciendo que dicho siervo fue puesto por el allí y que no era tiempo de cambiarlo, repentinamente le vino el cambio porque el hombre fuerte $$$ no quiso al pastor y por su vinculo con el supervisor territorial y además por los favores que le debe en sus viajes y regalos bien renumerativos de el, impuso su voluntad en poner a un cuñado suyo a pesar que la iglesia expuso su sentir que no estaba de acuerdo con dicho cambio y que querían la permanencia y continuidad del pastor.