Hermano: Ninguno de los tantos que
permanecemos en el Foro tenemos ánimo para
festejar la salida de nadie.Lamentablemente,
ellos no se han dado cuenta que el salirse
de algo, es hacerlo llevando una derrota a
cuestas, malogrando cualquier sitio al que
se llegue. La incapacidad de resolver las
dificultades que aquí tuvieron se acentúa
aún más en un grupo menor, reiterándose las
situaciones conflictivas conocidas y nunca
superadas. Como nadie les echó, es de
esperar que cuando se produzcan las primeras
grescas y empiecen a experimentar un gran
vacío espiritual, volvamos a tenerles de
vuelta.
Para los que aquí estamos, la lección que
podemos sacar de ésto es que el interés de
los Foros de discusión se mantiene vivo
cuando nos dedicamos a la controversia en
temas que nos exigen un mayor estudio y
atenta consideración de los argumentos
opuestos.
No hacerlo así, es apenas para entretenernos
con asuntillos pueriles o pullas personales.
La polémica con los católicos jamás puede
ser desechada, porque es la más propia y
natural de las polémicas que se puedan dar en
estos Foros, tomando en cuenta el trasfondo
religioso común a todos los hispanoamericanos
Todos hemos aprendido mucho de ellas, y más
que nada a estudiar mejor nuestras Biblias.
Pero una cosa es debatir con ellos, y otra
muy distinta fastidiarnos y agredirlos si
nos meten en aprietos. Si fuesen ellos los
que reaccionan mal, ¿no podemos hacérselos
notar sin enojarnos? Al fin de cuentas, si
creemos que nosotros tenemos luz y ellos
están en el error, ¿no deberíamos probar tal
cosa con la tolerancia? Si les exigimos
demasiado, entonces va implícita con tal
demanda el reconocimiento de que ellos tienen
un mayor discernimiento como para que quede
justificado nuestro reclamo.
En fin, lo que no debiera tampoco obsesionar-
nos es la apología contra los católicos,
cuando también abundan los asuntos de mucho
interés para discutir entre evangélicos.
Ojalá estas reflexiones sirvan para que
recapacitemos todos y mejoremos los aportes.
El Señor les bendiga.
Ricardo.