El cristianismo primitivo adoptó como símbolo de su nueva fe el pez. Según cuentan la palabra griega pez "Ichthus” representaba las siglas, en clave, de sus señas de identidad: " Iesous Cristós Theou Uios Soter”, o " Jesucristo el Hijo de Dios y Salvador".
Lo que desconocen es que el pez fue un símbolos religioso tomado prestado de las religiones paganas que precedieron al cristianismo que entronca directamente con el culto pagano al sexo y a la fertilidad. Bárbara G. Walker escribe en el “Diccionario de Símbolos y Objetos Sagrados de la Mujer”, que el emblema que asociamos a Jesucristo fue copiado junto a otros muchos más. Ichthys fue hijo de la diosa del Mar Atargatis, y fué conocido en distintas mitologías como Tirgata, Afrodita, Pelagia o Delphina. La palabra también significó "útero" y "delfín. El pez fue también elemento central de otras historias: la Diosa de Ephesus se cubre su región genital con un amuleto en forma de pez, así como la leyenda del pez que se tragó el pene de Osiris, y que fue considerado símbolo de la vulva de Isis.
Bastante antes del advenimiento del cristianismo, el símbolo del pez ya era conocido como "la Gran Madre", como un signo oval puntiagudo, el "Vesica Piscis" o Vaso del Pez. "Pez" y "Útero" fueron términos sinónimos en el griego antiguo, el "delphos". Su conexión con la fertilidad, nacimiento, sexualidad y fuerza natural femenina también fué reconocida por los celtas, así como por las restantes culturas paganas del norte de Europa. Eleanor Gaddon investigó un "Culto al Pez Mime" en la cuenca del Danubio en el sexto milenio a.c.., hallándose cincuenta cofres decolados con una deidad pisciforme, una hembra que "incorpora formas de huevo, pez y mujer identificadas con la primera deidad creadora femenina...La Gran Diosa fue dibujada en otros lugares como una figura con pechos colgantes, nalgas acentuadas y un destacado orificio vaginal, el piscis "vesica" que el cristianismo adoptaría mas tarde.
Un motivo ornamental propio de la Iglesia Católica es el de la Mitra que llevan puesta los obispos, cardenales y el Papa. ¿De dónde procede? Thomas Inman analizó una escultura Mesopotámica, que representa a un hombre vestido de pez, correspondiendo la cabeza a la mitra; sacerdotes vistieron así. El obispo moderno es, por tanto, un hombre disfrazado de pez. El pez aparece también en otro icono sagrado, los Avatares de Vishnu, dónde la deidad se representa surgiendo de la boca de un pez. El judaísmo tiene su propia versión en la leyenda de Jonás.
Pocos son conscientes de que aquel Ichthus o Ichthys sagrado fue el símbolo más antiguo de la anatomía femenina y del potencial reproductor de la Gran Diosa Madre.
Lo que desconocen es que el pez fue un símbolos religioso tomado prestado de las religiones paganas que precedieron al cristianismo que entronca directamente con el culto pagano al sexo y a la fertilidad. Bárbara G. Walker escribe en el “Diccionario de Símbolos y Objetos Sagrados de la Mujer”, que el emblema que asociamos a Jesucristo fue copiado junto a otros muchos más. Ichthys fue hijo de la diosa del Mar Atargatis, y fué conocido en distintas mitologías como Tirgata, Afrodita, Pelagia o Delphina. La palabra también significó "útero" y "delfín. El pez fue también elemento central de otras historias: la Diosa de Ephesus se cubre su región genital con un amuleto en forma de pez, así como la leyenda del pez que se tragó el pene de Osiris, y que fue considerado símbolo de la vulva de Isis.
Bastante antes del advenimiento del cristianismo, el símbolo del pez ya era conocido como "la Gran Madre", como un signo oval puntiagudo, el "Vesica Piscis" o Vaso del Pez. "Pez" y "Útero" fueron términos sinónimos en el griego antiguo, el "delphos". Su conexión con la fertilidad, nacimiento, sexualidad y fuerza natural femenina también fué reconocida por los celtas, así como por las restantes culturas paganas del norte de Europa. Eleanor Gaddon investigó un "Culto al Pez Mime" en la cuenca del Danubio en el sexto milenio a.c.., hallándose cincuenta cofres decolados con una deidad pisciforme, una hembra que "incorpora formas de huevo, pez y mujer identificadas con la primera deidad creadora femenina...La Gran Diosa fue dibujada en otros lugares como una figura con pechos colgantes, nalgas acentuadas y un destacado orificio vaginal, el piscis "vesica" que el cristianismo adoptaría mas tarde.
Un motivo ornamental propio de la Iglesia Católica es el de la Mitra que llevan puesta los obispos, cardenales y el Papa. ¿De dónde procede? Thomas Inman analizó una escultura Mesopotámica, que representa a un hombre vestido de pez, correspondiendo la cabeza a la mitra; sacerdotes vistieron así. El obispo moderno es, por tanto, un hombre disfrazado de pez. El pez aparece también en otro icono sagrado, los Avatares de Vishnu, dónde la deidad se representa surgiendo de la boca de un pez. El judaísmo tiene su propia versión en la leyenda de Jonás.
Pocos son conscientes de que aquel Ichthus o Ichthys sagrado fue el símbolo más antiguo de la anatomía femenina y del potencial reproductor de la Gran Diosa Madre.