¿Qué significa que el Evangelio sea “dar buenas noticias a los pobres”?

29 Enero 2005
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Pero, ¿Quién es el pobre? ¿Qué significa que el Evangelio sea “dar buenas noticias a los pobres”? ¿Qué aquello de que el Reinado de Dios proclamado por Jesús pertenece a los pobres, quienes “recibirán la tierra como heredad”. Teológicamente hablando, el término pobre es un término ambiguo. El Salvador de aquella religión que se extendió por todo el Imperio Romano al comienzo de nuestra Era, no era un Salvador que viniese del más allá, en contraste con los otros salvadores de las Religiones de Misterio que pugnaban por ganar adeptos en ese momento, sino que más bien se trataba de un Salvador humano, una persona que había vivido en la Historia y que había participado como cualquier viviente de lo contingente y la relatividad de la vida humana. Cualquier intento, y los había, como los ha habido a todo lo largo de la Historia del Cristianismo, de robarle a Jesús su carácter humano, el llamado “docetismo”, era y sigue siendo una herejía condenada por la verdadera Iglesia de Jesucristo.<?XML:NAMESPACE PREFIX = O /><O:p> </O:p>

Este Jesucristo, de acuerdo a más de un documento de la época, había nacido en una lejana aldea llamada Belén, de la manera más humilde imaginable, en un establo. Sus padres eran judíos, miembros de una raza despreciada, parte de un pueblo conquistado una y otra vez, a lo largo de los siglos por poderes imperiales. De entre los judíos de su época, los más despreciados eran precisamente los galileos, de donde procedían sus ancestros, hijos de una escondida aldea llamada Nazareth. Había nacido en el seno de una familia cuya cabeza había sido un “arréglalo todo” y cuya madre no era más que una ignorante y empobrecida campesina. No tenía posición social alguna, ni había tenido acceso a grandes recursos económicos. Era sólo un pobrete más entre otros muchos de su Galilea natal. Fue brutalmente rechazado por su predicación y su vida en defensa de los pobres, los enfermos y las víctimas de aquella sociedad en la cual los galileos, los empobrecidos y los enfermos nada valían. Perseguido por los que conformaban los grupos que controlaban el poder, tanto religioso, como el político y el económico, murió asesinado como un rebelde subversivo que se oponía al Imperio Romano. Sus posesiones lo constituían sus raídas vestimentas, su empobrecido cuerpo, su propia persona, su palabra valiente a la vez que amorosa hacia los que como él eran víctimas del sistema imperante. Sin embargo, en Jesús se reveló el misterio de Dios, el Dios que siempre a lo largo de la Historia humana ha escogido a los empobrecidos para avergonzar a los enriquecidos, a los débiles para destruir a los que se han creído fuertes.<O:p> </O:p>