Re: QUE SE REQUIERE EN EL CREYENTE PARA PODER ECHAR FUERA DEMONIOS PODEROSOS??
Saludos Mussorgsky:
Es correcto. Un verdadero creyente no puede ser poseído. Al menos que un demonio pudiera estar dentro del templo de Dios sin sentirse incomodo; o lo que es peor, que el Espíritu Santo estuviera cómodo dejandole estar. La teología basada en la naturaleza tripartita del hombre falla al no darse cuenta que la enseñanza sobre las tres partes del hombre es con fines de enseñanza y no para describir campos independientes de acción. Cada uno de nosotros somos alma, espíritu y cuerpo; ni somos alma, ni somos espíritu, ni somos cuerpo. Somos los tres. De manera que el Espíritu Santo está en NOSOTROS, es decir, en nuestro espíritu, alma y cuerpo.
Lo lamentable es que muchas catarsis, crisis nerviosas o conductas complacientes se toman por posesión demoníaca en la vida de genuinos creyentes; y otras autenticas manifestaciones demoníacas de posesión descalifican a la persona como verdadero hijo de Dios.
Bendiciones
Saludos Mussorgsky:
Tu comparación del tabernáculo con el ser humano tripartito la conozco desde hace años pero no tiene soporte bíblico. Es muy plausible pero no podemos pontificar.
...Según I de Corintios 3:16 el templo del ES sería entonces el cuerpo físico.
Es correcto. Un verdadero creyente no puede ser poseído. Al menos que un demonio pudiera estar dentro del templo de Dios sin sentirse incomodo; o lo que es peor, que el Espíritu Santo estuviera cómodo dejandole estar. La teología basada en la naturaleza tripartita del hombre falla al no darse cuenta que la enseñanza sobre las tres partes del hombre es con fines de enseñanza y no para describir campos independientes de acción. Cada uno de nosotros somos alma, espíritu y cuerpo; ni somos alma, ni somos espíritu, ni somos cuerpo. Somos los tres. De manera que el Espíritu Santo está en NOSOTROS, es decir, en nuestro espíritu, alma y cuerpo.
Lo lamentable es que muchas catarsis, crisis nerviosas o conductas complacientes se toman por posesión demoníaca en la vida de genuinos creyentes; y otras autenticas manifestaciones demoníacas de posesión descalifican a la persona como verdadero hijo de Dios.
Bendiciones