Re: QUE PODEMOS NOSOTROS COMO CRISTIANOS HACER
Re: QUE PODEMOS NOSOTROS COMO CRISTIANOS HACER
Originalmente enviado por: Comunion
Mi opinión es que estando casados por la iglesia, una pareja de común acuerdo pueden hacer el “sexo” o el “amor” como les parezca, el sexo es algo dado por Dios dado a los hombres y permitido solo en el contexto del matrimonio, por lo que no puede haber algo malo en esto. Lo malo es que la pareja le exija a su cónyuge hacer algo que no quiere (porque no le gusta o porque va en contra de su dignidad, principios o la educación recibida al respecto).
El misterio de la pareja se revela por primera vez en el Génesis, y queda consumado una vez que el hombre deja a sus padres para vivir junto a la mujer.
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
(Génesis 2:24)
Cristo mismo cita esta escritura como válida, y deja claro que Dios une a todos los efectos a los miembros de la pareja, es decir una pareja no se establece por voluntad humana, ni tampoco los hombres tienen potestad para juntar ni separar.
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
(Mateo 19:4-6)
El apóstol Pablo nos dio unos consejos muy buenos para la vida en pareja cristiana, basados en el respeto mutuo y el amor.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
(Efesios 5:22-33)
Respecto al sexo se puede aplicar la siguiente regla. Dentro la pareja todo está permitido siempre que se haga en orden, buscando siempre lo mejor para el otro, y no para si mismo/a.
Todo me es lícito, pero no todo conviene;todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
(1 Corintios 10:23-24)
Mas consejos:
El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
(1 Corintios 7:3-5)
Por último, no olvidar que una relación sexual tiene que estar basada en la honra mutua, de los miembros de la pareja, y no olvides que el mundo te enseña del sexo, la fornicación (sexo fuera de tu pareja), pero tu busca lo que es honroso dentro de tu pareja.
Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
(Hebreos 13:4)
Un saludo a todos los hermanos con beso santo.
La gracia de nuestro Señor sea con vosotros. Amén.
