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salmo51
Estás completamente errado en tu juicio hacia los testigos de Jehová.
Vos decís:
1. El testigo
desea menospreciar al hijo
2.
saben muy bien que el Paracleto es "otro"
1. Ellos no desean menospreciar al hijo, sino que entienden que el Hijo es menor que el Padre y como no creen en la trinidad
lo ubican por debajo y está perfecto. (¿Por qué razón considera usted que está perfecto situar al Hijo debajo del Padre? me gustaría leer su razonamiento)
2. No saben que el Espíritu Santo es "otro" porque lo aprendieron como una fuerza activa de Jehová y como no creen en un Dios trino, son muy coherentes con lo que creen
(seran coherentes en lo que respecta a este punto pero ¿encuentra coherente su doctrina en general?)
3. No lo despersonalizan directamente porque no creen que sea una persona.
Busquemos la verdad, repitamos la verdad, enseñemos la verdad pero dejemos de tirarnos en contra de nadie.
El tema es que nosotros podemos estar equivocados en otras tantas cosas.
(¿la "enseñanza" de la Verdad puede oirse agresiva sin serlo? ¿no estará esa calificación en quien es amonestado por ella, por la Verdad?)
Tenemos que analizar quien es el Espíritu Santo.
(¿Quién es?)
Vos lo ves como la tercera persona de Dios.
Yo lo veo como Dios.
Para mi Dios es uno y no es trino.
(Disculpe mi ignorancia pero esta conclusión me parece mucho mas complicada que la que nos da la Iglesia Católica, porque me es mas facil entender que Dios se manifiesta al hombre en tres formas distintas y que a cada una de ellas le damos la acepción de "Persona"
En la filosofía hay tres que son las que han adquirido más aceptación. Persona es un término latino que tiene su equivalente en el griego y es prósopon, que hace referencia a las máscaras que utilizaban los actores en el teatro clásico. De este modo, de acuerdo a la etimología podríamos decir que persona prósopon significa personaje.
Otra explicación etimológica afirma que persona proviene de persono que viene del infinitivo personare que significa hacer sonar la voz, puede tener conexión con la explicación anterior en tanto y en cuanto los actores realizan esta acción para hacerse oír en el teatro.
La tercera se inclina a encontrar el significado del término en una raíz jurídica, considerando que hace referencia a un sujeto legal, con deberes y obligaciones. Es la teoría es la que ha influido más firmemente en los usos filosófico y teológico.
En nuestra cultura, se opone a cosa y a animal, aunque de distinto modo. En cuanto opuesto a cosas y a animales el término persona se aproxima al término hombre. Sin embargo no se superpone con él:
(1º) Porque existen, entre las creencias de nuestra cultura, y sobre todo en el lenguaje, personas no humanas, personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; personas angélicas o diabólicas.
(2º) Porque hay seres o cosas que son humanos, pero no son personas por ejemplo el «hombre de Neanderthal» –nadie dice: «la persona de Neanderthal»– o bien una máquina, un mueble, y en general, la «cultura extrasomática», que es humana, «cultura humana», y no es personal.
Persona humana añade algo no sólo a «persona» sino también a «humano». El hombre recibe una determinación importante cuando se le considera como persona así como la persona recibe una determinación no menos importante cuando se la considera como humana. Por tanto, no es lo mismo hombre que persona, como tampoco es lo mismo hombre que ciudadano. «Hombre» es un término más genérico o indeterminado, que linda con el «mundo zoológico» (decimos hombre de las cavernas pero sería ridículo decir persona de las cavernas); «persona» es un término más específico que tiene que ver con el «mundo civilizado» o, si se prefiere, con la constelación de los valores morales, éticos o jurídicos propios de este mundo. La misma etimología de la palabra persona demuestra que es un concepto sobreañadido al concepto de hombre. )
Dios es maravillosamente UNO e indivisible.
(Por lo mismo no es entendible su concepto)
Que yo no pueda entender como Dios pueda estar en todas partes, hacerse carne y ser el Espíritu que todo lo llena, no quiere decir que le voy a dar una figura humana.
(desde luego que no, ya lo expuse arriba.- La definición específica de la persona divina será: subsistente distinto en naturaleza divina. Algo parecido se podría decir de los ángeles. Tanto en la definición común como en las tres específicas, se significa la persona formalmente.
En la definición específica de la persona humana lo significado materialmente, el sujeto de la significación formal, es lo individual. «Persona en común significa la substancia individual de naturaleza racional. Individuo es lo indistinto en sí mismo, pero distinto de los otros. Por lo tanto, en cualquier naturaleza, persona significa lo que es distinto en aquella naturaleza. Así, persona, en la naturaleza humana, significa esta carne, estos huesos, esta alma, que son los principios que individualizan al hombre, que, aunque no entran en el significado de persona en general, están contenidos en el de la persona humana» (STh I, 29, 4 in c.).
También, en la definición específica de la persona divina, lo que debe considerarse como sujeto del sentido formal de la persona es lo que es incomunicable y, por tanto, distinto.
«Puesto que el subsistente distinto en naturaleza humana no es sino algo individuado por la materia individual y por otros principios; por ello, es preciso que, cuando se dice persona humana esto sea materialmente significado. En cambio, lo distinto pero incomunicable en la naturaleza divina no puede ser sino la relación, puesto que en lo divino todo lo absoluto es común e indistinto» (De Potentia, q. 9, a. 4, in c.).
En Dios hay sólo tres personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tal como enseña la fe, que se identifican en una misma esencia divina, en un sólo Dios. De manera que puede decirse que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios.
Las tres personas divinas son Dios de manera absoluta o común. De ahí que
«no es posible decir que las personas divinas se distingan unas de otras por algo absoluto, porque se sigue que no sería una misma la esencia de las tres, puesto que todo lo que es absoluto en Dios, pertenece a la unidad de la esencia. Sólo, pues, por las relaciones se distinguen entre sí las personas» (STh I, 36, 2 in c.).
Por la relación, el Padre no es el Hijo, el Padre no es el Espíritu Santo, y el Hijo no es el Espíritu Santo.
Además, la simplicidad divina exige que las relaciónes divinas sean idénticas a su esencia.
Hay que tener en cuenta, por consiguiente, que, por un lado, en Dios es lo mismo la Deidad y Dios, se identifica la esencia abstracta con la esencia concreta (STh I, 3, 3 in c.); y, también por la ausencia de toda composición en Dios, que se significa con el atributo de la simplicidad, la relación divina es idéntica a su esencia o naturaleza. Por otro, que, la esencia y el ser divinos no se destinguen realmente: «Dios es su ser» (STh I, 3, 4 in c.). Se deriva de todo ello que la relación divina será idéntica con el ser divino.
El mismo ser divino único, por tanto, queda identificado con las tres relaciones y, en este sentido es relativamente triple. No es multiplicado triplemente, sino que siendo uno e inmultiplicable es relativamente tres, porque es poseído por tres relaciones distintas, de tres maneras distintas. Cada relación lo posee de un modo propio, y así el mismo ser subsistente es afectado por diferentes relaciones. El Padre es el ser paterno, el ser subsistente cualificado y diversificado por la relación de paternidad. El Hijo es el ser filial, el ser subsistente afectado y diversificado por la relación de filiación. El Espíritu Santo es el ser subsistente modificado y diversificado por la espiración pasiva. Por tanto, si cada relación tiene un ser propio, el ser divino, poseído de manera distinta, será también subsistente.
Por ello, Santo Tomás infiere que la definición de la persona divina, como subsistente distinto en naturaleza racional, es equivalente a relación subsistente. En esta nueva definición de Persona divina, se conserva el significado general de subsistente distinto, de modo analógico, pero se significa más concretamente la relación, no en cuanto tal, sino la relación en cuanto subsistente.
Explica el Aquinate:
«El nombre persona, tomado comúnmente, significa la substancia individual de naturaleza racional; pero la persona divina, en su significado formal, significa el subsistente distinto en naturaleza divina. Y puesto que esto no puede ser la relación o lo relativo, por esto en su significado material significa la relación o lo relativo. Y por ello puede decirse que significa la relación por modo de substancia, no la que es la esencia, sino la que es la hipóstasis; así como significa la relación no en cuanto relación, sino como lo relativo; esto es, como es significada por el nombre padre, no como es significada por el nombre paternidad. Así pues, en la significación de la persona divina se significa indirectamente la relación, ya que es el subsistente distinto en esencia divina, en la relación» (De Potentia, q. 9, a. 4, in c.).
«La persona divina significa la relación en cuanto subsistente. Esto es significar la relación por modo de substancia, que es una hipóstasis subsistente en la naturaleza divina; aunque lo que subsiste en la naturaleza divina no sea cosa distinta de la naturaleza divina». «El nombre persona significa directamente (in recto) la relación, e indirectamente (in obliquo) la esencia; pero la relación no en cuanto relación, sino en cuanto significada por modo de hipóstasis» (STh I, 29, 4 in c.)
La doctrina trinitaria no lleva, por tanto, a una corrección de la definición general de persona. De manera que con su misma significación formal, en la persona humana, se significa materialmente lo individuante, y, en la persona divina, la relación en cuanto subsistente.)
Dios no es humano y no puede ser entendido por un humano.
Yo creo que jehová es el Padre, Jehová es el Hijo y Jehová es el Espíritu Santo.
(Aún cuando no acepto el nombre Jehová, pero en esencia este es el contenido de Mateo 28:19.)
Porque mi Dios es Dios y puede estar en todas partes.
(indudable)