-No necesitas argumento bíblico alguno porque la razón alcanza. Quien es una devota de la Virgen de Guadalupe, de la del Pilar o la de Luján, se postra ante su imagen -y de poder hacerlo-, besará sus pies. Lo mismo hará el devoto a San Antonio, San Francisco o San Cayetano. Los aman agradecidos por mercedes que creen haber recibido; creen que podrán responder a sus plegarias; y temen que si no le llevan flores, le encienden una vela o dan limosna en su nombre, puede acontecerles algo malo.