Saludos foristas:
El siguiente es un resumen de un artículo que me pareció muy interesante y cuyo encabezado es igual al del epígrafe (pongo en negritas lo que me parece relevante):
"Es necesario entender que hay una diferencia entre ser un maestro de historia y ser un maestro de la Biblia. Como maestro de historia, puedo expresar mi opinión acerca de Bolivar o San Martín sin ofenderlos, pues ellos están muertos...pero no sucede así con la enseñanza de la Biblia. Dios está vivo y él si escucha mis palabras. Mis afirmaciones pueden resultarle agradables u ofensivas, y además, pueden afectar dramáticamente la vida de quienes tienen una relación con él...(esto) debe llevarme a una profunda preocupación por la correcta exégesis del texto bíblico...debemos acercarnos al texto con la convicción de que es Palabra de Dios, que el Espíritu Santo la inspiró y que Dios nos sigue hablando por ella...es necesario conocer la intención del autor...qué quizo decir y sus razones para decirlo...eso es la exégesis...solamente así lograremos entender el mensaje de la Palabra
La falta de preocupación por la buena exégesis refleja, en últimas instancias, un desinterés por conocer a Dios y escucharlo...Para entender lo que quiso decir en las Escrituras, necesitamos realizar un análisis histórico y gramatical del texto. Esta es la primera tarea necesaria, y aunque ha perdido importancia en estos tiempos, es fundamental para la correcta interpretación de la Palabra. Gracias a Dios, hoy existen muchas herramientas valiosas para ayudarnos en éste proceso.
El propósito final de esta labor espiritual: lograr que nuestras vidas se fortalezcan en la verdad de Dios, transformandonos en verdaderos adoradores de Su persona. Eso presupone la grandeza de reconocer nuestras debilidades y limitaciones, reconociendo como fundamental la obra redentora de Dios en nuestro corazón. Tal actitud me conducirá hacia una postura de mayor humildad frente a la Escritura. Esto, a su vez, producirá también una disposición de someter mis observaciones e interpretaciones al cuerpo de Cristo, para ser verificadas y enriquecidas por aquellos que caminan por el mismo camino que yo."
Rodall m. Wittg
Espero sus comentarios
bendiciones
El siguiente es un resumen de un artículo que me pareció muy interesante y cuyo encabezado es igual al del epígrafe (pongo en negritas lo que me parece relevante):
"Es necesario entender que hay una diferencia entre ser un maestro de historia y ser un maestro de la Biblia. Como maestro de historia, puedo expresar mi opinión acerca de Bolivar o San Martín sin ofenderlos, pues ellos están muertos...pero no sucede así con la enseñanza de la Biblia. Dios está vivo y él si escucha mis palabras. Mis afirmaciones pueden resultarle agradables u ofensivas, y además, pueden afectar dramáticamente la vida de quienes tienen una relación con él...(esto) debe llevarme a una profunda preocupación por la correcta exégesis del texto bíblico...debemos acercarnos al texto con la convicción de que es Palabra de Dios, que el Espíritu Santo la inspiró y que Dios nos sigue hablando por ella...es necesario conocer la intención del autor...qué quizo decir y sus razones para decirlo...eso es la exégesis...solamente así lograremos entender el mensaje de la Palabra
La falta de preocupación por la buena exégesis refleja, en últimas instancias, un desinterés por conocer a Dios y escucharlo...Para entender lo que quiso decir en las Escrituras, necesitamos realizar un análisis histórico y gramatical del texto. Esta es la primera tarea necesaria, y aunque ha perdido importancia en estos tiempos, es fundamental para la correcta interpretación de la Palabra. Gracias a Dios, hoy existen muchas herramientas valiosas para ayudarnos en éste proceso.
El propósito final de esta labor espiritual: lograr que nuestras vidas se fortalezcan en la verdad de Dios, transformandonos en verdaderos adoradores de Su persona. Eso presupone la grandeza de reconocer nuestras debilidades y limitaciones, reconociendo como fundamental la obra redentora de Dios en nuestro corazón. Tal actitud me conducirá hacia una postura de mayor humildad frente a la Escritura. Esto, a su vez, producirá también una disposición de someter mis observaciones e interpretaciones al cuerpo de Cristo, para ser verificadas y enriquecidas por aquellos que caminan por el mismo camino que yo."
Rodall m. Wittg
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