En las Escrituras leemos qué es enseñar tal cual las Escrituras dice. Una cosa es opinar y otra las Escrituras opinando. Una cosa es hablar y otra, hablar lo que se lee lo que está escrito.
Ejemplo:
Lucas 10
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro (Jesús), ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Acá leemos que el intérprete de la ley opinó lo que se lee (Dt.6:5) en la Biblia. Opinó opinando la Biblia: Bien has respondido (Lc.10:28).
29 Pero él, queriendo justificarse <a sí mismo>, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Pregunta: ¿Qué hubiéramos respondido habiendo estado ahí?
Otro ejemplo:
Mateo 19
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Acá un lector común enseña que hay que guardar los mandamientos, otros guardar la ley donde el sábado está incluido, para entrar en la vida. Otros, que los ricos no entran en la vida. Leemos también, en consecuencia ---ya que se fue triste el joven, no agradó---, que erró por falta de comprensión de lo que Dios quiere (por las Escrituras).
Sobre lo que está en negrita unos dirán que ninguno hay bueno, sino uno: Dios, y otros dirán una persona distinta.
Pregunta para un rico así: ¿Y venderías lo que tienes dándoselo a los pobres, para entrar en la vida?
Otro ejemplo:
Marcos 12
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Leemos que Jesús respondió Deuteronomio 6:4-5 - Levítico 19:18. Y el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho. Y también leemos que uno de los escribas respondió con otra frase (escrita): “no hay otro fuera de él”. Que forma parte de un verso (por ej. Dt.4:35), entre otros. Y también con “es más que todos los holocaustos y sacrificios”. Por lo que, amando a Dios era también amar al prójimo, tal como se lee en 1 Samuel 15:22 (en otras versiones se lee sacrificios en vez de víctimas). Y el autor de Marcos pone como “bien has respondido”, Jesús diciendo: No estás lejos del reino de Dios.
Pregunta: ¿Qué hubiéramos respondido al escriba?
Ejemplo:
Lucas 10
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro (Jesús), ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Acá leemos que el intérprete de la ley opinó lo que se lee (Dt.6:5) en la Biblia. Opinó opinando la Biblia: Bien has respondido (Lc.10:28).
29 Pero él, queriendo justificarse <a sí mismo>, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Pregunta: ¿Qué hubiéramos respondido habiendo estado ahí?
Otro ejemplo:
Mateo 19
16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 17 Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Acá un lector común enseña que hay que guardar los mandamientos, otros guardar la ley donde el sábado está incluido, para entrar en la vida. Otros, que los ricos no entran en la vida. Leemos también, en consecuencia ---ya que se fue triste el joven, no agradó---, que erró por falta de comprensión de lo que Dios quiere (por las Escrituras).
Sobre lo que está en negrita unos dirán que ninguno hay bueno, sino uno: Dios, y otros dirán una persona distinta.
Pregunta para un rico así: ¿Y venderías lo que tienes dándoselo a los pobres, para entrar en la vida?
Otro ejemplo:
Marcos 12
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. 30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos. 32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; 33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Leemos que Jesús respondió Deuteronomio 6:4-5 - Levítico 19:18. Y el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho. Y también leemos que uno de los escribas respondió con otra frase (escrita): “no hay otro fuera de él”. Que forma parte de un verso (por ej. Dt.4:35), entre otros. Y también con “es más que todos los holocaustos y sacrificios”. Por lo que, amando a Dios era también amar al prójimo, tal como se lee en 1 Samuel 15:22 (en otras versiones se lee sacrificios en vez de víctimas). Y el autor de Marcos pone como “bien has respondido”, Jesús diciendo: No estás lejos del reino de Dios.
Pregunta: ¿Qué hubiéramos respondido al escriba?