Re: ¿Qué es tomar la cruz cada día?
Hola Rafael!
Es verdad lo que me dices y lo que también le dijiste a Petrino. La persecución y la renuncia serían propiamente la cruz por aceptar a Cristo. Pero, por ejemplo, en caso de una enfermedad, el aceptar con valentía y hasta con alegría la voluntad de Dios ¿No sería tomar la cruz de cada día también? Claro que para el que se revelara y renegara no sería cruz de Cristo. Pero para el que ve en ello la mano amorosa de Dios, aunque no lo entienda, y se entregue igual. ¿No sería un testimonio fuerte de amor a Dios, un martirio no buscado, pero aceptado por amor a Él? He conocido personas cuyo testimonio en la enfermedad valía más que muchas prédicas y palabras, y creo que estaban abrazados gustosos a la Cruz de Cristo.
Muchos saludos
rafael7 dijo:Estimada Gabriela, una enfermedad, un dolor o un fracaso te deben llevar a Cristo, pero no constituyen en si mismo una cruz. Son pruebas. Llevar la cruz cada día es sufrir penalidades a causa de la obediencia a Cristo o renunciar a cosas pecaminosas o lícitas pero que no convienen. Por ejemplo, si en el trabajo te mandan que mientas al teléfono y no lo haces, estás tomando la cruz porque tu acción de obediencia puede acarrearte que te despidan porque elejiste obedecer a Dios antes que a los hombres. En cambio una enfermedad no es por obedicencia a Cristo salvo casos excepcionales de misioneros que pierden su salud por vivir precariamente en el tercer mundo. Pero aún asi yo diria que la enfermedad de esos misioneros no es la cruz sino consecuencia de haber tomado la cruz. Tomar la cruz es la determinación de no ser idólatra, de dar prioridad a la voluntad de Dios por encima de tus necesidades mateiales (comida, vestido, etc ...)
Claro, Gabriela, que escribo así porque me refiero al sentido bíblico de "tomar la cruz". Popularmente una enfermedad crónica se le llama cruz. Pero en lenguaje bíblico no lo es. Es una cuestión de lenguaje.
¡Dios te bendiga, Gabriela!
Hola Rafael!
Es verdad lo que me dices y lo que también le dijiste a Petrino. La persecución y la renuncia serían propiamente la cruz por aceptar a Cristo. Pero, por ejemplo, en caso de una enfermedad, el aceptar con valentía y hasta con alegría la voluntad de Dios ¿No sería tomar la cruz de cada día también? Claro que para el que se revelara y renegara no sería cruz de Cristo. Pero para el que ve en ello la mano amorosa de Dios, aunque no lo entienda, y se entregue igual. ¿No sería un testimonio fuerte de amor a Dios, un martirio no buscado, pero aceptado por amor a Él? He conocido personas cuyo testimonio en la enfermedad valía más que muchas prédicas y palabras, y creo que estaban abrazados gustosos a la Cruz de Cristo.
Muchos saludos