Re: Qué es la sucesión apostólica?
Con razón anota Tomás de Aquino que la materia de estas cartas es "la instrucción a los que rigen el pueblo de Dios" (Comentario a 1 Timoteo, prólogo). En estas cartas, tanto Timoteo como Tito aparecen como:
a) los que ostentan el lugar de Pablo, es decir, obran en su nombre, con su autoridad:
Te escribo estas cosas, esperando ir a ti pronto, pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad... Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de sus ángeles escogidos, que conserves estos principios sin prejuicios, no haciendo nada con espíritu de parcialidad.
(1 Tim 3,14s y 5,21)
Incluso les confiere la autoridad de nombrar a otros al frente de la iglesia:
Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé (Tit 1,5) No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así la responsabilidad por los pecados de otros; guárdate libre de pecado (1 Tim 5,22). Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (2 Tim 2,2).
Es claro pues que el Apóstol les encomienda que obren en su lugar, sin hacer nada sino lo que él les había dicho, e incluso les confiere la autoridad que hasta el momento se reservaba sólo a los Apóstoles, a saber, establecer a los guías de la iglesia (ver Hechos 14,22-23).
Pablo los está instruyendo, sabiendo que la muerte le es próxima (2 Tim 4,5-8); se trata pues de instrucciones para ser puestas en práctica por los líderes de las iglesias después de su muerte, y hasta la venida del Señor (1 Tim 6,14), por lo que se entiende la preocupación de Pablo en que Tito y Timoteo tengan especial cuidado en elegir a los que deban suceder a ellos (ver citas más arriba). Es claro que los está dejando, de hecho, como responsables de las iglesias en lugar de él.
b) están al cuidado de las iglesias puestas a su cargo con toda autoridad: A Timoteo le encomienda la delicada misión de custodiar la doctrina, misión que si bien es compartida por todos los creyentes, encuentra en Timoteo el principal responsable:
Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido... Esto manda y enseña... Entretanto que llego, ocúpate en la lectura de las Escrituras, la exhortación y la enseñanza... Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan... (1 Tim 4,6.11.13.16)
Es claro que el oficio de Timoteo es exclusivo de él, en el sentido que Pablo deja un responsable de la comunidad en lo que toca a la enseñanza, y ese es Timoteo. Los demás "escuchan" (1 Tim 4,16). Más adelante continúa en la misma línea:
Enseña y predica estos principios. Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido y nada entiende... Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo... Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones de lo que falsamente se llama ciencia... (1 Tim 6,3.13-14,20)
Luego agrega con más fuerza aún:
Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción (2 Tim 4,1s).
Le mandará lo mismo a Tito:
Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina... muéstrate en todo como ejemplo de buenas obras, con pureza de doctrina, con dignidad, con palabra sana e irreprochable... Esto habla, exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te desprecie (Tit 2,1.7-8,15).
Palabra fiel es ésta, y en cuanto a estas cosas quiero que hables con firmeza, para que los que han creído en Dios procuren ocuparse en buenas obras (Tit 3,8).
Es de recordar que el oficio de la enseñanza "con toda autoridad" era el oficio propio de los Apóstoles, como consta en todas las Escrituras del Nuevo Testamento (ver por ejemplo Hechos 6,2-4).
También se le advierte a Timoteo (1 Tim 2,1-11) cómo debe ser el culto de los cristianos, para que él supervise y no permita que se hagan las cosas de cualquier manera.
Por otro lado, Pablo es cuidadoso de transmitir a Timoteo y Tito asuntos importantes del gobierno de la Iglesia, como por ejemplo las cualidades que deben tener los que quieran servir como obispos, diáconos o presbíteros; no sólo eso, sino también cómo deben ser considerados si son acusados y llevados a juicio, todas cosas estas que, por su misma naturaleza, corresponden a personas que ostentan autoridad sobre toda la comunidad (ver 1 Tim 3,1-10; 5,15-20; 2 Tim 2,2; Tit 1,5-9; 2,15ss). Y también les encomienda a todo el resto de la comunidad: ancianos, jóvenes, doncellas, viudas, adolescentes y esclavos (1 Tim 5,1-16; Tit 2,2-10). Y finalmente les enseña cómo deben ser amonestados y eventualmente anatematizados los herejes:
Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, deséchalo, sabiendo que el tal es perverso y peca, habiéndose condenado a sí mismo (Tit 3,10)
En una palabra, Tito y Timoteo son establecidos por Pablo para gobernar con toda autoridad las iglesias. Una iglesia "invisible", como teorizan algunos, sin hombres de nombre y apellido con autoridad apostólica, ¿cómo podría aplicar la disciplina de la "excomunión", o como dice el texto "desechar" a uno que causa divisiones? ¡Pues sin duda que ese uno encontrará pasajes bíblicos que, según él, confirman su doctrina! ¿Y quién tendrá razón?