Hago la pregunta, porque muchos de este foro, tienen diferentes conceptos de su herencia espiritual, sea en el cielo, o en la tierra.
Algunos dicen, que todos los buenos van al cielo, otros ya se consideran escogidos para Reinar con Cristo en los cielos, porque, han recibido el Espíritu Santo.
Pero tenemos que pensar, un poco, sobre este asunto tan delicado e importante.
Por un lado, el grupo de escogidos son pocos, según la Biblia serán 144.000, por otro lado, el que se considere salvo, puede fallarle a Dios en el último momento de su vida, y perder su herencia espiritual.
Como botón de muestra: ¿Es bíblica la enseñanza de “una vez salvo, siempre salvo”?
La respuesta que da la Biblia:
No, no es bíblica. Una persona que haya conseguido la salvación por haber demostrado fe en Jesús pudiera perder esa fe y, por lo tanto, la salvación. La Biblia dice: “Luchen tenazmente por la fe”; eso quiere decir que mantenerse fiel requiere un gran esfuerzo Judas 3, 5. A los primeros cristianos que ya habían aceptado a Cristo se les dijo: “Sigan obrando su propia salvación con temor y temblor” Filipenses 2:12.
Algunos dicen, que todos los buenos van al cielo, otros ya se consideran escogidos para Reinar con Cristo en los cielos, porque, han recibido el Espíritu Santo.
Pero tenemos que pensar, un poco, sobre este asunto tan delicado e importante.
Por un lado, el grupo de escogidos son pocos, según la Biblia serán 144.000, por otro lado, el que se considere salvo, puede fallarle a Dios en el último momento de su vida, y perder su herencia espiritual.
Como botón de muestra: ¿Es bíblica la enseñanza de “una vez salvo, siempre salvo”?
La respuesta que da la Biblia:
No, no es bíblica. Una persona que haya conseguido la salvación por haber demostrado fe en Jesús pudiera perder esa fe y, por lo tanto, la salvación. La Biblia dice: “Luchen tenazmente por la fe”; eso quiere decir que mantenerse fiel requiere un gran esfuerzo Judas 3, 5. A los primeros cristianos que ya habían aceptado a Cristo se les dijo: “Sigan obrando su propia salvación con temor y temblor” Filipenses 2:12.