Espero querida hermana, que estos versículos ayuden a aclarar las ideas respecto a su epígrafe.
Ahora mismo no tengo mucho tiempo para argumentar sobre el asunto, pero ¿qué pensar entonces de Cristo, quien se juntaba con publicanos, prostitutas y todo tipo de pecadores? Este es el ejemplo a seguir.
Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 1no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros. (1 Corintios 5:9-13).
Que el Señor la bendiga.