PUNTO 2 A TRATAR: (JEHOVÁ DIOS)

Amyot

Recién registrado
21 Febrero 2024
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Para todos aquellos que sean ateos y (o) agnósticos, máximo respeto para todos. Unos lo son por convicción otros por el historial de las religiones en general y otros por diversas razones. El médico Lucas da una buena sugerencia para ese grupo de personas en Lucas 1:3 que en esencia dice que Él (Lucas) ha investigado todas las cosas con exactitud. Esa es una buena idea. No porque uno tenga una visión de las cosas no significa que no pueda cambiar de opinión, mientras sea a mejor…

El apóstol Pablo (Saulo), era perseguidor de cristianos y después cambió de parecer. Uno de los más afamados filósofos del siglo XX, Antony Flew, durante décadas fue un convencido ateo para al final de su vida dar un giro drástico en su pensamiento y reconocer la existencia de Dios. A este respecto animo a cualquier persona escéptica sobre la existencia de Dios a que lea un libro de este reconocido filósofo titulado: “Dios existe”. También sugiero que puedan analizar los descubrimientos a los que llegó el famoso científico Louis Pasteur sobre la generación espontánea donde, entre otras cosas afirmó que la vida solo puede venir de vida preexistente.
La Biblia es clara y nítida sobre la existencia de Dios. Pueden leer si lo desean Romanos 1:20, Hebreos 3:4, Apocalipsis 4:11 y verán qué razonamientos sencillos pero eficaces se dan. Y ahora sí apelo a usar su capacidad de raciocinio a cualquiera escéptico a la existencia de Dios. O Dios existe o no, ¿verdad? Bien si Dios no existe entonces tenemos que deducir que la materia vino a aparecer por casualidad. ¿O acaso piensan algunos que la materia siempre ha existido?

La evidencia clara muestra que la materia no ha existido siempre. Por ejemplo, sabemos que algunos elementos de la Tierra son inestables, es decir que son radiactivos. El uranio, por ejemplo, sigue liberando partículas radiactivas hasta que con el tiempo se convierte en plomo. Pero si la materia hubiera existido siempre, hoy no quedarían elementos radiactivos. Toda la radiactividad se hubiera “agotado” desde hace mucho tiempo, tal como el agua con el tiempo se escurre por completo de un barril que estuviera goteando. Otra evidencia es la que presentan las diferentes temperaturas que se hallan en el universo, desde la del fogoso calor del Sol hasta la del frío glacial del espacio sideral. Las leyes que se aceptan en la ciencia en cuanto a la manera en que funciona el calor (llamadas las leyes de la termodinámica) declaran que el calor siempre fluye de un cuerpo caliente a uno que tiene menos calor hasta que ambos alcanzan la misma temperatura. Pues bien, si el universo y la materia que hay en él hubieran existido eternamente, por todas partes habría (según la termodinámica) la misma temperatura, ¡y, en cuanto a eso, una temperatura muy fría! Pero esa no es la realidad, y por ello podemos estar agradecidos. Nuestro Sol sigue esparciendo en profusión calor y energía, tal como lo hacen miríadas de otras estrellas.

Esto prueba que el universo, y su materia, tuvieron principio. Cuando los científicos estudian la materia, particularmente el átomo, hallan evidencia de que toda materia es producto de energía…enormes cantidades de ésta. El ilustre científico Einstein dijo en alguna ocasión que solo una fuente tremenda de energía pudo haber producido toda la materia que hay en el universo. Esa teoría encaja perfectamente en el texto que encontramos en Isaías 40:26 que precisamente dice en parte que por el poder de su fuerza, y el poder de su energía, ni una faltará (refiriéndose a las estrellas). Así que Dios es la fuente tremenda de energía que se necesitaba para producir la materia. Pretender decir que la materia surgió por casualidad es igual a decir que un edificio se hizo solo por casualidad sin que nadie hubiera participado en su construcción. Retomando lo que dijo en una ocasión Pasteur, este mencionó que la materia inanimada no se puede animar por sí misma sin nadie inteligente que lo active. Ningún objeto inanimado se puede mover sin que una fuerza externa lo propulse o mueva. Para entenderlo de modo sencillo, un coche no podría nunca por voluntad propia (porque está compuesto de materia inanimada) dar vueltas por un pueblo porque él quisiera. Solo un ser humano desde dentro o teledirigido podría mover ese cuerpo.
La Tierra tampoco tiene voluntad propia por ser un elemento inanimado, sin embargo se mueve de modo cíclico y regular lo cual al igual que el coche es movido por alguien externo, ¿quién? No el azar o la casualidad sino un ser inteligente y poderoso, Dios. Ahora bien muchas personas ni siquiera con esas evidencias rechazan la existencia de Dios, notad qué contundentes palabras de la Biblia van dirigidas a esas personas: (Salmo 10:4 dice: “El impío, en la arrogancia de su rostro, no busca a Dios. Todo su pensamiento es: “No hay Dios”. El Salmo 14:1 va en esa línea. No es mi propia opinión aquí expresada sino el pensamiento de Dios (esto último sí es mi opinión). Así que si una persona se ofende por esas palabras (de la Biblia) que sepa que no hay nada en mí con esa intención sino mover a cualquier persona a no dar por hecho una opinión sea cual sea, sin antes investigarla y contrastarla porque la Biblia es categórica, si alguien deduce la no existencia de Dios por orgullo o terquedad, Dios que por supuesto ama a esa persona (sin él saberlo, la persona claro) se lo puede hacer ver o comprobar por otros medios que quizás a él no le agrade descubrir.

Dicho de otro modo Dios que ama a todo el mundo, hará todo lo posible por cualquier medio que Él vea conveniente, dar a todos la oportunidad de conocerlo sin coartar su libre albedrío. Dios no obligará a nadie a servirle ni irá más allá de la libertad de cada ser humano. Para entenderlo mejor, es como si un familiar hace todo lo posible por ayudar y animar a su pariente a dejar el tabaco porque sabe de sus peligros y por amor a ese familiar insistirá pero nunca le obligará a dejar el tabaco, respetará su decisión si esto último es lo que quiere la persona, la persona razonable y sensata sabrá ver el momento oportuno de no insistir cuando vea que ya no es necesario, creo que se entiende el ejemplo, ¿No? Bien hasta aquí la primera parte de este segundo tema dedicado a Dios. Ahora bien si os habéis fijado he puesto que el nombre de Dios es Jehová. ¿Es ese su nombre? ¿Hay evidencia de ello? Esta cuestión se analizará en la parte dos de este interesantísimo apartado.

Saludos.