En realidad somos biológicamente frugívoros, pero por cuestiones circunstanciales hemos adaptado a nuestro organismo a sobrevivir metiéndole casi de todo. Hoy se ve gente, especialmente en EE.UU, Inglaterra y España, cuya alimentación parte de hamburgesas de McDonalds, gaseosas, comida congelada, productos empaquetados, dulces artificiales, bollería industrial, procesados con harinas refinadas, frituras, carnes, comida super cocinada, alimentos de microondas, etc., que es la misma gente que tiene sobrepeso y se pasa todo el año en el consultorio médico y tomando un montón de pastillas de todo tipo, especialmente con diabetes tipo 2 (así que tienen que inyectarse insulina), y asimismo con cáncer. Esto no es "el diablo", sino la porquería de comida a la que llaman "alimentación".
El cuerpo que poseemos fue creado como frugívoro. Esto está científicamente probado, así como por los registros antropológicos. Solo por dar tres ejemplos simples:
1 - Nuestro sistema digestivo tiene jugos gástricos menos activos y fuertes que el de omnívoros y carnívoros, así que no destruye la comida como sí pasa con ellos, y gran parte queda sin terminar de procesarse antes de atravesar el duodeno.
2 - Nuestro intestino es más largo que el de omnívoros y carnívoros, porque requiere un proceso más lento de absorción. Los carnívoros lo sintetizan más rápido. El intestino delgado de un humano tarda más de 8 horas en absorber lo que un oso o un león logran en 30 minutos a 2 horas. Eso quiere decir que si la carne ya está de por sí en proceso de descomposición, dentro de nuestro organismo se descompone más rápido, especialmente al mezclarse con enzimas que aceleran la fermentación. Esto crea una jauría de bacterias y organismos de putrefacción que son absorbidos hacia el riego sanguíneo matando a las células y taponando las arterias. Cuando estos alimentos ya llegan al intestino grueso son más del 70% heces (mierda). Así, la fructosa que debería absorber el intestino grueso de la fruta para el cerebro es en realidad "mierda" (carne en estado de putrefacción), y esta va directo al hipotálamo.
3 - Nuestros dientes están hechos para mascar alimentos. Solo tenemos 4 colmillos, cuya finalidad es para sujetar la comida para que sea mejor masticada por el resto de dientes. Nuestra dentición es para alimentos vegetales, no para carne. La dentición para carne es la de los caninos, que roen con solo apretar la mandíbula.
¿Y por qué no la animal? ¿Quién ha dicho que un animal no es nuestro prójimo? ¿Por qué no te comes a tu perro o a tu gato?
Eso es relativo. Las vacas de hoy son alimentadas con maíz y pienzos, y se acostumbran, pero eso daña su sistema digestivo y altera sus hormonas, que pasan a la leche. La alimentación de las vacas es la hierba. El hombre se ha acostumbrado a comer cosas que si otra persona de una cultura distinta come, puede llegar a morir. A mucha gente le encantan las cucarachas de mar, llamadas usualmente langostinos, gambas o camarones, pero una persona no adaptada puede sufrir intoxicación si las come. Lo mismo con el resto de criaturas que tienen por función limpiar. Las formas de vida que limpian las basuras en la Tierra, en la superficie y el fondo del mar, o la carroña, si luego son comidos, la contaminación en su sangre y sistema digestivo es absorbida por el que se lo come. Puede no notar nada "raro" si está acostumbrado, pero aún así cuando tienen una digestión pesada, acidez estomacal, picor en la piel, heces muy duras o muy blandas, son síntomas de que el sistema no está realmente saliendo beneficiado, y más bien está tratando de desintoxicarse de algo que le está dañando.
En realidad, ¿cómo sabes si algo te sienta bien? Puede ser a corto o a largo plazo. Ese es el problema, y por eso hay tanta gente con problemas de salud. Primero, porque no relacionan su alimentación con su salud, y segundo porque muchos efectos son acumulativos, y vez el resultado del daño que haces a tu cuerpo cuando ya están los resultados exteriores patentes (como en un ciclo de incubación, no te enteras, hasta que el virus ya ha destruido la mayoría de las partes que afectan el buen funcionamiento del cuerpo).
Creo que te equivocaste en la redacción de este punto. El aceite de oliva, así como el aguacate, son las mejores grasas saludables para el cuerpo y la correcta función de sistemas como la flexibilidad de la fascia. El pan integral, como todos los alimentos integrales, son altos en proteínas y fibra, y perfectos para la salud.
El cacao natural o chocolate negro sin azúcares añadidos es saludable e incluso estimula la llamada "hormona de la felicidad". Los tés son adecuados según las necesidades del cuerpo. Cada planta tiene una función para el cuerpo. Beber algo sin saber qué finalidad tiene en el cuerpo es como echar a tu carro cualquier tipo de carburante. Las hierbas son medicinales, y el té de las mismas es un método de sintetización para facilitar su absorción en la sangre.
La fruta se debe consumir antes de los alimentos, dado que se procesa en el intestino grueso. Además, porque al mezclarse con otros alimentos, tal como dices, acelera la descomposición, y por ende, las bacterias no sanas.
La carne se consumía solo por supervivencia, para celebraciones especiales o para los sacrificios rituales. No era parte de la dieta hebrea.
Excelente caso. Si miran el antiguo Israel, nuestra dieta eran legumbres y cereales integrales. Lo pueden ver en la propia Biblia, donde se habla de los almuerzos de lentejas, como el que le vendió Yakob a su hermano por la primogenitura; la dieta que Daniel pidió para él y sus compañeros en Babel, los ejemplos de cómo recobrar salud comiendo legumbres como recomendó Pablo a los romanos...
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