Re: ¿PUEDEN AYUDARME A ENTENDER LA PARÁBOLA DEL MAYORDOMO INFIEL?
LA PARÁBOLA DEL MAYORDOMO INFIEL (Lucas 16:1-8)
“Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo” (vers.1)
El hombre rico, es Dios…. el mayordomo es el ministro de Dios…
Cuando Jesús refiere la parábola del mayordomo infiel; dice que éste, era disipador de sus bienes;… (“Y éste fue acusado delante de él como disipador” vers.1 ) El (los) ministro de Dios, es solamente administrador (mayordomo) de los bienes espirituales o de las riquezas de Dios; no es el dueño,.. aunque le han sido confiadas de Dios estas riquezas de lo alto; por tanto, cuando estas se pierden, se disipan o no se multiplican, es hallado culpable ante el verdadero dueño de las riquezas.
Las cuentas que pide Dios, al ministro o mayordomo, es el trabajo del ministro que no ha sabido administrar los bienes de Dios con la responsabilidad, seriedad y honestidad que se requiere, cuando los bienes o riquezas son ajenos, y más aún, cuando estas pertenecen a Dios. “¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía” (vers. 2) Dios está en todo su derecho de pedir cuentas, cuando se trata de sus bienes; y si El; bien puede “sacar o poner reyes”… bien puede sacar y poner ministros;… cuando estos aparecen como infieles en su desempeño.
Cada ministro de Dios, cumpliendo bien o mal su trabajo o ministerio; está muy consciente de su desempeño, de acuerdo al discernimiento dado;… entiende claramente cuando está haciendo mal, o cuando hace bien la tarea encomendada por Dios.
Por lo tanto el reconocimiento del mayordomo infiel, ante el requerimiento del hombre rico (Dios) es fiel reflejo del reconocimiento que llega a tener un ministro que es requerido por Dios en algún momento de su ministerio, cuando no ha trabajado el talento que le ha sido dado y lo mantiene oculto sin mayores frutos: “Entonces el mayordomo dijo dentro de sí: ¿Qué haré? Que mi Señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, tengo vergüenza” (vers. 3)
El ministro o mayordomo infiel, reconoce su incapacidad de trabajar genuinamente para multiplicar los bienes encomendados. Hay ministros que más que asumir su responsabilidad, solo buscan honra, y sacar provecho de su calidad de ministro (mayordomo) y antes de trabajar ellos, tienen un “séquito” de hermanos (co-pastores, obreros, co-ayudadores, coordinadores etc. etc.) que hacen el trabajo que ellos deben hacer; sin involucrarse personalmente, si no es solo para estirar la mano y llenarse sus bolsillos y ser tenido “en mucha estima”…
Reconoce por tanto, que trabajar genuina y honradamente, no puede… Cuando un pastor, se ha “cebado” con las ovejas;… difícilmente puede dejar de sacarles la lana y la leche. (me refiero a los pastores o ministros infieles)
Trabajar para lograr los frutos esperados por Dios; es lo que un ministro infiel no sabe hacer;… prefiere buscar superficialmente los materiales que aporta a sus miembros para que estos edifiquen, actitud que no requiere mayor trabajo, pues sobre la superficie de la tierra existen el heno, la madera, la hojarasca, y… bien barnizados (argumentos por artes humanas compuestos), no se ven feos…
El verdadero hombre de Dios sin embargo; fiel a Dios, fiel a los bienes encomendados... debe vivir una vida de oración; (cavar) para encontrar las verdaderas riquezas y darlas a su congregación para que, los creyentes, puedan verdaderamente edificar con oro, plata, piedras preciosas, elementos que no están a flor de tierra, sino bajo tierra, y para obtener estos materiales, se debe cavar, mientras más hondo, mejor:… oración, ferviente y permanente oración; mucha oración, ayunos, lectura y escudriñamiento de su palabra, conocimiento de los misterios de Dios y de las riquezas que forman al creyente como verdaderos hombres y mujeres de Dios: edificando sobre oro, plata y piedras preciosas. Este trabajo, no está en condiciones de hacerlo un ministro o mayordomo infiel.
Luego, reconocer su falla y su triste condición espiritual, le da vergüenza. Existen ministros que enseñan errores doctrinales; manipulan la Palabra de Dios, la acomodan o tergiversan y enseñan doctrina de hombres antes que la verdadera Palabra de Dios… Aunque llegan a darse cuenta de esto; e internamente lo reconocen dentro de sí;… jamás serán capaces de reconocerlo delante de sus congregaciones; pues experimentar esa vergüenza, es la que no están dispuesto a pasar. “Trabajar no puedo, mendigar me da vergüenza”
Es entonces, cuando frente a lo que no están dispuestos a asumir, porque tampoco pueden: “trabajar o mendigar”;… comienzan a conducirse astutamente: “Ya se lo que haré para que cuando fuere quitado de la mayordomía, me reciban en sus casa” (vers.4)
“Llamando a los deudores de su señor, dijo: ¿Cuánto debes a mi señor?... y el dijo: cien barriles de aceite;…y le dijo: siéntate presto y escribe cincuenta. Después dijo a otro: ¿y tu, cuanto debes?... y el dijo: cien coros de trigo. Y el dijo: toma tu obligación, y escribe ochenta?”
Esta es precisamente la actitud que más provecho le reporta a un mayordomo infiel, o …ministro infiel… Su astucia para acomodar la palabra de Dios y apoyar lo que Dios condena, haciéndolo aparecer como correcto…. “¿Usted es divorciado y vuelto a casar?.... Si responde el creyente,.… no se preocupe; dice el ministro,… eso no es tan grave; hay otras cosas peores, estése tranquilo, Dios conoce su condición y él sabe que usted sufrió mucho, siga así no más…” ("¿debe cien?... ¡ponga solo cincuenta!") … ¿Y usted?... ¿está en fornicación, solamente vive con una mujer y no es casado?... ¡Si!, …responde el miembro… No se preocupe. Le dice el pastor… ¿usted llegó así al evangelio?.... entonces quédese así, su Palabra lo apoya, siga adelante no más… lo suyo no es tan grave ante Dios, Dios es misericordioso,… más adelante podría casarse… siga no más… (“¿Debes cien coros de trigo,..no te preocupes, escribe solo ochenta”)
“¿Usted hermanita quiere hacerse un aborto?... Si, responde la hna. … Bueno… dice el ministro… en realidad eso es una falta ante los ojos de Dios, pero también Dios es tan misericordioso, y él sabe que usted no puede asumir una responsabilidad tan grande siendo soltera, y además Dios no quiere que sus hijas sean deshonradas ni avergonzadas… hágalo, pero no le diga a nadie, el dolor para sus padres sería muy grande si saben que usted está embarazada… ..Pero… no diga que yo la autoricé… Dios la comprende…” (“¿Debes cien barriles de aceite?... escribe solo cincuenta”)
Y así le sigue bajando la pena a muchos creyentes, minimizando el pecado y… ganándose el favor de la hermandad… Así, ellos le reciben en sus corazones (“para que me reciban en sus casas”) y lo aceptan como un pastor “tan humano”… “no es tan legalista como otros”… “es tan bondadoso y lleno de misericordia”… “no anda condenando a nadie”, y es simpático con todos… ganándose el favor de toda la congregación; y siempre será "bien recibido en sus casas"
Dios alaba la astucia de éste mayordomo, no su deshonestidad en cuanto a sus bienes mal administrados. Esta astucia, para manipular la palabra de Dios (los bienes de Dios), es lo que le reporta la simpatía de los miembros y estos lo aceptan y reciben gustosos… como un “buen ministro de Dios” Y, obviamente, con los “recursos” que le llegan de todos los que simpatizan con él… bien puede hacer “caridad” con una pequeña parte de todo lo que recibe, y parecer “tan caritativo” a los ojos de la iglesia.
La astucia de estos ministros, es digna de considerarla, llegan a ser más sagaces que cualquier ministro honrado y fiel a su señor;… y esto Dios bien lo sabe… y esa sabiduría, y esa audacia debieran tenerla los hijos de Dios, honestos, leales fieles a Dios y su obra, para trabajar fielmente y recibir frutos para Dios.
Las "riquezas de maldad" (vers.9), se refiere a las riquezas materiales,: el dinero…. El creyente es llamado a hacer un buen uso de las riquezas materiales, el dinero puede reportar ganancias, mucho han llegado al evangelio, gracias a que alguien les ayudó económicamente. El “Haceos amigos de las riquezas de maldad”, no significa que nos hagamos amigos del dinero, sino que hagamos amigos, ganemos amigos, “a través” del dinero o de las riquezas…
Compartiendo con aquellos que verdaderamente lo necesitan, y no solamente con los domésticos de Dios, un vecino, un amigo, un familiar inconverso, pueden llegar a las plantas de Cristo, gracias a “las riquezas de maldad” (materia) con que se les tendió la mano, en alguna ocasión.
Dios les bendiga