¿Puede usted clamar “Abba, Padre”?
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Romanos 8:15 Pues no habéis recibido espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido espíritu filial, con el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
“Abba” es una palabra aramea que significa padre. Cuando se conjugan los dos términos “Abba” y “Padre”, el resultado es una sensación profunda y tierna, la cual es muy íntima. “Abba, Padre” expresa una dulzura intensificada. Los niños de todas las razas humanas se dirigen a sus padres de esta forma dulce: En Estados Unidos dicen: “Daddy”; en China dicen: “Baba”; y en las Filipinas dicen: “Papa”. No usamos una sílaba aislada como “Da”, “Ba” o “Pa”, pues no sería tan dulce usar una sola sílaba. Necesitamos decir: “Daddy”, “Baba” o “Papa”. Necesitamos clamar: “Abba, Padre”. Si hacemos esto, comprobaremos cuán dulce es.
¿Por qué clamamos: “Abba, Padre”? Porque tenemos un espíritu de filiación. Me sería difícil llamar “Papá” a un hombre que no sea mi padre. Sería más fácil llamarlo “Señor”, pero no podría llamarlo “Papá”. Y sería mucho más difícil dirigirme a él clamando: “Abba, Padre”. De hecho, sería imposible.
Si mi querido padre aún viviera, me gustaría llamarlo “Papi”. Sería tan dulce llamarlo así porque él me engendró. Jóvenes, no hay necesidad de que duden si son hijos de Dios. Cuando ustedes claman: “Abba, Padre”, ¿no experimentan una sensación muy dulce e íntima en su interior? Esto comprueba que son hijos de Dios y que tienen un espíritu de filiación.
¡Jesús es el Señor!
-----------------------------
SEMANA 12 — DÍA 2
Alimento matutino
1 Co. 3:12 Y si sobre este fundamento alguno edifica oro, plata, Piedras preciosas, Madera, heno, hojarasca.
Ef. 4:12 A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.
16 …Todo el Cuerpo…causa el crecimiento del Cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.
Mt. 16:18 … Edificaré Mi iglesia…
En 1 Corintios 3:12, Pablo habla de dos categorías de materiales con los cuales se puede edificar: la madera, el heno y la hojarasca, los cuales son humanos y mundanos, y el oro, la plata y las piedras preciosas, los cuales son tesoros preciosos y materiales transformados. Si edificamos la iglesia con madera, heno y hojarasca, es decir, con los logros que provienen de nuestro trasfondo natural o con la manera natural de vivir, destruiremos la iglesia (v. 17). Debemos edificar la iglesia con oro, plata y piedras preciosas, que representan a Dios, a Cristo y al Espíritu, respectivamente.
Edificar la iglesia con estos materiales equivale a edificarla con el Dios Triuno procesado y consumado. Cuando edificamos la iglesia de esta manera, en realidad no somos nosotros los que la edificamos, sino que es Dios quien la edifica valiéndose de nosotros como el medio mediante el cual Él se imparte y se transmite a las personas. (Estudio-vida de 1 y 2Samuel,pág.164)
Lectura para hoy
En Mateo 16:18, el Señor Jesús dijo: “Edificaré Mi iglesia”. Pero, ¿cómo deberá ser edificada la iglesia? La iglesia es edificada con el Dios Triuno: con el Padre como origen, el Hijo como elemento y el Espíritu como esencia. Esto se revela claramente en Efesios 4:4-6. Estos versículos muestran que la iglesia, el Cuerpo de Cristo, es la mezcla de la estructura humana y del Dios Triuno como origen, elemento y esencia. Por una parte, las personas dotadas perfeccionan a los santos para la obra del ministerio a fin de que el Cuerpo se edifique a sí mismo en amor; por otra, el Dios Triuno procesado y consumado como origen, elemento y esencia, edifica la iglesia al ser edificado en nuestro ser.
Debemos estar conscientes de esto cuando laboremos por el Señor. No es suficiente presentar a los demás el conocimiento acerca de la economía de Dios y de otras cosas divinas, espirituales y celestiales. Lo importante es impartirles al Dios Triuno. Es por medio de la oración, el ayuno, el arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados que el Dios Triuno nos llena, nos satura y se mezcla con nosotros, y llega a ser nuestro origen, elemento y esencia. Entonces podremos salir con Él y colaborar con Él. Si somos llenos del Dios Triuno, cuando hablemos,Él fluirá de nosotros y alimentará a las personas infundiéndose en ellas.
El capítulo 7 de 2 Samuel es una profecía que anuncia que, en el período neotestamentario, Dios mismo estaría entre Su pueblo edificando la iglesia. De hecho, es Cristo quien edifica la casa de Dios, Su templo. Además, Cristo es el elemento en el cual y con el cual se edifica la iglesia como casa de Dios. En este capítulo, Dios parecía decir a David: “David, aún estás vacío. No pienses que debes hacer algo para edificarme casa. Date cuenta de que tú necesitas que Yo, como Padre, Hijo, y Espíritu, sea formado, sea edificado, en ti. Entonces tendrás una casa, y esa casa también será Mi casa”.
El significado intrínseco de 2 Samuel 7 consiste en que el Dios Triuno, en Su Trinidad procesada y consumada, se forja en Sus escogidos … Este capítulo revela que el Dios Triuno se imparte en nosotros para hacer de nosotros Su hogar (Cristo y la iglesia) y producir así una simiente, un linaje (el Cristo que lo es todo).
Vemos así una casa y una simiente o linaje. Cristo es la casa, y también la simiente. Cristo es el elemento y también el fruto resultante. Cristo lo es todo. Este Cristo es tanto la casa de Dios como nuestro hogar. Por tanto, nosotros y Dios compartimos una misma morada en la que Cristo mora en nosotros, y nosotros en Él. Él y nosotros, nosotros y Él, estamos mezclados como una sola entidad… Toda la creación aguarda con anhelo la expresión del Dios Triuno mezclado con el hombre tripartito, por medio de la edificación que Él efectúa por Sí mismo, consigo mismo, en Sí mismo y para Sí mismo.
(Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, págs. 164-166)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, mensaje 24
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
~~~~~ Versículos de la Biblia ~~~~~
Romanos 8:15 Pues no habéis recibido espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido espíritu filial, con el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Gálatas 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
~~~~~ Palabras del ministerio ~~~~~
“Abba” es una palabra aramea que significa padre. Cuando se conjugan los dos términos “Abba” y “Padre”, el resultado es una sensación profunda y tierna, la cual es muy íntima. “Abba, Padre” expresa una dulzura intensificada. Los niños de todas las razas humanas se dirigen a sus padres de esta forma dulce: En Estados Unidos dicen: “Daddy”; en China dicen: “Baba”; y en las Filipinas dicen: “Papa”. No usamos una sílaba aislada como “Da”, “Ba” o “Pa”, pues no sería tan dulce usar una sola sílaba. Necesitamos decir: “Daddy”, “Baba” o “Papa”. Necesitamos clamar: “Abba, Padre”. Si hacemos esto, comprobaremos cuán dulce es.
¿Por qué clamamos: “Abba, Padre”? Porque tenemos un espíritu de filiación. Me sería difícil llamar “Papá” a un hombre que no sea mi padre. Sería más fácil llamarlo “Señor”, pero no podría llamarlo “Papá”. Y sería mucho más difícil dirigirme a él clamando: “Abba, Padre”. De hecho, sería imposible.
Si mi querido padre aún viviera, me gustaría llamarlo “Papi”. Sería tan dulce llamarlo así porque él me engendró. Jóvenes, no hay necesidad de que duden si son hijos de Dios. Cuando ustedes claman: “Abba, Padre”, ¿no experimentan una sensación muy dulce e íntima en su interior? Esto comprueba que son hijos de Dios y que tienen un espíritu de filiación.
¡Jesús es el Señor!
-----------------------------
SEMANA 12 — DÍA 2
Alimento matutino
1 Co. 3:12 Y si sobre este fundamento alguno edifica oro, plata, Piedras preciosas, Madera, heno, hojarasca.
Ef. 4:12 A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.
16 …Todo el Cuerpo…causa el crecimiento del Cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.
Mt. 16:18 … Edificaré Mi iglesia…
En 1 Corintios 3:12, Pablo habla de dos categorías de materiales con los cuales se puede edificar: la madera, el heno y la hojarasca, los cuales son humanos y mundanos, y el oro, la plata y las piedras preciosas, los cuales son tesoros preciosos y materiales transformados. Si edificamos la iglesia con madera, heno y hojarasca, es decir, con los logros que provienen de nuestro trasfondo natural o con la manera natural de vivir, destruiremos la iglesia (v. 17). Debemos edificar la iglesia con oro, plata y piedras preciosas, que representan a Dios, a Cristo y al Espíritu, respectivamente.
Edificar la iglesia con estos materiales equivale a edificarla con el Dios Triuno procesado y consumado. Cuando edificamos la iglesia de esta manera, en realidad no somos nosotros los que la edificamos, sino que es Dios quien la edifica valiéndose de nosotros como el medio mediante el cual Él se imparte y se transmite a las personas. (Estudio-vida de 1 y 2Samuel,pág.164)
Lectura para hoy
En Mateo 16:18, el Señor Jesús dijo: “Edificaré Mi iglesia”. Pero, ¿cómo deberá ser edificada la iglesia? La iglesia es edificada con el Dios Triuno: con el Padre como origen, el Hijo como elemento y el Espíritu como esencia. Esto se revela claramente en Efesios 4:4-6. Estos versículos muestran que la iglesia, el Cuerpo de Cristo, es la mezcla de la estructura humana y del Dios Triuno como origen, elemento y esencia. Por una parte, las personas dotadas perfeccionan a los santos para la obra del ministerio a fin de que el Cuerpo se edifique a sí mismo en amor; por otra, el Dios Triuno procesado y consumado como origen, elemento y esencia, edifica la iglesia al ser edificado en nuestro ser.
Debemos estar conscientes de esto cuando laboremos por el Señor. No es suficiente presentar a los demás el conocimiento acerca de la economía de Dios y de otras cosas divinas, espirituales y celestiales. Lo importante es impartirles al Dios Triuno. Es por medio de la oración, el ayuno, el arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados que el Dios Triuno nos llena, nos satura y se mezcla con nosotros, y llega a ser nuestro origen, elemento y esencia. Entonces podremos salir con Él y colaborar con Él. Si somos llenos del Dios Triuno, cuando hablemos,Él fluirá de nosotros y alimentará a las personas infundiéndose en ellas.
El capítulo 7 de 2 Samuel es una profecía que anuncia que, en el período neotestamentario, Dios mismo estaría entre Su pueblo edificando la iglesia. De hecho, es Cristo quien edifica la casa de Dios, Su templo. Además, Cristo es el elemento en el cual y con el cual se edifica la iglesia como casa de Dios. En este capítulo, Dios parecía decir a David: “David, aún estás vacío. No pienses que debes hacer algo para edificarme casa. Date cuenta de que tú necesitas que Yo, como Padre, Hijo, y Espíritu, sea formado, sea edificado, en ti. Entonces tendrás una casa, y esa casa también será Mi casa”.
El significado intrínseco de 2 Samuel 7 consiste en que el Dios Triuno, en Su Trinidad procesada y consumada, se forja en Sus escogidos … Este capítulo revela que el Dios Triuno se imparte en nosotros para hacer de nosotros Su hogar (Cristo y la iglesia) y producir así una simiente, un linaje (el Cristo que lo es todo).
Vemos así una casa y una simiente o linaje. Cristo es la casa, y también la simiente. Cristo es el elemento y también el fruto resultante. Cristo lo es todo. Este Cristo es tanto la casa de Dios como nuestro hogar. Por tanto, nosotros y Dios compartimos una misma morada en la que Cristo mora en nosotros, y nosotros en Él. Él y nosotros, nosotros y Él, estamos mezclados como una sola entidad… Toda la creación aguarda con anhelo la expresión del Dios Triuno mezclado con el hombre tripartito, por medio de la edificación que Él efectúa por Sí mismo, consigo mismo, en Sí mismo y para Sí mismo.
(Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, págs. 164-166)
Lectura adicional: Estudio-vida de 1 y 2 Samuel, mensaje 24
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!