El hecho de que María fuera virgen cuando concibió a Jesús no se refiere a su pureza moral, sino a la naturaleza milagrosa del nacimiento de Cristo.
La profecía de Isaías 7:14 y su cumplimiento en Mateo 1:23 nos hablan de una señal de Dios, no de un embarazo místico con intervención humana.
Pero si aceptamos que Dios tomó el óvulo de María y lo fecundó, ¿podemos seguir diciendo que ella fue virgen en el sentido literal y profético?
El óvulo no es un símbolo.
Es una célula reproductiva activa.
Involucrarla significa que hubo una participación corporal de María en la formación genética de Jesús.
Esto anula su virginidad, aunque no haya habido una relación sexual.
El énfasis bíblico no es sobre castidad, sino sobre el origen celestial de Jesús: “El Verbo se hizo carne” (Juan 1:14).
No dice que se hizo cigoto ni espermatozoide. Dios preparó un cuerpo para su Hijo (Hebreos 10:5), no lo gestó biológicamente con María.
Si Jesús es el Verbo hecho carne, y no una mezcla de Dios con genética humana, entonces su carne descendió del cielo (Juan 6:51) como una nueva creación, no como producto de la carne caída (Juan 3:6).
María fue madre portadora, no madre genética.
Por eso su virginidad se mantiene intacta: porque ninguna parte de su cuerpo fue usada para concebir al Hijo de Dios.
Pensar que su óvulo fue usado, aunque sin varón, trivializa la señal divina y reduce el milagro a una especie de fecundación asistida.
Y eso no es lo que enseñan las Escrituras.
La profecía de Isaías 7:14 y su cumplimiento en Mateo 1:23 nos hablan de una señal de Dios, no de un embarazo místico con intervención humana.
Pero si aceptamos que Dios tomó el óvulo de María y lo fecundó, ¿podemos seguir diciendo que ella fue virgen en el sentido literal y profético?

Es una célula reproductiva activa.
Involucrarla significa que hubo una participación corporal de María en la formación genética de Jesús.
Esto anula su virginidad, aunque no haya habido una relación sexual.

No dice que se hizo cigoto ni espermatozoide. Dios preparó un cuerpo para su Hijo (Hebreos 10:5), no lo gestó biológicamente con María.


Por eso su virginidad se mantiene intacta: porque ninguna parte de su cuerpo fue usada para concebir al Hijo de Dios.

Y eso no es lo que enseñan las Escrituras.