¿Es bíblica “la prosperidad” que se predica hoy?
Existe mucha confusión en cuanto a eso. Es muy cierto que la voluntad de Dios es nuestro bienestar en todo el sentido. La bíblia claramente lo expresa, y el hecho de Dios haber enviado a su Unigénito Hijo al mundo para recatarnos del pecado, es un testimonio inequívoco al respecto. .
El Apóstol Juan, de alguna manera estaba consciente del hecho de que Dios nos prospera al expresarlo como un deseo para un viejo amigo.
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"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma." (3Juan, 2)
Usualmente se toma este versículo como partida al tema de la "prosperidad" que se predica hoy. Pero, éste versículo y esa "prosperidad" no son compatibles. Más, sí lo es con el deseo de Dios, por nuestro bienestar integral. Si usted me pregunta: ¿Quieres ser prosperado? Mi respuesta sería: “Yo soy prospero por la gracia de Dios.” Todo verdadero cristiano no debe sentir menos.
Ahora, bien, en 3 Juan, 2, encontramos unas palabras que expresan un deseo del apóstol Juan a Gayo, un macedonio, compañero hospedador de Pablo, a quien también Pablo bautizó en las aguas, y quien era muy solícito en la causa del Señor, ayudando y entregándose sin condición al servicio del evangelio. (Hch, 19:29; Ro, 16:23; 1Co,1:14)
Es probable que Juan y Gayo se conocieran antes que este último conociera a Cristo. Y, a éstas alturas de la vida del apóstol y de Gayo, aquél se regocijaba de que éste aún permaneciera fiel en el evangelio y con la misma solicitud de siempre, por lo que le escribe con sus mejores deseos. (3Jn,1-8)
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¿Le hablaba Juan a su amigo Gayo en el sentido de “la prosperidad” que se predica hoy? No lo creo, esa “prosperidad” en mi opinión, fomenta un materialismo enfermizo. No corresponde al mensaje de Cristo para nosotros. (Mt, 28:19,20)<o
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La susodicha "prosperidad" ha alejado a la gente de las aspiraciones por la venida del Señor y nuestra reunión con él. Así como también, el deseo de una vida espiritual, piadosa en el Señor. Es un evangelio de oferta, de compra y venta, de "una fórmula" que te consigue todos los caprichos materiales que desees.
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Eso, me pone a reflexionar sobre la profecía de Ap, 3:7-22, donde se anticipa la condición de la iglesia de Cristo en el tiempo final. Allí vemos dos condiciones existenciales que prevalecerían en la iglesia de Cristo del último tiempo. Por un lado, la iglesia de Filadelfia representa a aquellos que son vigilantes y piadosos, celosos con la doctrina del evangelio. Por el otro lado, la iglesia de Laodicea, representa a los cristianos que están en una condición tibia, es decir que, viven una vida mediocre espiritualmente, tienen de Dios y del mundo por igual, avarientos, materialistas, e insensibles a los propósitos de Dios y a la necesidad ajena.
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Yo creo que la prosperidad que recibimos de Dios y como la bíblia lo enseña, es mucho mas que una condición económica y material codiciable, es el favor del Señor sobre nuestras vidas, en todo el sentido y en todo momento. “La bendición del Señor es la que enriquece y no añade tristeza con ella.” (Pr, 10:22)<o
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Usted puede observar en las escrituras que, ni Jesucristo ni los apóstoles, ni aún la iglesia primitiva, dieran énfasis alguno al tema específico de “la prosperidad”, y así lo vemos a través de toda la bíblia. Sin embargo, muchas congregaciones hoy, dan un énfasis primordial al tema, y satanás está muy complacido con eso.
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Habrá quien me diga, usted esta mal en lo que dice, porque “grandes ministros y ministerios” predican y enseñan la “prosperidad” ¿Quién es usted para decir que eso está mal?” Bueno, también en el tiempo de Cristo había maestros de la ley hombres con autoridad en las escrituras, principales entre los judíos, que no predicaban la palabra de Dios como correspondía, quienes recibieron la cesura del Señor. (Mt, cap. 23)<o
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¿Hace Dios acepción de personas? ¿Cómo es que en la mayor parte del mundo la iglesia sufre grandes privaciones, y nosotros aquí estamos aclamando a un materialismo enfermo? El dinero y las cosas materiales no tienen nada de malos, y son necesario. Lo malo es, ¡dónde está el corazón de la iglesia de hoy! (Mt, 6:21)<o
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>Háblales de “prosperidad” a los cristianos fieles de la mayor parte del mundo, y verdaderamente los someterás a una depresión severa. Aún los apóstoles y la iglesia primitiva, sufrieron grandes privaciones materiales. ¿Cómo es que Dios sometió a ese tipo de experiencias de luchas y carencia material, aquellos quienes fueron los pioneros, los que aún ofrendaron sus vidas por su obra, mientras que a nosotros, nos concede todos los caprichos que deseemos? ¿Un padre bueno y responsable, da a su hijo todos sus deseos? ¡No obstante, esa es la prosperidad que te predican por ahí!
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En el orden espiritual, todo cristiano fiel tiene la misma experiencia con Dios, pero en la escala material, lo que es prosperidad para uno, para otro no necesariamente lo es. Prosperidad divina, tal y como lo vemos en toda la bíblia no es exclusivamente tener mucho dinero, propiedades y vestir la mejor ropa, etc, Por que podéis tener esas cosas y ser un miserable, desnudo, pobre y ciego. (Ap, 3:14-22)
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En todo caso, eso es prosperidad material.
Más, la prosperidad divina, en cualquier lugar y persona, es el favor del Señor sobre el individuo, basado en la obediencia de éste a la palabra de Dios. Y es, una consecuencia directa de nuestra salvación en Cristo. Hasta el mismo satanás entiende eso, como un hecho. (Job, 1:9-11; 2:4,5; 29:2-4; Sal, 5:12; Pr, 10:22; 12:2)
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En el caso de Job, éste siguió tan próspero como antes de perderlo todo, porque el favor del Señor estuvo siempre con el, como antes. Cristo dijo: “…la “vida” del hombre no consiste de la abundancia de los bienes que posee” (Lc, 12:15-21) Antes bien, Jesús nos advierte que nos guardemos de la avaricia que es idolatría. (Col, 3:5) En lo personal, prefiero dar énfasis en la predicación y enseñanza de las escrituras, a lo que Cristo y los apóstoles dieron énfasis, independiente, de lo que “grandes ministerios” prediquen o enseñen hoy. Nuestro modelo es Cristo, seguido por los apóstoles, no los predicadores de hoy, independientemente de lo “exitosos y grandes” que éstos sean.<o
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Nadie puede negar que, cualquier persona, en cualquier lugar, y de cualquier clase social, a quien Dios haya rescatado del pecado, del paganismo y el adulterio, la desviación sexual, drogas, etc, trasformándole y haciéndole una nueva persona, y que ahora vive una vida en paz con Dios y en bienestar familiar y social, que eso no sea prosperidad divina. ¡Por supuesto que lo es! Esa, a diferencia de la “prosperidad” afecta toda nuestra existencia, esta, sólo tu bolsillo.
La "prosperidad" de los púlpitos modernos, es en mi opinión, un plan satánico para destruir toda aspiración espiritual en la iglesia de Cristo, incluyendo el glorioso deseo de irnos con él, incitando a la avaricia de unas pocas posesiones materiales, y a la comodidad de la vida moderna, cosa que está en gran contraste con el mensaje de Cristo. (Mt, 7:13,14) Más aún, ha creado una enorme insensibilidad en la iglesia de las cosas verdaderamente importantes para Dios. Aún en medio de las congregaciones que profesan “prosperidad” se encuentran hermanos que sufren o han sufrido, necesidades básicas y privaciones serias, y a ninguno les importa. ¿Eso es la prosperidad que Dios intencionó? <o
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En 3 de Juan, 2, el apóstol Juan, consciente de lo que hablaba, nos da la clave de la prosperidad divina, tal y como Jesús la expresara en su evangelio.(Mt,6:24-34).
Juan dice a su amigo Gayo: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas..." No se limita a lo material sino que, abarca todo su ser. Porque, ¿Qué prosperidad es aquella donde haya riquezas materiales, pero que no se disfrute de la aprobación y la paz de Dios, como de una salud física adecuada?
El apóstol añade: "...y que tengas salud..."
"Salud" aparte de ser más importante que lo material, es un concepto muy amplio en la mentalidad Judía. Es una paz integral, el "Shalom" de Dios sobre la persona, que le proporciona un bienestar integral. Espiritual, física, material y aún, socialmente. Shalom, comunica la idea de una paz completa, salvación etc, como consecuencia del favor divino.<o
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Desafortunadamente, el dinero y bienes materiales no nos pueden comprar salud y mucho menos, paz. Pero, salud física tiene prioridad a cualquier riqueza material. Así también, la salud espiritual supera en importancia, a la salud física. Las palabras de Juan, a Gayo: "... que seas prosperado en todo, así como prospera tu alma." no solamente establece la importancia en prioridad de las áreas que componen todo nuestro ser, sino que también, establece la forma en que opera ese principio y su orden de manifestación en nuestras vidas, a saber, espíritu-alma-cuerpo. Nuestra primera experiencia con Dios es en nuestro espíritu al ser renovado, siendo extensiva a nuestra alma al ser restaurada, y sus consecuencias directas en nuestro cuerpo.
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Es decir, Dios nos salva, regenera, sana, y suple nuestras necesidades materiales. (1 Tes, 5: 23; Mt, 6:33) Juan le desea a su amigo, "Prosperidad divina" es decir, un bienestar integral que solamente el favor de Dios le puede conceder. Esa es la óptica divina y no, nuestro concepto de una falsa “seguridad” cuyo centro orbital es la avaricia y no la obediencia, cuyos resultados son temporales, y no necesariamente conforme a los propósitos íntegros de Dios.
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Sería interesante saber la interpretación que los promotores de “la prosperidad” dan a: (Mt, 7:7- 14; Lc 16:9-15) como a otros pasajes. Es obvio, que a la luz de las escrituras, la prosperidad divina es mucho más abarcadora que la falsa “prosperidad” que te venden por ahí. En esa, prosperan sólo sus promotores, en la prosperidad divina, prosperamos todos los hijos de Dios, como consecuencia de su favor. Y además, somos prósperos, con y sin bienes materiales, si en verdad estamos en la voluntad de Dios. De ninguna manera implico que el dinero o las posesiones materiales son malos, yo mismo deseo tener cierta solvencia, pero el énfasis irracional que se está dando al materialismo en algunas iglesias nos sugiere, dónde tienen su corazón. Jesús estableció que no podemos servir a él y a las riquezas al mismo tiempo. En lo personal creo que posesiones materiales y dinero, son de gran bendición en muchos aspectos. Pero, lo primero, primero, y el énfasis que Cristo dio a las cosas, es el que nosotros les debemos dar. ¿Eres tú “prosperado” o, el favor divino está sobre tí? ¿Cuál de las dos, es tu experiencia personal con Dios? Dios te guarde y que su favor divino te cubra siempre.<o
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Existe mucha confusión en cuanto a eso. Es muy cierto que la voluntad de Dios es nuestro bienestar en todo el sentido. La bíblia claramente lo expresa, y el hecho de Dios haber enviado a su Unigénito Hijo al mundo para recatarnos del pecado, es un testimonio inequívoco al respecto. .
El Apóstol Juan, de alguna manera estaba consciente del hecho de que Dios nos prospera al expresarlo como un deseo para un viejo amigo.
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"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma." (3Juan, 2)
Usualmente se toma este versículo como partida al tema de la "prosperidad" que se predica hoy. Pero, éste versículo y esa "prosperidad" no son compatibles. Más, sí lo es con el deseo de Dios, por nuestro bienestar integral. Si usted me pregunta: ¿Quieres ser prosperado? Mi respuesta sería: “Yo soy prospero por la gracia de Dios.” Todo verdadero cristiano no debe sentir menos.
Ahora, bien, en 3 Juan, 2, encontramos unas palabras que expresan un deseo del apóstol Juan a Gayo, un macedonio, compañero hospedador de Pablo, a quien también Pablo bautizó en las aguas, y quien era muy solícito en la causa del Señor, ayudando y entregándose sin condición al servicio del evangelio. (Hch, 19:29; Ro, 16:23; 1Co,1:14)
Es probable que Juan y Gayo se conocieran antes que este último conociera a Cristo. Y, a éstas alturas de la vida del apóstol y de Gayo, aquél se regocijaba de que éste aún permaneciera fiel en el evangelio y con la misma solicitud de siempre, por lo que le escribe con sus mejores deseos. (3Jn,1-8)
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¿Le hablaba Juan a su amigo Gayo en el sentido de “la prosperidad” que se predica hoy? No lo creo, esa “prosperidad” en mi opinión, fomenta un materialismo enfermizo. No corresponde al mensaje de Cristo para nosotros. (Mt, 28:19,20)<o
La susodicha "prosperidad" ha alejado a la gente de las aspiraciones por la venida del Señor y nuestra reunión con él. Así como también, el deseo de una vida espiritual, piadosa en el Señor. Es un evangelio de oferta, de compra y venta, de "una fórmula" que te consigue todos los caprichos materiales que desees.
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Eso, me pone a reflexionar sobre la profecía de Ap, 3:7-22, donde se anticipa la condición de la iglesia de Cristo en el tiempo final. Allí vemos dos condiciones existenciales que prevalecerían en la iglesia de Cristo del último tiempo. Por un lado, la iglesia de Filadelfia representa a aquellos que son vigilantes y piadosos, celosos con la doctrina del evangelio. Por el otro lado, la iglesia de Laodicea, representa a los cristianos que están en una condición tibia, es decir que, viven una vida mediocre espiritualmente, tienen de Dios y del mundo por igual, avarientos, materialistas, e insensibles a los propósitos de Dios y a la necesidad ajena.
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Yo creo que la prosperidad que recibimos de Dios y como la bíblia lo enseña, es mucho mas que una condición económica y material codiciable, es el favor del Señor sobre nuestras vidas, en todo el sentido y en todo momento. “La bendición del Señor es la que enriquece y no añade tristeza con ella.” (Pr, 10:22)<o
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Usted puede observar en las escrituras que, ni Jesucristo ni los apóstoles, ni aún la iglesia primitiva, dieran énfasis alguno al tema específico de “la prosperidad”, y así lo vemos a través de toda la bíblia. Sin embargo, muchas congregaciones hoy, dan un énfasis primordial al tema, y satanás está muy complacido con eso.
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Habrá quien me diga, usted esta mal en lo que dice, porque “grandes ministros y ministerios” predican y enseñan la “prosperidad” ¿Quién es usted para decir que eso está mal?” Bueno, también en el tiempo de Cristo había maestros de la ley hombres con autoridad en las escrituras, principales entre los judíos, que no predicaban la palabra de Dios como correspondía, quienes recibieron la cesura del Señor. (Mt, cap. 23)<o
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¿Hace Dios acepción de personas? ¿Cómo es que en la mayor parte del mundo la iglesia sufre grandes privaciones, y nosotros aquí estamos aclamando a un materialismo enfermo? El dinero y las cosas materiales no tienen nada de malos, y son necesario. Lo malo es, ¡dónde está el corazón de la iglesia de hoy! (Mt, 6:21)<o
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En todo caso, eso es prosperidad material.
Más, la prosperidad divina, en cualquier lugar y persona, es el favor del Señor sobre el individuo, basado en la obediencia de éste a la palabra de Dios. Y es, una consecuencia directa de nuestra salvación en Cristo. Hasta el mismo satanás entiende eso, como un hecho. (Job, 1:9-11; 2:4,5; 29:2-4; Sal, 5:12; Pr, 10:22; 12:2)
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En el caso de Job, éste siguió tan próspero como antes de perderlo todo, porque el favor del Señor estuvo siempre con el, como antes. Cristo dijo: “…la “vida” del hombre no consiste de la abundancia de los bienes que posee” (Lc, 12:15-21) Antes bien, Jesús nos advierte que nos guardemos de la avaricia que es idolatría. (Col, 3:5) En lo personal, prefiero dar énfasis en la predicación y enseñanza de las escrituras, a lo que Cristo y los apóstoles dieron énfasis, independiente, de lo que “grandes ministerios” prediquen o enseñen hoy. Nuestro modelo es Cristo, seguido por los apóstoles, no los predicadores de hoy, independientemente de lo “exitosos y grandes” que éstos sean.<o
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Nadie puede negar que, cualquier persona, en cualquier lugar, y de cualquier clase social, a quien Dios haya rescatado del pecado, del paganismo y el adulterio, la desviación sexual, drogas, etc, trasformándole y haciéndole una nueva persona, y que ahora vive una vida en paz con Dios y en bienestar familiar y social, que eso no sea prosperidad divina. ¡Por supuesto que lo es! Esa, a diferencia de la “prosperidad” afecta toda nuestra existencia, esta, sólo tu bolsillo.
La "prosperidad" de los púlpitos modernos, es en mi opinión, un plan satánico para destruir toda aspiración espiritual en la iglesia de Cristo, incluyendo el glorioso deseo de irnos con él, incitando a la avaricia de unas pocas posesiones materiales, y a la comodidad de la vida moderna, cosa que está en gran contraste con el mensaje de Cristo. (Mt, 7:13,14) Más aún, ha creado una enorme insensibilidad en la iglesia de las cosas verdaderamente importantes para Dios. Aún en medio de las congregaciones que profesan “prosperidad” se encuentran hermanos que sufren o han sufrido, necesidades básicas y privaciones serias, y a ninguno les importa. ¿Eso es la prosperidad que Dios intencionó? <o
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En 3 de Juan, 2, el apóstol Juan, consciente de lo que hablaba, nos da la clave de la prosperidad divina, tal y como Jesús la expresara en su evangelio.(Mt,6:24-34).
Juan dice a su amigo Gayo: "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas..." No se limita a lo material sino que, abarca todo su ser. Porque, ¿Qué prosperidad es aquella donde haya riquezas materiales, pero que no se disfrute de la aprobación y la paz de Dios, como de una salud física adecuada?
El apóstol añade: "...y que tengas salud..."
"Salud" aparte de ser más importante que lo material, es un concepto muy amplio en la mentalidad Judía. Es una paz integral, el "Shalom" de Dios sobre la persona, que le proporciona un bienestar integral. Espiritual, física, material y aún, socialmente. Shalom, comunica la idea de una paz completa, salvación etc, como consecuencia del favor divino.<o
Desafortunadamente, el dinero y bienes materiales no nos pueden comprar salud y mucho menos, paz. Pero, salud física tiene prioridad a cualquier riqueza material. Así también, la salud espiritual supera en importancia, a la salud física. Las palabras de Juan, a Gayo: "... que seas prosperado en todo, así como prospera tu alma." no solamente establece la importancia en prioridad de las áreas que componen todo nuestro ser, sino que también, establece la forma en que opera ese principio y su orden de manifestación en nuestras vidas, a saber, espíritu-alma-cuerpo. Nuestra primera experiencia con Dios es en nuestro espíritu al ser renovado, siendo extensiva a nuestra alma al ser restaurada, y sus consecuencias directas en nuestro cuerpo.
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Es decir, Dios nos salva, regenera, sana, y suple nuestras necesidades materiales. (1 Tes, 5: 23; Mt, 6:33) Juan le desea a su amigo, "Prosperidad divina" es decir, un bienestar integral que solamente el favor de Dios le puede conceder. Esa es la óptica divina y no, nuestro concepto de una falsa “seguridad” cuyo centro orbital es la avaricia y no la obediencia, cuyos resultados son temporales, y no necesariamente conforme a los propósitos íntegros de Dios.
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Sería interesante saber la interpretación que los promotores de “la prosperidad” dan a: (Mt, 7:7- 14; Lc 16:9-15) como a otros pasajes. Es obvio, que a la luz de las escrituras, la prosperidad divina es mucho más abarcadora que la falsa “prosperidad” que te venden por ahí. En esa, prosperan sólo sus promotores, en la prosperidad divina, prosperamos todos los hijos de Dios, como consecuencia de su favor. Y además, somos prósperos, con y sin bienes materiales, si en verdad estamos en la voluntad de Dios. De ninguna manera implico que el dinero o las posesiones materiales son malos, yo mismo deseo tener cierta solvencia, pero el énfasis irracional que se está dando al materialismo en algunas iglesias nos sugiere, dónde tienen su corazón. Jesús estableció que no podemos servir a él y a las riquezas al mismo tiempo. En lo personal creo que posesiones materiales y dinero, son de gran bendición en muchos aspectos. Pero, lo primero, primero, y el énfasis que Cristo dio a las cosas, es el que nosotros les debemos dar. ¿Eres tú “prosperado” o, el favor divino está sobre tí? ¿Cuál de las dos, es tu experiencia personal con Dios? Dios te guarde y que su favor divino te cubra siempre.<o
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