Jesús Miranda es un Falso Profeta no es el “EL” Falso Profeta. La gente le sigue como gente siguió a la secta de Jim Jones, de los davidianos, los raelianos, la cienciología, etc.
Aquí no hablo de los fanáticos del diablo, sino de un tema relevante e importante que, con base a años de investigación, he considerado importante para que los creyentes lo conozcan.
Si Matt Groening no pone en su biografía que es masón no tiene porqué extrañar. Salvo 2 o 3 presidentes de los EE.UU. han sido todos masones, pero eso no lo vez en sus biografías salvo en casos excepcionales como el presidente Truman. Los grandes directores de cine como Steven Spielberg, George Lucas y James Cameron son también masones de grado 30 al 33, pero eso no lo ves en sus biografías. Precisamente una de las cosas que marcan la masonería -así como el rosacrucismo- es la importancia de mantenerlo en secreto, por eso, cuando alguien se entera es sensacional, porque a muchos les toca investigar para sacar estos temas a la luz, ya que se ocultan con mucha cautela. Los Bush –miembros importantes de Skull & Bones-, los Clinton, Schwarzenneger y Reagan han pertenecido al Bohemian Grove, también Omaba pertenece a la logia masónica Prince Hall, pero no alardea de eso.
Estas cosas son temas de ocultismo, precisamente porque se hacen en lo secreto es para que la gente no lo sepa, por eso se llaman “ocultas”.
Dragon Ball, Pokemon, Doraemon y Digimon, entre otros muchos son satánicos, como Saint Seiya es de incitación, inclinación y culto al politeísmo, así como Sailor Moon lo es a los astros. Para darse cuenta de esto no hace falta ser un genio, lo que pasa es que muchos son fans de estos programas, películas, directores y demás, y les molesta tener que aceptar este hecho. Es como con las grandes discográficas, aun llamadas de música “cristiana”, son igual satánicas, pertenecientes al ecumenismo que controlan los jesuitas. Ahora, no saliéndome del tema de los animes satánicos: la abreviación “mon” de “monster”, viene de las ideas del taoísmo y la cultura antigua árabe de los jinn. A los demonios o a los ginns se les llamó monstruos, o sea, seres de aspecto informe, desconocido o terrorífico, lo cuales salían de pequeños recipientes y podían adaptar variadas formas, en especial de reptiles.
A estos demonios se les conoce por escaños, donde los líderes son definidos como “taniním” o en español: “dragones”. En el satanismo existen 7 esferas que representan la dominación de las siete cabezas del dragón o Satán. Yo, como periodista, me entero de estas cosas, porque no ando metido con las tonterías y etiquetas de la religiosidad.
El dragón o jinn –de donde viene al español a pasar como “genio”- que concede deseos es el demonio a quien se invoca y a cambio de un pacto él le concede deseos a quien le ha invocado. El concepto de seres gigantes y arios (rubios de ojos azules y genética perfecta, como se ven los sayans cuando son poseídos por la ira) es también de esa cultura, tirando a Persia y la India. En la antigua Arabia, a un ser demoniaco que poseía a una persona se le llamaba “shayatin” –o también era la definición de los genios malos.-, también entendido de forma similar en la antigua cultura china. De hecho, la definición “shaian” viene de “shaitan”, como se entiende en árabe (Shaiytan) y hebreo (Shatan). Varía también de las definiciones de “serím”, “shedím” o “seirim”.
Frederick Guttmann R.