Porque los católicos repitimos las ave maría y padre nuestro y rezamos el rosario

católico

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30 Enero 2024
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Costa rica
La repetición del Ave María, expresión del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada.

El problema no es la repetición sino la charlatanería. EL SANTO ROSARIO y otras oraciones repetitivas, si se rezan de corazón, meditando sus misterios, con humildad, no sólo son aceptables sino que constituyen una "oración insistente" tal como es recomendada en la Biblia.


El Rosario, camino de asimilación del misterio, ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

26. El Rosario propone la meditación de los misterios de Cristo con un método característico, adecuado para favorecer su asimilación. Se trata del método basado en la repetición. Esto vale ante todo para el Ave Maria, que se repite diez veces en cada misterio

Si consideramos superficialmente esta repetición, se podría pensar que el Rosario es una práctica árida y aburrida. En cambio, se puede hacer otra consideración sobre el Rosario, si se toma como expresión del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que, incluso parecidas en su expresión, son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira.

En Cristo, Dios ha asumido verdaderamente un «corazón de carne». Cristo no solamente tiene un corazón divino, rico en misericordia y perdón, sino también un corazón humano, capaz de todas las expresiones de afecto. A este respecto, si necesitáramos un testimonio evangélico, no sería difícil encontrarlo en el conmovedor diálogo de Cristo con Pedro después de la Resurrección. «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Tres veces se le hace la pregunta, tres veces Pedro responde: «Señor, tú lo sabes que te quiero» (cf. Jn 21, 15-17). Más allá del sentido específico del pasaje, tan importante para la misión de Pedro, a nadie se le escapa la belleza de esta triple repetición, en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en términos bien conocidos por la experiencia universal del amor humano. Para comprender el Rosario, hace falta entrar en la dinámica psicológica que es propia del amor.

Una cosa está clara: si la repetición del Ave Maria se dirige directamente a María, el acto de amor, con Ella y por Ella, se dirige a Jesús. La repetición favorece el deseo de una configuración cada vez más plena con Cristo, verdadero 'programa' de la vida cristiana. San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes: «Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia» (Flp 1, 21). Y también: «No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20). El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuración hasta la meta de la santidad.

PABLO VI:
En efecto, en el Rosario, su elemento más característico –la repetición litánica del "Dios te salve, María"– se convierte también en alabanza constante a Cristo, término último del anuncio del Ángel y del saludo de la Madre del Bautista: "Bendito el fruto de tu seno" (Lc 1,42). Diremos más: la repetición del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplación de los misterios: el Jesús que toda Ave María recuerda es el mismo que la sucesión de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgen»

Palabras del Cardenal Ratzinger -ahora Papa Benedicto XVI:
De hecho, el rosario nos integra en ese saber primitivo en el que la repetición forma parte de la oración, de la meditación, en el que la repetición significa una forma de adentrarse en el ritmo del sosiego. Lo que importa no es tanto seguir con esfuerzo cada palabra de manera racional, sino todo lo contrario: dejarse llevar por la calma de la repetición, por lo cadencioso. Máxime teniendo en cuenta que no se trata de palabras vacías. Traen a mis ojos y a mi alma grandes imágenes y visiones y, sobre todo, la figura de María, y a través de ella la de Jesús.

Esas personas de las que hablábamos tenían que trabajar duramente. Al rezar, no podían emprender además grandes rutas intelectuales. Al contrario, necesitaban una oración que las tranquilizase, que las distrajera, que volviera a arrancarlas de sus preocupaciones y les mostrara el consuelo redentor. Creo que esa experiencia primitiva de la historia de las religiones, la de la repetición, del ritmo, de la palabra común, del coro que me lleva y se eleva y llena el espacio, que no me atormenta sino que me tranquiliza, consuela y libera; esa experiencia primitiva se ha cristianizado aquí por entero en el contexto mariano y en la aparición de la figura de Cristo al hacer rezar a las personas con enorme sencillez, enterándose al mismo tiempo del rezo, trascendiendo el ámbito intelectual al adentrarse el alma en las palabras.
Y tamMarcos 14:27-42
Marcos 14:27-42 TLA
y cuando llegaron, Jesús dijo a sus discípulos: —Todos ustedes van a perder su confianza en mí. Porque la Biblia dice: “Mataré a mi mejor amigo, y así mi pueblo se dispersará.” »Pero después de que Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes. Entonces Pedro le dijo: —Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré. Jesús le respondió: —Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante dos veces, tú habrás dicho tres veces que no me conoces. Pero Pedro insistió: —Aunque tenga que morir, nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos decían lo mismo. Jesús y sus discípulos fueron a un lugar llamado Getsemaní, y él les dijo: «Quédense aquí mientras yo voy a orar.» Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan, para que lo acompañaran. Empezó a sentirse muy, pero muy triste, y les dijo a los tres: «Estoy muy triste, y siento que me voy a morir; quédense aquí y no se duerman.» Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló y oró a Dios: «¡Padre!, ¡papá!, si fuera posible, no me dejes sufrir. Para ti todo es posible. ¡Cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero que no suceda lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.» Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «Simón, ¿te has quedado dormido? ¿No pudiste quedarte despierto ni una hora? No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes quieren hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.» Jesús se apartó otra vez, y repitió la misma oración. Cuando regresó a donde estaban los tres discípulos, otra vez los encontró dormidos, pues estaban muy cansados. Jesús los despertó, pero ellos no sabían qué decir. Luego fue a orar por tercera vez, y cuando volvió les dijo: «¿Siguen descansando y durmiendo? ¡Levántense! Ya vienen los hombres malvados para arrestarme a mí, el Hijo del hombre. Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar.
Y podemos ver que jesús fue a orar y repitio la oracion como 3 veces y fue la misma oracion , y aqui podemos ver porque los católicos repitimos padre nuestro y ave maría, El rosario[1] (del latín medieval rosarium, y este del lat. rosarium ‘rosaleda’) es un rezo tradicional católico que conmemora veinte misterios (quince en la forma tradicional) de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de anunciar cada uno de ellos un padre nuestro, diez avemarías y un gloria al Padre. Es frecuentemente designado como Santo Rosario por los católicos. «La Iglesia ha reconocido siempre una eficacia particular al Rosario, confiándole, mediante su recitación comunitaria y su práctica constante, las causas más difíciles»; San Juan Pablo II dijo: «Por medio del rosario los fieles reciben abundantes gracias, desde las mismas manos de la Madre del Redentor».[2]También se llama «rosario» a la sarta de cuentas que se utiliza para rezar el rosario. Las cuentas están separadas cada diez por otras de distinto tamaño y la sarta está unida por sus dos extremos a una cruz.Iglesia católica señala quince promesas que el beato Alano de la Roca (en francés, Alain de La Roche) declaró recibir de la Virgen María, destinadas a quienes recen devotamente el rosario.[11][12] Fue Alano de la Roca quien restableció la devoción al rosario enseñada por santo Domingo de Guzmán apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte. Las promesas son las siguientes:

El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
El rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
El rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevarán a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!
El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en las gracias si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
Quiero que todos los devotos de mi Rosario tengan en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del rosario.
Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
Todo lo que se me pidiere por medio del rosario se alcanzará prontamente.
Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi rosario.
Todos los que recen el rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
Los que rezan mi rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
La devoción al santo rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
 
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La repetición del Ave María, expresión del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada.

El problema no es la repetición sino la charlatanería. EL SANTO ROSARIO y otras oraciones repetitivas, si se rezan de corazón, meditando sus misterios, con humildad, no sólo son aceptables sino que constituyen una "oración insistente" tal como es recomendada en la Biblia.


El Rosario, camino de asimilación del misterio, ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

26. El Rosario propone la meditación de los misterios de Cristo con un método característico, adecuado para favorecer su asimilación. Se trata del método basado en la repetición. Esto vale ante todo para el Ave Maria, que se repite diez veces en cada misterio

Si consideramos superficialmente esta repetición, se podría pensar que el Rosario es una práctica árida y aburrida. En cambio, se puede hacer otra consideración sobre el Rosario, si se toma como expresión del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que, incluso parecidas en su expresión, son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira.

En Cristo, Dios ha asumido verdaderamente un «corazón de carne». Cristo no solamente tiene un corazón divino, rico en misericordia y perdón, sino también un corazón humano, capaz de todas las expresiones de afecto. A este respecto, si necesitáramos un testimonio evangélico, no sería difícil encontrarlo en el conmovedor diálogo de Cristo con Pedro después de la Resurrección. «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Tres veces se le hace la pregunta, tres veces Pedro responde: «Señor, tú lo sabes que te quiero» (cf. Jn 21, 15-17). Más allá del sentido específico del pasaje, tan importante para la misión de Pedro, a nadie se le escapa la belleza de esta triple repetición, en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en términos bien conocidos por la experiencia universal del amor humano. Para comprender el Rosario, hace falta entrar en la dinámica psicológica que es propia del amor.

Una cosa está clara: si la repetición del Ave Maria se dirige directamente a María, el acto de amor, con Ella y por Ella, se dirige a Jesús. La repetición favorece el deseo de una configuración cada vez más plena con Cristo, verdadero 'programa' de la vida cristiana. San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes: «Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia» (Flp 1, 21). Y también: «No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20). El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuración hasta la meta de la santidad.

PABLO VI:
En efecto, en el Rosario, su elemento más característico –la repetición litánica del "Dios te salve, María"– se convierte también en alabanza constante a Cristo, término último del anuncio del Ángel y del saludo de la Madre del Bautista: "Bendito el fruto de tu seno" (Lc 1,42). Diremos más: la repetición del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplación de los misterios: el Jesús que toda Ave María recuerda es el mismo que la sucesión de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgen»

Palabras del Cardenal Ratzinger -ahora Papa Benedicto XVI:
De hecho, el rosario nos integra en ese saber primitivo en el que la repetición forma parte de la oración, de la meditación, en el que la repetición significa una forma de adentrarse en el ritmo del sosiego. Lo que importa no es tanto seguir con esfuerzo cada palabra de manera racional, sino todo lo contrario: dejarse llevar por la calma de la repetición, por lo cadencioso. Máxime teniendo en cuenta que no se trata de palabras vacías. Traen a mis ojos y a mi alma grandes imágenes y visiones y, sobre todo, la figura de María, y a través de ella la de Jesús.

Esas personas de las que hablábamos tenían que trabajar duramente. Al rezar, no podían emprender además grandes rutas intelectuales. Al contrario, necesitaban una oración que las tranquilizase, que las distrajera, que volviera a arrancarlas de sus preocupaciones y les mostrara el consuelo redentor. Creo que esa experiencia primitiva de la historia de las religiones, la de la repetición, del ritmo, de la palabra común, del coro que me lleva y se eleva y llena el espacio, que no me atormenta sino que me tranquiliza, consuela y libera; esa experiencia primitiva se ha cristianizado aquí por entero en el contexto mariano y en la aparición de la figura de Cristo al hacer rezar a las personas con enorme sencillez, enterándose al mismo tiempo del rezo, trascendiendo el ámbito intelectual al adentrarse el alma en las palabras.
Y tamMarcos 14:27-42
Marcos 14:27-42 TLA
y cuando llegaron, Jesús dijo a sus discípulos: —Todos ustedes van a perder su confianza en mí. Porque la Biblia dice: “Mataré a mi mejor amigo, y así mi pueblo se dispersará.” »Pero después de que Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes. Entonces Pedro le dijo: —Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré. Jesús le respondió: —Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante dos veces, tú habrás dicho tres veces que no me conoces. Pero Pedro insistió: —Aunque tenga que morir, nunca diré que no te conozco. Los demás discípulos decían lo mismo. Jesús y sus discípulos fueron a un lugar llamado Getsemaní, y él les dijo: «Quédense aquí mientras yo voy a orar.» Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan, para que lo acompañaran. Empezó a sentirse muy, pero muy triste, y les dijo a los tres: «Estoy muy triste, y siento que me voy a morir; quédense aquí y no se duerman.» Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló y oró a Dios: «¡Padre!, ¡papá!, si fuera posible, no me dejes sufrir. Para ti todo es posible. ¡Cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero que no suceda lo que yo quiero, sino lo que quieras tú.» Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «Simón, ¿te has quedado dormido? ¿No pudiste quedarte despierto ni una hora? No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes quieren hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.» Jesús se apartó otra vez, y repitió la misma oración. Cuando regresó a donde estaban los tres discípulos, otra vez los encontró dormidos, pues estaban muy cansados. Jesús los despertó, pero ellos no sabían qué decir. Luego fue a orar por tercera vez, y cuando volvió les dijo: «¿Siguen descansando y durmiendo? ¡Levántense! Ya vienen los hombres malvados para arrestarme a mí, el Hijo del hombre. Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar.
Y podemos ver que jesús fue a orar y repitio la oracion como 3 veces y fue la misma oracion , y aqui podemos ver porque los católicos repitimos padre nuestro y ave maría, El rosario[1] (del latín medieval rosarium, y este del lat. rosarium ‘rosaleda’) es un rezo tradicional católico que conmemora veinte misterios (quince en la forma tradicional) de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de anunciar cada uno de ellos un padre nuestro, diez avemarías y un gloria al Padre. Es frecuentemente designado como Santo Rosario por los católicos. «La Iglesia ha reconocido siempre una eficacia particular al Rosario, confiándole, mediante su recitación comunitaria y su práctica constante, las causas más difíciles»; San Juan Pablo II dijo: «Por medio del rosario los fieles reciben abundantes gracias, desde las mismas manos de la Madre del Redentor».[2]También se llama «rosario» a la sarta de cuentas que se utiliza para rezar el rosario. Las cuentas están separadas cada diez por otras de distinto tamaño y la sarta está unida por sus dos extremos a una cruz.Iglesia católica señala quince promesas que el beato Alano de la Roca (en francés, Alain de La Roche) declaró recibir de la Virgen María, destinadas a quienes recen devotamente el rosario.[11][12] Fue Alano de la Roca quien restableció la devoción al rosario enseñada por santo Domingo de Guzmán apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte. Las promesas son las siguientes:

El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
El rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
El rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevarán a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!
El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en las gracias si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
Quiero que todos los devotos de mi Rosario tengan en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del rosario.
Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
Todo lo que se me pidiere por medio del rosario se alcanzará prontamente.
Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi rosario.
Todos los que recen el rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
Los que rezan mi rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
La devoción al santo rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
Repetir el Padre nuestro es correcto siempre y cuando no sea vana palabrería (complicado cuando lo vas repitiendo por decima vez de forma seguida)
 
Repetir el Padre nuestro es correcto siempre y cuando no sea vana palabrería (complicado cuando lo vas repitiendo por decima vez de forma seguida)
Bueno yo soy catolico y no pasa de que reze un padre nuestro diario pero no le veo la prohibicion escritural para las personas que sean mucho mas oradoras que yo.
 
Bueno yo soy catolico y no pasa de que reze un padre nuestro diario pero no le veo la prohibicion escritural para las personas que sean mucho mas oradoras que yo.
Obviamente la oracion no tiene ninguna problema mientras sea de adoracion y no vana. Pero si rezas 20 oraciones identicas sin descanzo tu crees que una parroquiano comun y corriente hara la numero 20 de verdad con adoracion y no en vano?
 
el Padre nuestro es correcto siempre y cuando no sea vana palabrería (complicado cuando lo vas repitiendo por decima vez de forma seguida


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Sectas, apologética y conversos

Apologética: Respondiendo algunas dudas
Los rezos católicos ¿son palabras vanas?
Los cristianos católicos hemos recitado oraciones desde siempre, vamos a analizar este asunto usando la Biblia y revisando la historia.


Por: Christian | Fuente: www.apologia21.com



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La mayoría de los protestantes condenan las repeticiones y recitaciones cuando nos dirigimos a Dios (y más aún si es a María o a los santos). Veamos dos fragmentos protestantes comentando sobre este asunto:
Entonces, [sic] ¿porque si creemos esto, seguimos usando monólogos, vanas repeticiones, rezos repetitivos para comunicarnos con Él? Jesús ya nos dejó dicho que cuando nos dirijamos [sic] a Dios no lo hagamos como lo hacen los gentiles que no lo conocen, usando vanas repeticiones. Qué molesto debe ser para Dios escuchar domingo tras domingo los mismos rituales y rezos que la gente repite una y otra vez como merolicos. […] no debemos participar en estos rezos repetitivos sin sentido que los muertos espirituales, los que no han nacido del Espíritu, hacen.
(Fuente: portal protestante Encuentros con Jesús)

Rezar es una práctica propia de la adoración católica. En el catolicismo, a diferencia de las iglesias cristianas, entienden que rezar y orar son prácticamente la misma cosa, aunque en la Biblia no establece dicha igualdad. […] Los rezos mecánicos se remontan a 1090 mientras que el rosario y el Padrenuestro formaron parte de la adoración católica desde el siglo XII.
(Fuente: blog protestante de Deneris Torres)
Oraciones, letanías, salmos responsoriales y cualquier fórmula católica recitada de memoria queda desautorizada y tachada de anti bíblica y considerada una contaminación pagana posterior. Según algunos, como el segundo texto citado, introducida mil años o más después de Cristo, según otros, introducida en la época del emperador Constantino (s. IV). Esta idea de que los rezos memorizados son cosa pagana la basan en un versículo de Mateo:
Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. (Mateo 6:7)
La mayoría de los protestantes están en contra de las oraciones católicas porque, afirman, Jesús las prohibió expresamente en esta cita de Mateo. Según esto, rezar el Avemaría, por ejemplo, no es una auténtica oración, sino una recitación, y por tanto es algo que hacen "los gentiles", o sea, los paganos. Los verdaderos cristianos, según ellos, no recitan oraciones aprendidas, sino que hablan con Dios.

En el fondo este es otro de los argumentos que muchos protestantes utilizan para demostrar que la Iglesia Católica está paganizada y alejada del verdadero cristianismo. Quienes utilizan este argumento están convencidos de que Jesús lo dejó muy claro, y que todas las oraciones aprendidas de memoria son una ofensa a Dios, o al menos son inútiles, palabras vanas. Es frecuente entre ellos, sobre todo entre los evangélicos, referirse a nuestras oraciones como vanas repeticiones (parafraseando la anterior cita bíblica). Pero los cristianos católicos hemos recitado oraciones desde siempre, así que vamos a analizar en este artículo este asunto y estudiar a fondo la cita bíblica y la historia para ver si realmente el uso extendido de oraciones memorizadas es una incorporación posterior de influencia pagana o por el contrario pertenece a la esencia del cristianismo.

ANALIZANDO LA POLÉMICA CITA

Para empezar, hemos tenido que recurrir a una versión protestante, la Biblia Reina-Valera (año 1995) para encontrar la expresión "vanas repeticiones", que es en lo que se funda ese reproche. Pero si miramos otras traducciones encontraremos eso dicho de otras formas, por ejemplo:

Cuando oren, no hablen mucho [en exceso], como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. (Versión católica autorizada para la Conferencia Episcopal argentina)

Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los seguidores de otras religiones. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta sólo por repetir las mismas palabras una y otra vez. (Versión protestante: Nueva Traducción Viviente)
Así que es mejor acudir al texto griego original y verlo más despacio para captar el matiz.
mateo-6-7-griego.jpg


La palabra
battalogesete.jpg
(battalogesete) es del verbo "battalogeo", formado a partir de las palabras "Battos" y "logos" (palabra). Este Battos es un poeta antiguo famoso porque sus poemas eran un aburrimiento total, aunque otros quieren ver ahí al rey de Cirene Battus, famoso tartamudo. En cualquier caso, el verbo "battalogeo" significaba, según el diccionario, "farfullar, parlotear, hablar sin mesura", o sea, o bien cuando uno habla mucho pero no se sabe qué está diciendo, o bien cuando uno habla y habla por los codos sin parar. La idea es que su discurso es una pérdida de tiempo. Pero es difícil afinar más porque ese verbo aparece en la Biblia únicamente en este pasaje, así que tenemos que asumir el uso normal de esa palabra en el griego de la época.

Pero más tarde en la misma frase aparece este verbo matizado con el complemento
complemento.jpg
, o sea "con muchas palabras". Por ese motivo, la traducción más clara, en nuestra humilde opinión, claro, es la versión protestante de N.T.V., diciendo "no parlotees de manera interminable", aunque como hemos dicho, es difícil dar con una traducción española sencilla que recoja los matices exactos del griego original. La traducción que los protestantes ofrecen siempre en su reproche, la de "no uséis vanas repeticiones", parece sin embargo mucho menos acertada. Puede que no sea una traducción incorrecta, pero ciertamente no es una buena traducción, y menos aún si atendemos al contexto general del pasaje en el que esta frase se encuentra.

EL CONTEXTO DE LA CITA

Para comprender el verdadero sentido que Jesús está dando a esa famosa frase, necesitamos ir más allá de la breve cita y leer el discurso de Jesús al completo. Veamos de qué nos está hablando Jesús cuando menciona eso de las "vanas repeticiones":
Cuando oréis, no hagáis como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Os aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando oréis, no habléis mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagáis como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que os hace falta, antes de que se lo pidáis. Vosotros orad de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo… (Mateo 6:5-10)
Y mejor contexto aún tendremos si leemos el capítulo entero (Mateo 6). Jesús está criticando a los que viven una religiosidad de puertas para afuera, que es solo apariencia pero no sincera, solo formas pero ningún fondo. Critica a los "hipócritas", los que no sienten a Dios pero hacen creer a todo el mundo que son más religiosos que nadie. Por eso les dice que no oren en público sino en privado, y que no oren con mucha palabrería, sino de corazón. Sin duda así lo entendió San Cipriano, que en el año 250 escribió:

Cuando oramos, nuestras palabras y peticiones deben estar bajo disciplina, observando, quieta y modestamente. Porque la característica de un hombre desvergonzado es hacer bullicio con sus gritos.

Los protestantes han interpretado que esa excesiva verborrea de cara a la galería se refiere a la repetición de oraciones aprendidas. Pero si ese fuese verdaderamente su significado, ¿cómo es que Jesús aclara mejor lo que quiere decir precisamente enseñándoles a sus discípulos una oración para que la reciten de memoria?

La mayoría de los protestantes recitan el Padrenuestro igual que lo hacemos los católicos, pero imagino que el truco es que como esta oración está en la Biblia sí que vale, y las oraciones que no están en la Biblia no valen y son anti bíblicas. Pero aún así, si el problema es lo de recitar oraciones aprendidas, tan malo sería rezar el Padrenuestro como el Avemaría. De hecho hay algunas iglesias evangélicas que dicen que el Padrenuestro que enseñó Jesús era simplemente un ejemplo de oración espontánea, no algo que hay que imitar y memorizar. Y eso, sinceramente, nos parece forzar muchísimo las cosas, porque está claro que Jesús les enseñó una oración, no solo una mentalidad, por eso les dice "orad de esta manera:…", y no simplemente les explicó que hay que hablar espontáneamente y sinceramente y de tal o cual forma; no, les dio un texto.

Además no debemos olvidar que Jesús no condena simplemente las "vanas repeticiones" (solo las vanas, no todas), sino que expresamente añade "como hacen los paganos", o según otras traducciones, "como hacen los gentiles", que en el original griego son equivalentes. O sea, Jesús rechaza la manera de recitar de los gentiles –los no judíos–, porque es una manera vana (entre otras cosas porque rezan a dioses inexistentes), pero sin embargo al añadir la referencia a los gentiles está dejando claro que no se refiere a las oraciones recitadas por los judíos. Los judíos, como los católicos (o más bien nosotros al igual que ellos) poseían una estructurada liturgia y todo un conjunto de oraciones que los fieles memorizaban para recitar tanto dentro como fuera de la liturgia, siendo algunas prescritas para ciertos momentos o ciertas horas o ciertas actividades, o para cuando los fieles quisieran hacer uso de ellas. Siendo así que todos los judíos estaban acostumbrados a recitar esas oraciones, si Jesús estuviese en contra de esa práctica habría atacado tal costumbre en más de una ocasión, y sin embargo la única vez que Jesús critica las oraciones repetitivas se refiere solamente a las que son vanas y a las que hacen los gentiles, no las de los judíos, a pesar de que toda su audiencia era judía y hubiera sido el momento perfecto para hacerles comprender que cualquier oración memorizada, solo por el hecho de serlo, debía ser abandonada.

DÁNDOLE LA VUELTA A LA CITA

Si Jesús les dice: no uséis oraciones aprendidas, pero yo os voy a enseñar una oración para que os la aprendáis, entonces es que o Jesús no tiene las ideas claras, o quienes no tienen las ideas claras son los que ven en este pasaje una condena a las oraciones católicas. Nosotros votamos por lo segundo. Más aún, quienes dicen que una oración aprendida es anti bíblica porque aquí Jesús dice que no uséis repeticiones vanas, deberían también, con la misma lógica y fundamento, creer que rezar de pie es igualmente prohibido y anti bíblico, pues Jesús en ese mismo pasaje ha dicho esto:

"Cuando vosotros oréis, no hagáis como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos […]. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto"

Todos sabemos que sobre todo a los evangélicos les encanta rezar de pie, y que condenan la postura de arrodillarse. Pues bien, interpretando la Biblia como hacen los protestantes, y del mismo modo que han hecho con Mateo 6:7, los católicos podríamos utilizar esa cita para acusar a los evangélicos de estar desobedeciendo a Jesús, porque Jesús dice ahí claramente que cuando recen no deben rezar de pie ni en público, sino que deberían encerrarse en su habitación (importante que la puerta esté cerrada, como Jesús especifica ahí) y por supuesto rezar en cualquier postura que no sea estando de pie. Como se puede ver aquí, con este tipo de interpretaciones que miran una frase sin mirar su contexto, es fácil llegar al absurdo y acabar acusando a otros de cualquier cosa.

Jesús está condenando el hecho de rezar solo por aparentar, pero sin que en tu corazón estés realmente comunicándote con Dios. Lo que condena es la actitud del orante, la vivencia en sí, no el hecho formal de si el que reza está de pie o no, si está en público o en privado, si recita una oración aprendida o improvisa espontáneamente, si cierra o no cierra la puerta. Eso son las formas, lo que importa es lo que sucede en el corazón del orante mientras reza. Y eso ya sí que es el rincón sacrosanto de cada individuo, pues como dice la Biblia, solo Dios ve en lo secreto. Jamás nos deberíamos atrever a decir que una persona que está rezando así o asá está realmente en presencia de Dios o simplemente soltando palabras que no sienten. Eso solo Dios lo sabe, que él lo juzgue.

JESÚS RECITANDO

Pero aún hay más, cuando Jesús estaba en el Huerto de los Olivos rezando, marchó a ver si sus discípulos velaban y les encontró dormidos, y luego regresó a orar, y dice la Biblia que oró repitiendo las mismas palabras que estaba diciendo antes.
Se alejó por segunda vez y suplicó: "Padre mío, si no puede pasar este cáliz sin que yo lo beba, que se haga tu voluntad". Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos se cerraban de sueño. Nuevamente se alejó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. (Mateo 26:42-44)
Ahí lo tienen, Jesús utilizando vanas repeticiones tres veces seguidas… o ¿será que no todas las repeticiones tienen por qué ser vanas? Una repetición no es vana solo por ser repetición, es vana si no pones el corazón en lo que está diciendo, porque a Dios eso no le sirve de nada. La acalorada y encendida alabanza que el pastor evangélico hace ante sus enfervorizados fieles puede ser una maravillosa oración si su corazón siente sinceramente cada palabra que dice, pero puede ser una perfecta "vana improvisación" si no está realmente sintiendo lo que dice.

LAS ORACIONES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Antiguo Testamento vemos oraciones que el pueblo debe aprenderse y repetir. Pero las oraciones más conocidas son las que se recopilaron formando todo un libro bíblico por derecho propio: los salmos del rey David. La Iglesia Católica sigue recitando los salmos en la misa. Lo más curioso es que muchos protestantes también memorizan salmos enteros, o fragmentos especiales, y los recitan con entusiasmo, olvidándose de que al mismo tiempo siguen condenando las recitaciones católicas. Por ejemplo, será difícil encontrar a un evangélico que no se sepa de memoria y recite con fervor (si lo tiene) el salmo 23: "El Señor es mi pastor, nada me falta…". Y si lo que más les molesta son las repeticiones, con sus reproches a las letanías católicas, podemos consultar el salmo 136:
¡Aleluya! ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Dios de los Dioses, porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor!
Al único que hace maravillas, ¡porque es eterno su amor!
Y así se alarga durante 26 versículos repitiendo tras cada nueva frase la letanía de "porque es eterno su amor" (o "su misericordia" según otras traducciones). Y sin embargo, cuando los católicos hacemos exactamente lo mismo en nuestras letanías, a ellos les parece ofensivo y pagano, cuando en realidad es nuestra práctica la que mantiene la tradición bíblica original. Otro ejemplo lo encontramos en el profeta Daniel, de quien se nos dice:

Entonces ellos tomaron la palabra y dijeron en presencia del rey: "Daniel, uno de los deportados de Judá, no te ha hecho caso, rey, ni a ti ni a la prohibición que tú has escrito, y tres veces al día hace su oración". (Daniel 6:14)

Fíjense que no dice que tres veces al día hacía oración, sino que hacía "su oración", o sea, una oración aprendida, peculiar de él, judío, no como las que rezaban los paganos. Igualmente tenemos en el pasaje Daniel 3:57-88 otro perfecto ejemplo de letanía, en donde Daniel repite tras cada frase "bendecid al Señor" una y otra vez, un pasaje que las Biblias protestantes suelen considerar no canónico pero que a menudo incluyen en sus biblias dentro de la sección de apócrifos, y en cualquier caso una prueba histórica más de los modos oratorios de los antiguos hebreos.

Y aunque no queremos llenar este artículo de más ejemplos bíblicos, no es posible dejar sin mencionar a este otro fragmento tomado del principio del último de los libros bíblicos, el Apocalipsis. ¿Se puede ser acaso más repetitivo de lo que parece ser la adoración que recibe Dios en el cielo?:
Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: "Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá". Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo: "Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad".
(Apocalipsis 4:8-11)
Si eso no es repetir, como decía Santiago Carrillo, "que venga Dios y lo vea".

LAS ORACIONES EN LA IGLESIA PRIMITIVA

Fuera de los escritos bíblicos, el texto cristiano más antiguo que se conserva es el libro de La Didaché, escrito probablemente a mediados del siglo primero, no mucho después de la muerte de Jesús y antes de la muerte de los apóstoles. Este librito es una especie de manual para catecúmenos, y al leerlo nos resulta tan "católico" que cuando Occidente lo redescubrió en 1873, durante mucho tiempo muchos los exegetas protestantes se negaron a aceptar su autenticidad o al menos intentaron fechar su composición en tiempos muy posteriores. Pero finalmente, tras nuevos descubrimientos de fragmentos del libro, los hechos se impusieron y hoy el consenso generalizado es que se escribió antes de la destrucción del Templo de Jerusalén, o sea, en algún momento antes del año 70, y por tanto es anterior a muchos libros del Nuevo Testamento. Incluso en algunas zonas fue incluida en el canon bíblico durante los primeros siglos, como si fuera un libro revelado. Pues bien, este librito que nos muestra el proceder de los primerísimos cristianos contiene, entre otras cosas, fórmulas y recitaciones que deben memorizarse. Por poner un ejemplo:
Tampoco oréis a la manera de los hipócritas sino que tal como el Señor lo mandó en su evangelio, así oraréis: "Padre nuestro celestial, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad como en el cielo, así en la tierra. El pan nuestro de nuestra subsistencia dánosle hoy y perdónanos nuestra deuda, así como también nosotros personamos a nuestros deudores, y no nos lleves a la tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos". Así oraréis tres veces al día. (La Didaché, cap VIII, 2)
Al mismo tiempo que este libro nos manda rezar el Padrenuestro tres veces al día, los apóstoles están aún predicando. No parece muy razonable suponer que los cristianos que recibieron la doctrina directamente de los apóstoles no se enteraron de que repetir oraciones memorizadas estaba prohibido, tal como los protestantes, 1600 años después, descubrieron. Si realmente eso es lo que enseñó Jesús, a no memorizar rezos, entonces habría que pensar que los apóstoles no entendieron nada o que al menos se explicaban muy mal, y por tanto el Espíritu Santo que les iluminó en sus predicaciones no tuvo mucho éxito.

Dentro de la liturgia, La Didaché nos muestra también la oración que debe recitarse después de comulgar:
Después de saciaros, daréis gracias así: "Te damos gracias Padre santo, por tu santo Nombre, que hiciste morar en nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos [...] Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y reúnela de los cuatro vientos santificada, en el reino tuyo que has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos. Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo sea, que haga penitencia. Maranathá. Amén" (La Didaché, cap X, 2)
O esta otra oración que el sacerdote debía recitar al dar la unción:
Respecto al óleo de la unción, daréis gracias de esta manera: "Te damos gracias, Padre nuestro, por el óleo de la unción, que tú nos manifestaste por Jesucristo, tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos." (La Didaché, cap. X 7)
Como vemos, estos primeros cristianos son instruidos para que memoricen oraciones y las reciten en el momento conveniente, por no mencionar otros temas tan católicos aquí también reflejados como son el sacramento de la eucaristía y el de la unción.

Pero no solo la Didaché, por supuesto encontramos ejemplos de oraciones para recitar durante todos los siglos posteriores también. Citaremos una que se podría considerar especialmente "católica" por ser una oración dirigida a la Virgen. Al igual que las fórmulas vistas en la Didaché se parecen aún bastante a las fórmulas modernas usadas por los católicos, también la Iglesia Católica sigue hoy en día utilizando sin cambio alguno esta oración mariana de incierta datación, pero en cualquier caso anterior al año 250 (pues de ese año ya conservamos un papiro con ella impresa). Se trata de la oración llamada "Sub tuum praesidium" (Bajo tu amparo) tal como nos llegó a nosotros en su versión latina (aunque la versión original, escrita en el papiro hallado, está en griego). La traducción de esta oración del siglo III o probablemente anterior dice así:
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
No solo vemos aquí un ejemplo temprano más de oraciones para recitar, sino que vemos condensadas doctrinas tan católicas (y ortodoxas) y tan rechazadas por los protestantes como que María es madre de Dios, la siempre virgen, y que no solo merece nuestra honra sino también nuestras oraciones pidiendo su protección e intercesión. Todas ellas cosas que los protestantes afirman ser contaminaciones paganas posteriores, surgidas por imposición del emperador Constantino en el siglo IV. Pero al parecer, esa Iglesia de las catacumbas que moría en la arena del circo, la misma que la mayoría de los protestantes consideran la Iglesia auténtica, de la que ellos son los verdaderos herederos (mientras los católicos somos herederos de la paganización de Constantino), pues esa misma Iglesia la vemos rezando oraciones memorizadas, pidiendo intercesión a la madre de Dios, recibiendo la eucaristía, impartiendo el sacramento de la unción de enfermos y otras muchas cosas consideradas "desviaciones católicas", por citar solo las cosas incluidas en las citas que hemos metido en este artículo.

CONCLUSIÓN

Como tantas veces sucede, los protestantes utilizan una cita bíblica de una o dos frases para intentar echar por tierra toda una doctrina o costumbre católica y demostrar, según ellos, que es anti bíblica. Como siempre ocurre en estos casos, el contexto bíblico más amplio nos revela el verdadero significado de esa cita, y la doctrina católica sale una vez más indemne o incluso reforzada. Cuando alguien le utilice breves citas para demostrarle lo equivocada que es su fe, tenga la seguridad de que ninguna frase bíblica demuestra nada si aparece descontextualizada. Por algo los católicos no somos aficionados a demostrar nuestras doctrinas a base de citas sueltas, como sí suelen hacer ellos.

Nosotros basamos nuestras creencias y prácticas en todas las enseñanzas de Jesús y de los apóstoles, y dentro de ese marco podemos interpretar cada frase de la Biblia, pero hacer la lectura inversa, partir de frases aisladas y de ahí construir una doctrina, solo puede tener como resultado lo que vemos en el mundo de nuestros hermanos protestantes, una gigantesca variedad de doctrinas en donde cada uno ha visto una cosa diferente. Aunque su corazón desee y busque la verdad tanto como nosotros, su metodología les arrastra inevitablemente a la confusión, y con toda su buena intención de convencernos de su verdad, lo único que consiguen en el mejor (peor) de los casos es arrastrar a muchos católicos a la misma confusión en la que ellos se encuentran.

Tal como hemos visto, recitar oraciones no solo no es anti bíblico, sino que el propio Jesús así lo enseñó y así lo practicó, al igual que hacían los judíos de su época, de antes y de ahora (y Jesús seguía las prácticas judías). También la Iglesia Primitiva nos ha dejado numerosos ejemplos de fórmulas y recitaciones en el más puro estilo de las oraciones católicas.

Los católicos a veces rezamos repitiendo oraciones memorizadas, como por ejemplo el Padrenuestro que Jesús nos enseñó, y a veces rezamos usando espontáneamente nuestras propias palabras. Y los católicos, igual que los protestantes, a veces rezamos con el corazón en nuestra boca, y a veces rezamos de forma vana, pensando en otra cosa. Pero quien afirma, como la cita que pusimos al principio, que a Dios le molestan los rezos y las repeticiones, es que realmente no conoce bien ni la Biblia, ni la historia, ni el cristianismo.

Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos. Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo sea, que haga penitencia. Maranathá. Amén (Didaché, siglo I)

Nota: Maranathá corresponde a la transcripción griega de una expresión de origen arameo, compuesta por dos términos, que significa "El Señor viene".





Nuestro Padre nos busca constantemente. Está tan enamorado de nosotros que espera con infinita paciencia el momento de encuentro en la intimidad del diálogo con sus criaturas; está disponible a toda hora, en todo momento, en cualquier circunstancia, simplemente espera que respondamos a su llamado. «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo» (Apocalipsis 3,20). Los que rechazamos ese encuentro en la oración, los que nos cansamos de responder, somos nosotros.

La oración es el diálogo que entablamos con Dios y hay diversas maneras en las que podemos rezar: mediante oraciones ya escritas, a través de pensamientos dirigidos hacia Él, mediante pequeñas jaculatorias repetidas a lo largo del día, en la oración de la santa misa hecha en comunidad, etc. Sin embargo, hay una cualidad que jamás debe separarse al momento de rezar, a la cual se han referido todos los santos y el Catecismo de la Iglesia Católica nos lo recuerda: «la humildad», base de toda oración. «La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios» (San Agustín).

En este post hablaremos de la oración repetitiva y la oración de los «ismos» (más adelante lo entenderemos). Para profundizar en este tema te recomendamos leer el Catecismo (cuarta parte, número 2558).


Las únicas oraciones que no tienen valor son aquellas que se realizan sin el corazón. Imaginemos que nuestra pareja nos dice que nos ama mirando hacia otro lado, prestando atención a cualquier cosa menos a nosotros, esas palabras no tendrían sentido porque no fueron dichas con sinceridad. Lo mismo ocurre cuando nos dirigimos a Dios, Él desea que le hablemos desde lo más hondo de nuestro corazón, depositando nuestra plena confianza en que siempre nos escucha.

Jesús mismo rezaba con insistencia: «Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras» (Mateo 26,44) y nos anima a insistir en la oración: «Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar?» (Lucas 18,7).

La oración repetitiva por excelencia es el Rosario. En él no solamente contemplamos a la luz de la fe la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, sino que repetimos palabras dichas por el mismo Dios a través de su Hijo o a través del Espíritu Santo: el Padre nuestro (Mateo 6: 9-13), el Ave María (Lucas 1, 28 en la Anunciación y Lucas 1, 42 en el saludo de Isabel) y el Gloria (2 Corintios 13,14).

Lo importante es no confundir insistencia o repetición con habladuría sin sentido. La clave está en orar con el corazón tomando plena conciencia de que al rezar realmente estamos entrando en contacto con Dios, nuestro amigo, que está dispuesto a escucharnos.


La oración de los «ismos» hace referencia a la manera en que se dirige este niño a su padre en la cual nosotros también podemos vernos reflejados. Muchas veces llenamos nuestras oraciones de «ismos»: reverendísimo, amadísimo, santísimo, grandísimo, como un modo de sentirnos más seguros de que Dios responderá a nuestra súplica. Sin embargo, cuando nuestro diálogo se basa únicamente en palabras rebuscadas y creemos que cuanto más larga sea la oración mejor, corremos el riesgo de confiar más en nuestras propias palabras que en el mismo actuar de Dios. Esto no quiere decir que Dios no se merezca que lo llamemos de esas maneras o que no haga falta. Nuestro Padre es el único que merece la absoluta y entera adoración, pero el nos invita a que en nuestra oración prime la sencillez del corazón, el anhelo real y profundo del encuentro con Él, manantial de agua viva, único capaz de calmar nuestra sed.

Así como la comida es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo y el aire para nuestros pulmones, la oración es el alimento del alma, como decía San Pío de Pietrelcina «es la llave que abre el corazón de Dios».

«También nosotros, cuando no rezamos, lo que hacemos es cerrar la puerta al Señor. Y no rezar es esto: cerrar la puerta al Señor, para que no pueda hacer nada. En cambio, la oración, ante un problema, una situación difícil, una calamidad, es abrir la puerta al Señor para que venga. Porque Él hace nuevas las cosas, sabe arreglar las cosas, ponerlas en su sitio. Rezar es esto, abrir la puerta al Señor para que pueda hacer algo. Pero si cerramos la puerta al Señor, no puede hacer nada. Pensemos en esta María que eligió la mejor parte y nos hace ver el camino, cómo abrir la puerta al Señor» (Papa Francisco).

San Pablo nos dice: «Oren siempre, y en todo momento» (1 Tesalonicenses 5,17). Y tú, ¿cuánto tiempo le dedicas a la oración durante el día? ¿Realizas oraciones repetitivas sin sentido? ¿Confías plenamente en que Dios te escucha cuando le hablas? ¿En tu oración te acuerdas de que Dios es infinita misericordia y ama a los sencillos de corazón?

«La oración (…) es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre» (San Agustín).​
 
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Sectas, apologética y conversos

Apologética: Respondiendo algunas dudas
Los rezos católicos ¿son palabras vanas?
Los cristianos católicos hemos recitado oraciones desde siempre, vamos a analizar este asunto usando la Biblia y revisando la historia.


Por: Christian | Fuente: www.apologia21.com



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La mayoría de los protestantes condenan las repeticiones y recitaciones cuando nos dirigimos a Dios (y más aún si es a María o a los santos). Veamos dos fragmentos protestantes comentando sobre este asunto:

Oraciones, letanías, salmos responsoriales y cualquier fórmula católica recitada de memoria queda desautorizada y tachada de anti bíblica y considerada una contaminación pagana posterior. Según algunos, como el segundo texto citado, introducida mil años o más después de Cristo, según otros, introducida en la época del emperador Constantino (s. IV). Esta idea de que los rezos memorizados son cosa pagana la basan en un versículo de Mateo:

La mayoría de los protestantes están en contra de las oraciones católicas porque, afirman, Jesús las prohibió expresamente en esta cita de Mateo. Según esto, rezar el Avemaría, por ejemplo, no es una auténtica oración, sino una recitación, y por tanto es algo que hacen "los gentiles", o sea, los paganos. Los verdaderos cristianos, según ellos, no recitan oraciones aprendidas, sino que hablan con Dios.

En el fondo este es otro de los argumentos que muchos protestantes utilizan para demostrar que la Iglesia Católica está paganizada y alejada del verdadero cristianismo. Quienes utilizan este argumento están convencidos de que Jesús lo dejó muy claro, y que todas las oraciones aprendidas de memoria son una ofensa a Dios, o al menos son inútiles, palabras vanas. Es frecuente entre ellos, sobre todo entre los evangélicos, referirse a nuestras oraciones como vanas repeticiones (parafraseando la anterior cita bíblica). Pero los cristianos católicos hemos recitado oraciones desde siempre, así que vamos a analizar en este artículo este asunto y estudiar a fondo la cita bíblica y la historia para ver si realmente el uso extendido de oraciones memorizadas es una incorporación posterior de influencia pagana o por el contrario pertenece a la esencia del cristianismo.

ANALIZANDO LA POLÉMICA CITA

Para empezar, hemos tenido que recurrir a una versión protestante, la Biblia Reina-Valera (año 1995) para encontrar la expresión "vanas repeticiones", que es en lo que se funda ese reproche. Pero si miramos otras traducciones encontraremos eso dicho de otras formas, por ejemplo:


Así que es mejor acudir al texto griego original y verlo más despacio para captar el matiz.
mateo-6-7-griego.jpg


La palabra
battalogesete.jpg
(battalogesete) es del verbo "battalogeo", formado a partir de las palabras "Battos" y "logos" (palabra). Este Battos es un poeta antiguo famoso porque sus poemas eran un aburrimiento total, aunque otros quieren ver ahí al rey de Cirene Battus, famoso tartamudo. En cualquier caso, el verbo "battalogeo" significaba, según el diccionario, "farfullar, parlotear, hablar sin mesura", o sea, o bien cuando uno habla mucho pero no se sabe qué está diciendo, o bien cuando uno habla y habla por los codos sin parar. La idea es que su discurso es una pérdida de tiempo. Pero es difícil afinar más porque ese verbo aparece en la Biblia únicamente en este pasaje, así que tenemos que asumir el uso normal de esa palabra en el griego de la época.

Pero más tarde en la misma frase aparece este verbo matizado con el complemento
complemento.jpg
, o sea "con muchas palabras". Por ese motivo, la traducción más clara, en nuestra humilde opinión, claro, es la versión protestante de N.T.V., diciendo "no parlotees de manera interminable", aunque como hemos dicho, es difícil dar con una traducción española sencilla que recoja los matices exactos del griego original. La traducción que los protestantes ofrecen siempre en su reproche, la de "no uséis vanas repeticiones", parece sin embargo mucho menos acertada. Puede que no sea una traducción incorrecta, pero ciertamente no es una buena traducción, y menos aún si atendemos al contexto general del pasaje en el que esta frase se encuentra.

EL CONTEXTO DE LA CITA

Para comprender el verdadero sentido que Jesús está dando a esa famosa frase, necesitamos ir más allá de la breve cita y leer el discurso de Jesús al completo. Veamos de qué nos está hablando Jesús cuando menciona eso de las "vanas repeticiones":

Y mejor contexto aún tendremos si leemos el capítulo entero (Mateo 6). Jesús está criticando a los que viven una religiosidad de puertas para afuera, que es solo apariencia pero no sincera, solo formas pero ningún fondo. Critica a los "hipócritas", los que no sienten a Dios pero hacen creer a todo el mundo que son más religiosos que nadie. Por eso les dice que no oren en público sino en privado, y que no oren con mucha palabrería, sino de corazón. Sin duda así lo entendió San Cipriano, que en el año 250 escribió:

Cuando oramos, nuestras palabras y peticiones deben estar bajo disciplina, observando, quieta y modestamente. Porque la característica de un hombre desvergonzado es hacer bullicio con sus gritos.

Los protestantes han interpretado que esa excesiva verborrea de cara a la galería se refiere a la repetición de oraciones aprendidas. Pero si ese fuese verdaderamente su significado, ¿cómo es que Jesús aclara mejor lo que quiere decir precisamente enseñándoles a sus discípulos una oración para que la reciten de memoria?

La mayoría de los protestantes recitan el Padrenuestro igual que lo hacemos los católicos, pero imagino que el truco es que como esta oración está en la Biblia sí que vale, y las oraciones que no están en la Biblia no valen y son anti bíblicas. Pero aún así, si el problema es lo de recitar oraciones aprendidas, tan malo sería rezar el Padrenuestro como el Avemaría. De hecho hay algunas iglesias evangélicas que dicen que el Padrenuestro que enseñó Jesús era simplemente un ejemplo de oración espontánea, no algo que hay que imitar y memorizar. Y eso, sinceramente, nos parece forzar muchísimo las cosas, porque está claro que Jesús les enseñó una oración, no solo una mentalidad, por eso les dice "orad de esta manera:…", y no simplemente les explicó que hay que hablar espontáneamente y sinceramente y de tal o cual forma; no, les dio un texto.

Además no debemos olvidar que Jesús no condena simplemente las "vanas repeticiones" (solo las vanas, no todas), sino que expresamente añade "como hacen los paganos", o según otras traducciones, "como hacen los gentiles", que en el original griego son equivalentes. O sea, Jesús rechaza la manera de recitar de los gentiles –los no judíos–, porque es una manera vana (entre otras cosas porque rezan a dioses inexistentes), pero sin embargo al añadir la referencia a los gentiles está dejando claro que no se refiere a las oraciones recitadas por los judíos. Los judíos, como los católicos (o más bien nosotros al igual que ellos) poseían una estructurada liturgia y todo un conjunto de oraciones que los fieles memorizaban para recitar tanto dentro como fuera de la liturgia, siendo algunas prescritas para ciertos momentos o ciertas horas o ciertas actividades, o para cuando los fieles quisieran hacer uso de ellas. Siendo así que todos los judíos estaban acostumbrados a recitar esas oraciones, si Jesús estuviese en contra de esa práctica habría atacado tal costumbre en más de una ocasión, y sin embargo la única vez que Jesús critica las oraciones repetitivas se refiere solamente a las que son vanas y a las que hacen los gentiles, no las de los judíos, a pesar de que toda su audiencia era judía y hubiera sido el momento perfecto para hacerles comprender que cualquier oración memorizada, solo por el hecho de serlo, debía ser abandonada.

DÁNDOLE LA VUELTA A LA CITA

Si Jesús les dice: no uséis oraciones aprendidas, pero yo os voy a enseñar una oración para que os la aprendáis, entonces es que o Jesús no tiene las ideas claras, o quienes no tienen las ideas claras son los que ven en este pasaje una condena a las oraciones católicas. Nosotros votamos por lo segundo. Más aún, quienes dicen que una oración aprendida es anti bíblica porque aquí Jesús dice que no uséis repeticiones vanas, deberían también, con la misma lógica y fundamento, creer que rezar de pie es igualmente prohibido y anti bíblico, pues Jesús en ese mismo pasaje ha dicho esto:

"Cuando vosotros oréis, no hagáis como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos […]. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto"

Todos sabemos que sobre todo a los evangélicos les encanta rezar de pie, y que condenan la postura de arrodillarse. Pues bien, interpretando la Biblia como hacen los protestantes, y del mismo modo que han hecho con Mateo 6:7, los católicos podríamos utilizar esa cita para acusar a los evangélicos de estar desobedeciendo a Jesús, porque Jesús dice ahí claramente que cuando recen no deben rezar de pie ni en público, sino que deberían encerrarse en su habitación (importante que la puerta esté cerrada, como Jesús especifica ahí) y por supuesto rezar en cualquier postura que no sea estando de pie. Como se puede ver aquí, con este tipo de interpretaciones que miran una frase sin mirar su contexto, es fácil llegar al absurdo y acabar acusando a otros de cualquier cosa.

Jesús está condenando el hecho de rezar solo por aparentar, pero sin que en tu corazón estés realmente comunicándote con Dios. Lo que condena es la actitud del orante, la vivencia en sí, no el hecho formal de si el que reza está de pie o no, si está en público o en privado, si recita una oración aprendida o improvisa espontáneamente, si cierra o no cierra la puerta. Eso son las formas, lo que importa es lo que sucede en el corazón del orante mientras reza. Y eso ya sí que es el rincón sacrosanto de cada individuo, pues como dice la Biblia, solo Dios ve en lo secreto. Jamás nos deberíamos atrever a decir que una persona que está rezando así o asá está realmente en presencia de Dios o simplemente soltando palabras que no sienten. Eso solo Dios lo sabe, que él lo juzgue.

JESÚS RECITANDO

Pero aún hay más, cuando Jesús estaba en el Huerto de los Olivos rezando, marchó a ver si sus discípulos velaban y les encontró dormidos, y luego regresó a orar, y dice la Biblia que oró repitiendo las mismas palabras que estaba diciendo antes.

Ahí lo tienen, Jesús utilizando vanas repeticiones tres veces seguidas… o ¿será que no todas las repeticiones tienen por qué ser vanas? Una repetición no es vana solo por ser repetición, es vana si no pones el corazón en lo que está diciendo, porque a Dios eso no le sirve de nada. La acalorada y encendida alabanza que el pastor evangélico hace ante sus enfervorizados fieles puede ser una maravillosa oración si su corazón siente sinceramente cada palabra que dice, pero puede ser una perfecta "vana improvisación" si no está realmente sintiendo lo que dice.

LAS ORACIONES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

En el Antiguo Testamento vemos oraciones que el pueblo debe aprenderse y repetir. Pero las oraciones más conocidas son las que se recopilaron formando todo un libro bíblico por derecho propio: los salmos del rey David. La Iglesia Católica sigue recitando los salmos en la misa. Lo más curioso es que muchos protestantes también memorizan salmos enteros, o fragmentos especiales, y los recitan con entusiasmo, olvidándose de que al mismo tiempo siguen condenando las recitaciones católicas. Por ejemplo, será difícil encontrar a un evangélico que no se sepa de memoria y recite con fervor (si lo tiene) el salmo 23: "El Señor es mi pastor, nada me falta…". Y si lo que más les molesta son las repeticiones, con sus reproches a las letanías católicas, podemos consultar el salmo 136:

Y así se alarga durante 26 versículos repitiendo tras cada nueva frase la letanía de "porque es eterno su amor" (o "su misericordia" según otras traducciones). Y sin embargo, cuando los católicos hacemos exactamente lo mismo en nuestras letanías, a ellos les parece ofensivo y pagano, cuando en realidad es nuestra práctica la que mantiene la tradición bíblica original. Otro ejemplo lo encontramos en el profeta Daniel, de quien se nos dice:

Entonces ellos tomaron la palabra y dijeron en presencia del rey: "Daniel, uno de los deportados de Judá, no te ha hecho caso, rey, ni a ti ni a la prohibición que tú has escrito, y tres veces al día hace su oración". (Daniel 6:14)

Fíjense que no dice que tres veces al día hacía oración, sino que hacía "su oración", o sea, una oración aprendida, peculiar de él, judío, no como las que rezaban los paganos. Igualmente tenemos en el pasaje Daniel 3:57-88 otro perfecto ejemplo de letanía, en donde Daniel repite tras cada frase "bendecid al Señor" una y otra vez, un pasaje que las Biblias protestantes suelen considerar no canónico pero que a menudo incluyen en sus biblias dentro de la sección de apócrifos, y en cualquier caso una prueba histórica más de los modos oratorios de los antiguos hebreos.

Y aunque no queremos llenar este artículo de más ejemplos bíblicos, no es posible dejar sin mencionar a este otro fragmento tomado del principio del último de los libros bíblicos, el Apocalipsis. ¿Se puede ser acaso más repetitivo de lo que parece ser la adoración que recibe Dios en el cielo?:

Si eso no es repetir, como decía Santiago Carrillo, "que venga Dios y lo vea".

LAS ORACIONES EN LA IGLESIA PRIMITIVA

Fuera de los escritos bíblicos, el texto cristiano más antiguo que se conserva es el libro de La Didaché, escrito probablemente a mediados del siglo primero, no mucho después de la muerte de Jesús y antes de la muerte de los apóstoles. Este librito es una especie de manual para catecúmenos, y al leerlo nos resulta tan "católico" que cuando Occidente lo redescubrió en 1873, durante mucho tiempo muchos los exegetas protestantes se negaron a aceptar su autenticidad o al menos intentaron fechar su composición en tiempos muy posteriores. Pero finalmente, tras nuevos descubrimientos de fragmentos del libro, los hechos se impusieron y hoy el consenso generalizado es que se escribió antes de la destrucción del Templo de Jerusalén, o sea, en algún momento antes del año 70, y por tanto es anterior a muchos libros del Nuevo Testamento. Incluso en algunas zonas fue incluida en el canon bíblico durante los primeros siglos, como si fuera un libro revelado. Pues bien, este librito que nos muestra el proceder de los primerísimos cristianos contiene, entre otras cosas, fórmulas y recitaciones que deben memorizarse. Por poner un ejemplo:​


Al mismo tiempo que este libro nos manda rezar el Padrenuestro tres veces al día, los apóstoles están aún predicando. No parece muy razonable suponer que los cristianos que recibieron la doctrina directamente de los apóstoles no se enteraron de que repetir oraciones memorizadas estaba prohibido, tal como los protestantes, 1600 años después, descubrieron. Si realmente eso es lo que enseñó Jesús, a no memorizar rezos, entonces habría que pensar que los apóstoles no entendieron nada o que al menos se explicaban muy mal, y por tanto el Espíritu Santo que les iluminó en sus predicaciones no tuvo mucho éxito.

Dentro de la liturgia, La Didaché nos muestra también la oración que debe recitarse después de comulgar:

O esta otra oración que el sacerdote debía recitar al dar la unción:

Como vemos, estos primeros cristianos son instruidos para que memoricen oraciones y las reciten en el momento conveniente, por no mencionar otros temas tan católicos aquí también reflejados como son el sacramento de la eucaristía y el de la unción.

Pero no solo la Didaché, por supuesto encontramos ejemplos de oraciones para recitar durante todos los siglos posteriores también. Citaremos una que se podría considerar especialmente "católica" por ser una oración dirigida a la Virgen. Al igual que las fórmulas vistas en la Didaché se parecen aún bastante a las fórmulas modernas usadas por los católicos, también la Iglesia Católica sigue hoy en día utilizando sin cambio alguno esta oración mariana de incierta datación, pero en cualquier caso anterior al año 250 (pues de ese año ya conservamos un papiro con ella impresa). Se trata de la oración llamada "Sub tuum praesidium" (Bajo tu amparo) tal como nos llegó a nosotros en su versión latina (aunque la versión original, escrita en el papiro hallado, está en griego). La traducción de esta oración del siglo III o probablemente anterior dice así:

No solo vemos aquí un ejemplo temprano más de oraciones para recitar, sino que vemos condensadas doctrinas tan católicas (y ortodoxas) y tan rechazadas por los protestantes como que María es madre de Dios, la siempre virgen, y que no solo merece nuestra honra sino también nuestras oraciones pidiendo su protección e intercesión. Todas ellas cosas que los protestantes afirman ser contaminaciones paganas posteriores, surgidas por imposición del emperador Constantino en el siglo IV. Pero al parecer, esa Iglesia de las catacumbas que moría en la arena del circo, la misma que la mayoría de los protestantes consideran la Iglesia auténtica, de la que ellos son los verdaderos herederos (mientras los católicos somos herederos de la paganización de Constantino), pues esa misma Iglesia la vemos rezando oraciones memorizadas, pidiendo intercesión a la madre de Dios, recibiendo la eucaristía, impartiendo el sacramento de la unción de enfermos y otras muchas cosas consideradas "desviaciones católicas", por citar solo las cosas incluidas en las citas que hemos metido en este artículo.

CONCLUSIÓN

Como tantas veces sucede, los protestantes utilizan una cita bíblica de una o dos frases para intentar echar por tierra toda una doctrina o costumbre católica y demostrar, según ellos, que es anti bíblica. Como siempre ocurre en estos casos, el contexto bíblico más amplio nos revela el verdadero significado de esa cita, y la doctrina católica sale una vez más indemne o incluso reforzada. Cuando alguien le utilice breves citas para demostrarle lo equivocada que es su fe, tenga la seguridad de que ninguna frase bíblica demuestra nada si aparece descontextualizada. Por algo los católicos no somos aficionados a demostrar nuestras doctrinas a base de citas sueltas, como sí suelen hacer ellos.

Nosotros basamos nuestras creencias y prácticas en todas las enseñanzas de Jesús y de los apóstoles, y dentro de ese marco podemos interpretar cada frase de la Biblia, pero hacer la lectura inversa, partir de frases aisladas y de ahí construir una doctrina, solo puede tener como resultado lo que vemos en el mundo de nuestros hermanos protestantes, una gigantesca variedad de doctrinas en donde cada uno ha visto una cosa diferente. Aunque su corazón desee y busque la verdad tanto como nosotros, su metodología les arrastra inevitablemente a la confusión, y con toda su buena intención de convencernos de su verdad, lo único que consiguen en el mejor (peor) de los casos es arrastrar a muchos católicos a la misma confusión en la que ellos se encuentran.

Tal como hemos visto, recitar oraciones no solo no es anti bíblico, sino que el propio Jesús así lo enseñó y así lo practicó, al igual que hacían los judíos de su época, de antes y de ahora (y Jesús seguía las prácticas judías). También la Iglesia Primitiva nos ha dejado numerosos ejemplos de fórmulas y recitaciones en el más puro estilo de las oraciones católicas.

Los católicos a veces rezamos repitiendo oraciones memorizadas, como por ejemplo el Padrenuestro que Jesús nos enseñó, y a veces rezamos usando espontáneamente nuestras propias palabras. Y los católicos, igual que los protestantes, a veces rezamos con el corazón en nuestra boca, y a veces rezamos de forma vana, pensando en otra cosa. Pero quien afirma, como la cita que pusimos al principio, que a Dios le molestan los rezos y las repeticiones, es que realmente no conoce bien ni la Biblia, ni la historia, ni el cristianismo.

Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos. Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que se acerque. El que no lo sea, que haga penitencia. Maranathá. Amén (Didaché, siglo I)

Nota: Maranathá corresponde a la transcripción griega de una expresión de origen arameo, compuesta por dos términos, que significa "El Señor viene".






Nuestro Padre nos busca constantemente. Está tan enamorado de nosotros que espera con infinita paciencia el momento de encuentro en la intimidad del diálogo con sus criaturas; está disponible a toda hora, en todo momento, en cualquier circunstancia, simplemente espera que respondamos a su llamado. «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo» (Apocalipsis 3,20). Los que rechazamos ese encuentro en la oración, los que nos cansamos de responder, somos nosotros.

La oración es el diálogo que entablamos con Dios y hay diversas maneras en las que podemos rezar: mediante oraciones ya escritas, a través de pensamientos dirigidos hacia Él, mediante pequeñas jaculatorias repetidas a lo largo del día, en la oración de la santa misa hecha en comunidad, etc. Sin embargo, hay una cualidad que jamás debe separarse al momento de rezar, a la cual se han referido todos los santos y el Catecismo de la Iglesia Católica nos lo recuerda: «la humildad», base de toda oración. «La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración: el hombre es un mendigo de Dios» (San Agustín).

En este post hablaremos de la oración repetitiva y la oración de los «ismos» (más adelante lo entenderemos). Para profundizar en este tema te recomendamos leer el Catecismo (cuarta parte, número 2558).


Las únicas oraciones que no tienen valor son aquellas que se realizan sin el corazón. Imaginemos que nuestra pareja nos dice que nos ama mirando hacia otro lado, prestando atención a cualquier cosa menos a nosotros, esas palabras no tendrían sentido porque no fueron dichas con sinceridad. Lo mismo ocurre cuando nos dirigimos a Dios, Él desea que le hablemos desde lo más hondo de nuestro corazón, depositando nuestra plena confianza en que siempre nos escucha.

Jesús mismo rezaba con insistencia: «Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras» (Mateo 26,44) y nos anima a insistir en la oración: «Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche, y les hace esperar?» (Lucas 18,7).

La oración repetitiva por excelencia es el Rosario. En él no solamente contemplamos a la luz de la fe la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, sino que repetimos palabras dichas por el mismo Dios a través de su Hijo o a través del Espíritu Santo: el Padre nuestro (Mateo 6: 9-13), el Ave María (Lucas 1, 28 en la Anunciación y Lucas 1, 42 en el saludo de Isabel) y el Gloria (2 Corintios 13,14).

Lo importante es no confundir insistencia o repetición con habladuría sin sentido. La clave está en orar con el corazón tomando plena conciencia de que al rezar realmente estamos entrando en contacto con Dios, nuestro amigo, que está dispuesto a escucharnos.


La oración de los «ismos» hace referencia a la manera en que se dirige este niño a su padre en la cual nosotros también podemos vernos reflejados. Muchas veces llenamos nuestras oraciones de «ismos»: reverendísimo, amadísimo, santísimo, grandísimo, como un modo de sentirnos más seguros de que Dios responderá a nuestra súplica. Sin embargo, cuando nuestro diálogo se basa únicamente en palabras rebuscadas y creemos que cuanto más larga sea la oración mejor, corremos el riesgo de confiar más en nuestras propias palabras que en el mismo actuar de Dios. Esto no quiere decir que Dios no se merezca que lo llamemos de esas maneras o que no haga falta. Nuestro Padre es el único que merece la absoluta y entera adoración, pero el nos invita a que en nuestra oración prime la sencillez del corazón, el anhelo real y profundo del encuentro con Él, manantial de agua viva, único capaz de calmar nuestra sed.

Así como la comida es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo y el aire para nuestros pulmones, la oración es el alimento del alma, como decía San Pío de Pietrelcina «es la llave que abre el corazón de Dios».

«También nosotros, cuando no rezamos, lo que hacemos es cerrar la puerta al Señor. Y no rezar es esto: cerrar la puerta al Señor, para que no pueda hacer nada. En cambio, la oración, ante un problema, una situación difícil, una calamidad, es abrir la puerta al Señor para que venga. Porque Él hace nuevas las cosas, sabe arreglar las cosas, ponerlas en su sitio. Rezar es esto, abrir la puerta al Señor para que pueda hacer algo. Pero si cerramos la puerta al Señor, no puede hacer nada. Pensemos en esta María que eligió la mejor parte y nos hace ver el camino, cómo abrir la puerta al Señor» (Papa Francisco).

San Pablo nos dice: «Oren siempre, y en todo momento» (1 Tesalonicenses 5,17). Y tú, ¿cuánto tiempo le dedicas a la oración durante el día? ¿Realizas oraciones repetitivas sin sentido? ¿Confías plenamente en que Dios te escucha cuando le hablas? ¿En tu oración te acuerdas de que Dios es infinita misericordia y ama a los sencillos de corazón?

«La oración (…) es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre» (San Agustín).​
Menos mal que es corto, conciso y preciso
Me quedé con el último reglón

«La oración (…) es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre» (San Agustín).
Sí, así es
Claro que el hombre tiene distintos grados de sed, por razones que desconozco
 
Además no debemos olvidar que Jesús no condena simplemente las "vanas repeticiones" (solo las vanas, no todas), sino que expresamente añade "como hacen los paganos", o según otras traducciones, "como hacen los gentiles", que en el original griego son equivalentes. O sea, Jesús rechaza la manera de recitar de los gentiles –los no judíos–, porque es una manera vana (entre otras cosas porque rezan a dioses inexistentes), pero sin embargo al añadir la referencia a los gentiles está dejando claro que no se refiere a las oraciones recitadas por los judíos. Los judíos, como los católicos (o más bien nosotros al igual que ellos) poseían una estructurada liturgia y todo un conjunto de oraciones que los fieles memorizaban para recitar tanto dentro como fuera de la liturgia, siendo algunas prescritas para ciertos momentos o ciertas horas o ciertas actividades, o para cuando los fieles quisieran hacer uso de ellas. Siendo así que todos los judíos estaban acostumbrados a recitar esas oraciones, si Jesús estuviese en contra de esa práctica habría atacado tal costumbre en más de una ocasión, y sin embargo la única vez que Jesús critica las oraciones repetitivas se refiere solamente a las que son vanas y a las que hacen los gentiles, no las de los judíos, a pesar de que toda su audiencia era judía y hubiera sido el momento perfecto para hacerles comprender que cualquier oración memorizada, solo por el hecho de serlo, debía ser abandonada
La unica? Pues yo veo arriba a Jesus criticando las oraciones de LOS JUDIOS mas CONOCEDORES de la LEY y sus ORACIONES VANAS
Nosotros basamos nuestras creencias y prácticas en todas las enseñanzas de Jesús y de los apóstoles, y dentro de ese marco podemos interpretar cada frase de la Biblia, pero hacer la lectura inversa, partir de frases aisladas y de ahí construir una doctrina, solo puede tener como resultado lo que vemos en el mundo de nuestros hermanos protestantes, una gigantesca variedad de doctrinas en donde cada uno ha visto una cosa diferente
Repetir la muerte de Jesus cada año no tiene respaldo Biblico, una mentira en ese mensaje que jaz escrito.
Dicen no aislar textos cuando claramente aíslan un texto para creer en un purgatorio despues de la muerte, o aislar la interpretación de la transubstanciacion (por cierto espero tus refutaciones desde ayer amiguito)
 
Pues porque no leen ni estudian la Biblia.
Hola hermanito , con todo respeto, tue eres el que no lees la biblia talvez dices que los católicos que noseque etc , podras decirle lo que desele pegue la regalada gana , pero aunque no lo creas es la religion verdadera , y puedes investigar , o puedes aser un debate conmigo para que veas. Paz y bien.
 
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Hola hermanito , con todo respeto, tue eres el que no lees la biblia talvez dices que los católicos que noseque etc , podras decirle lo que desele pegue la regalada gana , pero aunque no lo creas es la religion verdadera , y puedes investigar , o puedes aser un debate conmigo para que veas. Paz y bien.
Ok, te pregunto, ¿porque es la religión verdadera?
 
La unica? Pues yo veo arriba a Jesus criticando las oraciones de LOS JUDIOS mas CONOCEDORES de la LEY y sus ORACIONES VANAS

Repetir la muerte de Jesus cada año no tiene respaldo Biblico, una mentira en ese mensaje que jaz escrito.
Dicen no aislar textos cuando claramente aíslan un texto para creer en un purgatorio despues de la muerte, o aislar la interpretación de la transubstanciacion (por cierto espero tus refutaciones desde ayer amiguito)
Deberiamos Repetir cada año y recordar todos los dias el inmensurable sacrificio que hizo nuestro señor por nosotros ,de hecho el dijo esto es mi cuerpo que sera entrgado por vosotros hacer esto en conmemoracion mia y si ese sacrificio esta escrito en la biblia claro que tiene respaldo biblico lo que no tiene respaldo biblico es no recordar el gran sacrificio de nuestro señor es como decir que ami no me importa que un hijo mio no se acuerde o reconosca lo que yo e hecho por el en la vida y si mi hijo festeja lo que yo hago por el por supuesto que me importa mucho ver que el tiene encuenta eso.
 
Deberiamos Repetir cada año y recordar todos los dias el inmensurable sacrificio que hizo nuestro señor por nosotros ,de hecho el dijo esto es mi cuerpo que sera entrgado por vosotros hacer esto en conmemoracion mia y si ese sacrificio esta escrito en la biblia claro que tiene respaldo biblico lo que no tiene respaldo biblico es no recordar el gran sacrificio de nuestro señor es como decir que ami no me importa que un hijo mio no se acuerde o reconosca lo que yo e hecho por el en la vida y si mi hijo festeja lo que yo hago por el por supuesto que me importa mucho ver que el tiene encuenta eso.
Los judios tiene festejos cada año recordando la pascua que fue cuando Dios los salvo de egipto rememoran ese hecho como pues no vamos a recordar lo que hizo jesucristo que es algo incomparable con la pascua.
 
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Hola hermanito , hermanito eso hay que leer un monton para que entiendas porque la religion veradadera, osi de dispones a leer , pues de lo explico ???
Bueno, yo pienso que si no puedes decir el porque tu religion es la verdadera en un par de renglones, es que no lo sabes. No deberías avergonzarte por no saber, simplemente di que no lo sabes y listo.
Ya te habia dicho cual es la religion pura delante De Dios; 1:27La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
 
Bueno, yo pienso que si no puedes decir el porque tu religion es la verdadera en un par de renglones, es que no lo sabes. No deberías avergonzarte por no saber, simplemente di que no lo sabes y listo.
Ya te habia dicho cual es la religion pura delante De Dios; 1:27La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Hola hermanito , si puedo decirte hermanito y explicarte , hermanito quiered que de explique?
 
Bueno, yo pienso que si no puedes decir el porque tu religion es la verdadera en un par de renglones, es que no lo sabes. No deberías avergonzarte por no saber, simplemente di que no lo sabes y listo.
Ya te habia dicho cual es la religion pura delante De Dios; 1:27La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo







El camino para llegar a Dios es el que Él mismo nos ha señalado revelándonos una religión.

La religión verdadera sólo puede ser una, pues las religiones se contradicen entre sí, y la verdad sólo puede estar en uno de los dos campos: si sobre un punto concreto, y desde un mismo punto de vista, unos dicen que sí y otros que no, no pueden los dos tener la razón al mismo tiempo. Si uno dice que Cervantes nació en España y otro dice que nació en Inglaterra, es evidente que no pueden tener los dos razón al mismo tiempo. Uno de los dos se equivoca. Los católicos decimos que Cristo es Dios. Otros lo niegan. Es claro que no podemos tener todos la razón. Por eso sólo hay una religión verdadera.

Para conocerla no hace falta estudiar todas las religiones. Basta conocer los motivos de credibilidad del cristianismo para saber que es la religión verdadera. Sería absurdo pensar que Dios ha revelado varias religiones contradictorias entre sí. La única religión verdadera es la que Dios ha revelado, y la podemos conocer por señales ciertas, como son los milagros de Jesucristo.

La religión católica ha sido fundada por Cristo-Dios; todas las demás religiones han sido fundadas por hombres. Ni Buda, ni Confucio, ni Mahoma, ni Lutero, etc., pretendieron ser Dios. Jesucristo afirmó repetidas veces en su vida que Él era Dios (ver n 32 ). La ocasión más solemne fue ante el sanedrín cuando la interpelación de Caifás quien, ante esta afirmación de Cristo, le llama blasfemo y le condena a muerte. La blasfemia se castigaba con la pena de muerte entre los hebreos. Para confirmar que era verdad lo que decía, Jesucristo hizo varios milagros, principalmente su propia resurrección.

Jesucristo fundó una sola Iglesia: «Habrá un solo rebaño y un solo Pastor»(436) Esta Iglesia es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
Todas las demás Iglesias y religiones están equivocadas. Unas, porque no reconocen al verdadero Dios -como el Budismo-; otras, porque se separaron de la Iglesia verdadera -como el Protestantismo-.

Según el Primer Concilio de Constantinopla, celebrado el año 381, la Iglesia, tal como la fundó Jesucristo, tiene cuatro notas características, es decir, cuatro señales distintivas, que son cuatro propiedades esenciales que, todas juntas, son exclusivas y manifestativas de la verdadera Iglesia de Jesucristo. Estas señales distintivas, estos atributos, son: unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad. Por estas señales es que creemos que la Iglesia Católica es la que Cristo fundó, mientras que las Iglesias Protestantes no reúnen las condiciones necesarias para ello.

Debemos rezar por los no católicos, para que se conviertan, y ellos y nosotros nos unamos en la única y verdadera Iglesia de Cristo que es la Católica.
Según la tradición, la historia de la Iglesia católica comienza con Jesucristo y sus enseñanzas (c. 4 a. C. - c. 30 d. C.) y la Iglesia es una continuación de la comunidad cristiana primitiva establecida por los discípulos de Jesús.[1] La Iglesia considera que sus obispos son los sucesores de los apóstoles de Jesús y el líder de la Iglesia, el Obispo de Roma (también conocido como el Papa), el único sucesor de San Pedro[2] quien ministró en Roma en el siglo i d. C. después de su nombramiento por Jesús como jefe de la Iglesia.[3][4] A finales del siglo segundo, los obispos comenzaron a congregarse en sínodos regionales para resolver cuestiones doctrinales y políticas. En el siglo tercero, el obispo de Roma comenzó a actuar como un tribunal de apelaciones para los problemas que otros obispos no podían resolver.[5]

El cristianismo se extendió por todo el imperio romano temprano, a pesar de las persecuciones debido a conflictos con la religión del estado pagano. En 313, las persecuciones fueron disminuidas por la legalización del cristianismo por el emperador Constantino I. En 380, bajo el emperador Teodosio I, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano por el decreto del emperador, que persistiría hasta la caída del Imperio de Occidente, y más tarde, con el Imperio romano de Oriente, hasta la caída de Constantinopla. Durante este tiempo (el período de los Siete Concilios Ecuménicos) se consideraron cinco patriarcados (jurisdicciones dentro de la Iglesia católica) según Eusebio: Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría, conocido como la Pentarquía.

Después de la destrucción del Imperio romano de Occidente, la Iglesia en Occidente fue un factor importante en la preservación de la civilización clásica, estableciendo monasterios, y los misioneros que envían para convertir a los pueblos del norte de Europa, en cuanto a Irlanda en el norte. En Oriente, el Imperio bizantino conserva la ortodoxia, mucho después de las invasiones masivas del Islam en la mitad del siglo séptimo. Las invasiones del Islam devastaron tres de los cinco patriarcados: la captura de Jerusalén en primer lugar, a continuación Alejandría y, finalmente, en la mitad del siglo octavo, Antioquía.

Todo el período de los próximos cinco siglos fue dominada por la lucha entre el cristianismo y el islam en toda la cuenca mediterránea. Las batallas de Poitiers y Toulouse conservaron el oeste católica, a pesar de que la propia Roma fue arrasada en 850, y Constantinopla sitiada. En el siglo xi, las ya tensas relaciones entre la iglesia griega sobre todo en el este, y la iglesia latina en Occidente, se convirtió en el Cisma de Oriente y Occidente, en parte debido a los conflictos por la autoridad papal. La cuarta cruzada, y el saqueo de Constantinopla por los cruzados renegados demostraron la brecha final.

En el siglo xvi, en respuesta a la Reforma protestante, la Iglesia participa en un proceso de reforma sustancial y renovación conocida como la Contrarreforma.[6][7] En siglos posteriores, el catolicismo se extendió ampliamente en todo el mundo a pesar de experimentar una reducción de su control sobre las poblaciones europeas, debido al crecimiento del protestantismo y también a causa de escepticismo religioso durante y después de la Ilustración. El Concilio Vaticano II en la década de 1960 introdujo los cambios más significativos en las prácticas católicas desde el Concilio de Trento cuatro siglos antes.[8][9]Persecuciones
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A diferencia de la mayoría de las religiones en el Imperio Romano, el cristianismo requería que sus seguidores renunciaran a todos los demás dioses, una práctica adoptada del judaísmo. La negativa de los cristianos a unirse a las celebraciones paganas significaba que no podían participar en gran parte de la vida pública, lo que hizo que los no cristianos, incluidas las autoridades gubernamentales, temieran que los cristianos estuvieran enojando a los dioses y amenazando así la paz y la prosperidad del Imperio. Además, la peculiar intimidad de la sociedad cristiana y su secreto sobre sus prácticas religiosas engendraron rumores de que los cristianos eran culpables de incesto y canibalismo; las persecuciones resultantes, aunque generalmente locales y esporádicas, fueron una característica definitoria de la autocomprensión cristiana hasta que el cristianismo se legalizó en el siglo iv.[37][38] Una serie de persecuciones de cristianos más centralmente organizadas surgió a fines del siglo iii, cuando los emperadores decretaron que las crisis militares, políticas y económicas del Imperio fueron causadas por dioses enojados. Todos los residentes recibieron la orden de hacer sacrificios o ser castigados.[39] Los judíos estaban exentos mientras pagaran el impuesto judío. Las estimaciones de la cantidad de cristianos que fueron ejecutados varía de unos pocos cientos a 50,000.[40] Muchos huyeron[41] o renunciaron a sus creencias. Los desacuerdos sobre qué papel deberían tener estos apóstatas en la Iglesia condujeron a los cismas donatistas y novacianos.[42]

A pesar de estas persecuciones, los esfuerzos de evangelización persistieron, conduciendo al Edicto de Milán, que legalizó el cristianismo en 313.[43] En 380, el cristianismo se había convertido en la religión estatal del Imperio Romano.[44] La filósofa religiosa Simone Weil escribió: "En el momento de Constantino, el estado de expectativa apocalíptica debió haber disminuido bastante. [La inminente venida de Cristo, la expectativa del Último Día - constituyó 'un gran peligro social']. Además, el espíritu de la antigua ley, tan ampliamente separado de todo misticismo, no era muy diferente del espíritu romano en sí. Roma podía llegar a un acuerdo con el Dios de los ejércitos".[45]que era casi idéntica a la forma en que ahora se encuentra. Según algunos relatos, en 382 el Concilio de Roma reconoció oficialmente por primera vez el canon bíblico, enumerando los libros aceptados del Antiguo y Nuevo Testamento, y en 391 la traducción Vulgata Latina de la Biblia fue hecha.[61]Otras cuentas enumeran el Concilio de Cartago de 397 como el Concilio que finalizó el canon bíblico como se lo conoce hoy.[62]El Concilio de Éfeso en 431 aclaró la naturaleza de la encarnación de Jesús, declarando que él era verdadero y verdadero Dios.[63]Dos décadas después, el Concilio de Calcedonia solidificó la primacía papal romana, lo que contribuyó a la continua ruptura de las relaciones entre Roma y Constantinopla, la sede de la Iglesia Oriental.[64]También se desencadenaron los desacuerdos monofisitas sobre la naturaleza precisa de la encarnación de Jesús que llevó a la primera de las diversas Iglesias ortodoxas orientales a separarse de la Iglesia católica.[65]garantizar la pureza de su propósito. Su influencia llevó al papa Alejandro III a comenzar reformas que conducirían al establecimiento del derecho canónico. En el siglo siguiente, Francisco de Asís y Domingo de Guzmán fundaron nuevas órdenes mendicantes que llevaron la vida religiosa consagrada a los entornos urbanos.

Los abusos cometidos durante la cruzada provocaron que Inocencio III instituyera informalmente la primera inquisición papal para evitar futuras masacres y erradicar a los cátaros restantes. Formalizada bajo Gregorio IX, esta inquisición medieval ejecutó a un promedio de tres personas por año por herejía en su apogeo. Con el tiempo, la Iglesia o los gobernantes seculares lanzaron otras inquisiciones para enjuiciar a los herejes, para responder a la amenaza de la invasión árabe o con fines políticos. Se alentó a los acusados a retractarse de su herejía y aquellos que no lo hicieron podrían ser castigados con penitencia, multas, encarcelamiento o ejecución mediante la hoguera.

El siglo xiv estuvo marcado por una creciente sensación de conflictos entre la iglesia y el estado. Para escapar de la inestabilidad en Roma, Clemente V en 1309 se convirtió en el primero de los siete papas en residir en la ciudad fortificada de Aviñón en el sur de Francia durante un período conocido como el papado de Aviñón. El papado regresó a Roma en 1378 a instancias de Catalina de Siena y otros que sentían que la Sede de Pedro debería estar en la iglesia romana. Con la muerte del papa Gregorio XI más tarde ese año, las elecciones papales se disputaron entre los partidarios de los candidatos italianos y respaldados por Francia que condujeron al cisma occidental. Durante 38 años, demandantes separados al trono papal se sentaron en Roma y Aviñón. Los esfuerzos de resolución complicaron aún más la cuestión cuando se eligió a un tercer Papa en 1409. El asunto finalmente se resolvió en 1417 en el Concilio de Constanza, donde los cardenales llamaron a los tres demandantes al trono papal para que renunciaran, y celebraron una nueva elección que nombró al papa Martíengendraron distintas escuelas de espiritualidad dentro de la Iglesia (oratorianos, carmelitas, salesianos), etc. La mejora de la educación de los laicos fue otro efecto positivo de la época, con la proliferación de escuelas secundarias que revitalizaron estudios superiores como historia, filosofía y teología. Para popularizar las enseñanzas de la Contrarreforma, la Iglesia alentó el estilo barroco en el arte, la música y la arquitectura. La expresión religiosa barroca era conmovedora y emocional, creada para estimular el fervor religioso.

En otra parte, el misionero jesuita Francisco Javier introdujo la Iglesia Católica en Japón, y para fines del siglo xvi decenas de miles de japoneses se adhirieron. El crecimiento de la iglesia se detuvo en 1597 bajo el Shogun Toyotomi Hideyoshi que, en un esfuerzo por aislar al país de las influencias extranjeras, lanzó una severa persecución de los cristianos. A los japoneses se les prohibió abandonar el país y a los europeos se les prohibió ingresar. A pesar de esto, una población cristiana minoritaria sobrevivió hasta el siglo xix, cuando Japón se abrió más a la influencia externa, y continúa hasta nuestros díaAsuncionistas publicaron artículos antisemitas y republicanos en su revista La Croix. Esto enfureció a los políticos republicanos, que estaban ansiosos por vengarse. A menudo trabajaban en alianza con logias masónicas. El ministro Waldeck-Rousseau (1899–1902) y el ministro Combes (1902–05) lucharon contra la Santa Sede por el nombramiento de obispos. Los capellanes fueron retirados de los hospitales navales y militares (1903–04), y se ordenó a los soldados que no frecuentaran los clubes católicos (1904). Émile Combes, como primer ministro en 1902, estaba decidido a derrotar completamente al catolicismo. Cerró todas las escuelas parroquiales en Francia. Luego hizo que el parlamento rechazara la autorización de todas las órdenes religiosas. Esto significó que todas las cincuenta y cuatro órdenes se disolvieran y alrededor de 20,000 miembros salieron inmediatamente de Francia, muchos para España. En 1905 se abolió el Concordato de 1801; La Iglesia y el Estado finalmente se separaron. Todos los bienes de la Iglesia fueron confiscados. El culto público fue entregado a asociaciones de laicos católicos que controlaban el acceso a las iglesias. En la práctica, las misas y los rituales continuaron. La Iglesia fue gravemente herida y perdió la mitad de sus sacerdotes. A la larga, sin embargo, ganó autonomía, ya que el Estado ya no tenía voz para elegir obispos y el galicanismo estaba muerto.

África
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A fines del siglo xix, los misioneros católicos siguieron a los gobiernos coloniales en África y construyeron escuelas, hospitales, monasterios e iglesias.s.n V.y grupos juveniles, y enseñanza religiosa en las escuelas.

La ideología nazi fue encabezada por Heinrich Himmler y las SS (Escuadras de Protección). En la lucha por el control total sobre las mentes y los cuerpos alemanes, las SS desarrollaron una agenda antirreligiosa. No se permitieron capellanes católicos o protestantes en sus unidades (aunque sí se les permitió en el ejército regular). Himmler estableció una unidad especial para identificar y eliminar las influencias católicas. Las SS decidieron que la Iglesia Católica Alemana era una seria amenaza para su hegemonía y, aunque era demasiado fuerte para ser abolida, fue parcialmente despojada de su influencia, por ejemplo al cerrar sus clubes y publicaciones juveniles.

Luego de reiteradas violaciones del Concordato, el Papa Pío XI emitió la encíclica Mit brennender Sorge de 1937 que condenó públicamente la persecución de los nazis a la Iglesia y su ideología de neopaganismo y superioridad racial.

Segunda Guerra Mundial
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Después de que comenzara la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, la Iglesia condenó la invasión de Polonia y las invasiones nazis posteriores de 1940. En el Holocausto, el Papa Pío XII dirigió la jerarquía de la Iglesia para ayudar a proteger a los judíos y los gitanos de los nazis. Si bien se acreditó a Pío XII por ayudar a salvar a cientos de miles de judíos, la Iglesia también ha sido acusada falsamente de alentar el antisemitismo. Albert Einstein, al referirse al papel de la Iglesia Católica durante el Holocausto, dijo lo siguiente: "Siendo un amante de la libertad, cuando llegó la revolución en Alemania, miré a las universidades defenderla,sabiendo que siempre se habían jactado de su devoción a la causa de la verdad; pero no, las universidades fueron silenciadas de inmediato. Luego miré a los grandes editores de periódicos cuyos editoriales flamantes en días pasados habían proclamado su amor por la libertad; pero ellos, como las universidades, fueron silenciados en unas pocas semanas ... "Solo la Iglesia se paró en el camino de la campaña de Hitler para suprimir la verdad. Nunca tuve ningún interés especial en la Iglesia antes, pero ahora siento un gran afecto y admiración porque solo la Iglesia ha tenido el coraje y la persistencia de defender la verdad intelectual y la libertad moral. Me veo obligado a confesar que lo que una vez despreciaba, ahora lo elogio sin reservas". Esta cita apareció en la edición del 23 de diciembre de 1940 de la revista Time en la página 38. Otros comentaristas parciales acusaron a Pío XII de no hacer lo suficiente para detener las atrocidades nazis. El debate sobre la validez de estas críticas continúa hasta nuestros días.
1917 emitido por Benedicto XV.

Teología
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Modernismo
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Teología de la Liberación
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En la década de 1960, la creciente conciencia social y la politización en la Iglesia latinoamericana dio a luz a la teología de la liberación. El sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, se convirtió en su defensor principal y, en 1979, la Conferencia Episcopal de México declaró oficialmente "opción preferencial por los pobres" de la Iglesia en América Latina. El arzobispo Óscar Romero, un partidario de la movimiento, se convirtió en el más famoso mártir contemporáneo de la región en 1980, cuando fue asesinado mientras celebraba misa por las fuerzas aliadas con el gobierno. Tanto el papa Juan Pablo II y el papa Benedicto XVI (como el Cardenal Ratzinger) denunció el movimiento. Al teólogo brasileño Leonardo Boff se le ordenó dos veces que dejara de publicar y enseñar. Si bien el Papa Juan Pablo II fue criticado por su severidad al tratar con los proponentes del movimiento, sostuvo que la Iglesia, en sus esfuerzos por defender a los pobres, no debería hacerlo recurriendo a la violencia o la política partidista. El movimiento todavía está vivo en América Latina hoy, aunque la Iglesia ahora enfrenta el desafío del avivamiento pentecostal en gran parte de la región.

Temas de sexualidad y de género
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La revolución sexual de la década de 1960 trajo problemas para la Iglesia. La encíclica Humanae Vitae de 1968 del papa Pablo VI reafirmó la visión tradicional de la Iglesia Católica sobre el matrimonio y las relaciones maritales y afirmó una proscripción continua de los anticonceptivos artificiales. Además, la encíclica reafirmó la santidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y afirmó una continua condena tanto del aborto como de la eutanasia como pecados graves equivalentes al asesinato.

Los esfuerzos por llevar a la Iglesia a considerar la ordenación de mujeres llevaron al Papa Juan Pablo II a publicar dos documentos para explicar la enseñanza de la Iglesia. Mulieris Dignitatem se publicó en 1988 para aclarar el papel igualmente importante y complementario de la mujer en el trabajo de la Iglesia. Luego, en 1994, Ordinatio Sacerdotalis explicó que la Iglesia extiende la ordenación solo a los hombres para seguir el ejemplo de Jesús, que eligió solo a hombres para este debEnglish |







Existe otra fuente de confusión en el tema de las sectas: el empleo errático de los vocablos como "religión", "iglesia" y "secta". Así, es posible que alguien pregunte si el Umbandismo es una iglesia, una religión o una secta.

Cuando hablamos de una religión, estamos refiriéndonos a un sistema doctrinal y ritual a través del cual una comunidad obtiene una serie de respuestas a los interrogantes universales, fruto de una concepción singular acerca del hombre y su posibilidad de relación con la trascendencia. De acuerdo a esta definición, son propiamente religiones el Cristianismo, el Budismo, el Islamismo, el Animismo, etc.

Ahora bien, el Cristianismo como religión merece una consideración particular ya que ha dado origen a través de dos milenios de historia a una serie de comunidades que, aún cuando mantienen como vínculo de unidad su fe en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, se han congregado en diversas iglesias que se han estructurado a través del espacio geográfico y de los siglos como comunidades identificadas con ciertas peculiaridades doctrinales y rituales. Una iglesia tiene una identidad estructural, doctrinal y ritual que trasciende el tiempo y el espacio. De aquí que en el contexto cristiano haya una Iglesia Católica, otra Ortodoxa, otra Luterana... todas igualmente cristianas, y todas iglesias.

Esta organización eclesial es propia del cristianismo, y no podemos buscar tales estructuras en otras religiones como el Budismo o el Brahmanismo.

Teniendo en cuenta la diferencia existente entre religión e iglesia, la secta es una segmentación de estas unidades antes descriptas, a partir de la adhesión a una enseñanza o práctica particulares al margen de la estructura ritual y doctrinal de las religiones o iglesias. Así, dentro del Budismo encontramos cientos de sectas que hacen referencia a una gama muy variada de maestros espirituales que a lo largo de los siglos han enseñado una gran diversidad de maneras de comprender las enseñanzas de Buda. Este fenómeno de segmentación se da al interior de todas las religiones y las iglesias.

Así, si retomamos la pregunta inicial, el Umbanda no es una religión. La religión propiamente es el Animismo, es decir un sistema ritual y de creencias que rinde culto a las fuerzas latentes en las realidades inanimadas, tales como el agua, el rayo, etc.. Tampoco podría ser una iglesia, ya que no se trata de un sistema cristiano, sino de un sincretismo de origen claramente pagano.

Las Sectas No Son Iglesias

Muchos de los nuevos movimientos religiosos se llaman Iglesia. Así nos encontramos con la Iglesia de Cristo Científica (Ciencia Cristiana) con la Iglesia de la Unificación (Moon), con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días (Mormones), etc. Sin embargo ningún grupo que sea secta puede ser considerado Iglesia.

La Iglesia está formada por cristianos, ella ha sido instituida por Cristo y ya quedó dicho que las sectas no siguen verdaderamente a Jesús.

La palabra Iglesia viene del griego Ekklesia, asamblea. La Iglesia es la convocación dirigida por Dios a los hombres en Cristo con el deseo de construir su Reino. San Pablo dice que es la plenitud del cuerpo de Cristo (Ef l, 23). Sólo hay una convocación y sólo debería haber una única Iglesia universal.

Pero por las divisiones históricas existen varias Iglesias, denominaciones o confesiones. Por eso la palabra Iglesia también se aplica a diferentes Iglesias. Así es que podemos decir que la Iglesia es el conjunto de todos los cristianos y también una parte como la Iglesia Luterana, Católica, etc.

Desde el punto de vista del significado bíblico del término, la palabra Iglesia, no tiene en el Nuevo Testamento más que dos sentidos: la Iglesia, cuerpo de Cristo, orgánicamente uno; y la Iglesia, manifestación local de ese cuerpo único. Fuera de esta Iglesia única, en el plano comunitario no puede haber más que sectas, no Iglesias, en el caso de que esas comunidades nazcan herejías.

Las sectas tienen otra postura y se colocan en contra de la doctrina clásica, en contra de institución. Protestan en contra de las otras Iglesias del mundo. Quieren ser algo único, una reavivación.


La postura de la Iglesia Católica

La postura de la Iglesia frente a los demás credos es de mucho respeto y valoración por lo que ellos mismos tienen del mismo único y verdadero. La fe, sea cual sea, vivida con pureza de corazón y con sinceridad, lleva necesariamente a Dios, que ve los corazones y se deja ganar por el amor. Sin embargo, encontrar la verdad completa es una necesidad inscrita en la naturaleza misma del hombre , siempre está buscando el “algo más”, llenar los huecos vacíos… que solo Dios puede llenar. Por eso las misiones de la Iglesia tienen la justificación de la caridad más pura, porque el único objetivo es darle a los hombres la verdad completa y llevarles así a su propia plenitud. El Islam y la Iglesia son hermanos, hijos de un mismo padre, Abraham, y herederos de una misma promesa de Dios. Desde un punto de vista religioso somos hermanos, igual que con los judíos. Otro asunto muy distinto han sido las pretensiones políticas y económicas esgrimidas por ciertos pueblos islámicos como motivos religiosos, que han llevado a separaciones y guerras.

La diferencia esencial está en que la Iglesia católica está fundada por el Hijo de Dios, Dios mismo que se hizo hombre para salvarnos con su vida del pecado y que quiso perpetuar su presencia entre nosotros en la Iglesia. Es una institución divina que tiene como alma al Espíritu Santo, como ley el amor, como miembros todos los bautizados. Habría muchas razones para entender que esto es así, tal vez la más sencilla sea mirar un poco la historia y ver cómo ha sobrevivido la Iglesia a tantos ataques, sobre todo internos (pecado, apostasía, rebeliones, herejías…) ; si no fuera obra de Dios habría muerto casi al nacer, como dijo el rabino Gamaliel a los fariseos que querían matar a Pedro y a los apóstoles: si es una obra de los hombres morirá por sí sola, si es obra de Dios no podemos exponernos a luchas contra Dios (Hechos de los apóstoles).


Las sectas piensan que:



La Iglesia ha hecho traición a Cristo y se ha comprometido con el mundo.

Destaca la importancia del carisma sobre la función.

La espontaneidad sobre la organización.

El profeta sobre el sacerdote.

La inspiración sobre la doctrina.
er específico.
Basada en la universalidad: la voluntad salvífica de Dios se extiende a toda la humanidad.

Postura abierta de la cristiandad al mundo secular, en el que sus miembros tienen que vivir sus vidas.

Comunidad de santos y pecadores, donde se predica que el pecador arrepentido puede alcanzar el perdón de Dios.

Frente al peligro de la perdida de identidad por el paso del tiempo, se institucionaliza, estandariza los sacramentos y define los contenidos de la fidelidad.

Llega a la sociedad y da a los cristianos continuidad y tradición. Acepta el mundo secular a quien otorga líneas ético-espirituales y procura el mantenimiento del orden general del cual forma parte; requiere del vínculo con los poderes seculares establecidos.

Respuesta caracterizada por el compromiso y la acomodación; arreglos con la realidad de un mundo que no sólo constituye; es el precio que debe pagar para ser unFebrero 1, 2024


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Conoce las Religiones
El fenómeno religioso

¿Iglesia o secta?
Diferencias entre las características de religión, iglesia y sectas.


Por: Catholic.net | Fuente: http://www.yocreo.com/, http://www.churchforum.org/




Existe otra fuente de confusión en el tema de las sectas: el empleo errático de los vocablos como "religión", "iglesia" y "secta". Así, es posible que alguien pregunte si el Umbandismo es una iglesia, una religión o una secta.

Cuando hablamos de una religión, estamos refiriéndonos a un sistema doctrinal y ritual a través del cual una comunidad obtiene una serie de respuestas a los interrogantes universales, fruto de una concepción singular acerca del hombre y su posibilidad de relación con la trascendencia. De acuerdo a esta definición, son propiamente religiones el Cristianismo, el Budismo, el Islamismo, el Animismo, etc.

Ahora bien, el Cristianismo como religión merece una consideración particular ya que ha dado origen a través de dos milenios de historia a una serie de comunidades que, aún cuando mantienen como vínculo de unidad su fe en Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, se han congregado en diversas iglesias que se han estructurado a través del espacio geográfico y de los siglos como comunidades identificadas con ciertas peculiaridades doctrinales y rituales. Una iglesia tiene una identidad estructural, doctrinal y ritual que trasciende el tiempo y el espacio. De aquí que en el contexto cristiano haya una Iglesia Católica, otra Ortodoxa, otra Luterana... todas igualmente cristianas, y todas iglesias.

Esta organización eclesial es propia del cristianismo, y no podemos buscar tales estructuras en otras religiones como el Budismo o el Brahmanismo.

Teniendo en cuenta la diferencia existente entre religión e iglesia, la secta es una segmentación de estas unidades antes descriptas, a partir de la adhesión a una enseñanza o práctica particulares al margen de la estructura ritual y doctrinal de las religiones o iglesias. Así, dentro del Budismo encontramos cientos de sectas que hacen referencia a una gama muy variada de maestros espirituales que a lo largo de los siglos han enseñado una gran diversidad de maneras de comprender las enseñanzas de Buda. Este fenómeno de segmentación se da al interior de todas las religiones y las iglesias.

Así, si retomamos la pregunta inicial, el Umbanda no es una religión. La religión propiamente es el Animismo, es decir un sistema ritual y de creencias que rinde culto a las fuerzas latentes en las realidades inanimadas, tales como el agua, el rayo, etc.. Tampoco podría ser una iglesia, ya que no se trata de un sistema cristiano, sino de un sincretismo de origen claramente pagano.

Las Sectas No Son Iglesias

Muchos de los nuevos movimientos religiosos se llaman Iglesia. Así nos encontramos con la Iglesia de Cristo Científica (Ciencia Cristiana) con la Iglesia de la Unificación (Moon), con la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días (Mormones), etc. Sin embargo ningún grupo que sea secta puede ser considerado Iglesia.

La Iglesia está formada por cristianos, ella ha sido instituida por Cristo y ya quedó dicho que las sectas no siguen verdaderamente a Jesús.

La palabra Iglesia viene del griego Ekklesia, asamblea. La Iglesia es la convocación dirigida por Dios a los hombres en Cristo con el deseo de construir su Reino. San Pablo dice que es la plenitud del cuerpo de Cristo (Ef l, 23). Sólo hay una convocación y sólo debería haber una única Iglesia universal.

Pero por las divisiones históricas existen varias Iglesias, denominaciones o confesiones. Por eso la palabra Iglesia también se aplica a diferentes Iglesias. Así es que podemos decir que la Iglesia es el conjunto de todos los cristianos y también una parte como la Iglesia Luterana, Católica, etc.

Desde el punto de vista del significado bíblico del término, la palabra Iglesia, no tiene en el Nuevo Testamento más que dos sentidos: la Iglesia, cuerpo de Cristo, orgánicamente uno; y la Iglesia, manifestación local de ese cuerpo único. Fuera de esta Iglesia única, en el plano comunitario no puede haber más que sectas, no Iglesias, en el caso de que esas comunidades nazcan herejías.

Las sectas tienen otra postura y se colocan en contra de la doctrina clásica, en contra de institución. Protestan en contra de las otras Iglesias del mundo. Quieren ser algo único, una reavivación.


La postura de la Iglesia Católica

La postura de la Iglesia frente a los demás credos es de mucho respeto y valoración por lo que ellos mismos tienen del mismo único y verdadero. La fe, sea cual sea, vivida con pureza de corazón y con sinceridad, lleva necesariamente a Dios, que ve los corazones y se deja ganar por el amor. Sin embargo, encontrar la verdad completa es una necesidad inscrita en la naturaleza misma del hombre , siempre está buscando el “algo más”, llenar los huecos vacíos… que solo Dios puede llenar. Por eso las misiones de la Iglesia tienen la justificación de la caridad más pura, porque el único objetivo es darle a los hombres la verdad completa y llevarles así a su propia plenitud. El Islam y la Iglesia son hermanos, hijos de un mismo padre, Abraham, y herederos de una misma promesa de Dios. Desde un punto de vista religioso somos hermanos, igual que con los judíos. Otro asunto muy distinto han sido las pretensiones políticas y económicas esgrimidas por ciertos pueblos islámicos como motivos religiosos, que han llevado a separaciones y guerras.

La diferencia esencial está en que la Iglesia católica está fundada por el Hijo de Dios, Dios mismo que se hizo hombre para salvarnos con su vida del pecado y que quiso perpetuar su presencia entre nosotros en la Iglesia. Es una institución divina que tiene como alma al Espíritu Santo, como ley el amor, como miembros todos los bautizados. Habría muchas razones para entender que esto es así, tal vez la más sencilla sea mirar un poco la historia y ver cómo ha sobrevivido la Iglesia a tantos ataques, sobre todo internos (pecado, apostasía, rebeliones, herejías…) ; si no fuera obra de Dios habría muerto casi al nacer, como dijo el rabino Gamaliel a los fariseos que querían matar a Pedro y a los apóstoles: si es una obra de los hombres morirá por sí sola, si es obra de Dios no podemos exponernos a luchas contra Dios (Hechos de los apóstoles).


Las sectas piensan que:



La Iglesia ha hecho traición a Cristo y se ha comprometido con el mundo.

Destaca la importancia del carisma sobre la función.

La espontaneidad sobre la organización.

El profeta sobre el sacerdote.

La inspiración sobre la doctrina.





Iglesia










Basada en la universalidad: la voluntad salvífica de Dios se extiende a toda la humanidad.

Postura abierta de la cristiandad al mundo secular, en el que sus miembros tienen que vivir sus vidas.

Comunidad de santos y pecadores, donde se predica que el pecador arrepentido puede alcanzar el perdón de Dios.

Frente al peligro de la perdida de identidad por el paso del tiempo, se institucionaliza, estandariza los sacramentos y define los contenidos de la fidelidad.

Llega a la sociedad y da a los cristianos continuidad y tradición. Acepta el mundo secular a quien otorga líneas ético-espirituales y procura el mantenimiento del orden general del cual forma parte; requiere del vínculo con los poderes seculares establecidos.

Respuesta caracterizada por el compromiso y la acomodación; arreglos con la realidad de un mundo que no sólo constituye; es el precio que debe pagar para ser universal.





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Sectas







Basada en las elevadas demandas éticas del Evangelio, haciendo difícil la obtención de la membresía y su mantenimiento en la comunidad cristiana.

Separa a sus miembros del mundo secular que rechaza como dado al pecado; lo consideran totalmente pecador y al margen de toda esperanza de redención, para mantener la pureza de los ideales religiosos, se aparta de la sociedad.

Frente al mundo, el Estado y la sociedad adopta una actitud de diferencia, resignación o animosidad.

Está en relación íntima con las clases y con todos los grupos opuestos al Estado, y a la sociedad.

Solidaridad, simpatía y ayuda mutua son sus virtudes.




Para terminar, creemos importante hacer algunas precisiones:

El fenómeno de diversificación de la experiencia religiosa al que estamos haciendo referencia, es extremadamente diverso y tiene manifestaciones muy discordantes, lo que en general hace inadecuado el empleo de un único término para referirnos a él en su totalidad.

A pesar de esto, parece insoslayable el hecho de que el término "secta" es -al menos por el momento-, el más adecuado para identificar la problemática a la que nos estamos refiriendo dada su capacidad de significación.

Tanto la fenomenología de la conducta sectaria, como la del fanatismo, son elementos propios del campo de la psicología y la sociología, no exclusivos de lo religioso. Hay conductas sectarias en todos los ámbitos de la organización social.

Es errónea la antítesis que se suele presentar entre "secta" y "religión". Se puede denominar religiosa a toda conducta del hombre que tienda a establecer relación con la Trascendencia, sea dentro o fuera de una iglesia. En este sentido también se suele hablar de "sectas religiosas".

La verdadera contraposición se da entre "secta" e "iglesia" como dos modos diversos de plasmar en estructuras sociales ese intento de reencuentro del hombre con Dios.

Desde una perspectiva claramente cristiana, la terminología adoptada en el Documento de Santo Domingo parece la más adecuada para referirnos a este fenómeno.

Secta - Grupo humano que se automargina de su entorno social, religioso y/o cultural, al priorizar una afirmación secundaria por encima de la Verdad, lo cual ocurre generalmente al seguir un maestro particular o su doctrina; y que por lo tanto se inhabilita a sí mismo para la comunión.
Claro que si, solo mantén tu explicación tan extensa como el salmo 117.
sectaria, como la del fanatismo, son elementos propios del campo de la psicología y la sociología, no exclusivos de lo religioso. Hay conductas sectarias en todos los ámbitos de la organización social.



Es errónea la antítesis que se suele presentar entre "secta" y "religión". Se puede denominar religiosa a toda conducta del hombre que tienda a establecer relación con la Trascendencia, sea dentro o fuera de una iglesia. En este sentido también se suele hablar de "sectas religiosas".



La verdadera contraposición se da entre "secta" e "iglesia" como dos modos diversos de plasmar en estructuras sociales ese intento de reencuentro del hombre con Dios.



Desde una perspectiva claramente cristiana, la terminología adoptada en el Documento de Santo Domingo parece la más adecuada para referirnos a este fenómeno.



Secta - Grupo humano que se automargina de su entorno social, religioso y/o cultural, al priorizar una afirmación secundaria por encima de la Verdad, lo cual ocurre generalmente al seguir un maestro particular o su doctrina; y que por lo tanto se inhabilita a sí mismo para la comunión.