1 Pedro 2:4-8
Llegando a él como a una piedra viva, rechazada, es verdad, por los hombres, pero escogida, preciosa, para con Dios, ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo. Porque está contenido en la Escritura: “¡Miren!, voy a colocar en Sión una piedra, escogida, una piedra angular de fundamento, preciosa; y nadie que ejerza fe en ella sufrirá desilusión de manera alguna”. Para ustedes, por lo tanto, él es precioso, porque son creyentes; pero para los que no creen: “la mismísima piedra que los edificadores rechazaron ha llegado a ser cabeza de ángulo”, y “una piedra de tropiezo y masa rocosa de ofensa”. Estos tropiezan porque son desobedientes a la palabra. Para este mismo fin también fueron señalados.
Si ustedes suplantan la palabra piedra por el nombre de nuestro amado apóstol Pedro... entonces, algo está pasando con ustedes, amigos católocos.
Saludos.