¿POR QUE LLORA MARIA?
Pobre María. Le han lacerado el corazón... los mismos que la aman.
¿Cómo va a ser? Si María es honrada y amada por toda la cristiandad. Pero no todos han hecho lo que María pide.
María vivió una vida ejemplar. Se esmeraba en obedecer la palabra de Dios. Cuando el angel le dijo: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, consebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús" (Lucas 1:30,31),
María sabía que su vida correría peligro. La acusarían de fornicación y la apedrearían conforme a la ley judía. Pero María estaba dispuesta a obedecer a Dios a cualquier precio. Respondió: "He aquí la sierva del Señor; hágase a mí conforme a tu palabra" (Lucas 1:38).
Pronto le nació el niño, y María hizo algo sorprendente.
Nos cuenta el evangelio que María presentó en el templo dos tórtolas en sacrificio por sus pecados (Levítico 12:6-8), como las demás madres judías (Lucas 2:21-24). La Biblia dice: "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Una vez más, María obedecía la Palabra de Dios.
Aquel mismo día Dios le reveló su verdad a María a través de un hombre llamado Simeón. Le dió esta profecía: "He aquí este niño es puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel; y para señal que será contradicha. Una espada traspasará tu alma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones" (Lucas 2:34,35). La profecía se cumpliría, pero María jamás se imaginó cómo iba a cumplirse.
Vió a su hijo crucificado... Jesús había venido a este mundo como Cordero de Dios. En la cruz derramó su sangre preciosa por los pecados de todo el mundo... incluyendo los de María. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna."(Juan 3:16).
Las lágrimas de María podrían haber terminado allí, pero...
Pronto volvería a sentir dolor profundo por algo inesperado.
A María le avergüenza el hecho de que la gente se arrodille ante su estatua. Uno de los 10 Mandamientos de Dios dice así: "No te harás imagen ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra... No te inclinarás a ellas... "(Exodo 20:4,5).
María jamás hubiera participado en algo así, porque siempre obedecía a la Palabra de Dios.
María llora porque hay hombres que la llaman "Madre de Dios". Cuando Cristo creó el universo, ella no existía todavía. La Palabra de Dios dice, refiriéndose a Jesús: "Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho" (Juan 1:3). Cristo es divino... María solo es humana. Cuando Cristo quizo revestirse de humanidad fué el vaso que escogió para nacer como hombre. Pero Cristo era Dios mucho antes de que ella naciera. María llora porque hay quienes enseñan que ella jamás pecó. Si dijeran que el Señor Jesús nunca pecó, estarían en lo cierto. Refiriéndose a Jesús en la cruz, la Biblia dice que Dios "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado..." (2º Corintios 5:21). Pero de todos los demás que hemos nacido en este planeta, la Biblia dice: "Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Fija la mirada en Jesús, no en María... la Biblia dice de Jesús "no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca" (1 Pedro 2:22).
María llora por las multitudes engañadas que la tienen por mediadora... y le oran. ¡No hay 2 mediadores! Sólo uno. Lee detenidamente la porción bíblica que dice: "Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). Te han engañado... María no es mediadora... Jesús te ama. Tienes que confiar en El... El es el único a quien podemos acudir como mediador.
Si lo que has leído es cierto (y que no te quepa duda de que lo es, porque lo dice la Palabra de Dios), ¿quién te ha estado engañando? ¡Dios no!.
- Si María no puede interceder por ti
- Si María no puede contestar tus oraciones
- Si María no es la Reina del Cielo
- Si María no es presentada en la Biblia como lo hacen algunos ...
... Entonces... ¿Es posible que millones de personas a través de los siglos le hayan estado orando a alguien que, sin lugar a dudas, no es lo que ellos creían que era?. Dios no anda con triquiñuelas.
Lee detenidamente lo siguiente... Está en juego el lugar en que has de pasar la eternidad.
Satanás sabía que Jesús iba a dejar el cielo para nacer de una virgen y ser el Salvador y mediador entre Dios y el hombre... Por eso concibió el perverso plan de confundir a la gente para que confiaran en una imitación de la virgen que había creado.
Después del diluvio de tiempos de Noé, los sobrevivientes se multiplicaron y construyeron la gran ciudad de Babilonia.
Satanás halló su "Virgen" en una hermosa hechicera llamada Semiramis... y se valió de ella para poner en el infierno a millones y millones de personas. Semiramis llegó a ser reina de Babilonia y esposa de Nimrod. Históricamente Nimrod llegó a ser llamado esposo de su madre.
Satanás se valió de ambos para organizar un culto satánico tan poderoso que se esparció por todo el mundo. Multitudes adoptaron a Semiramis como su diosa madre.
A Semiramis y a Nimrod se les ocurrió la idea del confesionario y el celibato de los sacerdotes. Nimrod recibió varios nombres, entre ellos "Moloc". En su honor sacrificaban niños recién nacidos. Cuando mataron a Nimrod, la gente lloró.
Semiramis actuó rápidamente para sacarle ventaja a la situación. La virgen falsa de Satanás dio a luz y proclamó que Nimrod había reencarnado. Le pusieron Tamuz. Llegó a ser dios del sol, Baal. Son numerosos los munumentos babilónicos que representan una mujer con un niño en brazos.
Ella se convirtió en diosa con muchos nombres como Baalti, Gran Diosa Madre, Reina del Cielo, Mediadora, Madre de la Humanidad, Astarte, etc.
Con el paso del tiempo, en muchas naciones fueron apareciendo monumentos dedicados a la diosa y su hijo. La figura de una Mujer con un niño en brazos fue adorada en diversas culturas, les llamaban Devaki y Crishna, Isis y Horus, Indrani y el Niño... porque cuando el pueblo de Babilonia se dispersó por varias regiones de la tierra, llevaron consigo el culto de la madre y el niño.
Satanás había logrado establecer su propia y fatal religión mucho antes de que Jesús naciera... el mundo estaba en tinieblas.
A Semiramis y a Tamuz (Baal) les llamaban: En CHINA le llamaban Shing Moo (Santa Madre), en INDIA Devaki (diosa) y Crishna (hijo), en EFESO Diana (madre de los dioses identificada con Semiramis), en EGIPTO Isis (diosa madre) y Horus (hijo), en ESCANDINAVIA Disa (en las pinturas con un niño), en GRECIA Afrodita (diosa) "La Mediadora", en ROMA Venus (diosa) y Júpiter (hijo) y en ISRAEL Astarot (diosa) y Baal (hijo).
Aún en Tibet, China y Japón, los misioneros jesuitas se asombraron de encontrar la contraparte de la Virgen y el niño que tan devotamente se adoraban en la Roma papal.
Hay constancia de que aún en Africa la Gran Madre y el Niño recibían honores de divinidad. A nivel mundial, el culto era tan fuerte entre los paganos que no querían abandonar a la diosa madre.
Cuando el catolicismo romano se estableció allá por el año 300 DC, sus líderes sabían que si introducían la adoración a la diosa madre en su sistema religioso, un sinnúmero de paganos se convertirían al catolicismo.
Pero... ¿quién podría tomar el lugar de la Gran Madre del paganismo?
María, la madre de Jesús, era la persona indicada. Poco a poco la adoración de la diosa pagana fué convirtiéndose en adoración a María.
La antigua religión Babilónica afirmaba que la diosa madre era la única que podía dominar al hijo, El mismo concepto satánico fué adoptado al catolicismo... "Jesús está enojado y solo María puede calmarlo"... Es como si los católicos temieran a nuestro amante Salvador... y creyeran que solo María puede llevarlos al cielo.
Este "Jesús enojado" no es el Jesús de la Biblia que dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar" (Mateo 11:28) "y... el que a mí viene no lo echo fuera" (Juan 6:37b).
La "Madre de Dios" que los católicos adoran no es la María de la Biblia. Satanás logró engañarlos para que adoraran a a su diosa falsa, la "Reina del Cielo" (Jeremías 44:17-19,25).
En estos postreros tiempos, la adoración a la diosa madre satánica es clave para unir las religiones en una sola. Casi 1000 millones de musulmanes se unirían porque la Virgen María fue cuidadosamente situada en su libro sagrado, el Corán. Aun los de la "Nueva Era" se refieren a un Madre/Padre dios.
Los poderes satánicos se harán pasar por María en futuras apariciones de la "virgen" en todo el mundo, incluso en los países comunistas, para poner el mundo a los pies del anticristo de Satanás. El diablo sabe que le queda poco tiempo. Jesús vienes pronto, y Satanás está desesperado.
El apóstol Pedro dijo de Jesús: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).
Amados, las familias católicas han sido traicionadas a través de los siglos. Jesucristo mismo dijo: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y que no recibáis sus plagas" (Apocalipsis 18:4).
"Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa". (Hechos 16:31).
Miguel Iustero
e-mail: [email protected]
Pobre María. Le han lacerado el corazón... los mismos que la aman.
¿Cómo va a ser? Si María es honrada y amada por toda la cristiandad. Pero no todos han hecho lo que María pide.
María vivió una vida ejemplar. Se esmeraba en obedecer la palabra de Dios. Cuando el angel le dijo: "María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, consebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús" (Lucas 1:30,31),
María sabía que su vida correría peligro. La acusarían de fornicación y la apedrearían conforme a la ley judía. Pero María estaba dispuesta a obedecer a Dios a cualquier precio. Respondió: "He aquí la sierva del Señor; hágase a mí conforme a tu palabra" (Lucas 1:38).
Pronto le nació el niño, y María hizo algo sorprendente.
Nos cuenta el evangelio que María presentó en el templo dos tórtolas en sacrificio por sus pecados (Levítico 12:6-8), como las demás madres judías (Lucas 2:21-24). La Biblia dice: "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Una vez más, María obedecía la Palabra de Dios.
Aquel mismo día Dios le reveló su verdad a María a través de un hombre llamado Simeón. Le dió esta profecía: "He aquí este niño es puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel; y para señal que será contradicha. Una espada traspasará tu alma, para que sean manifestados los pensamientos de muchos corazones" (Lucas 2:34,35). La profecía se cumpliría, pero María jamás se imaginó cómo iba a cumplirse.
Vió a su hijo crucificado... Jesús había venido a este mundo como Cordero de Dios. En la cruz derramó su sangre preciosa por los pecados de todo el mundo... incluyendo los de María. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna."(Juan 3:16).
Las lágrimas de María podrían haber terminado allí, pero...
Pronto volvería a sentir dolor profundo por algo inesperado.
A María le avergüenza el hecho de que la gente se arrodille ante su estatua. Uno de los 10 Mandamientos de Dios dice así: "No te harás imagen ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra... No te inclinarás a ellas... "(Exodo 20:4,5).
María jamás hubiera participado en algo así, porque siempre obedecía a la Palabra de Dios.
María llora porque hay hombres que la llaman "Madre de Dios". Cuando Cristo creó el universo, ella no existía todavía. La Palabra de Dios dice, refiriéndose a Jesús: "Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho" (Juan 1:3). Cristo es divino... María solo es humana. Cuando Cristo quizo revestirse de humanidad fué el vaso que escogió para nacer como hombre. Pero Cristo era Dios mucho antes de que ella naciera. María llora porque hay quienes enseñan que ella jamás pecó. Si dijeran que el Señor Jesús nunca pecó, estarían en lo cierto. Refiriéndose a Jesús en la cruz, la Biblia dice que Dios "al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado..." (2º Corintios 5:21). Pero de todos los demás que hemos nacido en este planeta, la Biblia dice: "Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Fija la mirada en Jesús, no en María... la Biblia dice de Jesús "no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca" (1 Pedro 2:22).
María llora por las multitudes engañadas que la tienen por mediadora... y le oran. ¡No hay 2 mediadores! Sólo uno. Lee detenidamente la porción bíblica que dice: "Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). Te han engañado... María no es mediadora... Jesús te ama. Tienes que confiar en El... El es el único a quien podemos acudir como mediador.
Si lo que has leído es cierto (y que no te quepa duda de que lo es, porque lo dice la Palabra de Dios), ¿quién te ha estado engañando? ¡Dios no!.
- Si María no puede interceder por ti
- Si María no puede contestar tus oraciones
- Si María no es la Reina del Cielo
- Si María no es presentada en la Biblia como lo hacen algunos ...
... Entonces... ¿Es posible que millones de personas a través de los siglos le hayan estado orando a alguien que, sin lugar a dudas, no es lo que ellos creían que era?. Dios no anda con triquiñuelas.
Lee detenidamente lo siguiente... Está en juego el lugar en que has de pasar la eternidad.
Satanás sabía que Jesús iba a dejar el cielo para nacer de una virgen y ser el Salvador y mediador entre Dios y el hombre... Por eso concibió el perverso plan de confundir a la gente para que confiaran en una imitación de la virgen que había creado.
Después del diluvio de tiempos de Noé, los sobrevivientes se multiplicaron y construyeron la gran ciudad de Babilonia.
Satanás halló su "Virgen" en una hermosa hechicera llamada Semiramis... y se valió de ella para poner en el infierno a millones y millones de personas. Semiramis llegó a ser reina de Babilonia y esposa de Nimrod. Históricamente Nimrod llegó a ser llamado esposo de su madre.
Satanás se valió de ambos para organizar un culto satánico tan poderoso que se esparció por todo el mundo. Multitudes adoptaron a Semiramis como su diosa madre.
A Semiramis y a Nimrod se les ocurrió la idea del confesionario y el celibato de los sacerdotes. Nimrod recibió varios nombres, entre ellos "Moloc". En su honor sacrificaban niños recién nacidos. Cuando mataron a Nimrod, la gente lloró.
Semiramis actuó rápidamente para sacarle ventaja a la situación. La virgen falsa de Satanás dio a luz y proclamó que Nimrod había reencarnado. Le pusieron Tamuz. Llegó a ser dios del sol, Baal. Son numerosos los munumentos babilónicos que representan una mujer con un niño en brazos.
Ella se convirtió en diosa con muchos nombres como Baalti, Gran Diosa Madre, Reina del Cielo, Mediadora, Madre de la Humanidad, Astarte, etc.
Con el paso del tiempo, en muchas naciones fueron apareciendo monumentos dedicados a la diosa y su hijo. La figura de una Mujer con un niño en brazos fue adorada en diversas culturas, les llamaban Devaki y Crishna, Isis y Horus, Indrani y el Niño... porque cuando el pueblo de Babilonia se dispersó por varias regiones de la tierra, llevaron consigo el culto de la madre y el niño.
Satanás había logrado establecer su propia y fatal religión mucho antes de que Jesús naciera... el mundo estaba en tinieblas.
A Semiramis y a Tamuz (Baal) les llamaban: En CHINA le llamaban Shing Moo (Santa Madre), en INDIA Devaki (diosa) y Crishna (hijo), en EFESO Diana (madre de los dioses identificada con Semiramis), en EGIPTO Isis (diosa madre) y Horus (hijo), en ESCANDINAVIA Disa (en las pinturas con un niño), en GRECIA Afrodita (diosa) "La Mediadora", en ROMA Venus (diosa) y Júpiter (hijo) y en ISRAEL Astarot (diosa) y Baal (hijo).
Aún en Tibet, China y Japón, los misioneros jesuitas se asombraron de encontrar la contraparte de la Virgen y el niño que tan devotamente se adoraban en la Roma papal.
Hay constancia de que aún en Africa la Gran Madre y el Niño recibían honores de divinidad. A nivel mundial, el culto era tan fuerte entre los paganos que no querían abandonar a la diosa madre.
Cuando el catolicismo romano se estableció allá por el año 300 DC, sus líderes sabían que si introducían la adoración a la diosa madre en su sistema religioso, un sinnúmero de paganos se convertirían al catolicismo.
Pero... ¿quién podría tomar el lugar de la Gran Madre del paganismo?
María, la madre de Jesús, era la persona indicada. Poco a poco la adoración de la diosa pagana fué convirtiéndose en adoración a María.
La antigua religión Babilónica afirmaba que la diosa madre era la única que podía dominar al hijo, El mismo concepto satánico fué adoptado al catolicismo... "Jesús está enojado y solo María puede calmarlo"... Es como si los católicos temieran a nuestro amante Salvador... y creyeran que solo María puede llevarlos al cielo.
Este "Jesús enojado" no es el Jesús de la Biblia que dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar" (Mateo 11:28) "y... el que a mí viene no lo echo fuera" (Juan 6:37b).
La "Madre de Dios" que los católicos adoran no es la María de la Biblia. Satanás logró engañarlos para que adoraran a a su diosa falsa, la "Reina del Cielo" (Jeremías 44:17-19,25).
En estos postreros tiempos, la adoración a la diosa madre satánica es clave para unir las religiones en una sola. Casi 1000 millones de musulmanes se unirían porque la Virgen María fue cuidadosamente situada en su libro sagrado, el Corán. Aun los de la "Nueva Era" se refieren a un Madre/Padre dios.
Los poderes satánicos se harán pasar por María en futuras apariciones de la "virgen" en todo el mundo, incluso en los países comunistas, para poner el mundo a los pies del anticristo de Satanás. El diablo sabe que le queda poco tiempo. Jesús vienes pronto, y Satanás está desesperado.
El apóstol Pedro dijo de Jesús: "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12).
Amados, las familias católicas han sido traicionadas a través de los siglos. Jesucristo mismo dijo: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y que no recibáis sus plagas" (Apocalipsis 18:4).
"Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa". (Hechos 16:31).
Miguel Iustero
e-mail: [email protected]