Por qué encuentro intolerable la tolerancia religiosa

Urias

2
22 Mayo 2004
1.458
8
42
www.danielmunoz.com.ar
Hola queridos foristas, este es un artículo publicado en la retista Liberty en Enero/Febrero de 1987. Y recopilado en el Libro Como Fuego en mis huesos, de Clifford Goldstein. (Libro que recopila varios artículos del autor)


Por qué encuentro intolerable la tolerancia religiosa
Ustedes pensarían que con un apellido como Goldstein, yo favorecería la tolerancia religiosa. Pero no es así, y mi nombre tiene mucho que ver con esto.​
Mi desdén por la tolerancia religiosa comenzó hace doce años, cuando estaba planeando mudarme a Holanda. Mi madre, molesta, dijo cáusticamente:​
- Pero, ¿cómo tratan los holandeses a los judíos?​
- No te preocupes - interrumpió mi abuela - , los holandeses han sido muy tolerantes con los judíos.​
¿Tolerantes? ¿Fueron tolerantes con los judíos? ¡Qué lindo! No podía esperar más para mudarme a Holanda y ser tolerado.​
La tolerancia, por supuesto, es mejor que la intolerancia, mejor que las cámaras de gas, mejor que los boicots y mejor que la persecución oficial del gobierno. Pero si la tolerancia es la ausencia de cámaras de gas y de persecución oficial, no necesito escaparme a Holanda para ser tolerado. Podría ser tolerado aquí mismo en los Estados Unidos.​
Pero, ¿en eso consiste mi libertad en los Estados Unidos, en tolerancia? ¿Están siendo meramente toleradas las minorías religiosas en los Estados Unidos? ¿La libertad religiosa se trata sólo de tolerancia?​
Las libertades religiosas de un estado generalmente están determinadas por cómo considera el estado a la religión. Si, por ejemplo, un estado ve la religión como "el opio de los pueblos" (Karl Marx), el Estado será hostil hacia la religión. El resultado será la cárcel, el exilio y viajes a Gulag para los que quieren seguir su fé. Las libetades religiosas que permita el Estado representarán tolerancia.​
O si el Estado adopta la postura de que "tanto la espada espiritual como la espada material son el poder de la iglesia... por lo tanto una espada debiera estar bajo la otra, y la autoridad temporal debería estar sujeta a la espiritual" (Bonifacio VIII), o que "la Iglesia de Roma es una monarquía sobre todos los reinos del mundo... por lo tanto la iglesia de Roma no debe tener sólo el poder espiritual, sino también el poder temporal" (León XIII), los resultados serán la Inquisición, la hoguera y el calabozo. Cualquier desviación que se permita también será el resultado de la tolerancia.​
Pero si el Estado adopta la posición de que "Dios creó la mente libre; que todo intento de influenciarla por medio de castigos o cargas temporales, o por inhabilitación civil, tienden sólo a engendrar hábitos de hipocresía y maldad, y son un alejamiento del plan del Santo Autor de nuestra religión" (Thomas Jefferson); o que "la religión, o el deber que tenemos con nuestro Creador, y la manera de cumplirlo, sólo puede ser dirigida por la razón y la convicción, no por la fuerza o la vilencia" (James Madison), entonces no hay Gulag, no hay Inquisición y no hay necesidad de tolerancia religiosa.​
¿Por qué? Porque si el gobierno cree que la fe de todo hombre debe estar fundada sobre la convicción personal, sin coerción de otros, el Estado se mantendrá fuera de los asuntos religiosos. Cuando el estado considera la libertad religiosa no como un privilegio a ser concedido a sus ciudadanos sino como un derecho inalienable otorgado por Dios a cada individuo, entonces la fe queda fuera de su jurisdicción. La religión está entre el hombre y Dios, no entre el hombre y el estado, y "el Estado general no tiene sombra de derecho para entremeterse con la religión" (James Madison). El gobierno no tiene más derecho a "tolerar" tus creencias religiosas que el derecho que tiene el Departamento de Sanidad de Miami a tolerar el zapateo en Bulgaria o el buceo en Panmunjom.​
El diccionario define a la tolerancia como la "capacidad mayor o menor para admitir en lo demás una determinada manera de ser, hacer o pensar". Sin embargo, la idea de "admitir" algo implica inherentemente el derecho a prohibirlo. Si el Estado te permite el privilegio de sostener tus creencias, entonces también te puede pohibir ese privilegio. Pero si la fe es una relación personal entre el hombre y Dios, entonces César no tiene más derecho a tolerar tu fe que a tolerar tu respiración.​
En 1689, una era de gran lucha religiosa, John Locke publicó su monumental Essay on Toleration [Ensayo acerca de la tolerancia]. Su argumento en favor de la tolerancia de las profesiones de fe que no adherían a lo establecido afirmaba que ningún hombre tiene una sabiduría tan completa que pueda dictar la fe de otro hombre. Cada individuo, sostenía Locke, es un ser moral responsable ante Dios por su propia fe; por lo tanto, cualquier compulsión contraria a la voluntad del individuo podría traer solamente una conformidad exterior. La postura de Locke, aunque progresista, presentaba sólo una forma limitada de libertad religiosa, la tolerancia hacia el disenso en un Estado con una Iglesia establecida. (Ese mismo año, quizá coincidentemente, Inglaterra aprobó el Act of Toleration [Acta de Tolerancia], que permitía a todos los ciudadanos, excepto a los judíos, católicos y unitarios, el derecho a adorar como quisieran.)​
Los padres fundadores de los Estados Unidos querían algo mejor que la tolerancia para su nueva república. James Madison se sentía incómodo aun con el término. En 1776, coo delegado a la Quinta Convención de Virginia, Madison fue nombrado miembro de una comisión que prepararía la declaración de derechos. La comisión, bajo la influencia de Geroge Madison, propuso que la "religión, o el deber que tenemos para con nuestro Creador, y la manera de cumplirlo, puedan ser dirigidos sólo por la razón y la convicción, no por fuerza o violencia; y por lo tanto, que todos los hombres disfruten de la máxima tolerancia en el ejercicio de la religión, de acuerdo con los dictados de la conciencia".​
Madison, sin embargo, no quería que se incluyera el término tolerancia, y propuso una versión alternativa: "A eso que llamamos religión, o sea al deber que tenemos para con nuestro Creador, y la manera de cumplirlo, estando solamente bajo el dictado de la razón y la convicción, no de la violencia o la compulsión, todos los hombres tienen el mismo derecho a su ejercicio pleno y libre de acuerdo con los dictados de la conciencia".​
En su Autobiographical Notes [Notas autobiográficas] (1832), Madison explicó: "Este importante y meritorio instrumento fue redactado por George Mason, que inadvertidamente adoptó la palabra 'tolerancia' en el artículo del tema. El cambio, sugerido y aceptado, sustituyó una fraseología que declaraba la libertad de conciencia como un derecho natural y absoluto".​
Cuando el Estado adopta la idea de que "todos los hombres fueron creados iguales, que han sido dotados por su Creador con ciertos derechos inalienables", y entre éstos están los derechos "naturales y absolutos" al "completo y libre ejercicio de ella [religión] de acuerdo con lo dictados de la conciencia", el resultado no es tolerancia, sino libertad religiosa. La tolerancia es la falsificación de la intolerancia, no su opuesto. La intolerancia asume el derecho del Estado a rehusar el derecho de la conciencia; la tolerancia se arroga el derecho a concederla. Los derechos de las minorías religiosas en este país son sólo eso: derechos, no tolerancia.​
En un discurso ante la Asamblea Nacional francesa en 1790, una delegación de Judíos franceses dijeron: "Norteamérica, a quienes los poíticos adeudarán muchas lecciones útiles, ha rechazado la palabra tolerancia de su código, como un término que tiende a comprometer la libertad individual y sacrificar ciertas clases se hombres a otras clases. De hecho, tolerar es sufrir lo que uno podría prevenir y prohibir si quisiera".​
La tolerancia le spermite a los judíos una pocas sinagogas en Rusia o unas pocas iglesias a los bautistas en Alemania Oriental. La tolerancia es lo que les da a los judíos y a los cristianos su posición de tercera clase como dhimmis en el mundo islámico. La tolerancia es lo que les permitió a los judíos que vivían bajo el papado salir del ghetto durante el día (pero no de noche). La tolerancia, en distintos grados, es lo que los cristianos tienen en China, lo que los judíos tienen en Rumania y lo que las sectas no ortodoxas griegas tienen en Grecia. pero la tolerancia no es lo que tenemos en Norteamérica.​
Por supuesto, las cosas pueden cambiar. El profesor Robert Alley, en "El despotismo de la tolerancia", advirtió que la "evidencia es persuasiva acerca de que existe un corolario cuando las personas abogan por alguna forma de Estado cristiano o discuten el papel mesiánico de los Estados Unidos como nación escogida por Dios: La introducción de la tolerancia como principio. Y aunque la implementación puede ser benigna al comienzo, el alejamiento del principio de libertad religiosa de Madison como derecho natural es reemplazado por el 'despotismo' de la tolerancia".​
¿Tolerancia? ¡Intolerable!​