Porque significo mas gloria para los humanos y para Dios. Dios no destruyo a Satanás y a Lucifer los dos demonios mas poderosos del infierno porque Dios no podía ir en contra de su naturaleza creando al ser mas perfecto de toda la creación para luego destruirlo en este caso Lucifer, estrella de la creacion. Dios sin duda Todopoderoso miro que el hombre en su lucha con Satanás podría perfeccionarse mas por las tentaciones de los demonios y permitió su existencia. "Considerad como perfecta alegría, hermanos míos, cuando os veáis cercados por diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia." Stg 1, 2. Ademas, los demonios por ser demonios dan gloria a Dios siendo demonios.
A continuación un extracto de la summa demoniaca del padre Fortea reconocido exorcista sobre el asunto:
¿Por qué no aniquila Dios al demonio?
Los demonios son una manifestación del poder de Dios en su atributo de la justicia. Por tanto la mera existencia de los demonios proclama que la Ley de Dios no se vulnera en vano. Ellos son una prueba de que la santidad de la Trinidad es inviolable. El que viola esa santidad se deforma a sí mismo transformándose en demonio. Hay una violación de esa Ley y de esa santidad que es reversible, pero si la voluntad opta por no retornar de esa transgresión, entonces la deformación se vuelve eterna. De ahí que los demonios dan gloria a Dios. Dan gloria a Dios con su existencia. Le glorifican sin quererlo, del único modo que pueden: siendo demonios. Ellos son la terrible prueba del orden divino. El que existan muestra el poder de Dios que contiene y castiga a seres tan poderosos. Su existencia también es una muestra la santidad divina, pues en la historia de cada uno de ellos está el que Dios como un Padre les llamó tantas y tantas veces al arrepentimiento. Su existencia muestra su sabiduría, la sabiduría de su orden, un orden en el que hasta ellos tienen cabida.
Mejor que nunca jamás hubieran existido demonios, pero la Creación es más rica, más variada, con la existencia de este tipo de entes maléficos. Hasta los seres deformes enriquecen la Creación con su mera presencia. Una catedral no sería mas bella si arrancáramos sus seres monstruosos e híbridos esculpidos en sus capiteles y gárgolas. No por esculpir solo seres bellos es más bella una catedral gótica. Todo tiene su lugar, cada escultura muestra algo del que la esculpió. Los demonios como se ha dicho muestran de Dios su justicia terrible, su santidad y su sabiduría al crear tal orden en la Creación. Un orden tan perfecto que ni el mal destruye esa arquitectura divina. Hubiera sido preferible que no existiera el mal, pero ya que existe, hasta el mal embellece esa catedral dispuesta por la mente de la Santísima Trinidad. La catedral tiene sus altas torres, pero también sus criptas y subterráneos lóbregos.
Lo dicho puede parecer muy poético, pero hay momentos en que la Teología solo puede expresar con poesía ciertos conceptos. Pero volviendo a la férrea lógica de los conceptos teológicos, hay que considerar por otro lado que los demonios no sufren en todos y cada uno de los momentos. De forma que incluso ellos gozan del don de la existencia. La existencia es un don. Y aun sufriendo en muchos momentos, aun viviendo una vida lejos de Dios, los demonios gozan del grado más bajo de felicidad, la felicidad de existir. Sufren en muchos momentos, pero en otros gozan de la potencia racional del conocimiento. De manera que incluso para ellos es preferible existir a no existir. Incluso para ellos Dios es bueno concediéndoles la existencia.
Dios te bendiga.