Aquel que muestra en todo instante un desprecio apasionado por sus semejantes, a los que cree inferiores, se arriesga a este tipo de rechazos
En el plano espiritual, los demonios creen y tiemblan y hasta reconocen la identidad de Jesús como el Santo de Dios.
Pero el ser humano, lleno de soberbia, prefiere morir en su religión idolátrica, antes que reconocer que Cristo no comparte su gloria con nadie.
El rechazo a su sistema idolátrico, no lo puede soportar, porque lo engañaron con su "santa madre iglesia", este anzuelo se tragan con todo y carnada.
Entonces, cuando se habla de la insensatez de pertenecer a este sistema idolátrico, que los conduce eternamente al infierno, no lo toman como una advertencia, sino como un desprecio al católico que milita en ese camino de engaño y maldad.
Esto no es nuevo, Jesús lo enseñó con la parábola del buen Samaritano.
El judío de casta alta, si se puede admitir una expresión así, preferiría antes morir que deber su rescate a un samaritano, por lo que el Señor introduce a un samaritano en la parábola, contrastando su conducta con la del levita y la del sacerdote, y pregunta luego cuál de los tres actuó como prójimo del pobre hombre al que los ladrones habían dejado medio muerto en el camino.
Y así, igualmente, es la hipocresía de estos católicos romanistas, prefieren morir antes que abandonar su "santa madre iglesia".
El Cristo de las Escrituras, para ellos, vale lo que vale una vela o un cirio encendido, en el altar de la reina del cielo.
Toda esa parafernalia religiosa, inculcada por generaciones, tiene más valor, con Bergoglio incluido, que la sincera fidelidad a Cristo.
2Co 11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
2Co 11:4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;
Aquí hubo una forista que por qué visitó al Vaticano, dijo que prefiere la muerte antes que rechazar el catolicismo romano.
Como si el Cristo de las Escrituras no fuese una Persona con sus manos y costado traspasados por causa de nuestros pecados... para estos religiosos, solo es un santo más dentro del inmenso Panteón de sus deidades, donde brilla con luz sobresaliente, el culto y adoración a la Reina del cielo.