POLÉMICA INTERPROTESTANTE ANTE LA APERTURA DE LAS IGLESIAS A LA "FIEBRE DEL BAILE"
http://www.icp-e.org/noti_int.htm#1572
POLÉMICA INTERPROTESTANTE ANTE LA APERTURA DE LAS IGLESIAS A LA "FIEBRE DEL BAILE" EN BRASIL
SAO PAULO/MADRID, 11 de julio de 2002
Hay noches y noches, dirán los cronistas de la vida nocturna de la aldea global. En Osaka, Japón, la diversión de moda entre los jóvenes es ocupar las calles con sofisticados coches que hacen de ruidosos y espectaculares apartamentos rodantes provistos de sistemas neumáticos de elevación de la carrocería. En las ciudades españolas, la moda imperante que está provocando que miles de familias estén buscando desesperadamente piso en zonas más tranquilas es el "botellón", costumbre de más que dudosa sociabilidad, consistente en sacar la diversión nocturna a la calle, con la consiguiente molestia para la vecindad.
En Brasil, la consigna, como nadie ignora, es el baile, y la fiebre del baile ha llegado a las iglesias evangélicas. Así, para distraerse en las noches paulistas los jóvenes creyentes evangélicos disponen ahora de puntos de reunión muy frecuentados, como el Teatro Procópio Ferreira, en la conocida calle Augusta, en el distinguido Barrio de los Jardines.
Todos los sábados, a partir de las once de la noche, el teatro abre las puertas del café Back Stage, una discoteca "gospel" en la que las bebidas alcohólicas, el cigarrillo y la danza con coreografía erótica no son admitidas.
"El ambiente sano es lo que más atrae al público. Aquí no hay peleas ni drogas. Es lo que más apreciamos", declaró el empresario Adolfo Assad Júnior, uno de los propietarios del citado café-discoteca, quien asiste a la Iglesia Renacer en Cristo, al periodista Douglas Tavolaro, que acudió a la noche "gospel" paulista para hacer un reportaje para la revista evangélica "Enfoque".
Pero ni la discoteca es el único lugar que se ha transformado, ni la iniciativa empresarial privada la única que ha entrado en escena. Incluso salones de templos evangélicos se han convertido en pistas de baile para jóvenes que pretenden gozar de una sana diversión. Cada último sábado de mes, cuenta el reportero de "Enfoque", un salón de la Iglesia Asambleas de Dios, de Santo Amaro, en Sao Paulo, se convierte en discoteca, con entrada libre.
En Jacarepaguá, en Río de Janeiro, una vez al mes, los jóvenes alquilan el Espacio Renacer, en la avenida Tindiba, para poder bailar. Hacia las cuatro de la mañana las luces se encienden, los jóvenes se reúnen en círculo, sentados en el suelo, escuchan un mensaje y oran. Los propios animadores se encargan del mensaje.
Esta actividad de ocio alternativo, muy común en Estados Unidos, está siendo cuestionada en Brasil. "Frecuentar los salones 'gospel', ¿es correcto o no?", Esta fue la pregunta que planteó el programa de Carlos Apolinario, que difunde todas las mañanas Radio Musical, una de las emisoras evangélicas de mayor audiencia en la zona de Sao Paulo.
El presidente de las Asambleas de Dios-Ministerio Belem, Wellington Bezerra da Costa, criticó duramente las discotecas evangélicas. "Esas reuniones son una cosa mundana", señaló. "Son una imitación de las cosas del mundo", añadió". "Esto es grave. Significa que el mundo está invadiendo la iglesia"
El pastor Ebenézer de Souza Soares, de la Iglesia Bautista de Niteroi, en Río de Janeiro, comparte esa actitud. "El joven cristiano tiene que entender que novedades de ese tipo son brechas espirituales de las cuales el enemigo de nuestras almas se aprovecha para reducir la moral cristiana", dijo.
Fuente: ALC, ICPress. Redacción: ICPRESS
http://www.icp-e.org/noti_int.htm#1572
POLÉMICA INTERPROTESTANTE ANTE LA APERTURA DE LAS IGLESIAS A LA "FIEBRE DEL BAILE" EN BRASIL
SAO PAULO/MADRID, 11 de julio de 2002
Hay noches y noches, dirán los cronistas de la vida nocturna de la aldea global. En Osaka, Japón, la diversión de moda entre los jóvenes es ocupar las calles con sofisticados coches que hacen de ruidosos y espectaculares apartamentos rodantes provistos de sistemas neumáticos de elevación de la carrocería. En las ciudades españolas, la moda imperante que está provocando que miles de familias estén buscando desesperadamente piso en zonas más tranquilas es el "botellón", costumbre de más que dudosa sociabilidad, consistente en sacar la diversión nocturna a la calle, con la consiguiente molestia para la vecindad.
En Brasil, la consigna, como nadie ignora, es el baile, y la fiebre del baile ha llegado a las iglesias evangélicas. Así, para distraerse en las noches paulistas los jóvenes creyentes evangélicos disponen ahora de puntos de reunión muy frecuentados, como el Teatro Procópio Ferreira, en la conocida calle Augusta, en el distinguido Barrio de los Jardines.
Todos los sábados, a partir de las once de la noche, el teatro abre las puertas del café Back Stage, una discoteca "gospel" en la que las bebidas alcohólicas, el cigarrillo y la danza con coreografía erótica no son admitidas.
"El ambiente sano es lo que más atrae al público. Aquí no hay peleas ni drogas. Es lo que más apreciamos", declaró el empresario Adolfo Assad Júnior, uno de los propietarios del citado café-discoteca, quien asiste a la Iglesia Renacer en Cristo, al periodista Douglas Tavolaro, que acudió a la noche "gospel" paulista para hacer un reportaje para la revista evangélica "Enfoque".
Pero ni la discoteca es el único lugar que se ha transformado, ni la iniciativa empresarial privada la única que ha entrado en escena. Incluso salones de templos evangélicos se han convertido en pistas de baile para jóvenes que pretenden gozar de una sana diversión. Cada último sábado de mes, cuenta el reportero de "Enfoque", un salón de la Iglesia Asambleas de Dios, de Santo Amaro, en Sao Paulo, se convierte en discoteca, con entrada libre.
En Jacarepaguá, en Río de Janeiro, una vez al mes, los jóvenes alquilan el Espacio Renacer, en la avenida Tindiba, para poder bailar. Hacia las cuatro de la mañana las luces se encienden, los jóvenes se reúnen en círculo, sentados en el suelo, escuchan un mensaje y oran. Los propios animadores se encargan del mensaje.
Esta actividad de ocio alternativo, muy común en Estados Unidos, está siendo cuestionada en Brasil. "Frecuentar los salones 'gospel', ¿es correcto o no?", Esta fue la pregunta que planteó el programa de Carlos Apolinario, que difunde todas las mañanas Radio Musical, una de las emisoras evangélicas de mayor audiencia en la zona de Sao Paulo.
El presidente de las Asambleas de Dios-Ministerio Belem, Wellington Bezerra da Costa, criticó duramente las discotecas evangélicas. "Esas reuniones son una cosa mundana", señaló. "Son una imitación de las cosas del mundo", añadió". "Esto es grave. Significa que el mundo está invadiendo la iglesia"
El pastor Ebenézer de Souza Soares, de la Iglesia Bautista de Niteroi, en Río de Janeiro, comparte esa actitud. "El joven cristiano tiene que entender que novedades de ese tipo son brechas espirituales de las cuales el enemigo de nuestras almas se aprovecha para reducir la moral cristiana", dijo.
Fuente: ALC, ICPress. Redacción: ICPRESS