Es lamentable la noticia de la muerte de 375 musulmanes, que a la hora de lapidar a satanás, como es la costumbre, hayan muerto de una estampida humana, la cual probocó que las mismas maletas de muchos de ellos, donde transportaban entre otras cosas las piedras para lanzar al muro que representa al diablo, les cayeran encima. Pero, ¿tendría que ver algo satanás?
Greivin.
Greivin.