http://es.news.yahoo.com/031026/44/319q8.html
26 de octubre de 2003, 16h23
La sentencia sobre retirada de crucifijo divide a los italianos
ROMA (Reuters) - El fallo de un tribunal italiano de que un colegio tiene que quitar los crucifijos de sus paredes ha desatado una agria polémica en el país transalpino sobre los derechos de musulmanes y laicos frente a cardenales católicos y algunos ministros conservadores.
En respuesta a una denuncia de Adel Smith, un activista musulmán que no quería que sus dos hijos contemplaran crucifijos en su escuela de primaria, un tribunal de la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, determinó el sábado que los símbolos religiosos debían ser suprimidos.
“Italia no es el Vaticano”, dijo Smith al diario La Repubblica.
“No tengo nada contra el crucifijo... Simplemente quiero que se cumpla un derecho constitucional de que no se exhiban símbolos religiosos en las aulas del colegio donde estudian mis hijos”, añadió.
El juez señaló que los crucifijos “muestran la intención inequívoca del Estado de colocar el catolicismo en el centro del Universo (...) en las escuelas públicas, sin el menor respeto por el papel de otras religiones en el desarrollo de la humanidad”.
El fallo ha desatado la ira de autoridades religiosas y políticas en un país que oficialmente separó a la Iglesia del Estado pero que permanece muy unido a sus raíces católicas.
“Es una decisión escandalosa que debe ser rectificada lo antes posible. Es inaceptable que un juez borre milenios de historia”, dijo el sábado el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, de la conservadora Liga Norte.
Dos leyes de los años 20 - cuando Italia todavía era una monarquía y el país era gobernado por los fascistas - que obligan a los colegios lucir crucifijos en sus aulas todavía están técnicamente en vigor.
Sin embargo, desde 1984, cuando el catolicismo dejó de ser la religión oficial del Estado bajo un nuevo concordato firmado con el Vaticano, no se ha procedido todavía a la reforma de las leyes. Algunos profesores han quitado los símbolos, otros los han mantenido en su sitio.
“¿Cómo puede alguien ordenar quitar de las aulas un símbolo de los valores esenciales de nuestro país? Esta decisión ofende a la mayoría de los italianos”, dijo el cardenal Ersilio Tonini.
El fallo tiene sus defensores, sin embargo, especialmente entre sindicatos de profesores seculares o de izquierda.
“Quitar los crucifijos de los colegios ayuda a integrar a los niños de otras creencias y a luchar contra la discriminación. Es una decisión valiente y moderna”, declaró Armando Calano, líder de la sección de Educación del poderosos sindicato CGIL.
No es la primera vez que el tema genera polémica.
El año pasado, la ultraconservadora ministra de Educación Letizia Moratti propuso junto a otros miembros del gobierno de centroderecha que fuera obligatorio exhibir crucifijos en aulas, oficinas públicas e incluso estaciones de tren.
Líderes judíos y musulmanes pusieron el grito en el cielo ante la propuesta, que no fue aprobada.
/Por Estelle Shirbon/
26 de octubre de 2003, 16h23
La sentencia sobre retirada de crucifijo divide a los italianos
ROMA (Reuters) - El fallo de un tribunal italiano de que un colegio tiene que quitar los crucifijos de sus paredes ha desatado una agria polémica en el país transalpino sobre los derechos de musulmanes y laicos frente a cardenales católicos y algunos ministros conservadores.
En respuesta a una denuncia de Adel Smith, un activista musulmán que no quería que sus dos hijos contemplaran crucifijos en su escuela de primaria, un tribunal de la ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, determinó el sábado que los símbolos religiosos debían ser suprimidos.
“Italia no es el Vaticano”, dijo Smith al diario La Repubblica.
“No tengo nada contra el crucifijo... Simplemente quiero que se cumpla un derecho constitucional de que no se exhiban símbolos religiosos en las aulas del colegio donde estudian mis hijos”, añadió.
El juez señaló que los crucifijos “muestran la intención inequívoca del Estado de colocar el catolicismo en el centro del Universo (...) en las escuelas públicas, sin el menor respeto por el papel de otras religiones en el desarrollo de la humanidad”.
El fallo ha desatado la ira de autoridades religiosas y políticas en un país que oficialmente separó a la Iglesia del Estado pero que permanece muy unido a sus raíces católicas.
“Es una decisión escandalosa que debe ser rectificada lo antes posible. Es inaceptable que un juez borre milenios de historia”, dijo el sábado el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, de la conservadora Liga Norte.
Dos leyes de los años 20 - cuando Italia todavía era una monarquía y el país era gobernado por los fascistas - que obligan a los colegios lucir crucifijos en sus aulas todavía están técnicamente en vigor.
Sin embargo, desde 1984, cuando el catolicismo dejó de ser la religión oficial del Estado bajo un nuevo concordato firmado con el Vaticano, no se ha procedido todavía a la reforma de las leyes. Algunos profesores han quitado los símbolos, otros los han mantenido en su sitio.
“¿Cómo puede alguien ordenar quitar de las aulas un símbolo de los valores esenciales de nuestro país? Esta decisión ofende a la mayoría de los italianos”, dijo el cardenal Ersilio Tonini.
El fallo tiene sus defensores, sin embargo, especialmente entre sindicatos de profesores seculares o de izquierda.
“Quitar los crucifijos de los colegios ayuda a integrar a los niños de otras creencias y a luchar contra la discriminación. Es una decisión valiente y moderna”, declaró Armando Calano, líder de la sección de Educación del poderosos sindicato CGIL.
No es la primera vez que el tema genera polémica.
El año pasado, la ultraconservadora ministra de Educación Letizia Moratti propuso junto a otros miembros del gobierno de centroderecha que fuera obligatorio exhibir crucifijos en aulas, oficinas públicas e incluso estaciones de tren.
Líderes judíos y musulmanes pusieron el grito en el cielo ante la propuesta, que no fue aprobada.
/Por Estelle Shirbon/