LA IDEA ES AYUDAR A personas que han sido víctimas de sectas y organizaciones seudo religiosas (inventadas por hombres) que utilizan técnicas de manipulación, sentimiento de culpabilidad, anulación de la personalidad para doblegar la voluntad.
Millones de personas han sufrido abusos psicológicos y económicos, Profesionales especializados en la salud mental concuerdan que, en un buen porcentaje, los pacientes que pertenecieron a una secta o algún movimiento religioso fundamentalista, presentaron trastorno de personalidad y otros trastornos mentales.
Nuestro objetivo es orientar, advertir y prevenir sobre las consecuencias que se presentan a largo y corto plazo cuando los textos sagrados son traducidos de forma errada y los peligros de las malas interpretaciones por personas no capacitadas para enseñar temas espirituales tan complejos.
La mayoría de sectas buscan personas que estén pasando un momento difícil en su vida, ya que esto las hace vulnerables. Muchos buscan ayuda cuando han perdido a un ser querido, porque quedaron en bancarrota, por la ruptura de una relación amorosa, una enfermedad grave, otros solo buscan milagros o dinero.
Cuando una persona cae en una secta, poco a poco va perdiendo autonomía en su vida, pues el líder de la secta, se encarga de dictaminar el estilo de vida que deben llevar sus adeptos. La psicopatología, como modificación mental aparece cuando el líder utiliza técnicas de lavado de cerebro, auto sugestión y la más eficaz de todas “técnicas de persuasión coercitiva.
Los pacientes que fueron afectados por una secta, presentan temores imaginarios. Y en el momento de salir de estos grupos, reciben amenazas de parte de sus líderes, y en algunas ocasiones de los mismos miembros de la secta. La ansiedad y el estrés son el detonante de la programación fundamentada en la culpa. La victima entra en un estado alterado de la conciencia, donde siente menosprecio por el mundo exterior.
En el caso de las sectas religiosas. Por lo general los pacientes que se encuentran en terapia presentan, la siguiente patología: Perdida de sueño, se les dificultan los procesos mentales, experimentan la realidad de forma extraña, la capacidad de razonamiento disminuye. Finalmente se pierde la noción de sí mismo, y la convivencia con las demás personas resulta difícil de manejar.
El líder de una secta por lo general tiene un ego enorme y se considera un ser especial, La mayoría de veces argumenta que ha recibido una revelación especial de Dios, también puede afirmar ser la encarnación de una deidad, un ángel con un mensaje especial, o dice haber sido designado por Dios, un vidente que habla con espíritus para guiar a los demás.
Asegura tener capacidades y dones especiales, como visiones, discernimiento, o poderes especiales. Con frecuencia el líder es considerado impecable e inmune a toda crítica; no puede ser rechazado ni se le puede contradecir.
Estas organizaciones entran en crisis, cuando las personas que se han adherido a sus enseñanzas empiezan a desconfiar de su veracidad, se sienten inconformes encontrándolas poco efectivas para su desarrollo personal y espiritual.
Millones de personas han sufrido abusos psicológicos y económicos, Profesionales especializados en la salud mental concuerdan que, en un buen porcentaje, los pacientes que pertenecieron a una secta o algún movimiento religioso fundamentalista, presentaron trastorno de personalidad y otros trastornos mentales.
Nuestro objetivo es orientar, advertir y prevenir sobre las consecuencias que se presentan a largo y corto plazo cuando los textos sagrados son traducidos de forma errada y los peligros de las malas interpretaciones por personas no capacitadas para enseñar temas espirituales tan complejos.
La mayoría de sectas buscan personas que estén pasando un momento difícil en su vida, ya que esto las hace vulnerables. Muchos buscan ayuda cuando han perdido a un ser querido, porque quedaron en bancarrota, por la ruptura de una relación amorosa, una enfermedad grave, otros solo buscan milagros o dinero.
Cuando una persona cae en una secta, poco a poco va perdiendo autonomía en su vida, pues el líder de la secta, se encarga de dictaminar el estilo de vida que deben llevar sus adeptos. La psicopatología, como modificación mental aparece cuando el líder utiliza técnicas de lavado de cerebro, auto sugestión y la más eficaz de todas “técnicas de persuasión coercitiva.
Los pacientes que fueron afectados por una secta, presentan temores imaginarios. Y en el momento de salir de estos grupos, reciben amenazas de parte de sus líderes, y en algunas ocasiones de los mismos miembros de la secta. La ansiedad y el estrés son el detonante de la programación fundamentada en la culpa. La victima entra en un estado alterado de la conciencia, donde siente menosprecio por el mundo exterior.
En el caso de las sectas religiosas. Por lo general los pacientes que se encuentran en terapia presentan, la siguiente patología: Perdida de sueño, se les dificultan los procesos mentales, experimentan la realidad de forma extraña, la capacidad de razonamiento disminuye. Finalmente se pierde la noción de sí mismo, y la convivencia con las demás personas resulta difícil de manejar.
El líder de una secta por lo general tiene un ego enorme y se considera un ser especial, La mayoría de veces argumenta que ha recibido una revelación especial de Dios, también puede afirmar ser la encarnación de una deidad, un ángel con un mensaje especial, o dice haber sido designado por Dios, un vidente que habla con espíritus para guiar a los demás.
Asegura tener capacidades y dones especiales, como visiones, discernimiento, o poderes especiales. Con frecuencia el líder es considerado impecable e inmune a toda crítica; no puede ser rechazado ni se le puede contradecir.
Estas organizaciones entran en crisis, cuando las personas que se han adherido a sus enseñanzas empiezan a desconfiar de su veracidad, se sienten inconformes encontrándolas poco efectivas para su desarrollo personal y espiritual.