La Iglesia ama al pecador, no al pecado; es por eso que siempre van a ser recibidos, como así tú eres recibido en tu comunidad siendo imperfecto, verdad? La Iglesia no va a rechazar el ingreso ni el lugar al testimonio de homosexuales, pero tampoco los casará. Fíjate lo que entiende la Iglesia Católica al respecto:
CATECISMO DE LA IGLESIA:
2357 La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf Gn 19, 1-29; Rm 1, 24-27; 1 Co 6, 10; 1 Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Decl. Persona humana, 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso.
2358 Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.
Falso. Dios detesta al pecado y al pecador impenitente. Lo que ha hecho la ICAR es darle la estampa de aprobacion a la homosexualidad en publico. Que te parece si un hombre casado sube al estrado y da la misa con su amante? O que tal uno de los narcos asesinos del cartel de Cali? Lo que hemos visto es una aberracion y blasfemia disfrazada de catolicismo.
Muchos cristianos usan el cliché “Ama al pecador, odia el pecado”. Este dicho no se encuentra en la Biblia.
La Biblia enseña claramente que Dios es amor. En 1 Juan 4:8-9 dice: “
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto demostró Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”. Es un hecho misterioso pero cierto que Dios puede amar y odiar a una persona al mismo tiempo. Esto significa que puede amarla como alguien que Él creó y puede redimirla, así como odiarla por su incredulidad y su estilo de vida pecaminoso. Nosotros, como seres humanos imperfectos, no podemos hacer esto; por lo tanto, debemos recordarnos a nosotros mismos que debemos “amar al pecador y odiar el pecado”.
¿Cómo funciona eso exactamente? Odiamos el pecado al reconocerlo por lo que es, al negarnos a participar en él y al condenarlo como contrario a la naturaleza de Dios. El pecado debe ser odiado, no excusado ni tomado a la ligera. Amamos a los pecadores mostrándoles respeto (1 Pedro 2:17), orando por ellos (1 Timoteo 2:1) y dándoles testimonio de Cristo. Es un verdadero acto de amor tratar a alguien con respeto y amabilidad, aunque no aprobemos su estilo de vida o sus decisiones pecaminosas.
No es amor permitir que una persona permanezca estancada en el pecado. No es odioso decirle a una persona que está en pecado. De hecho, lo opuesto es cierto. El pecado lleva a la muerte (Santiago 1:15), y amamos al pecador al hablarle la verdad en amor (Efesios 4:15). Odiamos el pecado al negarnos a tolerarlo, ignorarlo o excusarlo.
Salmo 5:5
Los arrogantes no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen el mal.
Salmo 11:5
El Señor prueba a los justos, pero su alma aborrece al malvado y al que ama la violencia.
Romanos 9:13
Como está escrito: “A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí”.
Oseas 9:15
Toda su maldad está en Gilgal; allí comencé a aborrecerlos. Por la maldad de sus acciones los echaré de mi casa. No los amaré más; todos sus príncipes son rebeldes.
Proverbios 6:16-19
Seis cosas aborrece el Señor, y siete son abominación para él: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, el corazón que maquina planes inicuos, los pies que se apresuran a correr hacia el mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos.
Salmo 7:11
Dios es juez justo, y Dios que se indigna todos los días.
Levítico 20:23
Y no andéis en las costumbres de la nación que yo echo de delante de vosotros, porque ellos hicieron todas estas cosas, y por eso los aborrecí.
2 Pedro 3:9
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.
Juan 3:36
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa obedecer al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.
Ezequiel 33:11
Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, casa de Israel?
Salmo 5:1-12
Al director del coro: para flautas. Salmo de David. Escucha, oh Jehová, mis palabras; está atento a mi gemido. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana te prepararé un sacrificio, y velaré. Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; el malo no morará contigo. Los arrogantes no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad. ...
Juan 3:1-36
Había un hombre de los fariseos llamado Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces si no está Dios con él». Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios». Nicodemo le respondió: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?». Jesús le respondió: «De cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. ...
No te olvides; Dios manda al infierno a los pecadores...no al pecado.
Saludos